Hoy un plato de cuchara,
que aunque no esté haciendo mucho frío, en este tiempo apetece. Y
otra vez un plato con níscalos, solo que esta vez congelados, pues a
estas alturas frescos ya no hay y porque además tengo bastantes en
el arcón congelador, ya limpios y troceados, que la verdad, cuando
no hay tiempo resulta muy cómodo tenerlos así preparados, pues
luego sólo es abrir la bolsa, incorporar al guiso y listo. Sí te
das la paliza el día que los preparas para congelar, pero luego es
comodísimo. Evidentemente es una opinión personal; cada uno en su
casa que haga lo que quiera.
Para el caldo, si no
tenéis huesos de jamón, vale lo mismo un trozo de jamón que se os
haya quedado un poco seco y las verduras, pues las que tengáis por
el frigorífico, yo suelo utilizar las que ya se van poniendo feas o
de las que tengo un trozo que me ha sobrado de otra cosa. -Es lo
bueno de los caldos, que pueden ser cien por cien aprovechamiento,
porque además las verduras cocidas no se tiran, ya que con ellas y
un poco del caldo que también sobrará, salen un par de raciones de
puré. Y si no tenéis verduras, pues un cubito de caldo también
hace el apaño. Yo al caldo no le pongo
sal, pues al llevar el jamón, éste ya le aporta algo de sal y
prefiero rectificarla al acabar la receta.
Como parte de la receta
es de aprovechamiento, me gustaría presentarla al proyecto de Marisa
1+/-100, desperdicio 0
pero no sé que le pasa a
mi ordenador que desde que empezó este mes de febrero, no me abre el
enlace de Thermofan para poder colgar las recetas (ni para ver los
recopilatorios de meses anteriores) y eso que ya le he toqueteado
hasta donde mis escasos conocimientos de informática me permiten,
pero sin ningún resultado. Aún así la etiquetaré por si en algún
momento se soluciona el problema y la puedo colgar.
Níscalos frescos ya no
hay, pero seguro que alguna los tiene congelados como yo y si no,
también se puede hacer con otra clase de seta. U os guardáis la
receta para hacerla cuando vuelva a haberlos, pues las patatas quedan
muy ricas.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
* Para el caldo:
1 ó 2 huesos de jamón
(según tamaño) con jamón
1 zanahoria
1/2 calabacín
1/2 pimiento rojo
1 tronco de brécol
1 trozo de la parte verde
de un puerro
unos cascos de cebolla
agua
* Para las patatas:
425 gr. de patatas (peso
en limpio)
200 gr. de níscalos
congelados
50 gr. de cebolla
40 gr. de pimiento verde
1 diente de ajo mediano
1/4 tsp.
de comino en grano
1/2 tsp. de pimentón
agridulde de La Vera (IGP)
4 semillas de pimienta
negra
1 hoja de laurel
500 ml. del caldo
previamente preparado
50 gr. del jamón del
caldo
AOVE y sal
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos de
cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de
inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico,
gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo
mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela
convencional.
* Del caldo:
Disponer en la olla WMF
los huesos de jamón lavados y las verduras igualmente lavadas y
enteras. Añadir agua justo hasta que los huesos queden cubiertos,
cerrar la olla, llevarla a ebullición y cocer 20 minutos desde que
suba la válvula por completo. Apagar el fuego y dejar que pierda
toda la presión antes de abrirla.
Abrir la olla. Sacar las
verduras y reservarlas para otra elaboración. Recuperar el jamón de
los huesos, eliminando éstos y la piel y el tocino. Deshilachar con
los dedos el jamón, reservar 50 gr. y utilizar el sobrante para otro
plato. Colar el caldo para eliminar impurezas y dejar que se enfríe. Una vez frío, retirar
con una cuchara la grasa que pudiera tener en la superficie, apartar
500 ml. y con el resto, hacer una sopa, un puré o congelarlo para
otra ocasión.
* De las patatas:
Pelar el ajo, partirlo a
la mitad y quitar el germen. Reservar.
