O la estrella del verano
en mi casa. Es empezar a tener calabacines en la huerta y cae cada
dos semanas, aprovechando que a mi pareja le encanta y es casi el
único plato con tomates frescos que come sin protestar. Le gusta
tanto que es de los pocos platos que me pide que cocine y eso que no
es nada de verduras. Así que parte de la superproducción de
calabacines se convierte en este pastel que se puede dejar cocinado
con antelación y no da nada de trabajo. La receta me la pasó mi
hermana hace más de diez años y es un clásico en mi cocina de
verano. Y sólo en la de verano, porque cuando las matas dejar de
producir calabacines, se acabó el hornearlo. Eso es porque el
calabacín verde oscuro que hay todo el año no me gusta nada de nada
y por aquí no se vende esta variedad verde clara, así que todas las
recetas que hago con calabacines son con los de producción propia.
Congelo calabacines partidos al medio y en cuadritos, que me sirven
para guisar, pero no para otras preparaciones, porque absorbe mucho
agua al congelar y no me gusta cómo queda horneado.
El beicon se puede
sustituir por fiambre de pechuga de pollo o pavo, mejor braseado para
que le de más sabor y aroma.
Aunque pueda no
parecerlo, la mezcla de huevos y leche es suficiente, porque hay que
tener en cuenta que las verduras, una vez horneadas, perderán mucho
volumen.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
500 gr. de calabacín
preferiblemente verde claro (*)
200 gr. de tomate fresco
(*)
80 gr. de beicon en
lonchas
5 lonchas de queso
fundido tipo tranchettes
2 huevos tamaño L
25 ml. de leche desnatada
sal y pimienta negra
molida
queso rallado para
gratinar
Y además:
un molde rectangular apto
para horno de 23 cm de largo y 20 cm de ancho, aproximadamente
ELABORACIÓN:
(*) La cantidad de
calabacín y tomates es aproximada, pues dependerá del grosor con el
que se corten las lonchas.
NOTA: Los tiempos,
temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno
que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos
hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada
cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque
probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.
Precalentar el horno a
180º C con calor arriba y abajo.
Lavar y secar el
calabacín y el tomate. Despuntar el calabacín y quitar el pedúnculo
del tomate. Partir el calabacín a lo largo en lonchas de 8-10
milímetros de grosor y reservar. Si se utiliza de la variedad verde
claro o es muy tierno, no es necesario pelarlo.
Cortar el tomate en
rodajas de 4-5 milímetros de grosor y reservar. Si el tomate tuviera
la piel muy gruesa, pelar previamente.
Cortar en cuadraditos las
lonchas de beicon y reservar.
Disponer una capa de
lonchas de calabacín en el molde elegido cubriendo por completo la
base. Esparcir homogéneamente el beicon troceado por toda la
superficie. Cubrir con una capa de rodajas de tomate y disponer por
encima el queso en lonchas. Terminar con una capa de calabacín.
Batir los huevos como
para tortilla. Añadir la leche y sal y pimienta negra molida al
gusto y remover. Verter la mezcla de huevos por encima del pastel (no
cubrirá las verduras) y espolvorear con queso rallado al gusto.
Poner el horno con calor
sólo por abajo, colocar la rejilla en la segunda posición empezando
por abajo y poner encima el molde. Cerrar el horno y hornear 45
minutos. Para comprobar si el calabacín está hecho, pinchar con una
brocheta. Si no se gratinara suficientemente, los últimos cinco
minutos conectar el grill y subir la rejilla del horno.
Degustar caliente o
templado.
A comer.
Soy fan de los pasteles de verduras y este te ha quedado divino, además de sano es fácil y no he probado nunca con la mezcla de leche y huevos. Te la copio! BSS linda!
ResponderEliminarLa mezcla de huevos y leche hace que quede muy suavecito. Pruébalo, seguro que te gustará. Un beso
EliminarEl pastel de verduras es una muy buena forma de presentarlas a los que no les gustan precisamente, quedan algo camufladas y muy sabrosas con el horneado. Esa variedad de calabacín es también la que compro habitualmente, por aquí sí la hay todo el año, aunque según para qué recetas vale igual el oscuro. Te ha quedado muy apetitoso con ese tostadito.
ResponderEliminarUn beso.
Con pasteles de este tipo es como camuflo en casa muchas verduras porque si no, sólo las comería yo. Y lo de el calabacín son manías mías, porque si me pones de la otra variedad, me los como tan ricamente.
EliminarUn beso.
Hola Isabel. Yo también adoro los pasteles de verduras y de calabacín me gustan muchísimo. Si te digo que el sábado compré y no han llegado a casa. Me parece que se quedaron en el super en algún lado. Como hoy ha estado diluviando, he echado de menos mi cremita.
ResponderEliminarTe ha quedado un pastel de 10. Me lo llevo.
Besos.
Una vez me dejé unos huevos en el super y sé la rabia que da, porque además ya los había pagado. Espero que la lluvia no os provoque muchos destrozos. No he visto la televisión y no sé si por ahí ha habido inundaciones.
EliminarUn beso.
Hola, me gustan los pasteles de verduras, qué suerte tienes de poder tener estoas productos tan buenos y saludabls. Te ha quedado espectacualr. Un beso!
ResponderEliminarUna huerta da trabajo, pero también alegrías porque el sabor de lo cultivado en su tiempo y con tiempo, no tiene igual. Hoy en día disfrutamos de muchos productos fuera de su temporada natural de cultivo, pero, salvo excepciones, no hay comparación.
EliminarMe alegro de que te haya gustado. Un beso.