lunes, 3 de octubre de 2022

Barquitas de langostinos, surimi y piña

El veranillo de San Miguel ha hecho honor al refranero y nos está regalando unos días muy cálidos, por no decir calurosos, que 28º C en las horas centrales del día para mí ya es mucho calor, tan cálidos que yo, que ya tenía para guardar toda la ropa de verano, me he visto obligada a tirar de alguna prenda, pues con las de medio tiempo o mid season como se dice ahora, paso un calor que ya creía haber despedido hasta el año próximo. Vamos, que tengo trastocado el armario, que hace dos días puse una mantita fina en la cama porque las noches eran ya algo más que frescas y ahora me sobra y a la hora de planificar las comidas, tres cuartos de lo mismo, que ya estaba pensando en platos de cuchareo y de repente ha habido que cambiar el chip y volver a los platos fríos, que apetecen mucho más que un pote de patatas, no por lo ricas, que se entienda, sino porque un plato tan caliente y con fundamento como diría aquél, pues como que no.

En uno de esos cambios de menú de última hora, me acordé de este plato. Lo preparo de vez en cuando porque lleva ingredientes que siempre tengo en casa, es muy fácil, nada entretenido y está muy rico. A veces lo presento en el plato sin más florituras pero en otras ocasiones lo preparo como hoy os enseño. Está pensado para comerlo con la mano y en un par de bocados, así que os aconsejo utilizar las hojas centrales de los cogollos de lechuga y no cargarlas demasiado, porque si no no aguantarán el peso de los ingredientes con el peligro de convertirse, al primer mordisco, en un desastre de langostinos y surimi.

Conviene preparar el relleno con antelación, así los sabores de unifican e intensifican, sobre todo el sabor a mar de los langostinos y el dulce y ácido a la vez de la piña. No le pongo sal, la que ya aportan el marisco, el surimi y las salsas es más que suficiente, pero probadlo antes, por si acaso para vuestro paladar resultara soso.

No es una receta nueva, ni original, pero siempre gusta.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

180 gr. de langostinos cocidos, peso pelados

120 gr. de surimi

100 gr. de piña en su jugo, escurrida

2 huevos cocidos tamaño L, sin cáscara

95 gr. de salsa cocktail (o rosa)

65 gr. de mayonesa

1/2 tsp de salsa Worcestershire

2 tsp del jugo de conservación de la piña

la punta de un cuchillo de pimienta blanca molida, generosa

cogollos de lechuga

ELABORACIÓN:

Picar los langostinos, la piña y los huevos cocidos en trozos pequeños de tamaño similar. Reservar.

Desenrollar los palitos de surimi y cortas en tiras de 2x0'4 cm., aproximadamente. Reservar.

Disponer en un bol las salsas cocktail, mayonesa y Worcestershire, el jugo de piña y la pimienta blanca. Remover para integrar y agregar langostinos, piña, huevos y surimi. Mezclar el conjunto, tapar y llevar al frigorífico al menos media hora para que tome sabor.

Separar las hojas de los cogollos de lechuga. Lavar y secar con papel de cocina. Disponer en cada hoja una o dos cucharadas de la farsa fría de langostinos, según tamaño y servir inmediatamente.

A comer.

15 comentarios:

  1. Buenos días Isabel. Qué te voy a decir yo del tiempo, que tú no sepas, en Sevilla 28º es fresquito, y se agradecerían incluso, porque aún rozamos los 34º/35º y si le sumas la calima, la sensación es asfixiante, pero a todo se hace el cuerpo y hasta un puchero se come una si hace falta, bueno yo no, que ya sabes que estoy a dieta, por si no te habías enterado, Jajajaja…., pero a mi padre, no lo puedo tener a base de ensaladas, aunque le vuelve loco el gazpacho, y lo toma todos los días del año, pero de primero tiene que tener su plato calentito por delante.
    Este tipo de ensaladas, presentadas en barquitas, las suelo hacer para cenar solo me santo y yo, me gustan tanto con hojas de cogollos, como con endivia, alguna tengo publicada, pero como te digo, al prepararlas para cenar, la luz no me gusta para fotografiarlas, y por eso no comparto más, ya que dan mucho juego. Este relleno que has puesto, es un clásico, a modo de cóctel de marisco sencillo, que no suelo hacer porque no debo comer salsas, mucho menos mayonesa, pero me gusta mucho esa mezcla, sobre todo con atún, o simplemente surimi, lo que no suelo poner es piña, a menos que sea natural, la de conserva me sabe demasiado a lata, mi santo dice que soy muy delicada, y yo le digo que qué le vamos a hacer, si mi 'sibaritismo' desmedido es de pico fino, Jajajaja…
    Besos guapísima, que disfrutes del buen tiempo.

