Así que, lo dicho, que hoy me lo pide el cuerpo y yo quiero unas galletas SALADAS de verdad, que para la cantidad que como (las últimas del envase casi siempre se quedan revenidas) mucho mal no pueden hacerme, ya lo compensaré por otro lado, como en este gratinado, que a la mayoría de las personas seguramente les sabría soso con la sal que utilicé, pero que para mí fue suficiente habida cuenta que el beicon y los quesos ya llevan.
Gratinados de este tipo hay a montones en la red y no me extraña, son muy ricos, saciantes, fáciles de hacer y no excesivamente caros (¿queda algo barato hoy en día?). Aunque está más rico recién hecho, las sobras siguen estado buenas al día siguiente, por lo que es un plato apto para preparar con antelación. Y además cunde bastante.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
750 gr. de patatas, peladas
500 gr. de setas de ostra cultivadas
120 gr. de beicon ahumado, en un trozo
60 gr. de cebolla, pelada
60 gr. de puerro, de la parte blanca, pelado
50 ml. de brandy
100 gr. de queso mozzarella, rallado
100 gr. de queso gouda, rallado
pimienta negra molida
aceite de oliva suave o girasol
sal
*Y además
una fuente honda apta para horno de 23x23 cm.
ELABORACIÓN:
Cortar las patatas en rodajas de 4-5 milímetros de grosor.
Limpiar las setas con un paño húmedo para eliminar la suciedad y cortar en tiras a lo largo de 4-5 milímetros de grosor.
Picar el beicon en dados de 3-4 milímetros de lado.
Cortar la cebolla en plumas finas y el puerro en aros también finos.
Mezclar los dos quesos.
Freír las patatas a fuego medio en abundante aceite, por tandas y sin amontonar. Deben quedar blandas, enteras y sin dorar. Sacar a un plato provisto con papel absorbente de cocina para eliminar el exceso de aceite. Sazonar moderadamente con sal (los quesos y el beicon ya llevan) y con generosa pimienta negra molida.
En una sartén amplia y honda provista de un fondo de aceite, rehogar a fuego bajo la cebolla, el puerro y el beicon. Cuando las hortalizas estén blandas, agregar las setas y el brandy, mezclar, tapar y cocinar a fuego medio-alto hasta que las setas estén hechas, removiendo de vez en cuando. Destapar los últimos minutos para consumir todo el líquido.
Aceitar muy ligeramente la fuente elegida e introducir la mezcla de setas y beicon. Alisar y distribuir por encima las patatas formando capas. Por último, espolvorear la mezcla de quesos uniformemente.
Introducir en el horno y gratinar hasta que los quesos se derritan y doren. Servir enseguida.
A comer.