lunes, 28 de noviembre de 2022

Níscalos al ajillo

A veces me da un poco de reparo traer por aquí recetas tan simples como estos níscalos al ajillo con tu toque picante (que no falte, of course), que por supuesto podéis omitir, pero no será lo mismo, siendo el resultado tan parecido, de llevar la cayena a no, como el de un higo a una castaña. Evidentemente, podéis coger la receta y hacer tantas modificaciones que en nada se parezca a la original, que la cocina es para nosotros los cocinillas y ante todo, creatividad. Rara es la receta que sigo al pie de la letra, salvo masas y repostería, donde no termino de soltarme, en el tema salado casi siempre hago lo que me da la gana y mira que me digo veces que no, que voy a seguirla tal cual está escrita, pero salvo que sean ingredientes o sabores muy poco habituales en mi cocina o recetas tradicionales o de cocina internacional, a medida que las leo o hago me voy desviando, en ocasiones porque me veo forzada a sustituir ingredientes pero las más de las veces porque mi imaginación se descontrola y me domina. Aún así, siempre que cocino recetas de otros, lo indico, aunque mi madre me diga que no se parecen en nada a la original, pero considero que sin ésta no habría llegado al plato en cuestión y del mismo modo que espero y deseo que se respete mi trabajo (aunque ya he “pillado” un par de recetas íntegramente mías prácticamente copiadas al pie de la letra y sin mención alguna), respeto el ajeno, pues sin él, al no tener una base profesional, no saldrían de mi cocina platos tan deliciosos como muchos de los que por ahí os traigo.

¡Uf, vaya perorata que os he soltado y todo para presentaros esta humilde receta! Que si os hubiera traído no sé, algo de cocina molecular pongo por caso, tal vez se justificara pero para unos níscalos al ajillo que seguro que no son nada nuevo para quienes me leéis, tal vez me he pasado, aunque sea verdad lo que digo, pero, sinceramente, me da un perezón tremendo reescribir la entrada, que no sería la primera vez, todo lo contrario, que hay días que no me convence nada lo que escribo y es un borrar y empezar de nuevo muy trabajoso, que a veces lo tengo que dejar un rato porque me meto en un bucle del que no saco nada que me satisfaga. Otros en cambio me sale del tirón, no sé dónde está el secreto, en mi proceso creativo no, porque no lo tengo, en ese tema soy muy anárquica, lo mismo me viene la inspiración cuando no me duermo (las más de las veces), que cuando voy conduciendo hacia o desde el trabajo (¡peligro!) o cuando paso la aspiradora, porque, cosa curiosa, el ruido del motor me absorbe de tal manera que me aísla del exterior y me fomenta unas conversaciones con mi yo interior que ni os cuento. A saber.

Estoy muy dispersa hoy, así que sin más os voy a dejar con la receta, rica y muy sencilla y si los níscalos están tan limpitos como los que me regalaron, no da nada de trabajo. A mi me gusta que queden con bastante salsa para mojar bien de pan, pero dejadla consumir tanto como os guste, que como ya os dije al principio, cada cual que haga las modificaciones que le plazcan.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

800 gr. de níscalos

30 gr. de dientes de ajo

1 pimienta de cayena

50 ml. de agua

AOVE

sal

ELABORACIÓN:

Cortar y desechar la parte terrosa del pie de los níscalos. Si están muy limpios, frotarlos delicadamente con un paño húmedo para eliminar tierra y restos vegetales y si no, lavarlos bajo el grifo con un hilo de agua y uno a uno, frotándolos con un cepillito para eliminar la suciedad e ir colocándolos en un escurridor. Una vez limpios y escurridos, cortar en trozos regulares y reservar.

Pelar y eliminar el germen de los dientes de ajo. Laminar y reservar.

Disponer un buen fondo de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande y honda y llevar al fuego. Una vez el aceite esté caliente, añadir los ajos y la pimienta de cayena, partida para un sabor picante o pinchada con un palillo para un sabor más suave. Rehogar a fuego bajo y sin que se doren los ajos, durante cinco minutos. Añadir los níscalos y sal al gusto, remover rápidamente, añadir el agua, subir el fuego a medio y tapar. Cocinar 10-12 minutos o hasta que las setas estén tiernas, removiendo de vez en cuando.

Destapar y subir el fuego a alto para reducir la salsa. Rectificar de sal si procede y servir.

A comer.