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    1. No creas que cuando me quejo del calor no me acuerdo de las que vivís en Andalucía, con esas temperaturas que tenéis. Dices que a todo se acostumbra una pero no sé yo si lo aguantaría, claro que como suele decirse, a la fuerza ahorcan.
      Estas ensaladas la hago para comer, las de las cenas son más clásicas y sencillas. Sinceramente, yo las prefiero sin salsa o con muy poca, pero en ésta, en concreto, cedo a los deseos de mi costillo, que le gustan las cosas con bien de salsa. Ya digo que no es original, en realidad es todo un clásico, con las variantes lógicas de cada casa.
      ¿Que estás a dieta, dices? Pues no me había enterado.... jajaja, vas a tener que cambiar la foto de perfil, pues seguro que todo parecido con la realidad es mera coincidencia.
      Un beso.

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    2. Ya lo creo Isabel, ni yo me reconozco cuando me miro al espejo, es verdad tengo que cambiar mi foto porque he cambiado muchísimo. Besos.

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    3. Ahora has despertado mi curiosidad. Espero que no tardes mucho en cambiarla, que la paciencia no es una de mis virtudes, jajaja.... Un beso.

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  2. Siempre vienen bien recetas de ensaladas diferentes y esta tuya me encanta, así salimos un poco de la rutina. Con este veranillo como dices apetecen platos así, aunque te confieso que ya llevo unos cuantos de cuchareo, jjj Besitos preciosa! Feliz semana!!

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    1. Pues yo casi no había preparado todavía ningún plato de cuchara, me resisto un poco pues el invierno aquí es muy largo y hay tiempo de aburrirse del cuchareo, así que estas ensaladas siguen siendo habituales en mi mesa. No comparto más porque las redes y los blogs ya están en modo otoño, aunque en mi casa aún no del todo.
      Un beso guapa.

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  3. Estas barquitas me recuerdan al cóctel de marisco de siempre que tanto nos gusta, una copa que antes poníamos en Navidad y que dejamos de hacerlo no sé porqué, ya que está bien rico y en invierno casi mejor que en verano por la conservación de las salsas. En barquitas como tú lo has preparado queda muy chulo, como entrante o aperitivo no tiene desperdicio, habrá que ir apuntando para las fechas importantes que se acercan peligrosamente. A mi me encantan, no puedo decir más.
    Un beso.

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    1. Es que en realidad es como el clásico cóctel de marisco, sólo que en vez de en copas, va presentado en hojas de cogollos de lechuga. Queda muy mona una bandeja en el centro de la mesa a disposición de los comensales para que se sirvan al gusto, aunque yo no las puedo hacer cuando nos juntamos todos por el tema de las alergias, al marisco y a la piña, en concreto. Es que entre intolerancias, alergias y fobias, no veas lo difícil que me resulta confeccionar un menú de fiesta, auténtico encaje de bolillos.
      Un beso.

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  4. Hola , por aquí huele a Navidad pues se parece al cóctel como bien dice Lola. Pero tomarlo cuando apetezca es una buena idea y ponerlo de vez en cuando es disfrutar de un entrante rico y fresco. Me gusta tu versión y presentación, lo apunto. Mil besos!!

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    1. Como le comento a Lola, en navidades no puedo ponerlo por el tema de las alergias, por eso la hago en cualquier época menos esos días y principalmente en verano, pues fresquita recién sacada del frigorífico está muy rica. Y la verdad que luce mucho en la mesa.
      Un beso.

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  5. Cuántos recuerdos en estas barquitas ;o) De niña se preparaban mucho en mi casa y en la de mis tíos pero con el paso del tiempo han ido desapareciendo y es una pena con lo ricas que están. Recordármela me viene de perlas, seguro que a Polyanna le encantarán y como se montan en un momento nos adaptaremos al tiempo. Loco está ayer nubla hasta las 12 y a las 3 de la tarde no había quien se quedara en pleno sol... Ya van apeteciendo mantitas y platos de cuchareo, que con calor ya llevamos más de lo habitual!
    Besos,
    Palmira

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    1. Es cierto que es un plato "viejuno" pero no por eso menos resultón y es tan fácil y rápido de hacer que es una lástima no prepararlo con más frecuencia, aunque yo lo sigo haciendo, pero no como un "extraordinario" como cuando lo hacía mi madre, sino como un plato del día a día.
      Veo que el tiempo está raro por todos los sitios. Y que siga habiendo gente que niegue el cambio climático...
      Un beso.

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  6. Isabel, realmente parece que sigamos en verano, por aquí quizás un poco más de fresco a primera hora de la mañana pero el resto del día hace buen tiempo. Y claro, apetece comer cosas como las que tú nos traes hoy, ricas, sencillas y que entran por la vista nada más verlas encima de la mesa.

    Abrazos!

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    1. El tiempo está loco y no es una forma de hablar y es verdad que en estas fechas suele mejorar la temperatura, que lo del veranillo de San Miguel no es un dicho de esta mañana, pero no tan altas. Dejaremos de quejarnos y aprovecharemos para seguir preparando platos como éstos, tan frescos y ricos.
      Un abrazo.

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  7. Hi,

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