Ya os he contado que tengo un arcón congelador enoooorrrrme. Genial cuando tienes que congelar la matanza, la caza y los productos de la huerta, pero incomodísimo cuando tienes que bucear en el fondo buscando una cosa en concreto. Así que, muchas veces, por no rebuscar, agarro lo que está más a mano y eso es lo que cocino. Pero el otro día, buscando en el fondo del arcón un paquete de magro para hacer cochinita pibil, aparecieron tres conejos de campo que no sabía que tenía y hubo cambio de menú en el último momento (por eso y porque no encontré la carne, lo confieso). No estaba muy inspirada y pensé hacerlo en salsa espesa de cebolla, que es como lo suelo cocinar cuando no tengo ganas de estrujarme la mollera. Pero cuando me puse a ello me dije “anda maja, inspírate un poco y mira a ver qué tienes en el frigo”. Había estado sacándole las cebolletas a unas cebollas, que ya están todas nacidas y colocando unas naranjas en el frutero, miré las unas y las otras y pensé que quedaría rico con ambas pero me pareció que el conejo iba a quedar un poco “cojo” y me acordé de una mostaza con miel con la que ya he cocinado alguna que otra cosa y que le da a las carnes un sabor tremendo. Es una mostaza tipo inglesa muy fuerte con un toque de miel muy ajustado que compré en una de esas promociones de productos que a veces tienen en el súper y que luego no vuelven a repetir, lo que dicho sea de paso me fastidia sobremanera porque no puedes volver a comprar el producto en cuestión. Cebolletas, naranjas y mostaza dulce, podía funcionar.
Como os digo, fui apuntándolo todo pero no con la intención de publicarlo. Ahora bien, fue probar la salsa para rectificarla de sal y cambiar de idea. Aquéllo estaba buenísimo, tenía que enseñároslo sí o sí. Era la hora de comer y aún no entraba suficiente luz por la ventana, pero el conejo lo íbamos a comer tres y era tan pequeño que después de comerlo no me iba a quedar nada para las fotos, así que ahí me veis a mí a toda prisa montando el tenderete de cualquier manera, haciendo las fotografías sin ningún esmero, lo reconozco y diciéndole al personal que fuera poniendo la mesa en lo que volvía a calentar la carne.
Nos ha encantado. La naranja contrarresta perfectamente la acidez de la mostaza y la pimienta equilibra el dulzor de la miel. Apenas la puse sal, pues la de la mostaza y la de la pastilla de caldo le aportan casi toda la que le hace falta al guiso. Sobró una tajada que al día siguiente estaba aún más rica aunque también más salada, algo a tener en cuenta si se va a cocinar con antelación.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
1 conejo de campo pequeño (700 gr. aprox.)
125 gr. de cebolleta, incluyendo toda la parte verde aprovechable
2 dientes de ajo grandes
125 ml. de zumo de naranja natural
20 gr. de mostaza con miel
1 pastilla (10 gr.) de caldo concentrado de verduras
1/8 tsp de pimienta negra molida
100 ml. de agua
AOVE
sal
ELABORACIÓN:
Lavar el conejo y secar con papel de cocina. Trocear y reservar.
Pelar la cebolleta y picarla groseramente, incluyendo todo el tallo verde que sea aprovechable. Reservar.
Pelar los dientes de ajo, eliminar el germen, si lo tuvieren y laminar. Reservar.
Diluir la mostaza en un poco del zumo de naranja. Reservar.
Llevar la olla rápida WMF al fuego provista de un buen fondo de aceite de oliva virgen extra y calentar a fuego medio-alto. Cuando el aceite alcance temperatura, rehogar las tajadas de conejo hasta que cambien de color. Añadir entonces la cebolleta y los ajos y continuar rehogando hasta que la cebolleta se ponga blanda, removiendo para evitar que se agarre en exceso.
Apartar la olla del fuego para que pierda un poco de temperatura, agregar la mostaza diluida, la pimienta negra molida, la pastilla de caldo desmenuzada, el resto del zumo de naranja y el agua. Remover y devolver al fuego. Llevar a ebullición, destapada y colocar la tapadera cuando rompa el hervor. Cerrarla y cocer 18 minutos contados desde que suba la válvula por completo. Apagar el fuego, retirar la olla y dejar que pierda toda la presión antes de abrirla.
Reducir ligeramente la salsa, rectificar de sal y servir.
A comer.