14 comentarios:

  1. Bueno bueno, pues yo me apunto con mucho gusto, a muchos ratitos como este, porque venir a leerte es un placer Isabel, que no en todos los blogs que visito, y son bastantes, se puede una deleitar tanto con la receta como con el texto, algunos ya sabrás que por no extenderse, dejémoslo ahí, sintetizan tanto, que en tres lineas, literalmente, lo ponen todo, preámbulo o entradilla (como lo llamo yo), ingredientes y elaboración, lo hacen tan simple, que te quedas con cara de ¡¿ya?! Imposible hacerlo peor, y no es crítica destructiva, cada uno lo hace como quiere o como puede, no todos llegamos a lo mismo, que tampoco es que yo sea Séneca, jajaja…, pero hija mía es que no puedo con lo mediocre, ni las cosas mal hechas, por eso, aunque pienses que unos Níscalos al ajillo, es una receta simple, seguro llevas razón, pero no fácil, aunque para nosotras, asiduas cocineras, lo sea, pero he visto a algunos que ni pelar los ajos saben, así que hasta cómo, cuándo y en qué cantidad hay que ponerlos hay que explicarlo, que según qué gente, ni siquiera dilucidan si poner los ajos, significa poner la cabeza cabeza entera en un guiso para diez comensales, que para dos, da igual, pone lo que pone, y si pone ajos, a la olla con ellos, jajaja…
    Bueno ya me ves, aquí divagando tan de mañana, cuando lo que tenía que estar haciendo es tomarme un café y salir pitando, que voy tarde.
    Besos y gracias por estos ratitos que nos permiten explayarnos sin ofender a nadie, jajaja…

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    1. Es cierto que algunos sitios te lanzan la receta sin más, o casi y a veces tan sintetizada que para quien carece de experiencia en la cocina es imposible que le salga bien la receta, pero supongo que esas personas, o son muy lanzadas o visitan otros sitios, pero bueno, que cada uno en su casa hace lo que quiere, lo mismo que cada cual es libre de ir a la cocina que le apetezca, faltaría más.
      En cuanto a lo que dices de la cabeza de ajos, que por cierto, se me ha aparecido la imagen en la cabeza y no veas lo que me he reído, tienes razón, todos necesitamos aprender y cuando no sabemos nada, lo que nos dicen otros va a misa y aunque en ocasiones nos genere ciertas dudas, pensamos que si fulanito lo dice es que es así y punto. A mí, algunos aprendizajes me quedan ya tan lejos en el tiempo que no me doy cuenta de esas cosas y porque tengo muy mala memoria, pero seguro que alguna metedura de pata garrafal tuve en su día en la cocina, que no nací enseñada aunque tuve muy buena maestra.
      Un beso.

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  2. A más de una nos pasa, no queremos publicar algunas recetas por parecernos muy sencillas y a veces eso es lo que quiere mucha gente que nos lee, que por falta de tiempo o ganas son las que prefiere. En el caso de estos níscalos, decirte que a mi me parecen perfectos, yo les pongo algo de vino a los champiñones, pocas veces tengo un género como este, pero quizás sea absorber el sabor que debe primar de la seta y has hecho bien y en no ponérselo. En cuanto a las adaptaciones de las recetas, considero que es la seña de identidad de nuestra cocina, si no, sería copiar y que nuestros platos no tengan identificación propio, y eso creo que a ninguna nos pasa, por lo menos las que nos vemos por aquí. Seguro que os las comisteis con muchas ganas.
    Un beso.

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    1. Estuve por no publicarla, pero pensé lo mismo, que hay quien no puede dedicar mucho tiempo a cocinar y quien no sabe y prefiere iniciarse con recetas que por muy fáciles no son menos ricas. También yo le pondo vino blanco a los champiñones, les va fenomenal, pero a los níscalos nunca se me ha ocurrido. Empieza a hacer mucho frío por las noches y no creo que ya queden en el campo, pero si todavía tengo suerte y me vuelven a dar unos poquitos, los probaré, a ver qué tal.
      No está mal copiar una receta de vez en cuando, si es perfecta, no hay que cambiarle nada, pero tampoco está bien no hacer volar nuestra imaginación adaptando platos ajenos, porque si no, nuestras cocinas serían muy aburridas, ¿o no?.
      Un beso.

