Uno de mis pecadillos al
hacer la compra es que se me antoja casi todo lo que veo que no
conozco. Cuando tengo prisa no hay problema, pues voy derecha a las
estanterías, cojo lo que llevo apuntado en la lista (¡qué tiempos
aquéllos, cuando llevaba la lista en la cabeza y no se me olvidaba
nada!) y salgo pitando. Pero el problema viene el día que no tengo
prisa: me paseo tranquilamente por los pasillos mirando con
detenimiento los artículos de los estantes por si hay alguno nuevo o
que desconozco o que no haya probado nunca. A veces me retiene no
saber qué haría o como utilizaría el ingrediente en cuestión pero
otras no me lo pienso y lo cojo. Después, en ocasiones, me pregunto
para qué habré comprado tal o cual cosa y ahí se queda cogiendo
polvo en la despensa.
Pues eso me pasó con la
salsa Gaucha. Ya la había visto más veces en el supermercado, pero
un día decidí que ya era hora de probarla y para el carro que se
fue. Luego llegué a casa, no supe cómo utilizarla y se quedó
arrinconada en la alacena.
Bastante tiempo después,
un día que andaba cocinando con prisas, le pedí a mi pareja que me
trajera un bote de salsa rosa de la despensa. Se confundió y me
trajo el de la Gaucha y lo abrí sin fijarme en que no era el que
quería. Ahora que lo tenía abierto, tenía que utilizarlo antes de
que se estropeara y se me ocurrió esta receta. Nos gustó tanto que
desde entonces, la he preparado ya muchas veces. Ahora compro a
propósito la salsa para guisar este conejo.
La salsa Gaucha es una
marca comercial de Ybarra. Es una salsa parecida a la que se vende
como “estilo argentino”, por si alguien se anima a cocinarlo y no
encuentra esta salsa.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
1 conejo de campo
2 dientes de ajo grandes
60 gr. de cebolleta
220 gr. de calabacín, preferiblemente
verde claro
100 ml. de vino blanco seco
50 ml. de agua
75 gr .de salsa Gaucha Ybarra
1 tbs.
de espesante marca Maizena
1 ó 2 pimientas de cayena
AOVE
sal
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos de cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico, gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela convencional.
Lavar minuciosamente el
conejo y secar con papel de cocina. Trocear, salar y reservar.
Pelar los ajos, eliminar
el germen si lo tuvieran, partir en dos trozos y reservar. Picar la
cebolleta en dados de dos centímetros de lado y el calabacín en
cuatro o seis trozos y reservar.
Eliminar las semillas de
las pimientas de cayena, si se desea.
Poner un fondo de aceite
de oliva virgen extra en la olla WMF y calentar. Cuando esté bien
caliente, agregar el conejo, los ajos, la cebolleta, el calabacín y
las cayenas y rehogar a fuego fuerte.
Añadir el agua a la
salsa Gaucha para rebajar la densidad y remover. Agregar a la olla
junto con el vino blanco, colocar la tapadera, cerrarla y llevarla a
ebullición. Cocer 25 minutos contados desde que suba la válvula del
todo. Apagar el fuego y dejar que la olla pierda toda la presión
antes de abrirla.
Abrir la olla, sacar los
trozos de conejo a una fuente, eliminar las cayenas y triturar la
salsa con la batidora de brazo. Colocar de nuevo la olla en el fuego,
añadir el espesante, remover y llevar a ebullición a fuego fuerte.
Cocer cinco minutos, rectificar de sal, volver a introducir el
conejo, seguir cociendo otros dos minutos para que la carne se
caliente, apagar el fuego y servir.
A comer.
Cuando la salsa tiene buen sabor, no necesita mucho acompañamiento, pero si su gustito es desconocido por mis comensales, el tema se complica. Yo no soy de comprar salsa hechas, excepto alguna mayonesa en verano, la gaucha no la conozco, pero con esos ingredientes que le has añadido al conejo, muy mal se tiene que dar su sabor para estropear la receta, ya que por si sola funciona bien. Si tú la aconsejas, no hay más que hablar, habrá que probarla.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lola. Salvo determinadas cosas que sé que van a ser rechazadas de plano, puedo experimentar bastante con nuevos ingredientes y sabores. Aunque nunca digo qué lleva una receta nueva hasta que se le da la aprobación, por si acaso. La salsa por si sola tiene un sabor más bien fuerte, pero se suaviza mucho al llevar tanto calabacín. A nosotros nos gusta mucho, pero claro, eso es una opinión personal.
EliminarUn beso.
Hola, es una carne limpia y muy sana, pero esa salsa se sale dela pantalla, qué maravilla amiga mia!!!un beso
ResponderEliminarHola Elisa. Verdaderamente, la salsa tiene mucho peligro pues con un buen pan te pones a mojar salsa y te olvidas de la carne.
EliminarUn beso.