viernes, 30 de noviembre de 2018

Cucharas y tazas medidoras

 


Siempre que puedo, me gusta pesar/medir los ingredientes. La imprecisión de los cálculos “a ojo”, en cucharillas de postre o café, cucharas soperas, tazas y vasos puede conducir directamente al fracaso de una receta, sobre todo en repostería y panadería donde se necesita mucha más precisión en los ingredientes que para el resto de preparaciones o cuando se utilizan ingredientes con mucho sabor y de los que habitualmente se utilizan pequeñas cantidades. Pero a veces resulta difícil pesar un cuarto de cucharadita de cominos, por ejemplo; es entonces cuando resultan muy útiles las cucharillas medidoras. A lo que no encuentro tanta utilidad es a las tazas medidoras, pero estaba harta de desechar recetas por venir en tazas y al final claudiqué y compré un juego. De eso hará un año y todavía no las he estrenado...


En cuanto a las cucharillas, hay bastante “unidad de criterio” entre los fabricantes y casi todos las hacen con las mismas capacidades; ahora bien, en el tema de las tazas, la cosa cambia. Al respecto, aconsejo leer este post y este otro de El Rincón de Bea que son muy ilustrativos.


Por comodidad, utilizaré las abreviaturas en inglés de cuchara (tbs-tablespoon) y de cucharillal (tsp-teaspon) que vienen en mis juegos de cucharillas. También utilizaré la palabra inglesa cup cuando hable de tazas, aunque en la medida de lo posible, pondré su equivalencia en peso o volumen.
 
 
Para facilitar un poco las cosas, voy a poner unas tablas de equivalencias en mililitros.
 
 
Vaya por delante que mis tazas están fabricadas en Canadá, así que supongo que son medidas canadienses... A saber.
 
 
Los sólidos siempre se miden enrasados y sin apretar.



Tsp y tbs (cucharilla y cuchara)



1/4 tsp (cucharilla)
1'25 mililitros
1/3 tsp (cucharilla)
1'65 mililitros
1/2 tsp (cucharilla)
2'5 mililitros
1 tsp (cucharilla)
5 mililitros
1/2 tbs (cuchara)
7'5 mililitros
1 tbs (cuchara)
15 mililitros



Cup (taza)

 


1/8 cup (taza)
30 mililitros
1/4 cup (taza)
60 mililitros
1/3 cup (taza)
80 mililitros
1/2 cup (taza)
125 mililitros
1 cup (taza)
250 mililitros








domingo, 25 de noviembre de 2018

Conejo de campo con salsa espesa de cebolla, en olla WMF


Otra receta de conejo. Ya, pero es que estamos en temporada de caza y es lo que toca, aunque creo que este año voy a cocinar pocos porque apenas hay. Hoy, por ejemplo, que era día de caza, me ha comentado mi pareja que sólo ha visto un conejo en toda a mañana y además no estaba a tiro. Vamos, que ha venido con las manos vacías. Este lo cazó el domingo pasado y lo hemos comido esta semana.
Esta receta me la dio mi suegra hace ya mucho tiempo, aunque con los cambios que le he ido haciendo a lo largo de los años, si ahora la leyera ni la reconocería. Los clavos de olor y la nuez moscada le proporcionan un sabor que combina muy bien con la carne sabrosa del conejo de campo, ya que son especias con mucha personalidad. Ojito con poner más de la cuenta, porque enmascararán el sabor del resto de ingredientes.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES

1 conejo de campo
450 gr. de cebolla
1 diente de ajo grande
12 granos de pimienta negra
4 clavos de olor
1 punta de cuchillo, roma, de nuez moscada molida (o la punta de una cucharilla de postre)
150 ml. de vino blanco seco
aceite de oliva virgen extra
sal


ELABORACIÓN

Lavar minuciosamente el conejo y secar con papel de cocina. Trocear, salar y reservar.

Poner un buen fondo de aceite de oliva virgen extra en la olla exprés y calentar a fuego medio. Mientras, pelar y picar en brunoise la cebolla y el ajo y salar. Añadir ambos a la olla cuando el aceite esté caliente y pochar a fuego medio-bajo. Cuando esté a medio hacer, agregar los granos de pimienta negra, los clavos de olor y la nuez moscada para que vayan liberando los aromas.

