sábado, 5 de febrero de 2022

Pain d'épices au miel (pan de especias con miel). Receta de Francia

Pan de especias o pain d'épices y no, por favor, pan de jengibre, que es la traducción del inglés del gingerbread, adaptación británica del pain d'épices francés, origen de este delicioso bizcocho, que saltando el charco aumentó considerablemente su porcentaje de jengibre y de ahí el cambio de nombre, supongo, lo que explica que se encuentren muchas recetas en español bajo la denominación de “pan de jengibre” en las que el jengibre, precisamente, no es una de las especias principales, pero con la que se denomina, de forma genérica, a casi cualquier bizcocho especiado.

El pan de especias parece ser que fue introducido en Francia por un monje armenio allá por el siglo X y de ahí se extendió por el norte y centro de Europa. Claro, que otras fuentes dicen que el pan de especias, tal y como se conoce hoy, tiene su origen en China y fue traído a Europa por los cruzados. Vamos, que éstos se iban a hacer la guerra santa y de paso les pedían sus recetas a los lugareños... No quiero entrar en controversias sobre el origen de este pan ni polemizar si su cuna europea es Francia u otro país, que también he encontrado distintas versiones sobre ésto. Me voy a ceñir a la que parece ser la versión más generalmente aceptada, al pain d'épices francés.

Aceptada sí, pero receta única, no. Existen en el vecino país tres tradiciones de pan de especias, el pan de especias de Alsacia, el de Reims y el de Dijon. El primero tiene su propio museo en la localidad alsaciana de Gertwiller y en Dijon existe una fábrica fundada en 1796 de la que vi hace un par de años un reportaje en la televisión, en el que se mostraba su preciosa tienda, un espacio museístico muy interesante y la fabricación del pan, que era una gozada ver cómo manejaban la masa. ¿Diferencias entre las tres tradiciones? En general, la utilización de harinas de trigo o centeno o una mezcla de ambas y el uso o no de huevos, grasa o masa madre. No he encontrado referencias fiables de las diferencias entre dichas tradiciones, si no más bien, informaciones comúnmente aceptadas, así que no voy a entrar más en ello. Lo que sí me ha quedado claro es que hay tantos panes de especias como cocineros, igualito que ensaladillas rusas, pongamos por caso, que raro es que haya dos recetas iguales.

Así que he adaptado esta receta y ha salido un pan de especias espectacular, una auténtica delicia que voló antes de que pudiera probarlo con una receta salada. Porque en Francia también se usa en recetas saladas, algo que me da mucha curiosidad, la verdad y que probaré en otra ocasión, cuando hornee otro pan de especias, porque tengo montones de recetas archivadas que ya os aviso irán apareciendo por aquí.

Antes de dejaros con la receta: al tener un alto contenido en miel, se forma como una especie de costra caramelizada (lo que le da una textura muy ligeramente pegajosa), por lo que aconsejo forrar el molde con papel sulfurizado y embadurnar bien éste con mantequilla. La receta original habla de miel caliente y leche tibia, yo he preferido medir la temperatura de ambos ingredientes para asegurarme de no cocer los huevos. También aconseja dejarlo reposar 24 horas para que se desarrollen los sabores y yo, muy obediente, así lo hice, pero cuesta porque tiene un olorcillo...

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.

INGREDIENTES:

250 gr. de harina de trigo de todo uso

16 gr. de impulsor químico (tipo Royal)

100 gr. de azúcar blanquilla

5 gr. de mezcla de especias para pan de especias

250 gr. de miel de brezo

2 huevos tamaño L, a temperatura ambiente

100 gr. de leche desnatada

mantequilla para el molde

*Y además:

un molde de 27 cm. de largo por 9 cm. de ancho (medidas de la base) por 8 cm. de alto o de 1'700 ml. de capacidad

papel sulfurizado

termómetro de cocina

ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 170º C con calor arriba y abajo.

Enmantequillar el molde, forrar base y costados con papel sulfurizado y enmantequillar el papel. Dejar a un lado.

Mezclar en un bol con la ayuda de una cuchara la harina de trigo, el azúcar, el impulsor químico y las especias. Reservar.

Calentar la miel hasta que alcance los 65º C, midiendo la temperatura con un termómetro de cocina. Verter caliente en el bol de la harina y mezclar someramente con la cuchara. Añadir los huevos enteros, de uno en uno, no añadiendo el segundo hasta que el primero se vea integrado.

