lunes, 24 de abril de 2023

Pollo con limón y ajo

A veces no tienes nada que decir y es mejor el silencio. A veces las palabras no te salen del alma y sólo tienes silencio. A veces miras en tu corazón y sólo hay silencio.

No quería faltar también esta semana, es un lujo que no me puedo permitir, así que hoy os dejo sin más preámbulos una receta muy rica de pollo, sólo apta para los amantes del limón, pues su sabor a éste es muy marcado. La receta original que he adaptado a mis preferencias, lleva más ajo, pero a mí el ajo me gusta con moderación, así que le he puesto menos. Aún así se nota, pero de una forma sutil y suave. Está, de verdad, para que os hagan la ola, deliciosamente ácida y fresca. Y es taaan fácil... aunque eso es secreto de la cocinera o cocinero, según el caso, así que cuando os estén echando flores por lo tremendo que está el plato, bajad los ojos con modestia y decid “me alegra que os guste, eso compensa el tiempo pasado en la cocina guisando el pollo...”

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

2 cuartos traseros de pollo, deshuesados, sin piel y troceados

1/2 tsp de ajo en polvo

1/4 tsp de sal

1/4 tsp de pimienta negra molida

50 gr. de cebolla picada muy pequeña

2 dientes de ajo grandes, pelados, sin germen y laminados

45 ml. de zumo natural de limón

1 tbs más 1 tsp, de ralladura de limón (medio limón muy grande)

1/2 tsp de hierbas provenzales

150 ml. de agua

1 tsp de harina de almidón de maíz (maicena)

colorante alimentario amarillo (opcional)

azúcar para rectificar la acidez del limón (no le he puesto)

AOVE

perejil fresco picado, sólo las hojas, para servir

ELABORACIÓN:

Mezclar en un cuenco la sal, la pimienta negra molida y el ajo en polvo. Sazonar generosamente el pollo con esta mezcla, reservando la sobrante.

Disponer un fondo de aceite de oliva virgen extra en una sartén honda y amplia y llevar a fuego medio-alto. Cuando el aceite estén bien caliente, dorar los trozos de pollo procurando mantener la temperatura del aceite constante para evitar que la carne empiece a soltar sus jugos. Sacar el pollo a un plato a medida que se dore.

Añadir más aceite a la sartén sólo si fuera necesario e incorporar la cebolla picada más los ajos laminados. Cocinar tapado a fuego medio-bajo para que la cebolla sude. Cuando ésta se torne transparente, subir el fuego a medio y añadir las sobras del aderezo del pollo. Cocinar un minuto y agregar el zumo de limón, la ralladura, las hierbas provenzales y 125 ml. de agua, reservando el resto del agua. Volver a tapar la sartén y hervir cinco minutos a fuego medio.

Devolver el pollo a la sartén y cocinar 4 minutos desde que recupere el hervor, dar la vuelta a la carne y cocer otros 4 minutos, siempre tapado.

Mientras se cocina el pollo, mezclar en una taza seca el almidón de maíz y una pizca de colorante amarillo (si se usa), añadir los 25 ml. de agua reservados, mezclar bien y dejar a un lado.

Transcurridos los 8 minutos de cocinado del pollo, añadir el almidón diluido, mezclar delicadamente y hervir el pollo dos minutos más, destapado. Rectificar de sal si procede (yo no lo hice) y si fuera necesario, corregir la acidez del limón con un poquito de azúcar (tampoco lo hice). Colocar la tapadera y dejar reposar, fuera del fuego, otros dos minutos.

Servir espolvoreado con perejil fresco picado.

A comer.

13 comentarios:

  1. Buenos días Isabel, entiendo que no siempre podemos ser locuaces y tener una conversación virtual fluida, por mucho que nos guste escribir. A mí también me pasa. Estoy desconectada, en un principio fue por decisión propia, luego fue por necesidad y ahora me está costando encontrar el momento para sentarme delante de la pantalla a editar, a ver si saco un rato esta semana y vuelvo el domingo, como tenía previsto, pero estoy muy liada en casa y no sé de donde sacaré el tiempo, y eso que las fotografías ya están hechas, para varias recetas.
    A mí me encanta el limón, aunque lo utilizo con mesura porque puede ser demasiado invasivo, pero en su justa medida hace grande lo más básico, como un pollo, y más ahora que suele ser carne de poco sabor y hay que darle un poquito de alegría, aunque no lleve el toque canalla, que me gusta Jajajaja….
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Concha. Ojalá siempre tuviéramos ganas de castañuelas y faralaes, pero evidentemente no es así y aunque en ocasiones cuando nos sentamos ante el ordenador sacamos una sonrisa que en realidad no sentimos, no siempre es posible.
      Toque canalla no lleva, pero te garantizo que sí es muy sabroso y con mucho sabor a limón. Es cierto que puede resultar invasivo, pero si se consigue equilibrar su acidez, ensalza cualquier plato.
      Un beso.