Una vez pochados cebolla y ajo, subir ligeramente el fuego, incorporar el conejo y rehogar. Cuando esté rehogado, añadir el vino blanco, tapar y cerrar la olla y cocer 25 minutos contados desde que suba la válvula del todo. Apagar el fuego y dejar que la olla pierda toda la presión antes de abrirla.

Sacar los trozos de conejo de la olla a una fuente, eliminar los clavos de olor y pasar la salsa por la batidora hasta convertirla en una crema espesita. Rectificar de sal, si hiciera falta y verter sobre el conejo.

Mejora de un día para otro.

A comer.

martes, 20 de noviembre de 2018

Cebolla caramelizada (sin atajos)




Sí, sin atajos. Nada de ponerle azúcar, vinagre balsámico o bicarbonato para acelerar el proceso. Solamente aceite, un poco de sal y tiempo para que la cebolla se haga con sus propios azúcares. Respecto al porqué del proceso de caramelización la cebolla, aconsejo leer la muy interesante entrada que Miriam, de El invitado de invierno tiene dedicada a este tema. Creo que no se puede explicar más y mejor.  
 
Cebolla, aceite, sal y tiempo, mucho tiempo. El que yo indico es orientativo, ya que dependerá mucho de lo fina o gruesa que se corte la cebolla y sobre todo, de la clase, porque no tiene el mismo agua una cebolla de verano que una de invierno. Cuanto más agua tenga, más tierna será y quedará infinitamente más rica. Y también se reducirá más. Yo usé cebollas de hojas gruesas, con gran contenido en agua y por curiosidad las pesé una vez cocinadas y los 500 gr. iniciales se quedaron en ¡157 gramos!. Menos mal que luego cunde...


Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
 
 
 
INGREDIENTES

500 gr. de cebolla
aceite de girasol
sal


ELABORACIÓN


Poner a calentar una sartén amplia y honda con un buen fondo de aceite.

Pelar y cortar en juliana la cebolla. Hacer los cortes en sentido paralelo al corazón de la cebolla; de esta manera se deshará menos al cocinarse.

Agregar la cebolla a la sartén cuando el aceite esté caliente. Remover bien para que se impregne toda la cebolla con el aceite, salar ligeramente para favorecer que la cebolla sude, tapar y dejar cocinar a fuego suave cuarenta minutos o hasta que esté traslúcida, removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo, destapar y poner a fuego medio para que se evapore todo el líquido que ha soltado la cebolla y empiece a dorarse ésta cuando quede sólo aceite. Tardará en hacerse una hora, aproximadamente, durante la que habrá que estar muy pendiente para evitar que se queme.

Una vez hecha, escurrir el aceite, si se desea y consumir.

 

jueves, 15 de noviembre de 2018

Mermelada de melocotón y miel


 
 

Con los últimos melocotones de la temporada que ya me miraban con cara de pena cada vez que habría el frigorífico, preparé hace unos días esta mermelada de melocotón con un toque de miel.
 
Hacer mermeladas en casa puede ser gratificante, pero con el precio que tiene la luz, muy económicas no salen, ni aunque la fruta sea de tus propios frutales, como es el caso. La verdad es que hago pocas mermeladas, pero este año los melocotoneros han dado fruta para aburrir y era una pena dejar que se estropeara, así que he hecho para varios meses.
 
No me gusta preparar mucha cantidad de cada vez; así la fruta tarda poco tiempo en alcanzar la temperatura de ebullición y con media hora de cocción, es suficiente para que quede perfectamente cocida y conserve un sabor más parecido al de la fruta natural. Tampoco le pongo mucho azúcar porque suelo utilizar fruta bien madura y la mermelada queda suficientemente dulce.
 
Es el primer año que le pongo miel y la verdad es que ha quedado muy rica, con un sutil sabor a miel. Creo que el año que viene la que haga la voy a hacer con miel pues de las varias combinaciones de melocotón que he probado (con manzana, con vainilla, con canela), ésta es la que más nos ha gustado con diferencia.
 
