Se ha abierto la veda y vuelven a mi mesa los platos de caza. Para inaugurar la temporada os traigo un delicioso estofado de conejo a la mostaza de estragón, facilísimo de hacer porque va todo en crudo en la olla y uno de los guisos de conejo más ricos que he hecho. ¿Que no me creéis? Pues os reto a que hagáis la receta y después me digáis si tenía o no razón. No me vale la excusa de “es que no encuentro conejo de campo”, que con el de el super tiene que quedar igualmente riquísimo. Eso sí, en esta receta no vale cambiar la mostaza por una que no sea al estragón, porque por muy buena que sea resultará un conejo a la mostaza X, rico también, seguro, pero nada que ver con éste. Y es que la mostaza al estragón tiene un sabor muy característico, en nada parecido a ninguna otra mostaza que haya probado. La mostaza de la que os hablo es
Mostaza Diáfana al Estragón, de la marca
Louit (esto
no es publicidad) y desconozco si algún otro fabricante la hace. Esta mostaza, junto con la clásica amarilla de los perritos calientes, son las mostazas de mi infancia, las que había en casa de mi madre, la primera para los pinchos morunos (brutales con esta salsa, os lo garantizo) y la segunda para los mencionados perritos y las hamburguesas. No fue hasta mi adolescencia que llegó a nuestra casa la
modernidad de la fondue. que entraron otras mostazas (verde, Dijon, a la antigua) ni todo un universo de salsas, por entonces caseras, a las que nos aficionamos con una velocidad pasmosa. ¡Qué tiempos! Creo que fue por aquélla misma época que aterrizaron en nuestras mesas navideñas las tablas de quesos y patés, en directa rivalidad con la fuente de langostinos cocidos, a la que a punto estuvieron de relegar a otras ocasiones pues por entonces empezaban los de criadero, con lo que eso supuso en la bajada de sus precios, pasando a convertirse, poco a poco, en el alimento “popular” que hoy día conocemos. Como todas las modas, ambas pasaron, la fondue que compró mi madre apenas sale del armario y las susodichas tablas, después de unos años de furor, desaparecieron casi por completo de las mesas, donde han resistido, contra viento y marea, los langostinos, ya sean salvajes o de criadero y es que los clásicos, nunca mueren...
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
1 conejo de campo, troceado
2 dientes de ajo medianos, con piel y chafados
100 gr. de cebolla, picada muy menuda
150 ml. de agua caliente
15 gr. de mostaza al estragón (he utilizado Louit)
10 gr. de Bovril u otro concentrado de carne
50 ml. de vino blanco dulce
30 ml. de AOVE
70 gr. de nata con un 18% de materia grasa
sal
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos de cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico, gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela convencional.
Poner 15 ml. de aceite de oliva virgen extra en el fondo de la olla rápida WMF, distribuir por encima los trozos de conejo y salar muy ligeramente, teniendo en cuenta que el Bovril y la mostaza llevan bastante sal. Poner entre la carne los dos dientes de ajo y esparcir por encima la cebolla. Regar con el resto del aceite de oliva virgen extra.
Aparte, mezclar el agua caliente con el Bovril. Añadir a continuación la mostaza y cuando esté todo bien integrado, agregar el vino blanco. Remover y verter sobre el conejo.
Colocar la olla rápida en el fuego y llevar a ebullición, destapada. Dejar que hierva dos minutos y colocar la tapadera, cerrarla y cocer 30 minutos contados desde que suba la válvula por completo. Apagar el fuego, retirar y con muchísimo cuidado, liberar toda la presión de la olla.
Devolver la olla al fuego y reducir la salsa a fuego alto durante 10 minutos. Apagar el fuego, añadir la nata, mecer la olla para que se integre con la salsa del conejo, rectificar de sal si procede, colocar nuevamente la tapa, dejar reposar 5 minutos y servir.
A comer.
Buenos días Isabel, ni te imaginas como disfrutaría yo con este plato, me encanta el sabor del conejo de campo, aunque no lo cato desde hace siglos, principalmente porque en mi familia nadie caza, y tampoco conozco a nadie que lo haga, de pequeña mi padre tenía amigos que se lo regalaban, y mi madre los colgaba en el cuarto de la azotea unos días, eso decía que era para ablandar la carne, y efectivamente, aunque era más recia que la del mercado, el sabor era espectacular, claro que de eso sabes tú mas que yo.
ResponderEliminarAlguna vez he comprado mostaza al estragos, de otra marca, y es verdad que sabe diferente. Pensaba que habrías cocinado esta vez en la ola lenta, este tipo de guisos, son de los que agradecen ese tipo de cocción, aunque lo de utilizar la olla a presión, también, y más ahora con el precio que tiene la energía, que miedo da encender el fuego, un desvarío que no sé dónde nos llevará,con decirte que en mi casa estamos todavía a base de ensaladas, Jajajaja…., que no mujer, es broma, que por muy cad que esté el gas, para comer como Dios manda aún nos llega.