      Eliminar
  2. ¡Hola Isabel! Tu que crees no haber subido una introducción a tu post, te diré que el resultado es todo lo contrario. Has descrito una situación emocional, que en un momento dado tod@s hemos vivido, o podemos llegar a vivir.
    Isabel, el pollo riquísimo con el aporte del limón, equilibrado en sabores y con el cítrico como protagonista.😋😋
    Feliz martes.😘

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola Isabel! Tu que crees no haber subido una introducción a tu post, te diré que el resultado es todo lo contrario. Has descrito una situación emocional, que en un momento dado tod@s hemos vivido, o podemos llegar a vivir.
    Isabel, el pollo riquísimo, con el aporte del limón, equilibrado en sabores y con el cítrico como protagonista.😋
    Feliz martes.😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Emma. Dudé mucho en escribir esas líneas pero era lo único que salía de mis dedos. Redacté la entrada varias veces y siempre escribía lo mismo, así que decidí dejarlo así porque es como realmente me sentía.
      El pollo muy bueno, la verdad. Hasta mi pareja, a la que los sabores ácidos no le entusiasman en exceso, coincidió en que estaba riquísimo.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Estaría bien rico! Andaba pensando en hacer pollo y me has dado una buena idea. Además fácil!
    Por cierto, creo que ya he solucionado lo de los comentarios del blog. Tuve que hacerlo en otro PC porque en el mío se ve bien ¿? Cosas de blogger supongo. Gracias por decírmelo. Besitos guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Mariam. ¿En tu ordenador se veía bien tu blog en en otro no? Cosas de la informática, digo yo, porque la verdad que en ese tema estoy muy verde, por eso no me atrevo a cambiar nada en el blog, que alguna vez se me desconfigura la entrada y no veas los apuros que paso hasta que consigo ponerla bien.
      Esta receta es facilísima y con ingredientes que suele haber en casa. Y rica un rato.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Hola Isabel, parece que mi comentario no ha entrado, no lo veo ahora que he vuelto. Te decía que a veces, "cuando la palabra no es más bonita que el silencio, es mejor no pronunciarla", pero solo es un dicho.
    Paso a tu receta. El pollo al limón lo solía hacer mi madre mucho, con menos especias, pero muy rico también. Me gusta el tuyo, incluidos todos los ingredientes, es muy socorrido, ya que pollo suelo tener siempre.
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Lola. Pues no, no sé dónde fue tu comentario porque en spam desde luego no está, que a veces Blogger se pone graciosillo y sin ton ni son los manda a esa carpeta. Un dicho muy acertado, por cierto.
      Mi madre casi nunca guisaba pollo porque no nos hacía mucha gracia a ninguno. Lo solía hacer en pisto, que sigue sin hacerme tilín, pero con limón jamás. Y no puede se más fácil y rico.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Isabel, realmente me dejas entre preocupado e intrigado con tus palabras, así que solo te diré que espero que todo marche bien y si no es así pues mucho ánimo.

    En cuanto a la receta, pocas cosas le sientan tan bien al pollo como el ajo y el limón, así lo ha marinado mi madre toda la vida, aunque luego no hacía una receta tan rica y elaborada como la tuya. Por cierto, he picado en el enlace de la receta original y no he podido verla.

    Quería decirte que el otro día viendo las noticias salió que alguien había matado a una persona por el tema de las lindes, y me acordé de lo que tú comentabas hace unos días en una de tus publicaciones y que estuvimos comentando.

    Isabel, te mando un fuerte abrazo y te deseo un estupendo fin de semana. Espero que sepas encontrar las palabras para expresar, aquí o donde sea, eso que se ha convertido en silencio, porque a veces es bueno también soltar lo que uno lleva dentro...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Javier. Es una mala racha, de esas en las que absolutamente todo se tuerce y terminan por tirarte el ánimo por los suelos. Pero no hay mal que cien años dure, así que espero estar ya en el año 99.
      Como le digo a Lola, mi madre nunca lo preparó de forma parecida. ¿Tu madre es andaluza? Lo digo porque a lo mejor es una forma de guisarlo típica del sur, aprovechando la mayor disponibilidad de cítricos, antes, se entiende, no ahora que con la globalización hay de todo en todos los sitios.
      Afortunadamente las cuestiones de las lindes se dirimen ahora en los juzgados, pero hace muuuuchos años noticias como la que comentas eran relativamente habituales, por desgracia.
      Qué razón tienes Javier. Escribir esas líneas me alivió un poquito, aunque aún sigo buscando las palabras...
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Se me olvidaba Javier, gracias por avisarme de lo del enlace, creo que ya lo arreglé. Casi siempre compruebo que los enlaces estén bien antes de editar la entrada, pero bien se nota que no tenía el día...
      Un abrazo.

      Eliminar
    3. Isabel, solo comentarte que espero que te encuentres mejor de ánimos, y decirte que efectivamente mi madre es andaluza, de hecho, la cocina de Lola a veces me recuerda mucho a la que he visto toda la vida en casa.

      En cuanto al enlace,no hay nada que agradecer...

      Abrazos

      Eliminar