lunes, 19 de junio de 2023

Bizcocho con chocolate blanco y arándanos rojos

Por fin he desempolvado los moldes de repostería o mi pereza para hacer dulces, no sé si ésto es más correcto que lo primero, porque mis moldes están casi todos metiditos en bolsas de plástico y polvo no tienen, pero mi pereza sí lo tiene, aunque sea metafórico y es que llevo mucho tiempo pensando en hacer alguna dulzanga pero no paso del pensamiento a la acción, ya os he comentado (creo) que no estoy nada motivada y como cocinar galgadas es algo, llamémoslo, supérfluo, ni abro el armario de los utensilios de repostería, si tengo ganas de algo dulce lo compro y asunto arreglado. Cocinar para el día a día lo sigo haciendo, porque así como no le hago remilgos a los dulces industriales, sí a muchas de las comidas preparadas y aunque guisar-guisar, lo que se dice guisar, guiso poco (¡vivan la plancha y el horno!), en casa se sigue comiendo lo que sale de mis manitas, nada del otro mundo, por cierto, lo que algunos días me estresa un poco porque hay que darle de comer al blog y no es plan publicar un filete a la plancha, pero al paso que voy o espabilo o hago un paréntesis blogueril por falta de material para publicar.

Como os decía, me decidí por fin a coger la escalera y bajar uno de los moldes (como podéis observar, a mano no están, señal inequívoca de lo poco o nada que los uso) y hacer un sencillo bizcocho de yogur con chocolate blanco, uno de mis bizcochos estrella en la época en que horneaba todas las semanas. Me apetecía ponerle arándanos deshidratados aunque me da mucha rabia que siempre se me vayan al fondo, de nada me sirve enharinarlos, invariablemente acaban en el fondo. Esto tiene dos problemas: que el azúcar que contienen los arándanos se carameliza haciendo que la base del bizcocho se tueste mucho y que queden todos apelotonados en la parte de abajo en vez de armoniosamente repartidos por toda la masa, razones por las que tampoco pongo muchos, porque total, pa qué. Si alguien conoce algún truco para que no se hundan (y que no sea aumentar la cantidad de harina para que una masa más densa impida su hundimiento), que me lo diga, que estoy deseando hacer un bizcocho que resulte con un corte tan bonito como esos que se ven en muchos blogs.

¿Sabe a chocolate blanco? Eso depende mucho de la marca que se use, si tiene un sabor muy suave, simplemente aportará sus matices a vainilla y su característico dulzor, sin más. Así que tenedlo en cuenta. También que resulta imprescindible utilizar papel sulfurizado si no queréis que desmoldar el bizcocho sea tarea imposible, pues irremediablemente el azúcar de los arándanos hará que se pegue al molde. Ya aviso.

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.

INGREDIENTES:

3 huevos tamaño L a temperatura ambiente

150 gr. de azúcar blanquilla

100 gr. de aceite de girasol

1 yogur natural desnatado sin azúcar

165 gr. de harina

16 gr. de impulsor químico

una pizca de sal

100 gr. de chocolate blanco

75 gr. de arándanos rojos deshidratados

*Y además

batidora de brazo o varillas eléctricas o manuales

un molde alargado de 27 cm de largo, 9 cm. de ancho y 8 cm. de largo o 1.700 ml. de capacidad (mínimo)

papel sulfurizado para el molde

ELABORACIÓN:

NOTA: Los tiempos, temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.

Humedecer el molde con agua y forrar el interior con papel sulfurizado dejando que sobresalga por todos los lados. Humedecer también éste, una vez colocado, para que resulte más fácil acomodarlo al molde. Reservar.

Precalentar el horno a 200º C, con calor arriba y abajo.

Hidratar los arándanos durante 10 minutos en agua templada. Escurrir, secar con papel de cocina, enharinar con una cucharada de los 165 gramos de la harina del bizcocho y sacudirlos a fin de retirar la sobrante. Reservar los arándanos y juntar la harina sobrante con la preparada para el bizcocho.

Picar groseramente el chocolate blanco y reservar.

Tamizar juntos la harina, el impulsor y la pizca de sal. Dejar de lado.

Cascar los huevos en un cuenco amplio y añadir el azúcar, el aceite y el yogur. Batir con la batidora de brazo hasta que no se noten los granos de azúcar. Añadir en dos veces la mezcla de harina tamizada, batiendo hasta que no queden grumos. Agregar el chocolate picado y la mitad de los arándanos e integrar con una espátula.

