domingo, 10 de noviembre de 2019

Bizcocho de avellanas, almendras y chocolate negro


Llueve. ¡Por fin!. Vale, en algunas zonas de España ya os sale el agua por las orejas, lo sé, pero es que en esta cada vez más árida meseta castellana, la lluvia se está convirtiendo en algo anecdótico. No sé si será por el cambio climático o porqué, pero el tiempo ya no es como el que había cuando yo era cría. Entonces, los inviernos aunque secos, eran mucho más fríos, con más heladas y más nieblas, las primaveras, tardías, frescas y lluviosas daban paso a veranos calurosos en los que eran frecuentes las tormentas y la mayoría de las noches se podía salir “a la fresca”, porque salvo algunas pocas muy cálidas, eran en general eso, frescas y antes de que te pudieras dar cuenta había pasado de puntillas el corto otoño, con sus días cálidos y sus días frescos, con algunas lluvias tan bien venidas para la sementera y esa disminución de las horas de luz que anunciaba la llegada de otro crudo invierno. Pero ahora... los inviernos son tremendamente más cálidos, con heladas puntuales, nieblas escasas y más secos que antes, las primaveras son más largas y secas, los veranos mucho más calurosos de día y de noche y sin tormentas y los otoños duran más, llueve menos y las temperaturas son más altas. La naturaleza está “descolocada”, algunos de mis perales vuelven a florecer en otoño, a estas alturas del año sigue habiendo mosquitos (enormes, por cierto) y mariposas nocturnas, aún tengo pimientos en la huerta y muchos días apenas pongo la calefacción. No sigo porque os aburro.

Decía que llovía, lo cual es una muy buena excusa para prepararse un cafecito y acompañarlo con un trocito de este rico bizcocho, que si tenéis todos los ingredientes, os aconsejo que lo hagáis para la merienda de esta tarde. Está adaptado del libro “Bizcochos fáciles” de la editorial RBA y se vende con una conocida revista de cocina. El original no lleva almendras, pero no tenía suficientes avellanas, ni tampoco chocolate pero tenía una tableta empezada y para evitar tentaciones propiciadas por el aburrimiento, se la añadí al bizcocho, que ese no me lo como yo sola, pero el chocolate sí y me estoy poniendo demasiado “buena”, como dicen por aquí los mayores.

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.


INGREDIENTES:

80 gr. de avellanas crudas peladas

50 gr. de almendras crudas peladas

175 gr. de azúcar moreno

90 gr. de aceite de girasol

4 huevos talla L a temperatura ambiente

220 ml. de leche desnatada a temperatura ambiente

250 gr. de harina de todo uso

10 gr. de impulsor químico

60 gr. de chocolate negro con un 85% de cacao

mantequilla y harina para el molde
 

Y además:

un molde redondo desmontable de 24 cm. de diámetro

papel sulfurizado para el molde



ELABORACION:

NOTA: Los tiempos, temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.

Precalentar el horno a 170º C con calor arriba y abajo.

Disponer en una bandeja y en una sola capa, las avellanas y las almendras y hornear durante 15 minutos, situando la bandeja en la mitad del horno. Quedan poco tostadas, así que, si gustan los frutos secos más tostados, continuar el horneado de cinco en cinco minutos, comprobando cada vez para evitar que se quemen y amarguen.

Sacar del horno y extender en una superficie fría. Una vez completamente fríos, frotar con un paño, si se desea, para desprender la piel de las avellanas (yo no lo hago); la de las almendras no se soltará.

Con un procesador de alimentos, molinillo, rallador u otro utensilio al efecto, rallar los frutos secos hasta que queden como harina. No importa si queda algún trozo grueso. Reservar.

Picar a cuchillo y groseramente el chocolate y reservar.

Tamizar juntas harina e impulsor químico. Reservar.

Volver a precalentar el horno, esta vez a 200º C con calor arriba y abajo.