Tú recomiendas cinco minutos de reposo y a comer, pero a mí se hace la boca agua pensando en lo sabroso que debe quedar de un día para otro, y me relamo del gusto. Riquísimo. Por mi encantada, aunque no tengo posibilidades para hacerme con carne de caza, tú comparte todos los que quieras, porque estos platos me vuelven loca, y es un placer verlos, por si acaso algún día pillo algo, jajaja…
Besos guapísima y que sigas cocinando tan ricamente, feliz semana.
Hola Concha. Dudé en preparar el conejo en la olla lenta pero al final, por una cuestión de tiempo, tiré de la rápida. Y de comodidad también, que en la WMF sé que me queda perfecto y con la lenta tengo que hacer pruebas y últimamente me gasto un modo pereza al límite de lo vergonzoso, primero por la ola de calor y ahora porque (por fin) hace frío, el caso es buscar excusas para no salir de mi zona de confort. Del tema gasto energético mejor no hablamos, porque si fuera lo único que ha subido desorbitadamente...
EliminarEn sabor el guiso mejora de un día para otro, cierto, pero la textura de la salsa sufre y ello por las porquerías que le añaden a la nata ligera para que tenga cuerpo, que como la calientes en exceso se granula no resultando agradable a la vista, aunque eso no perjudique su sabor.
No sé si este año podré publicar muchas recetas de caza, hay muy poca, la sequía y el calor del verano no sólo afectó a las personas. Ya veremos.
Un beso.
Algún conejo consumo de vez en cuando, pero es cierto que nada que ver con los de campo. En cuanto a mostaza, compro muy poca, al estragón de la que hablas tendría que buscarla. Lo que no me gusta es adicionar nata en los guisos, a veces lo hago cuando la receta así lo requiere, pero si puedo evitarla la evito. Yo creo que sin ella el conejo está igual de rico, con buena materia prima, como la tuya, y el resto de ingredientes, queda para rebañar. Me gustan tus recetas porque traes bastante carne y es de las que menos tengo yo, y ya sabes, con un blog activo hay que tener variedad.
ResponderEliminarUn beso y buena semana.
Hola Lola. Poca gente publica recetas con conejo, tú una de ellas, sin ir más lejos hace unos días publicabas una de conejo con chocolate que te he copiado y que comeremos mañana, ya te contaré y es una lástima pues es una carne muy versátil, le pasa como al pollo, todo le va bien. Tampoco yo soy muy aficionada a la nata pero hay que reconocer que suaviza mucho las salsas que llevan mostaza (de hecho combinan genial) y aunque en esta receta 15 gr. puedan parecer muy poco, la mostaza al estragón tiene mucha "personalidad", por lo que la nata equilibra muy bien el plato. En esta receta yo no prescindiría de ella.
EliminarUn beso.
Pues en casa no comemos conejo, es una carne que no puedo con ella, entra y sale directa, ni de invitada lo puedo evitar. Pero con dicha mostaza he preparado un pollo que sale brutal. Hay muchas marcas que tienen mostaza de estragón (la mejor amiga de mi hija tiene sus abuelos en Dijon y no se cansa de presentarnos mostazas jajaja) pero te aseguro que con unas ramitas de estragón frescas, no quedan mal para nada los guisos ;o)
ResponderEliminarLas cosas van de modas, al final en las mesas navideñas, por lo mucho que todo el año vaya a por novedades, terminamos con clásicos porque son los que más consensuales son , ¿verdad?
Besos y feliz semana,
Palmira
Hola Palmira. ¿Sabes?, creo que la carne de conejo o la odias o la amas, casi no hay término medio, lo veo si sale el tema en la oficina, hay dos bandos claramente diferenciados, los que no la pueden ver ni en pintura y a los que no nos importa repetir plato, jajaja... Yo también hago un pollo con mostaza al estragón que está buenísimo (tengo la receta publicada, por cierto) por eso pensé que con conejo seguro que quedaba muy buena y así es. Concha también comenta que sabe de algún fabricante más de mostaza al estragón, yo sólo conozco la que he utilizado y tampoco la tienen en todos los super.
EliminarEs verdad que los clásicos tienen más adeptos que las novedades, sobre todo si hay mucha gente mayor o niños a la mesa, que son menos aficionados a los sabores desconocidos. Eso tampoco es malo, pues nos hacen más fácil el menú de navidad, jjj...
Un beso.
Isabel, mi realción con la mostaza es complicada. Es de se esos sabores que en casa no tuve la oportunidad de probar de pequeño y ha sido a lo largo de los años cuando he ido cogiéndole el gustillo. De hecho ahora a veces me apete y me la pongo en alguna receta.