Calentar la leche a 45º C, midiendo la temperatura con el termómetro. Agregar al bol y mezclar hasta obtener una masa suave y homogénea.

Verter la mezcla en el molde preparado, dar unos golpecitos suaves sobre la encimera para que suban las burbujas de aire e introducir en el horno, con la rejilla colocada a media altura.

Hornear 45 minutos a 160ºC con calor sólo por abajo. Finalizado el tiempo, comprobar la cocción pinchando el centro del pan con una brocheta: debe salir seca. Si no fuera así, prolongar el horneado en intervalos de cinco minutos, comprobando cada vez el punto de cocción.

Sacar el molde del horno y colocar encima de una rejilla. Desmoldar cuando esté completamente frío, eliminar el papel de horno y dejar que repose 24 horas antes de consumir.

Disfrutar con un café, un té, un vaso de leche o a palo seco.

A comer.

16 comentarios:

  1. Buenos días Isabel, qué interesante toda la información que nos cuentas sobre este pan o bizcocho, que como te comentaba en el post de las especias, ya conocía hace tiempo, aunque nunca lo he hecho en casa, si lo he comido porque mi marido lo hace en su trabajo, quizás con leves variantes, porque él pone azúcar moreno, y las cantidades, tampoco te puedo decir exactamente porque como nunca he pensado hacerlo, no me preocupé por anotarlo, sí que ellos lo utilizan para platos salados, aunque es un poco dulce, no lo es hasta el punto de no poderlo combinar perfectamente con platos salados, pero ya te digo que como tú comentas, hay multitud de variantes, incluso la de jengibre, que esa sí que me parece a mí más dulce, pero claro no podemos polemizar, que ya sabemos cómo los platos llegan a nuestras cocinas para quedarse, evolucionando hasta tal punto de no tener nada en común con la receta original, a excepción del nombre. En cierto modo, es un modo de seguir creando, pues aunque se dice que en cocina está todo inventado, siempre surgirán nuevos platos que hacen que esto sea un mundo sin límites.
    Ya me gustaría a mí tener ahora una rebanada de tu pan, con un poco de foie, queso o mermelada, seguro está impresionante de bueno.
    Besos, feliz fin de semana.

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    1. Hola Concha. Tenía muchísimas ganas de hacer este pan/bizcocho porque todo lo que lleva especias me chifla y desde luego que no me arrepiento. He consultado muchas, pero que muchas recetas francesas y creo que no encontré dos iguales, así que es lógico que la de tu marido tampoco lo sea, ya sería casualidad... A pesar de toda la miel que lleva y del azúcar, no resulta muy dulzón, cosa que me sorprendió, así que tiene que estar de muerte con foie, con queso no sé, no sabría con cuál combinarlo, pero que tampoco me importaría hacer una cata, que si es de queso siempre estoy dispuesta, jejeje...
      Me encanta conocer el origen de los platos pero lógicamente, cuanto más antiguos, más difuso aquél y más evolucionada la receta, lo que por otra parte es natural, los gustos cambian, hay nuevos ingredientes, nuevas formas de cocinar... Todo eso enriquece cualquier cocina, en la que siempre habrá, afortunadamente, una nueva perspectiva a la hora de elaborar un plato. Uf, qué profunda me he puesto, jajaja...
      Feliz fin de semana también para ti.
      Besos.

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  2. En casa nos encanta el pan de especias, hay tantas versiones como cocineros pero no por eso algunas son mejores o peores que otras jajaja A mi por lo menos me gustan muuuchas versiones. Es clásico tomarlo con foie pero también en guisos de carne como la carbonade flamande donde se aprecian todos los aromas de su mezcla de especias.
    Suerte que no lo tengo al lado que te lo terminaba antes de la cena!
    Besos y feliz fin de semana,
    Palmira

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    1. No lo había hecho nunca y puedo asegurarte que nos ha encantado y que hemos tenido que hacer verdaderos esfuerzos para no acabar con él enseguida, porque es completamente adictivo. Mejor, porque así puedo probar y probaré, más versiones. Lo de añadirlo a los guisos de carne siempre me ha llamado la atención y cuando publicaste en tu blog la carbonade flamande pensé hacerla, pero me olvidé de guardar un trozo de pan de especias. Otra vez será pues pienso hacer más panes de especias, solo que ahora voy a dejar pasar un poco de tiempo, que entre los dulces de navidad, el pan de especias y los bizcochitos de nata y turrón, no paramos de comer dulces y luego me quejo cuando no me cierra el botón del pantalón, jajaja...
      Feliz fin de semana, igualmente.
      Besos.

