lunes, 26 de septiembre de 2022

Pimientos y tomates agridulces

Estamos en época de pimientos y eso se va a notar un poco por aquí. Y es que, aunque en general la huerta no ha estado bien en todo el verano debido a las altas temperaturas y la extrema sequedad del ambiente, que ya podías regar, que las pobres plantas estaban siempre lacias, la cosecha de pimientos ha sido buena y eso que muchos se han soleado, pero aún así ya llevo varios kilos asados y embotados, precisamente mientras esto escribo se está enfriando la última tanda de conserva de pimiento asado y es que en casa nos chiflan, para mico y mona envaso bastantes kilos, pues es de esas cosas que por muy buenos que los puedas encontrar en la tienda, nunca son iguales que los asados en casa.

Así que aquí ando, en modo pimiento, poniéndoselos a todo, que casi ya sólo me queda ponérselos al café y bueno, volver a hacer mermelada de pimientos rojos asados, que no la he repetido desde que la publiqué y hay que ver lo buena que está. Por cierto, que si no sabéis cómo se hace, os invito a leer la entrada del blog, es una receta tremendamente fácil,

Como también tengo bastantes tomates, hice dos versiones de esta receta, una sin tomates y otra con ellos, que es la que hoy os cuento. La versión sin tomates pues, qué queréis que os diga, no me gustó mucho, los pimientos así solos con el almíbar y las especias no terminaron de convencerme, ni en textura ni en sabor, no sé, no pegaban. En cambio, sustituyendo parte de los pimientos por tomates y manteniendo el resto de la receta igual, el resultado fue completamente distinto, sorprendente y riquísimo. El tomate, de alguna manera, suaviza el sabor de la receta y la textura de los pimientos y aunque queda bastante entero, la parte que se deshace integra los ingredientes haciendo que cohesionen entre sí los pimientos y los tomates pero a la vez queden sueltos. No sé si me entiende pero tampoco sé explicarlo mejor.

No he probado a meterlos en conserva, el almíbar resulta demasiado espeso y además no es tanto como para cubrir las hortalizas, así que desconozco el resultado. Lo que sí os puedo decir es que, filmado a piel dentro de un recipiente hermético, aguanta en perfectas condiciones al menos un mes en el frigorífico aunque supongo que se conservará bien más tiempo.

¿Y con qué comer estos pimientos y tomates agridulces? Para ir abriendo boca, pues el resto ya os lo iré contando, son mi desayuno diario: una tostada de pan untada con queso crema tipo Philadelphia y unos trocitos de pimientos y tomates por encima. Puro vicio.

Espero que os hayan dado una ganas tremendas de hacer esta receta y si no, no sabéis lo que os estáis perdiendo. Ya lo aviso.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

* Todos los pesos en limpio

1 kgr. de pimientos rojos, sin pedúnculo, semillas ni nervaduras interiores

750 gr. de tomates pera maduros, sin piel ni semillas

125 ml. de vinagre de manzana

350 gr. de azúcar blanquilla

1 pimienta de cayena

1/8 tsp de canela en polvo

1 tsp de estragón seco

1/2 tsp de pimienta blanca molida

1/3 tsp de macis

1/2 tsp de sal

ELABORACIÓN:

Cortar los pimientos en tiras a lo largo, de 1-1'5 cm. de ancho y los tomates en dados de 1'5 cm. de lado. Introducir pimientos y tomates en una cazuela grande y ancha, añadir el azúcar, remover, tapar y dejar reposar treinta minutos.

Pasado el tiempo de reposo, agregar a la cazuela el vinagre, la pimienta de cayena muy picada, la canela, el estragón, la pimienta blanca, el macis y la sal. Remover, tapar y llevar a ebullición a fuego medio, removiendo de vez en cuando.

Cuando las hortalizas estén casi cubiertas de sus jugos, destapar, subir el fuego a medio-alto y continuar la cocción hasta que se forme un almíbar espeso, removiendo de vez en cuando. Al remover, hacerlo con delicadeza para no romper las tiras de pimiento.

Dejar enfriar por completo antes de consumir.

A comer.

20 comentarios:

  1. En esa tosta con philadelphia ya me gustan ¡qué buenos! y que envidia esos pimientos caseros asados, aquí sólo los como yo, así que hago pocos... Besitos preciosa! Feliz semana!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Menudo vicio la tostada de queso crema con los pimientos, yo, que sólo suelo desayunar un café con leche, ahora no la perdono. Como que estoy pensando en hacer otra tanda, no te digo más.
      Un beso guapa.