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
 
 

 
 
 
INGREDIENTES
 
1 kgr. de melocotones (peso sin piel ni hueso)
200 gr. de azúcar blanquilla
75 gr. de miel
el zumo de medio limón
 
PREPARACIÓN

Lavar los melocotones bajo el grifo frotándolos bien. Dejar escurrir. Pelar y partir en trozos pequeños. Desechar pieles y huesos.

Poner los trozos de melocotón en una olla alta y amplia y poner a calentar a fuego suave para que la fruta suelte jugo. Remover de vez en cuando. Cuando el jugo de los melocotones cubra el fondo de la olla, agregar el azúcar, remover y subir a fuego medio. Como la fruta está caliente, el azúcar se deshará enseguida. Cuando esté todo deshecho, aumentar el fuego de medio a medio-alto y contar quince minutos desde que comience a cocer alegremente, removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo, agregar la miel y el zumo del medio limón y cocer otros quince minutos, removiendo frecuentemente para evitar que se agarre. Dejar enfriar.

Pasar la mermelada por un pasapurés o chino o bien darle unos golpes de batidora hasta conseguir la textura deseada.

Llenar unos frascos pequeños, de 250 ml. de capacidad, dejando un espacio libre de un centímetro y medio hasta el borde. Introducir en una olla, cubrir de agua, cerrar y cocer a fuego fuerte 10 minutos desde que empiece a hervir con fuerza. Apartar del fuego, destapar y dejar templar el agua. Sacar los tarros entonces y dejar enfriar completamente.

En caso de utilizar frascos de hasta 350 ml. de capacidad, hervir 15 minutos y si son de hasta 450 ml. hervir 20 minutos.

Una vez abierta, conservar en el frigorífico.
 
A comer.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Crema pastelera rápida con huevos enteros



 
 
Me repatean las recetas en las que se usan sólo las yemas o sólo las claras de los huevos, porque al final la parte del huevo que no he usado acaba en la basura. Eso mismo me pasó hace poco con una clara; usé la mitad y la otra mitad, después de unos días de rodar por el frigorífico, acabé tirándola. Así que si puedo, uso huevos enteros, como en esta crema pastelera, que no discuto que quede más rica hecha sólo con yemas, pero la verdad, si va a formar parte de un relleno al que además se le van a añadir otros ingredientes (por ejemplo, naranja confitada, mermelada, crema de almendras), como que yo no noto la diferencia.
 
Está hecha con leche desnatada, pero no por nada, sino porque es la leche que tomamos en casa y es la que uso para todo. Si se hace con leche entera, quedará con más cuerpo.
 
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
 
 

INGREDIENTES

225 ml. leche desnatada
 
2 huevos medianos
 
50 gr. de azúcar blanquilla
 
20 gr. de maizena
 
1 rama de canela y/o un trozo de cáscara de limón (sin la parte blanca)
 
10 gr. de mantequilla (opcional)


PREPARACIÓN
 

Separar en un cazo 100 ml. de leche. Agregar la canela y/o la piel de limón y llevar a ebullición. Apartar del fuego, tapar y dejar en infusión 15 minutos. Colar y dejar que se enfríe.
 

Poner en el vaso de la batidora de brazo los otros 125 mililitros de leche, los huevos, el azúcar y la maizena. Batir con la batidora y colar por si hubiera quedado algún grumo. Poner en un cazo amplio y agregar la leche infusionada. Calentar el conjunto a fuego medio-bajo sin dejar de remover con unas varillas hasta que la mezcla espese. Espesará más al enfriar. Para que la crema quede más sedosa, agregar 10 gr. de mantequilla y remover hasta integrar.
 

No queda muy dulce. Depende del uso que se la vaya a dar, añadir más azúcar si se va a usar sola y en caso de mezclarla con otra preparación, no poner más ya que aquello con lo que se mezcle también llevará azúcar.


