Aquí estoy con otra
receta de conejo, que no será la última. Es lo que pasa cuando cada
semana te traen uno o dos conejos, que tienes que inventar nuevas
formas de hacerlo para no aburrir con la misma receta. Y aunque la
temporada de caza ya se ha acabado, tengo todavía varios en el
congelador, así que habrá conejo para rato.
El calabacín que he
utilizado es de uno que tiene la piel de color que va del verde claro
al casi blanco. Se llama calabacín Virginia y personalmente lo
encuentro muchísimo más rico que el clásico verde. No lo venden en
todos los sitios y en invierno es difícil de encontrar, pero para
quien no lo conozca, le recomiendo encarecidamente que lo pruebe, me
extrañaría que no le gustara. Además tiene la ventaja de que no se
pela, con lo que el desperdicio es mínimo. Los que he usado los
tenía congelados, ya cortados en cuadraditos. Todos los años
ponemos un par de matas de calabacín y son tan productivos, que
acabas por no saber que hacer con ellos y este verano probé a
congelarlos. Para añadirlos a un guiso de este tipo valen, pero no
he probado a hacerlos en pisto, por ejemplo, aunque no se si
resultará bien porque el calabacín absorbe mucho agua con la
congelación y más que freírse se cuecen al cocinarlos. Tengo que
probar.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
1 conejo de campo
troceado
1 hígado de conejo
10 almendras crudas
repeladas
100 gr. de puerro (sólo
la parte blanca)
100 gr. de cebolleta
200 gr. de calabacín
preferiblemente verde claro
2 ajos medianos
2 hojas de laurel
1 rama de 7 cm. de romero
fresco
150 ml. de vino blanco
seco
aceite, sal y pimienta
negra recién molida
ELABORACIÓN:
Si las almendras no
estuvieran peladas, lo primero que habrá que hacer es escaldarlas 50
segundos en agua hirviendo. Extender sobre papel de cocina y
quitarles la piel en cuanto se puedan manipular. Extenderlas sobre
otro papel de cocina seco.
Lavar minuciosamente el
conejo y secar con papel de cocina. Trocear, salpimentar y reservar.
Lavar minuciosamente el
hígado de conejo y secar con papel de cocina. Cortar en cuatro
trozos, salpimentar y reservar.
Lavar el calabacín. Si
es de piel verde clara o blanca, no es necesario pelarlo, ya que la
piel es muy fina y no amarga. Si es verde oscuro, conviene pelarlo
porque su piel es más dura y puede amargar. Cortar en dados pequeños
y reservar.
Cortar la cebolleta y el
puerro en brunoise y reservar.
Pelar los ajos, retirar
el germen si lo tuvieran y laminar. Reservar.
Lavar el laurel y el
romero. Reservar.
Poner un fondo de aceite
en la olla rápida. Cuando esté bien caliente, freír las almendras
cuidando que no lo hagan en exceso para que no amarguen. Retirar y
reservar.
En el mismo aceite y a
fuego medio, rehogar la cebolleta, el puerro, el calabacín y los
ajos, junto con un poco de sal para que ayude a que suden las
verduras. Cuando empiecen a estar transparentes, añadir las hojas de
laurel y la rama de romero.
Agregar más aceite si
fuera necesario e incorporar el conejo. Rehogarlo y cubrir con el
vino. Incorporar las almendras, tapar la olla y cerrarla. Cocer 25
minutos contados desde que suba la válvula del todo. Apagar el fuego
y dejar que la olla pierda toda la presión antes de abrirla.
Sacar las tajadas de
conejo de la salsa y colocarlas en una cazuela. Reservar.
Poner la olla nuevamente
al fuego y cuando hierva, añadir el hígado, tapar sin cerrar la
corredera y cocer 2 minutos.
Retirar la olla del
fuego, abrirla y quitar las hojas de laurel y la rama de romero que
habrá perdido casi todas las hojas. Pasar la salsa por el chino o
pasapurés con el disco de agujeros medianos. Costará que pasen los
trozos de hígado y las almendras, pero lo harán.
Rectificar de sal,
incorporar la salsa al conejo, dar un hervor y servir.
Mejora de un día para
otro.
A comer.
Hola Isabel. Una suerte tener quien te regale conejos de campo. Me gusta, al contrario que a otra gente, el conejo y tu forma de cocinarlo con esa salsa tan rica y en la olla, me parece perfecta.
ResponderEliminarTambién tengo la olla y los guisos salen de maravilla.
Un placer sentarnos en tu mesa.
Besos.
Hola Marisa. Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que la carne de caza no le hace gracia a mucha gente pero a mi me encanta. Y los años que hay muchos conejos, llega un momento que ya no sé cómo cocinarlos, suerte que es una carne muy versátil.
ResponderEliminarYo estoy encantada con la olla y la utilizo para casi todo, sobre todo por el tiempo que ahorra.
Gracias por pasarte por aquí.
Un beso.