      Eliminar
  2. ¡Qué bueno, Isabel! Daría lo que fuera por pillar uno de tus botes de pimientos asados, me vuelven loca y llevas razón, ni punto de comparación un pimiento de nuestro huerto, asado en casa (yo los hago en el fuego, nada de horno, porque les da un sabor espectacular) con los de conserva o esos que vienen envasados al vacío, que están ricos sí, pero el sabor de las verduras cultivadas por nosotros, ni tiene precio.
    Se me hace la boca agua pensando en tu tostada de queso con estos pimientos y tomates agridulces, a los que no le falta de nada, ni siquiera ese puntito canalla fascinante y que a mí me vuelve loquita, jajaja… Por cierto no tengo macis, y me intriga probarlo, lo buscaré a ver qué notas de sabor y aroma pone en la comida, lo he visto utilizar en cocina asiática y seguro me gusta, no hay más que ver ese cuenco tuyo para morirse por probarlo.
    Besos, tú sigue compartiendo tus pimientos, yo encantada de mirarlos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí no me queda más remedio que hacerlos en el horno, no tengo gas y no veas cómo lo echo de menos cuando aso los pimientos, no se puede comparar o cuajo una tortilla de patatas en la vitrocerámica, no hay color, pero en fin, hay que apañarse con lo que tenemos.
      El macis (o la macis, que cada vez lo veo escrito de una manera) se parece mucho a la nuez moscada, al fin y al cabo es la piel que cubre la semilla, pero su sabor es más suave, delicado y cítrico. Como se usa poca cantidad se puede sustituir por nuez moscada, no creo que se notase mucho la diferencia.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Esa tostada me pone los dientes largos, pues aunque no he probado ninguna semejante, lo que pones encima es una mermelada de pimiento y tomate, que recién cogidos de la tierra y preparados en almíbar deben ser la gloria misma. La mermelada que habitualmente hago es la de membrillo, en cuanto los vea ya me los estoy trayendo, algunas veces corro demasiado y los compro verdes, pero es que me gusta tanto y a mi madre también, que me parece que ya estoy tardando. Buena idea la que has tenido de unir esos dos productos, no soy de hacer estas recetas, por eso a veces me sorprenden tanto porque sé que están buenísimas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues está tremenda, ya sabes que a los quesos les van muy bien los toques dulces y picantes, sólo hay que encontrar el equilibrio entre ingredientes para que no se solapen. A mí el membrillo me gusta para un poco, el que se lo come es mi pareja, que en temporada no perdona su trocito de dulce de membrillo para rematar la cena. Tengo dos árboles, cargados este año de frutos, muy verdes todavía, que casi todos los años sobran. Este año toca hacer dulce de membrillo y también haré un poco de mermelada, que queda bien buena.
      Un beso.

      Eliminar
  4. En una tostada con unas anchoas saladitas y algún queso fresco creo que sería un complemento ideal agrodolce como le llaman los italianos.
    Qué suerte disponer de tantos pimientos, por aquí este año están tan caros que incluso para preparar algún que otro día me lo tengo que pensar como si fuera una inversión :o)
    Por cierto creo que no te lo he comentado, pero el blog cumple 13 años así que estamos de sorteo!
    Besos,
    Palmira

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Isabel, de nuevo por tu cocina! Poder cocinar los productos que salen de tu huerto es un privilegio; cuando no dispones de esta posibilidad, solo te queda seleccionar productos ecológicos y pagarlos a precio de oro. El pimiento rojo está riquísimo en ensalada, pero también enriquece cualquier tipo de elaboración donde lo utilices.
      Enhorabuena por las conservas, te lo has trabajado, después tendrás un periodo largo disfrutando de ellas.😋😋
      Feliz semana. Bstes.😘

      Eliminar
    2. Hola Palmira. No se me había ocurrido lo de las anchoas, con lo que me gustan, lo tengo que probar. También aquí los pimientos están carísimos, no veas lo que me alegro de tener la huerta cada vez que voy a la frutería, porque aunque con el agua y la luz de regarlos no salen baratos, parece que duele menos usar pimientos de casa que comprados. Mejor no me pongo a hacer cuentas, no vaya a ser...
      Trece años ya. Eso sí tiene mérito.
      Un beso.

