lunes, 12 de junio de 2023

Magro con tomate y calabacín, en olla WMF

He estado unos días fuera y no os hacéis una idea de lo que me está costando volver a la rutina. Cada vez que la rompo me cuesta más retomarla. Supongo que será la edad, que ya las cosas no te motivan tanto como antes y el más de lo mismo sólo te produce sensación de hastío. Introducir cambios en la rutina diaria sólo es una solución temporal pues dichos cambios con el tiempo se tornan rutina y todo vuelve a empezar, es la pescadilla que se muerde la cola.

Al menos esos días me han servido para desconectar, pero para desconectar de verdad, que ni móvil ni internet, dejé el teléfono en casa y avisé a la familia cómo localizarme si había algo urgente, lo que afortunadamente no ha ocurrido y nos fuimos a trotar por ahí, en uno de esos viajes organizados en los que te lo dan todo hecho, no te dejan un momento de respiro, vuelves más cansado de lo que te fuiste y a los que, pese a los inconvenientes que siempre tienen, te apuntarías nuevamente sin dudarlo una vez pasado el cansancio. Eso sí, no me preguntéis dónde he estado porque el viaje ha sido como el de la película Si hoy es martes, ésto es Bélgica, sólo que el programa de la Agencia de Viajes no era muy específico en algunos destinos, de tal manera que se señalaba “zona del valle tal” como toda indicación. Osea, que si alguien me hubiera preguntado alguno de esos días por dónde había estado, mi respuesta hubiera sido “por ahí”, sin poder precisar mucho más, la verdad.

Pero no me quejo, nos ha gustado mucho y no me importaría volver. Quejarme ya me quejaré esta tarde, después de mi primera jornada laboral tras las mini vacaciones, pues no tengo ninguna gana de volver a la rutina del trabajo ni a la de la casa, que estos días no sabía ni qué cocinar y he tirado de congelador, en el que siempre tengo algún plato preparado como este guiso de magro de cerdo que hice antes de irnos, que como era mucha cantidad dio para el día que hice las fotos y para congelar el que hemos comido ahora, más un poco para unas patatas estofadas, un guiso lleno de sabor y con una salsa que es un auténtico pecado, así que preparad un buen pan porque queda con bastante salsa y no tiene perdón dejarla en el plato.

Aconsejo no pelar el calabacín porque al cocinarlo se deshace en el guiso y sólo queda un poco de su carne adherida a la piel. Claro que si en casa os lo protestan, peladlo y ni notarán que lo lleva. No le he puesto sal, considero que la que le aportan las salsas de soja y Worcestershire es suficiente, pero eso ya queda a vuestro criterio y paladar. Eso sí, dejadlo reposar hasta el día siguiente, recién hecho el guiso está rico pero ni comparación con el sabor que tiene pasadas unas horas, casi no parece ni el mismo.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

*Todos los pesos en limpio

1 kgr. de magro de cerdo

200 gr. de tomates frescos, pelados

225 gr. de calabacín, sin pelar

100 gr. de cebolla

1 hoja grande de laurel

50 ml. de salsa de soja suave

50 ml. de salsa Worcestershire

1/4 tsp de semillas de comino enteras

1 tsp de albahaca seca

2 tbs de espesante instantáneo (marca Maicena)

200 ml. de agua

AOVE

sal (no le he puesto)

ELABORACIÓN:

NOTA: Los tiempos de cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico, gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela convencional.

Cortar la carne en dados grandes, como de dos bocados, el calabacín y la cebolla en dados de 1'5-2 cm. de lado y el tomate groseramente. Reservar todos los ingredientes por separado.

Machacar ligeramente en el mortero las semillas de comino. Dejar a un lado.

Disponer un fondo de aceite de oliva virgen extra en la olla rápida WMF y llevar al fuego. Cuando el aceite esté bien caliente, dorar la carne por todos sus lados y a fuego alto, sacándola a un plato a medida que se vaya dorando. Hacerlo por tandas para que el aceite no pierda temperatura y agregando más cuando fuera necesario.

Una vez dorada la carne, bajar el fuego a medio, dejar que el aceite pierda un poco de temperatura e incorporar la cebolla. Cocinar a fuego medio y cuando empiece a dorarse, añadir el tomate. Cocinar el conjunto hasta que se consuma el agua del tomate y agregar entonces el calabacín. Rehogar tres minutos y añadir el comino machacado, la albahaca seca, la hoja de laurel, las salsas de soja y Worcestershire y el agua. Remover y devolver la carne a la olla, mezclar, levantar el hervor y colocar la tapa. Cerrarla y cocinar 20 minutos contados desde que la válvula suba completamente.

Transcurrido el tiempo, apartar la olla del fuego y dejar que pierda toda la presión antes de abrirla. Sacar un poco de salsa a una taza, añadir el espesante y disolver. Devolver la olla al fuego y llevar a ebullición, añadir la mezcla de salsa y espesante y hervir a fuego medio durante cinco minutos o hasta que alcance el espesor deseado. Rectificar de sal si procede (no le he puesto) y dejar que repose hasta el día siguiente.

Recalentar a fuego suave y servir bien caliente.

A comer.

10 comentarios:

  1. ¡Qué bien esa escapada! La verdad es que de vez en cuando viene bien desconectar, aunque luego haya que volver a la rutina... Qué rico este magro y encima congela bien, es un plus, que luego viene de maravilla tenerlo hecho. Bss guapa, me alegra que disfrutaras.

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    1. Hay que volver a la rutina y a poner al día todo lo que se ha atrasado, que ahora ando con el tiempo pillado, pero que si mañana me dicen de volver a marcharme, ahí queda todo y ya lo haría a la vuelta, aunque luego me lamentara, jajaja...
      Muchas gracias guapa. Un beso.