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  3. No lo he probado nunca ¡habrá que ponerle remedio! Se ve jugoso y apetecible. Besitos guapa! Feliz domingo!!

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    1. Si tienes ocasión, hazlo, que si te gustan los dulces especiados te va a encantar.
      Que tengas un bonito domingo.
      Besos.

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  4. Hola Isabel. Ya imaginaba que la primera receta que iba a publicar con la mezcla sería el Pain d'épices. Es un clásico en Francia y como bien dices, no hay receta igual. Me regaló un amigo un libro que trajo de París para elaborar otros platos a partir del pan.
    Yo al no poder tomar miel, no puedo comerlo y con lo que me gustan las especias, estoy segura de que me comería con todo el gusto más de una rebanada.
    Besos y feliz semana.

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    1. Hola Marisa. No será el único pan de especias que haga, pues hay montones de variantes, muchas de ellas sin miel, por cierto. Además tengo ganas de hacer un plato salado en el que se utilice, seguro que el libro que te regaló tu amigo me daría montones de ideas.
      Feliz semana.
      Besos.

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  5. Isabel, me ha picado mucho la curiosidad tu pan de especias, curiosamente alguna vez he añadido miel al pan y otras veces especias, pero no he combinado nunca las dos. Por cierto, he picado en el enlace cuando escribes los ingredientes "5 gr. de mezcla de especias para pan de especias" y me lleva a un página en blanco.

    Las rebanadas se ven geniales y tanto con dulce como con salado me encantarían

    Abrazos!

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    1. Hola Javier. En realidad no se trata de un pan como lo entendemos aquí, sino de un bizcocho. Imagino que en otros países se sigue llamando pan a lo que originalmente era un pan más o menos dulce, que con las modificaciones sufridas a lo largo del tiempo se ha terminado convirtiendo en bizcocho aunque el nombre no haya cambiado.
      Gracias por avisarme del error, ya está corregido. Normalmente reviso toda la entrada antes de editarla pero esta vez se me pasó.
      Anímate a preparar un pain d'épices, éste o el que sea, te gustará seguro.
      Un abrazo.

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  6. Hola Isabel, si ando algo desaparecida es porque blogger me la ha jugado y me ha borrado todos los blogs amigos, con lo cual aquí estoy recuperándolos poco a poco. A ver, al lío, este pan, bizcocho o lo que fuere, yo me lo como con los ojos cerrados sin importarme, ni su origen, ni su sabor dulce o salado, me gustará de las dos formas, nada más verlo me ha enamorado, y cuando el corazón manda, le hago caso porque siempre me ha dado buenos resultados. Nos vemos, la hija pródiga ha vuelto.
    Un beso.

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    1. Hola Lola. Ya te había extrañado, siempre madrugadora, la primera en comentarme todas las entradas, pero bueno, pensé que tus razones tendrías y veo que así es. Si no has perdido entradas o comentarios ha habido hasta suerte, porque eso sí que es difícil de recuperar. No sé porqué pasan esas cosas, a mí me da terror sólo el pensar que me pasara algo así, menudo lío.
      Pues ríndete a sus encantos y hornéalo. Creo que es el bizcocho más rico que he hecho. También es cierto que me encantan las especias y ya con eso me tiene ganada desde el principio. Por cierto, que el sabor de las especias no es muy pronunciado y estoy por asegurar que a los tuyos les gustaría.
      Muy contenta de tenerte de nuevo. Besos.

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  7. Hola Isabel , me parece un pan o bizcocho espectacular. Si me pones un vasito de leche, o sólo como dices yo lo iba a disfrutar igual. Me gustan las especias en su justa medida pero cada vez las uso más. APortan toques exquisitos y especiales que me encantan. Un beso enorme!!

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    1. Hola Elisa. Ya sé que me pongo pesada pero está riquísimo, creo que es el bizcocho que más me ha gustado nunca y creo que es por las especias, que enganchan como el picante, se empieza por un poquito y andando el tiempo el poquito se convierte en "muchito". Las especias a veces no son fáciles de utilizar, pero si se acierta en su uso, convierten una buena receta en algo extraordinario.
      Besos.

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