      Eliminar
    3. Hola Emma. Todos los años decimos que ya no vamos a poner nada de huerta pero luego nos arrepentimos porque es un gustazo salir y cortar el tomate o el pimiento más bonito de las matas o ver cómo crecen las plantas y madura el fruto, que también es algo que me encanta y no sé, como que lo que has cultivado tú te parece más rico.
      Dices que lo pagas a precio de oro; yo antes pensaba que los pequeños agricultores, sobre todo los que cultivan en ecológico, cobraban carísimo pero después de ver cuántas plantas no se logran o no producen apenas, cuánto fruto se estropea que ya no es que no valga para la venta, si no que ni siquiera para aprovecharlo en casa y los costes mínimos de producción, ya no lo encuentro tan caro.
      Me encantan los pimientos y los tomates, sea cual sea su elaboración. Para mí son los mejores regalos de la huerta.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Isabel, claro que me entran ganas de hacer la receta, pones tanto entusiasmo en lo que nos cuentas que hasta me entran ganas no solo de cocinarlos sino de hasta sembrar pimientos.

    Me ha dado mucha envidia eso que nos cuentas de saborearlos a la hora del desayuno, soy el tonto de los desayunos y tu propuesta para comenzar el día me parece fantástica

    Abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, te veo poniendo unos tiestos de pimientos en el balcón, jajaja... Tampoco serías el primero pues, aunque pimientos no he visto, sí he visto alguna tomatera en tiesto y aunque no creo que de esa forma produzcan mucho, para el gasto de casa seguro que suficiente, así que, mira a ver si te animas, jjj...
      Quedan riquísimos con el queso crema, menudo invento, tanto que el próximo fin de semana voy a preparar otra tanda, no te digo más.
      Un abrazo.

      Eliminar
  6. Isabel, no sé si te lo he comentado alguna vez, normalmente siempre paso a leer tus respuestas y no te vuelvo a contestar por no hacerme pesado jajaja pero hoy no he podido evitar teclear algunas palabras para decirte que me has traído a la memoria una de las facetas que con más cariño guardo de mi padre: en casa, en la azotea, tenía muchas macetas y en algunas de ellas plantaba melones, tomates, pimientos... cuando recogía algún fruto nos lo mostraba con mucho entusiasmo, recuerdo que habitualmente siempre eran piezas prácticamente diminutas. Esa faceta de "pequeño agricultor" era muy tierna, incluso innovadora hoy en día que tanto oigo hablar de los huertos caseros en las terrazas. Cuando se hizo muy mayor ya tuvo que dejar el tema de sus plantas, una de las cosas que más le entretenían, por no decir la única, pues pocas aficiones le recuerdo. En fin, que ta he dado el tostón otro rato.

    Que disfrutes tu nueva tanda y ya me contarás cómo te quedan cuando los hagas en el microondas ;)

    Abrazos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Javier. Sí, sí me has comentado que vuelves por aquí para leer mis respuestas, es algo que también hago yo en otros blogs. Me alegra que hayas vuelto para contarme lo de tu padre, que desde luego fue bastante adelantado en lo de tener un huerto en casa, ahora que eso parece el no va más. Nunca hubiera imaginado que podía cultivarse un melón en maceta, al ser una planta rastrera que ocupa bastante sitio... pero ya veo que él se las apañó para que prosperasen. Y que fueran los frutos pequeños es lo de menos, lo importante es que lo hacía con amor y le llenaba de felicidad recoger la cosecha de sus plantas.
      Ahí ando, maquinando cómo hacerlos al vapor en el micro. No sé qué resultado conseguiré, pero que los hago, los hago.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Isabel, tienes toda la razón del mundo, cuando escribí macetas en realidad generalicé. Me has hecho pensar y recuerdo que también tenía algún recipiente, creo que recordar de zinc, de esos antiguos, cuyo diámetro era ligeramente superior al de una maceta convencional y supongo que por ello el melón tenía más faciliciad para crecer, pues tenía más sitio.

      Por cierto, sigo esperando el resultado de tus pimientos ;)

      Abrazos!

      Eliminar
    3. Sigo haciendo pruebas con los pimientos. Aún no le he cogido el punto, pero como todavía tengo bastantes, seguiré practicando.
      Un abrazo.

      Eliminar
  7. Ya me he copiado la receta, a mi marido y a mi nos encantan los pimientos y aprovecho todas las recetas que encuentro para probarlas, me encanta todo lo que le has puesto a la tuya y mira por donde hoy he aprendido una cosa nueva, no conocía el macis y nuestro amigo google me ha sacado de la ignorancia. Un beso grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Pilar, Me alegra mucho que te haya gustado la receta y también que hayas descubierto un ingrediente nuevo que si no encuentras puedes cambiar por nuez moscada, los sabores son muy parecidos y aquí la cantidad es tan pequeña que no creo que se note la sustitución.
      Un beso.

      Eliminar
  8. una buonissima ricetta, li proverò anche io, grazie!

    ResponderEliminar