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  2. Querida Isabel, a todas nos ha pasado todo lo que describes y aunque cuesta volver a la vida, como yo lo llamo, no queda otra y al final hasta gusta retomar, para descansar de las vacaciones.
    Un magro con tomate es algo rico y peligroso a la vez, la salsa como está buena es con pan, aún cuando la carne la rebañe también. No le he puesto calabacín nunca, pero me ha parecido buena idea, tanto, que no voy a dudar en ponerlo la próxima vez.
    Yo me alegro de tu vuelta a la blogosfera, verás como te hace sentir bien enseguida.
    Bss

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    1. ¡Ay Lola, es que yo me canso antes de la rutina que de las vacaciones...! Y si tuviera más fuelle, ni te cuento, todo el día por ahí, pero mientras no me toque la primitiva, no queda otra que volver al trabajo y a las tareas domésticas y como no juego, chungo lo veo, jajaja...
      La idea de ponerle calabacín a los guisos fue de mi hermana, pensado para dar salida a la super producción del verano y la verdad que quedan muy ricos.
      Gracias Lola, seguro que sí, aunque estos días estoy liadísima y no sé si el lunes podré publicar.
      Un beso.

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  3. Buenos días Isabel, no me hables de viajes, que tengo Egipto, Turquía, India, Kenia y Jordania atravesados, y no porque los haya hecho, sino porque he diseñado la publicación en redes para una agencia 'amiga' y me han dado mil quebraderos de cabeza, ya me conoces y me gustan las cosa bien hechas, pongo el listón muy alto y quedó espectacular, tanto así que le pareció fenomenal mi trabajo, hasta que llegó la hora de compensar mi trabajo, a un precio ridículo, teniendo en cuenta que son viajes de alto standing, y aún así la confianza da asco, hasta tal punto que veo documéntales en la tele y se me eriza la piel. Así que prefiero quedarme en casa, con mi rutina, que también es tela de entretenida, y movidita, para qué te cuento, si te entretendría más que la mencionada película, jajajaja…
    Este guiso te quedó impresionante, nunca le he puesto calabacín al lomo con tomate, pero es una buena alternativa para variar de vez en cuando.
    Besos y bienvenida a tu rutina bloguera.

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    1. Hola Concha. Qué mal lo que cuentas, a veces es mejor no tener una relación de amistad con alguien a quien se le hace un trabajo, porque se pueden confundir los límites de lo laboral con lo personal. Mira, ya sé a quién preguntarle el día que me decida a ir a Egipto, un destino al que quiero ir desde hace muchísimos años y desde luego que lo tengo que hacer, aunque sea con el cu... a la rastra, jajaja...
      El calabacín en este guiso aporta sobre todo densidad a la salsa, pues se deshace bastante y también la suaviza. Me gusta mucho guisar con calabacín.
      Gracias Concha. Hay que ver lo que me está costando (bueno, no tanto, que a veces me pongo un poco dramática, jjj...).
      Un beso.

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  4. Isabel, me alegra verte por aquí con una nueva receta, la verdad es que he pasado varias veces por tu cocina y andaba algo preocupado. Ahora que conozco el motivo de tu ausencia me alegra saber que has estado de vacaciones y desconectando. Aunque vengas más cansada de lo que te fuiste jajaja pero seguro que ha merecido la pena.

    En cuanto a tu receta, lo que más me llama la atención es el brillo que tiene la carne, con solo ver la foto dan ganas de probarla, no sé si podría esperar al día siguiente.También me llama la atención que le hayas puesto calabacín, cuando he hecho alguna receta con magro y tomate nunca me ha dado por usarlo,

    Abrazos

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    1. La verdad Javier es que tenía pensado haber dejado una entrada programada pero al final no me dio tiempo, que si lo llego a saber ya hubiera dicho en mi entrada anterior que el lunes pasado iba a hacer novillos, jjj... Como creo que voy a hacer el próximo lunes, pues como le comento a Lola ando liadísima y creo que no me va a llegar el tiempo para preparar algo para el blog.
      Y sí, mereció la pena, aunque cada vez que veo la montaña de plancha me entran unas dudas, jajaja...
      El brillo se lo proporciona el espesante, creo que porque lleva parte de almidón de maíz y la verdad que lo hace muy apetecible. Guiso mucho con calabacín, aporta densidad a las salsas con muy pocas calorías, además del sabor. Y cuando en verano salen por las orejas, se lo pongo a todo y hago muchísimas recetas con ellos, menos mermelada, que la hice una vez y no nos gustó nada de nada. Se nos termina poniendo cara de calabacín, jjj...
      Un abrazo.

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  5. Me alegro de que hayas disfrutado de esas vacaciones, de vez en cuando se agradece el desconectar de todo y evadirse.
    Yo no soy partidaria de los viajes programados, reconozco que he hecho unos cuantos y que es la única forma de ver más sitios y los más importantes, pero el tener que estar a una hora determinada en el autobús, ya me pone nerviosa y hasta ni desayuno.
    Pero ya he visto que eres una mujer prevenida y tenías ese rico magro ya preparado en el congelador, la receta me parece interesante y el resultado, al juzgar por la presentación del plato, no puede ser más tentador.
    Te dejo un fuerte abrazo.
    Kasioles

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    1. Hola Kasioles. La verdad que las he disfrutado mucho y aunque también me agobia un poco eso de los viajes programados (y eso que es el primero que hago de esa forma), volvería a viajar igual pues como dices, es la mejor forma de ver los sitios más importantes.
      Como me temía que los primeros días después del regreso estaría perezosa, ya dejé alguna cosita en el congelador y lo bien que me ha venido. Este magro quedó muy rico, con mucho sabor pero no fuerte y desde luego con una salsa que es un pecado dejarla en el plato.
      Un beso.

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