Enmantequillar las paredes y la base del molde. Forrar la base con papel sulfurizado y enmantequillar éste. Si el molde tiende a pegarse, forrar también las paredes con papel sulfurizado y enmantequillarlo igualmente; si no es el caso, enharinar las paredes del molde, sacudiendo y eliminando el exceso de harina. Reservar.

Disponer en un bol amplio el aceite y el azúcar y batir con las varillas eléctricas a velocidad alta hasta que la mezcla blanquee (después de diez minutos yo no lo conseguí). Incorporar los huevos ligeramente batidos y de uno en uno, no añadiendo el siguiente hasta que el anterior se haya integrado por completo, batiendo con las varillas a velocidad alta. Agregar la leche y mezclar a baja velocidad. Añadir la mezcla de harina e impulsor en cuatro o cinco veces, mezclando con la espátula hasta integrarla por completo.

Comprobar que la mezcla no tiene ningún grumo. Si fuera así, darle unos golpes de batidora introduciendo aire a la vez que se bate.

Añadir los frutos secos rallados y mezclar. Agregar el chocolate y volver a mezclar.

Volcar la mezcla en el molde e introducirlo en el horno, con la rejilla colocada en la tercera posición empezando por abajo. Hornear a 180º C con calor sólo por abajo durante 50 minutos. A los 45 minutos de horneado, comprobar la cocción pinchando el centro del bizcocho con una aguja o brocheta, continuando la cocción si no saliera seca y comprobando cada cinco minutos.

Sacar el molde del horno y colocarlo encima de una rejilla para que se enfríe. Quitar con cuidado el aro del molde a los diez minutos y veinte minutos después, la base, dejando el papel de horno hasta que el bizcocho se enfríe por completo encima de la rejilla.

Eliminar el papel, colocar el bizcocho en la fuente de presentación y disfrutar.

A comer.



6 comentarios:

  1. El cambio climático se está notando mucho en todas partes, por Andalucía nunca hemos sido de mucha lluvia, pero ahora es que no cae ninguna, así que cuatro gotas requieren una celebración por lo novedoso de la situación. Me parece ideal el bizcocho para un día fresco de mantita y sofá, muy rico debe estar con lo completo que es en ingredientes y todos buenos. Disfruta del día que seguro que te lo mereces.
    Un beso.

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    1. Por desgracia estas sequías tan largas no se limitan sólo a esta zona y es una lástima tener que celebrar que llueva cuando debiera ser algo normal, como el viento o las nubes. Habrá que consolarse con bizcochos como éste, que es muy apropiado para quitar las penas.
      Un beso.

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  2. Hola, aquí no nos llega la lluvia pero sí el frío y este bizcocho es perfecto y delcioso para tomar el cafeliento caliente de la tarde. Un beso

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    1. ¿Tampoco os llueve? Pues vaya, esto es peor de lo que creía. Bueno, el bizcocho también es perfecto para el frío, acompañado de un buen café o un vaso de leche e incluso un te o a palo seco, que está igualmente rico sin compañía.
      Un beso.

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  3. Hola Isabel. Mi semana ha sido complicada y no he podido visitar blogs. Muchos y poco tiempo.
    Menos mal que no se me ha pasado tu bizcocho que me parece delicioso. A estas horas apetece un buen trozo mojando en un café con leche o chocolate.
    Aquí, calor hasta hace dos días más o menos y lluvia en plan bestia y después ya nada. Hoy unas gotas para ensuciar el coche.
    Es lo que tenemos.
    Besos y buen fin de semana.

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    1. Pues con el frío y el agua que hay hoy por aquí, se agradecería un trocito de bizcocho con chocolate, como bien propones, lástima que ya no quede. Tendré que hacer otro para remediarlo.
      Aunque a veces puede ser estresante, es bueno tener ocupados los días. Al final hay tiempo para todo.
      Un beso.

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