Picar la cebolla en
brunoise y el pimiento en cuadrados de un centímetro de lado.
Reservar ambos ingredientes.
Machacar en el mortero
las semillas de comino, añadir la de pimienta negra y dar dos golpes
para partirlas un poco. Reservar.
Lavar las patatas, pelar
y cortar en trozos de tamaño medio. Al cortarlas, no llegar con el
cuchillo hasta el final del corte, sino que tronchar el final del
corte. De esta forma, la patata liberará almidón y espesará el
caldo. Reservar.
Poner a calentar un fondo
de aceite de oliva virgen extra en una sartén honda mediana. Cuando
alcance temperatura, agregar la cebolla, el pimiento verde, un poco
de sal y el contenido del mortero. Cocinar a fuego suave. Cuando las
verduras se rindan un poco (es decir, cuando empiecen a ponerse
blandas), añadir los níscalos sin descongelar y seguir rehogando
justo hasta que se descongelen. Retirar del fuego y reservar.
Poner a calentar un fondo
de aceite de oliva virgen extra en la olla rápida. Freír el diente
de ajo y retirar cuando empiece a tomar color. Incorporar las patatas
y rehogar. Añadir el pimentón y seguir rehogando cuidando que no se
queme para que no amargue. Agregar el caldo, la hoja de laurel
lavada, las setas cocinadas, el jamón y un poco de sal. Tapar y
cerrar la olla, llevarla a ebullición y cocer 5 minutos desde que
suba la válvula por completo. Apagar el fuego y dejar que pierda
toda la presión antes de abrirla.
Rectificar de sal, si
procede y servir.
A comer.
Te digo lo que le acabo de decir a Elisa, que un guiso es la mejor solución para una comida, acompañado de una ensalada y una fruta no se necesita nada más, y nada menos. La combinación níscalos-jamón no la he probado, pero tampoco necesito hacerlo para saber que me gustará, con esos ingredientes y esa elaboración la garantía de sabrosura y ricura están garantizadas.
ResponderEliminarUn beso.
Este tipo de guisos es de los pocos que en mi casa se hacen de plato único, ya lleven setas como éste o un resto de carne guisada o callos, porque coincido contigo en que apenas necesitan nada más para constituir una comida completa.
EliminarLa combinación níscalos-jamón nos gusta mucho. De hecho, las dos recetas que tengo en el blog cuyo plato principal son los níscalos (con bechamel y encebollados), ambas llevan jamón, pues hacen una pareja perfecta.
Un beso.
Hola, un plato espectacualr que no hace falt esperar a tener restos para hacerlo. Un beso!!
ResponderEliminarYa lo creo, sólo hay que esperar a que haya níscalos para hacerlo. Y si se tienen congelados, ni eso.
EliminarUn beso.
Pues menos mal que vengo yo a visitarte sin saber que la receta es para el proyecto y ya te la he colgado. No sé qué te puede pasar, porque la herramienta funciona bien. Tienes mi correo y si sigue pasando y por lo que sea, no me entero, avísame por allí.
ResponderEliminarNo he congelado níscalos y mira que congelo cosas, pero nunca lo he hecho con lo que me gustan. Al año que viene, a ver si me pongo.
Este plato ya sabes que me encanta sin que te lo diga. Usamos las dos la olla y este tipo de recetas se preparan en un momento.
Me gusta la combinación que has elegido y veo los consejos que le has dado a Lola. Yo por la sal, no suelo comer mucho jamón, hija, es que tengo tantas restricciones, que me limitan...
Muchas gracias por volver a estar en el proyecto y besos.
Gracias por colgar la receta. El problema es de mi ordenador, lo sé, pero no doy con él. Seguiré intentándolo para colgar la otra receta que preparé para tu proyecto, el cerdo guisado con salsa de caquis y nueces.
EliminarLa verdad que vivir con tantas restricciones alimenticias tiene que ser una lata y muy difícil de seguir, sobre todo cuando se come fuera de casa y aunque ya estés acostumbrada, tiene que suponer mucho sacrificio.
Besos.