ResponderEliminarNunca he cocinado carne de conejo, solo la he comido cuando algún familiar la ha cocinado. Supongo que cualquier día de estos me dará "la picá" y haré alguna receta. Sin duda alguna esta, por lo que nos cuentas, sería ideal para comenzar a familiarizarme con este ingrediente tan ajeno en mi cocina.
Por cierto, en casa también recuerdo varias etapas o modas en cuanto a las comidas navideñas y los langostinos han resistido el paso de los años...
Abrazos!
Hola Javier. Qué raro me resulta lo que me cuentas de la mostaza, yo que creía que era una alimento "universal", tal vez antes no como parte de una receta pero sí como aderezo de perritos y hamburguesas. Mira el lado bueno, tienes todo un universo de mostazas que probar, pues la oferta es amplia y no para de crecer.
EliminarEl conejo es muy fácil de cocinar y más el de la tienda. Es una carne muy magra y de sabor bastante neutro, por lo que resulta muy versátil en la cocina, admite todos los sabores que le pongas.
Jajaja... si ya lo digo, los clásicos nunca mueren.
Un abrazo.
Me gusta el toque de mostaza que le has puesto a la salsa, yo tambien suelo usarla en mis guisos. Has preparado un plato delicioso!
ResponderEliminarBesos
Hola Diana. La mostaza es también uno de mis ingredientes habituales. La verdad que le da un sabor estupendo a las salsas.
EliminarUn beso.
¡Hola Isabel! Te ha quedado una receta redonda, éxito asegurado en la mesa. En casa nos gustan las elaboraciones de conejo, y como es una carne sana porque aporta muy poca grasa, lo cocino con cierta frecuencia. Isabel, el conejo de campo no tiene nada que ver con el de granja, el tuyo estaría muy sabroso porque la carne aporta sabor, sucede igual con la carne de pollo que tanto se consume.
ResponderEliminarEnhorabuena, por esta riquísima receta que has compartido con nosotros.😋😋 Gracias.
Feliz tarde.😘
Hola Emma. Es curioso que con lo sana que es la carne de conejo siga teniendo tan poca aceptación, al menos por aquí. Sí tiene venta porque la ves en la tienda pero conozco a muy poca gente que le guste y de campo, menos aún, aunque eso lo entiendo un poco más. Esta receta tiene que quedar muy bien con conejo de granja porque tiene mucho sabor y seguro que equilibra perfectamente el que a veces la falta a la carne.
EliminarUn beso.
Una receta muy buena y sabrosa estoy segura, en mi casa no son de carne de conejo. Una pena porque es de las carnes más saludables que hay. Lo que si me llevo es la salsa que me ha parecido deliciosa, seguro que con pollo es la bomba.
ResponderEliminarUn besito y feliz semana corazón.
Hola Manoli. Prueba la receta con pollo ya que no os gusta el conejo. Te aseguro que va a quedar riquísima y os encantará.
EliminarDisfruta del fin de semana. Un beso.
Hola Isabel. Estoy muerta de sueño y eso que todavía no es muy tarde, pero no quería dejar de leer tu receta. Sabes que comparto contigo el gusto por la carne de conejo, de campo comía de pequeña cuando mi padre tenía un encontronazo con uno de noche al volver a trabajar muy tarde y el pobre animal se deslumbraba con los faros del coche. Ocurría alguna vez y él lo traía todo orgulloso porque sabía que se iba a estar muy rico. El problema era que a sus hijas nos daba pena, ya ves, estábamos en el campo...
ResponderEliminarMe ha llamado la atención la mostaza y la buscaré porque me gusta probar cosas nuevas y no la conozco.
Besos y feliz fin de semana.
Hola Marisa. Hasta hace unos años era muy fácil que de noche te saliera al coche algún conejo pues su población era muy superior a la actual y lo que cuentas de tu padre era bastante habitual. Ahora, no sé si por enfermedades, sequías o cambio climático, eso apenas sucede, pues casi no hay conejos. Con decirte que este año el coto de aquí no se abrió para la media veda, ya te puedes hacer una idea.
EliminarEsta mostaza está buenísima, para mi gusto claro, pero seguro que te gustará. No dejes de probarla.
Feliz fin de semana. Un beso.
Hola Isabel, aunque en casa no es asidua, tengo publicada varias recetas de conejo en el blog pues cuando lo hay se disfruta mucho. Me parece una carne muy saludable, limpia y sin grasas. Nos lo has preparado muy rico, el resultado es inmejorable para disfrutar de una buena comida y manjar en la mesa. Mil besos!!!
ResponderEliminarHola Elisa. Ciertamente la carne de conejo es muy saludable, tiene poquísima grasa y un sabor que admite multitud de ingredientes, es tan versátil como el pollo, lástima que se consuma poco, pues se puede guisar de mil formas diferentes y tan sencillas y sabrosas como ésta.
EliminarUn beso.