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  3. ¡Hola Isabel! Me parece fantástico y necesario publicar recetas muy fáciles de hacer, hay personas que se inician en la cocina, y buscan información para ir dando pasos en ella. Tu foto se ve de lo más tentadora, y con la cayena me has ganado.
    Feliz semana. Bstes.

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    1. Tienes toda la razón Emma, hay que pensar también en aquéllos que empiezan a hacer sus pinitos en los fogones, que de jovencita yo llamaba a mi madre para preguntarle (aún lo hago) pero las generaciones de ahora tiran de internet para todo y estas recetas les vienen muy bien.
      Un beso.

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  4. Isabel, no por sencilla una receta es menos buena, tenlo por seguro. Así que hay que compartir este tipo de recetas, que luego son las que en el día a día nos hacen disfrutar de la comida.

    Siempre que cocino alguna receta de alguien también lo indico, creo que es lo menos que podemos hacer. Aunque no pueda evitar siempre hacer algún cambio, parece ser que eso va en los genes de los que cocimandos jajaja

    Por cierto, cuando llega la inspiración, que se pare el mundo!! Que hay que atraparla allá donde nos pille...

    Abrazos y buena semana

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    1. Por supuesto que no y uno de los mejores ejemplos es un huevo frito, algo que a priori parece muy simple pero que también tiene su intríngulis y si no, sienta a la mesa a cuatro personas, pregúntales cómo quieren los huevos y te encontrarás cuatro formas distintas de hacerlos, casi da para hacer un monográfico, jajaja...
      Recuerdo que de cría criticaba a mi madre porque nunca seguía una receta al pie de la letra. ¡Ignorante de mí! Creo que no hay vez que modifique alguna que no me acuerde de ella. Como bien dices, va en los genes, jajaja...
      Lo malo es que la inspiración a veces nos asalta en el peor sitio o momento, que no es plan de parar en la cuneta a apuntar la receta de turno...
      Un abrazo.

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  5. A mi me parece esencial publicar recetas sencillas y del día a día en los blogs. Porque cuando empiezas a cocinar no hay nada peor que aquellas recetas pseudo sofisticadas sin explicaciones que no te pueden salir bien si no tienes años de experiencia en la cocina y la soltura necesaria para adaptarlas a tus gustos.
    Yo te diría que níscalos al ajillo son un manjar para quienes como yo no tienen níscalos en su zona. Cuando los comemos en casa de mi padre casi suelto una lagrimilla de los ricos que están ;o)
    Besos y feliz semana,
    Palmira

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    1. Es verdad que estas recetas facilonas deben tener cabida en nuestros blogs, pero siempre pienso que por ahí hay miles de recetas parecidas, cada una con su toque personal y acabo por no publicarlas. Luego pienso que si a alguien le han regalado unos níscalos y no los ha cocinado en su vida, es una receta sencillísima que seguro se anima a preparar.
      Aquí cada vez hay menos, por culpa de la sequía. Creo que llevaba tres años sin probarlos y sí, casi también lloré al comerlos, jajaja...
      Un beso.

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    1. Grazie Lea. È una ricetta semplice ma sempre molto gustosa.

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  7. Hola Isabel. No repito lo que ya te han dicho, tan solo comentarte que a mi también me han copiado hasta las fotos y por organismos oficiales como la oficina de turismo de una ciudad valenciana. Otra vez un panadero catalán que está en YouTube y se apropió de mi receta diciendo que era de su padre. Menuda rabia da no poder hacer nada, aunque la siguiente vez, denuncié al periódico valenciano que quitó la foto (sin mi marca de agua) y por supuesto la receta, pero eso me provocó el odio eterno del famoso plagiador.
    Soy una enamorada de los níscalos porque en mi pueblo se utilizan en la cocina ya que en la sierra se pueden encontrar. Justo ayer compré y mañana los tendré que preparar para que no se me estropeen.
    Has hecho bien en compartir porque estarán de lo más buenos. A mí me encantan en el arroz caldoso.
    Besos.

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    1. Hola Marisa. Da un poco de rabia que te copien sin ni siquiera mencionarte, pero como bien dices, no se puede hacer nada, así que mejor dejarlo pasar y no pensar más en ello.
      Los níscalos me encantan, aunque haya gente que los considere una seta "menor" y casi los desprecie, pero no por eso dejan de salir al campo a buscarlos, lo que por otro lado me viene bien, porque a cuenta de eso me los regalan, jejeje...
      Seguro que con arroz también están para chuparse los dedos. Yo no le diría que no a un plato.
      Un beso.

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