Verter la masa en el molde, distribuir por encima el resto de los arándanos y hundirlos muy ligeramente.

Bajar la temperatura del horno a 180º C y poner el calor sólo por abajo, colocar la rejilla en la segunda posición empezando por abajo e introducir el molde en el horno.

Hornear 22 minutos, subir la rejilla una posición y hornear otros 22 minutos. Comprobar el punto de cocción pinchando el centro del bizcocho con una brocheta: debe salir seca. Si no fuera así, prologar la cocción otros dos minutos y volver a comprobar antes de finalizar el horneado.

Sacar el molde del horno y colocar en una rejilla. Desmoldar el bizcocho pasados diez minutos y ponerlo nuevamente en la rejilla. Transcurridos otros 10 minutos, quitar el papel sulfurizado delicadamente y dejar que se enfríe completamente encima de la rejilla,

A comer.

12 comentarios:

  1. Buenos días Isabel, ya sabes que estoy sentada en el mismo banquillo que tú, y aunque últimamente estoy un poco más activa en cuanto a repostear, no son cosas nuevas, sino lo que ya tengo publicado o lo más básico que parece que no, pero algo tengo pendiente todavía.
    Este bizcocho tuyo tiene que ser para no dejar ni las migas, lo digo porque el chocolate blanco es mi debilidad, pero no lo como casi nunca, solo cuando me doy el capricho de comprar uno de calidad, ese sabor a vainilla me fascina. Nunca lo he utilizado en bizcochos, así que tomo nota del tuyo para probar porque tengo chocolate blanco en casa de mi padre, y solo yo lo como, aso será un modo de darle salida y compartirlo sin que nadie me proteste, Jajajaja….
    Te diré que hace años una Blogger mexicana que sigo, aunque ya no publica su blog está abierto (Maribel Cota, en Bruni's boulangerie) recomendaba congelar los arándanos previamente, el frío hace que se peguen a la masa, y esto a la vez hace que no se vayan al fondo. Y funciona, porque yo lo he hecho con los arándanos frescos y sale bien. Quizás con los que has utilizado también funcione, si los congelas después de hidratarlos, solo es cuestión de probar, hazlo y nos cuentas qué tal.
    Bueno me voy que hoy estoy liada. Besos guapísima.

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    1. Hola Concha. Compartir banquillo la hace a una sentirse más acompañada, porque no sé si será el calor, la edad o como dice la canción, la monotonía, pero esta apatía es una lata y no de galletas, precisamente, jajaja...,
      Si tienes chocolate blanco "del bueno", aunque sea un poco crimen ponerlo en un bizcocho en vez de disfrutarlo a palo seco, anímate y haz un bizcocho con él. Luego preparas café para toda la familia y se lo pones, que lo que ellos coman no te engorda a ti ni daña tu colesterol, pero te sirve para matar el gusanillo y disfrutar un rato con todos.
      Probaré el truco que me aconsejas, a ver si vale para las frutas deshidratadas. Si funciona con las frescas, ¿porqué no?.
      Un beso.

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  2. Buenos días, bonito bizcocho te ha salido, miga tierna y buen color, se adivina lo rico que estará. No puedo darte ideas para que los arándanos no bajen, a mi también me pasa, aún cuando he puesto en práctica algunos trucos que todos conocemos, pesan más que la masa y no hay tu tía. En cuanto a preparar repostería, alguna hago, normalmente bizcochos, pero como estamos solos, no me animo demasiado con ella, que luego hay que comérsela. Cuando veo un bizcocho como este, me entran unas ganas enormes de cortar un trozo. Que bueno!
    Bss

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    1. Hola Lola. Ya sabes que los bizcochos de yogur son siempre apuesta segura, puedes hacerle casi cualquier añadido con buenos resultados, aunque como en este caso las frutas se vayan al fondo, lo que afea un poco el corte pero no el sabor, lógicamente. Voy a probar el truco que dice Concha, a ver si funciona. Y también, como le digo a ella, hornea un bizcocho el día que tengas a los hijos en casa, así puedes probar un trocito y lo que sobre siempre se lo puedes dar para que se lo lleven, como hace mi madre, que a la menor prepara un dulce, come un cachito y luego me encalca las sobras. Y yo me "sacrifico", por supuesto, jjj...
      Un beso.

