lunes, 3 de abril de 2023

Salmón en salsa de vermouth y almendras

Salmón en salsa de vermouth y almendras. ¿Qué? ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Porque el nombre de la receta es muy atrayente o al menos a mí me lo parece. Y ya ni os cuento del sabor, para levitar. Lo de utilizar vermouth para la salsa ha sido una apuesta un poco arriesgada, pues con el sabor tan particular que tiene no me fiaba mucho del resultado, pero estaba harta de ver rondar por la cocina la botella casi vacía sin que a nadie le apeteciera acabarla y decidí ponerle remedio. Así que puse a pensar a mi cabecita y volvió a ocurrir, en un momento visualicé la receta casi completa y mi dicho con mi hecho, saqué el salmón del congelador y al día siguiente lo preparé. Y fue al siguiente día porque a mí las ideas me vienen de noche, cuando debiera estar durmiendo y en vez de eso estoy dando vueltas por la casa pensando que ya son las tantas, tengo que madrugar para trabajar y no tengo ni pizca de sueño. Que si viviera sola me pondría a cocinar, pero no es plan de no dejar dormir porque yo tenga insomnio, así que sólo me limito a anotar las recetas que cocino en mi cabeza.

Como os digo, la salsa está de muerte... recién hecha. Con el paso de las horas cambia mucho de sabor y no está ni la mitad de buena, algo que por supuesto no me esperaba y me sorprendió pues la mayoría de los guisos mejoran con el reposo, asentándose y fundiéndose los sabores pero en esta ocasión no es el caso. Según la preparaba y probaba para ajustar la sazón, no hacía nada más que pensar lo tremendamente rica que estaba, tanto que continuamente “probaba” la salsa porque no podía evitarlo, que me tuve que reñir y todo porque al paso que iba me comía la mitad. Y el olor que dejó en la cocina... pura delicia, nada de oler a pescado como sería lo normal. Pero al día siguiente las sobras me decepcionaron. Sí, el salmón estaba bueno pero ni comparación con el día anterior. No, definitivamente no es un plato para comer reposado, aunque si sobra no lo vamos a tirar, eh, que #aquínosetiranada, a ver si estoy aprovechando un resto de vermouth y una nata a punto de caducar (sí, lo confieso, me pasa casi siempre con la nata) y voy a desperdiciar las sobras.

Por eso mismo, porque la receta surgió por la necesidad de aprovechar el licor y la nata, es mi propuesta de este mes para el proyecto de Marisa, 1+/-100, desperdicio 0

que desde su blog Thermofan, promueve para evitar el desperdicio de alimentos y fomentar el reciclaje en general.

Antes de dejaros con esta deliciosa y nada fotogénica receta (las fotos son un horror, sorry), unos últimos apuntes: si queréis una salsa más espesa, coced el salmón destapado; si queréis el salmón rosadito, cocedlo tres minutos, por el contrario, si os gusta muy hecho, cocedlo cinco minutos.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

675 gr. de salmón fresco, sin piel ni espinas, en dados de 3-4 cm. de lado, aprox.

50 gr. de almendras crudas repeladas, sin sal

100 gr. de cebolleta, incluido un poco de la parte verde, picada muy menuda

100 ml. de vermouth rojo (he utilizado Martini)

100 ml. de agua

50 ml. de nata con un 5% de materia grasa

pimienta blanca molida

sal

AOVE

ELABORACIÓN:

Sazonar los dados de pescado con sal y pimienta blanca, al gusto.

Disponer un fondo de aceite de oliva virgen extra en una sartén lo suficientemente grande como para que quepa el salmón en una sola capa. Llevar al fuego y dorar el salmón en aceite muy caliente, por todos los lados y en un par de tandas. Sacarlo a un plato y reservar.

Freír las almendras en el aceite sobrante y a fuego medio-alto. Sacarlas a un plato a medida que vayan tomando color. No dejar que se frían demasiado pues amargarán. Cuando su temperatura lo permita, picar groseramente. Reservar.

Añadir un poco más de aceite a la sartén si fuera necesario y pochar a fuego suave la cebolleta junto con una pizca de sal hasta que estén blanda y sin que tome color. Agregar entonces el vermouth y la mitad de las almendras, reservando el resto. Llevar a ebullición a fuego medio y evaporar el alcohol durante dos minutos. Apartar del fuego y dejar templar ligeramente.

Verter el contenido de la sartén en el vaso de la batidora de brazo, así como la nata, el agua y los jugos que haya soltado el salmón. Triturar hasta conseguir una salsa fina y homogénea y devolver a la sartén. Añadir las almendras reservadas y colocar ordenadamente los trozos de salmón. Tapar y cocer a fuego medio durante cuatro minutos, sin remover ni dar la vuelta al pescado. Si pareciera que se agarra, mecer suavemente con movimientos circulares.

Dejar reposar tapado dos minutos antes de servir.

A comer.