lunes, 5 de noviembre de 2018

Conejo de campo con cerveza y cayena, en olla WMF







Bueno... Primera entrada y me he quedado en blanco. ¡Pues empezamos bien! Supongo que al principio, salvo que tengas mucha verborrea, es bastante normal y que luego, poco a poco,  ha de resultar más fácil. Eso espero...
Yo nunca compro conejo. Mi pareja es cazador y caza conejos y alguna perdiz, con lo que si la temporada de caza es buena, congelo conejos para todo el año. Eso también supone probar distintas recetas para cocinarlo y no comerlo siempre de la misma forma. Ya ha empezado la temporada de caza y este primero lo he cocinado adaptando una receta de la revista Cocina Fácil de este mes. La verdad es que ha quedado muy bueno, picantito y con mucha salsa. El picante se puede adaptar al gusto de cada uno e incluso eliminarlo, pero es la gracia de este guiso. Y como la mayoría de los guisos, está mejor de un día para otro.
El  tiempo de cocción es orientativo, dependerá de lo tierno que sea el conejo, que al ser de campo, lo mismo puede ser tierno, como lo fue éste, o más duro que los pies de San Pedro, así que si al abrir la olla no está hecho, cocerlo un poco más. También dependerá de la olla en la que se cocine, pues no todas necesitan el mismo tiempo. Yo uso una olla super rápida de la marca WMF, que la verdad uso para casi todo, incluido el arroz.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.





INGREDIENTES

1 conejo de campo troceado

150 ml de cerveza rubia

½ pimiento verde

1 zanahoria mediana

½ cebolla

2 tomates pequeños

1 puerro

2 dientes de ajo

1 rama de romero fresco

Pimienta negra en grano (al gusto)

1 pimienta de cayena

aceite de oliva virgen extra y sal


PREPARACION

Lavar el medio pimiento, la zanahoria, el puerro y los tomates. Quitar las semillas al pimiento, raspar la zanahoria, eliminar las raíces, las hojas duras y la parte verde del puerro, pelar los tomates y cortar todo en brunoisse y reservar. Pelar la media cebolla y los dos ajos. Picar la cebolla en brunoisse, colocar la hoja del cuchillo plana sobre los ajos, darle un golpe y reservar.

Lavar minuciosamente el conejo, secarlo con papel de cocina, trocear y salar.

Poner un fondo de aceite de oliva virgen extra en un sartén amplia y dorar los trozos de conejo por tandas. Ir poniéndolos directamente en la olla exprés.

Dejar que el aceite pierda un poco de temperatura y rehogar el puerro, la cebolla y los ajos. Cuando la cebolla empiece a ponerse transparente, añadir la zanahoria y el pimiento verde. Cuando el pimiento empiece a cambiar de color, añadir unos granos de pimienta negra (al gusto) y una pimienta de cayena partida a la mitad. Agregar los tomates y subir el fuego para evitar que el agua de los tomates cueza la preparación. Sazonar y dejar cocinar 5 minutos.

Verter el contenido de la sartén sobre el conejo que está en la olla y agregar la rama de romero lavada y la cerveza. Tapar y cerrar la olla y cocer 20-25 minutos contados desde que suba la válvula del todo. Apagar el fuego y dejar que la olla pierda toda la presión antes de abrirla.

Sacar los trozos de conejo de la olla a una fuente de servir, retirar la rama de romero y pasar la salsa por el chino o pasapurés o bien darle unos golpes de batidora hasta que tenga la textura deseada. Rectificar de sal, si hiciera falta y verter sobre el conejo.

A comer.



jueves, 1 de noviembre de 2018

Todo tiene un principio


Dulzanga: palabra inventada perteneciente al vocabulario familiar y que se emplea cuando, sobre todo entre horas, apetece comer algo dulce.
 
Comidita: diminutivo de “comida”, en el sentido cariñoso de cocina de andar por casa.
 
Zarandaja: según la R.A.E., “cosa menuda o de importancia muy secundaria”.
 
De eso pretende ir este blog: de los dulces y comidas sin pretensiones que se hacen en mi cocina, en la que aún tengo mucho que aprender y de aquéllo que no siendo lo anterior, me apetezca hablar o enseñar, un cajón de sastre donde meter lo que no tenga cabida en otro sitio.
 
Y también un lugar donde tener en orden las tropecientasmil recetas de cocina que tengo anotadas en infinidad de papelicos y un lugar para aprender sobre fotografía y blogs culinarios, donde lo tengo tooooodo por descubrir.
 
¿Y porqué no decirlo? Y por la curiosidad de ver hasta dónde llego o en qué se queda esto.
 
Pues eso. Me llamo Isabel. Bienvenid@s a mi rincón.






Se admiten todo tipo de comentarios pero si son buenos, mejor. Gracias por dejarlo.