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  3. Me pasa lo mismo con los dulces y sus recipientes, los tengo al fondo de un armario esperando a ser rescatados... Tu bizcocho tiene una pinta bien jugosa y aunque con los arándanos se fueran al fondo estaría igualmente rico, ¡nos ha servido para aprender el truco de Concha!
    Me alegra que te gustara mi mención. Bsis!

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    1. Pues vamos a tener que ponerle remedio, que ya que los tenemos habrá que usarlos, digo yo... Como lea ésto uno que yo me sé, me toma por la palabra sin pensárselo dos veces, pues no es goloso ni nada, jjj...
      Tengo que probar el truco de Concha, ojalá funcione.
      Sí, me hizo mucha ilusión, al igual que ver que alguien se anima a utilizar la carne de la cabeza y espinas del pescado en vez de tirarla, como hace la gran mayoría de la gente y claro que con lo que sale no se da de comer a un regimiento, pero sí se pueden hacer platos tan apañados y ricos como tu empanada.
      Un beso.

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  4. Isabel, te veo desmotivada últimamente, y eso que nos comentaste que habías hecho una escapada de vacaciones, con todo por delante. Bueno, si algún día nos pones un filete a la plancha ya estamos medio avisados jajaja

    Yo siempre tiendo a compartir recetas saladas, aunque alguna vez comparto alguna dulce. Los moldes los tengo a mano, pero evito caer en la tentación.

    Desconozco alguna fórmula para que los arándonos no bajen, lo de enharinarlos veo que no te ha funcionado. Para mí no sería un problema que estuviesen en el fondo, pues hacer un bizcocho con arándanos y chocolate blanco ya suena de maravilla, y al fin y al cabo, lo importante es el sabor

    Abrazos

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    1. Uf, Javier y perezosa elevada a la máxima potencia, jajaja... Que ahora mismo es más ésta que la desmotivación y para rematar ya empieza el calor que para mí es como darme la puntilla, así que no os extrañéis si un día pasáis por mi cocina y el menú es un filete a la plancha, jajaja...
      Yo también tiro más por recetas saladas, pues aún siendo golosa el dulce cada vez me atrae menos aunque si lo tengo a mano no le hago ascos, al contrario. Después vienen los arrepentimientos y eso no está nada bien, jjj... Ante todo que no falte el humor.
      Pues de sabor este bizcocho va sobrado, la verdad que a pesar de ser un humilde bizcocho de yogur, con estas modificaciones es como otra cosa. En mi época repostera, era el que más me pedían en casa.
      Un abrazo.

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  5. Querida Isabel. Me había perdido este bizcocho y eso no era justo porque me alegra verte metida en harina para preparar una dulzanga como tú la llamas. Me veo reflejada contigo. No tengo demasiadas recetas en borradores y ahora, con el calor, me apetece menos cocinar y me repito. Será que me hago mayor y se nota, también el no tener a mi hijo en casa y estar a dieta por salud los que quedamos, es otro motivo.
    No puedo darte tampoco un consejo para que los arándanos no se hundan sin remedio en el fondo porque el de la harina, era el único que me sabía. Da igual si el bizcocho está rico y seguro que lo estaba y mucho.
    Besos y no te cortes, sigue sacando el molde de cuando en cuando que un poquito de dulce, siempre anima.

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    1. Hola Marisa. No sé si será la edad, el calor, las restricciones alimenticias o qué, pero cada día me cuesta más cocinar y no salgo de sota, caballo y rey. Un aburrimiento. Lo malo es que con un blog al que alimentar nos vemos obligadas a cocinar aunque no nos apetezca y creo que esa presión también influye.
      Siempre me han gustado muchísimo los bizcochos con frutas secas y las pongo muchas veces en el bizcocho de yogur, aunque me da rabia que se vayan al fondo, pero como este bizcocho está riquísimo con el chocolate blanco y los arándanos, decidí publicarlo a pesar de todo, porque merece la pena hacerlo aunque no tenga ese corte tan espectacular que se ve en algunas fotografías.
      A lo mejor sigo tu consejo y horneo un poco más, a ver si se me quita este aplanamiento mental, porque sí, un dulce siempre anima.
      Un beso.

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