12 comentarios:

  1. Buenos días. Querida Isabel: cada cual tiene su momento óptimo de inspiración, como las verduras y frutas sí. Lo malo es que en la madrugada impides el sueño, aunque también sé que hay quien duerme muy poco, no sé si es tu caso. He visto alguna receta con vermout en mis paseos por la red, yo no he probado ninguna que lo lleve, pero si utilizamos el vino, el coñac o el whisky, no veo porqué no van a estar ricas con vermout. Al salmón le va muy bien la nata y junto a las almendras tiene que estar de miedo. ¿Que no le va el reposo? Nos lo comemos antes y problema solventado. Si no hay ninguno más, te felicito por la nueva receta que has creado.
    Un beso.

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    1. Hola Lola. Yo es que tengo los biorritmos cambiados, mi cabeza funciona mejor de noche que de día y si a eso le sumamos que no soy muy dormilona, ya tenemos el cóctel perfecto.
      Es mi primera receta con vermouth y seguramente no sea la última pues le dio a la salsa un sabor buenísimo. Pues no, el reposo no le va, pero como dices, nos lo comemos antes y se acabó el problema. Uy si todo fuera tan fácil...
      Un beso.

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  2. Ayyy Isabel, que tendrá la noche que cuando uno debería de estar durmiendo se pone uno a pensar, en recetas y todo lo que se le pasa a uno por la cabeza... al menos, de alguna forma, le sacas provecho al insomnio, porque la receta es un recetón, suena de maravilla lo de combinar el salmón con una salsa tan rica. Y es curioso lo que nos cuentas de que no mejora, cuando las salsas, en general, suelen ganar en sabor. En fin, que nos traes una receta estupenda, de que esas que se antojan nada más verlas o incluso leer el título de la receta

    Abrazos y buena semana!

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    1. Hola Javier. Para mí, como dice mi madre (otra ave nocturna), el día empieza cuando llega la noche. La única pega de eso es tener que madrugar, pero confieso que algunas de mis noches son bastante más productivas que algunos de mis días, jajaja... Para muestra, esta receta, en la que así es, la salsa no gana con el reposo. Después de pensarlo un rato he llegado a la conclusión de que con el paso de las horas el salmón va aportando su sabor y al ser bastante potente, anula el de la salsa. O vete a saber...
      Un abrazo.

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  3. Querida Isabel. Tarde llego porque ando liada entre unas cosas y otras, con organizar mis recetas en el disco duro y no veas la de tiempo que llevo perdido.
    A mí me pasa lo mismo, si no me voy a dormir a las 12, pocas garantías tengo de no desvelarme y entonces, como tú, a darle vueltas a la cabeza para bien o para mal. Alguna receta se me ha ocurrido y también algún relato. Es lo que tiene cumplir años y que el sueño juegue con nosotras debido al tema hormonal.
    Me has sorprendido mucho con la receta y también me parece estupenda. Ese salmón con la salsa tan original, debe estar para no dejar de mojar pan.
    También me extraña que no quede igual con el paso de las horas, porque en la mayoría de los casos, las salsas y el sabor del plato mejora. Esta semana me ha pasado con unas lentejas, estaban mejor al día siguiente.
    Muchas gracias por estar en 1+/-100 de nuevo. Siempre me gustan tus aprovechamientos y los agradezco mucho.
    Feliz Semana Santa que en tu tierra tiene que ser maravillosa. Por aquí andamos esperando a los que huyen buscando playa, aunque algunos ya están pasando frío en camiseta de tirantes y pantalones cortos.
    Besos.

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    1. Hola Marisa. Lo del sueño ha sido siempre un problema, no recuerdo haber dormido bien desde que tengo memoria y no es una exageración, tengo algún tipo de trastorno del sueño que, como era de esperar, ha empeorado con la edad y los malos hábitos, pues reconozco que más de una vez es culpa mía que me desvele, pero a estas alturas de la vida a ver quién me quita las malas mañas, jajaja...
      Pues es cierto que no mejora y creo que es por lo que le comento a Javier, el pescado le va aportando su sabor a la salsa anulando el que en principio tenía. Así que toca comerlo reciente para no perdernos nada de su maravilloso sabor.
      Aquí también pasamos frío en estas fechas, pero no andamos en tirantes y pantalón corto, nos llevarían directos al manicomio, jajaja... Aquí la semana santa es fría, algunos años muchísimo, tanto que en algunas de las procesiones nocturnas, se puede ver a los espectares envueltos en mantas, no te digo más.
      Un beso.

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  4. It looks absolutely amazing. Thanks for the advice about it not being good left over.

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    1. It seemed important to me to say this to avoid disappointment, because in truth, although the leftovers are good, they are not even half as rich as the freshly made dish.
      All the best.

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  5. Me gusto mucho tu salsa, se ve buenisima y me imagino que el salmon estaba delicioso!
    Besos

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    1. Muchas gracias Diana. En verdad quedo riquísima. Un beso.

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  6. Pues sí que suena bien la receta, yo me la pediría si la viera en algún restaurante y encima aprovechando esas botellas que quedan. Te ha salido productivo el insomnio al menos... BSS!

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    1. Algo bueno hay que sacar de no dormir, digo yo, jjj... Muy rico, la verdad y sobre todo, diferente. Un beso.

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