lunes, 5 de abril de 2021

Patatas con limón y orégano

Creo que es la primera vez que el mismo día que veo una receta, la hago. Iba a preparar una guarnición de patatas para comer, pensaba cocerlas y dorarlas posteriormente en aceite bien caliente, vamos, nada del otro mundo. Como es habitual cuando no trabajo, me dí una vuelta por mis webs favoritas en lo que desayunaba y encontré esta receta en Smitten Kitchen y... me enamoré de ella ya antes de acabar de leerla. Por favor, eso prometía estar “rebueno”, así que ese mismo mediodía las comimos, no fuera ser que la receta se me quedara traspapelada entre la inmensidad de ellas que tengo apuntadas en pendientes.

La promesa se cumplió a pesar de haber modificado un poquito la receta. Están buenísimas. Bueno, siempre que guste el limón, porque saben a limón y mucho. El orégano se aprecia poco, cuando las repita, que lo haré, le pondré más, seguramente el doble pues probablemente lo agradecen. El punto de sal para mí es perfecto y el de pimienta negra no es exagerado, lo suficiente para dar carácter a las patatas sin que estén picantes.

El tiempo de horneado es orientativo, pues dependerá mucho de la clase de patata, de si es nueva o vieja y del tamaño en que se corten los trozos. Por el mismo motivo, la cantidad de agua tampoco es fija; lo importante en este caso es que en la última parte del horneado no se queden nunca sin líquido. Al final las patatas lo absorberán casi todo y si queda algo de salsilla, no la despreciéis, pues está muy rica.

No sé cómo se conservan con el paso de las horas, no sobraron. Imagino que también dependerá de la clase de patata, si es de la que se pone zapatera o no. La mías eran de padre desconocido y no se acorchaban si las cocinaba con antelación, así que supongo que hubieran estado buenas al día siguiente.

Animaos a hacerlas. Son fáciles, sabrosas y diferentes. Y están buenísimas ¿o ya lo había dicho?

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

625 gr. de patatas (peso sin piel)

60 ml. de AOVE

1 tsp de orégano seco

1 tsp de sal fina

75 ml. de zumo de limón

la ralladura de la piel de un limón grande

1/2 tsp de pimienta negra molida

150 ml. de agua caliente

ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 220º C, con calor arriba y abajo.

Lavar las patatas, pelar y volver a lavar para eliminar cualquier resto de tierra. Cortarlas a lo largo en gajos gruesos, procurando que todos los trozos sean de tamaño similar. Disponer en una sola capa en una bandeja de hornear. Reservar.

Lavar y secar un limón grande. Exprimir el zumo hasta obtener 75 ml. y reservar.

Con un rallador fino tipo Microplane, rallar toda la piel del limón, evitando la parte blanca amarga. Disponer la ralladura en una taza.

Agregar a la taza el orégano seco, la pimienta negra y la sal fina. Mezclar e incorporar el aceite de oliva virgen extra. Volver a mezclar y verter el contenido de la taza sobre las patatas. Remover concienzudamente para que todos los trozos queden bien impregnados de la mezcla de aceite, mejor con las manos.

Introducir la bandeja en el horno calentado a 220º C, colocándola a media altura. Hornear 25 minutos, dar la vuelta a las patatas y hornear otros quince minutos.

Agregar a la bandeja el zumo de limón y 100 ml. de agua caliente. Asar otros veinte minutos o hasta que las patatas estén tiernas, añadiendo más agua caliente poco a poco si les faltara líquido; seguramente no hará falta todo el agua. Hay que tener en cuenta que según la clase de la patata, ésta absorberá más o menos líquido.

Sacar del horno, tapar con otra bandeja o papel de aluminio y dejar que reposen cinco minutos, durante los que seguirán absorbiendo líquido.

Servir con o sin la salsa sobrante del horneado, al gusto.

A comer.

12 comentarios:

  1. Estas patatas las tengo en mi lista de pendientes también, pero con autoría de "El comidista". Las vi, me gustaron y para la libreta, aunque pasa como con muchas, se quedan ahí y se olvidan hasta que no das una vuelta por las recetas antiguas. Has hecho bien en verlas y pá el horno, así las habéis disfrutado y yo veo lo que me he perdido de aquí atrás porque desde ya, les doy prioridad. Te han quedado riquísimas tan tostaditas, creo que me las comeré solas, que es lo que hago cuando la guarnición me gusta.
    Bss

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    1. Como eso de que las recetas se me queden para atrás me pasa también mucho, no quise que me sucediera esta vez, por eso no perdí tiempo y te aconsejo que tú tampoco lo pierdas y las hagas a la menor ocasión, porque están riquísimas. Confieso que yo comí más patatas que plato principal, así que, haz alguna más de las que en principio tengas pensado, no sea que luego te quedes con ganas, jejeje...
      Un beso.

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  2. Seguro que a mí me encantarían esas patatas, nada más mirarlas me están llamando para que las pruebe.
    Y es que yo, cuando veo patatas y pan, me siento perdida, no lo puedo remediar y soy de las que me comería un gran plato sin parar.
    En cuanto a tu comentario... poco puedo decirte de esta Semana Santa, yo no he salido ni a dar un paseo, tampoco el tiempo ha acompañado demasiado, el Viernes Santo llovió.
    Aunque no hubo procesiones, si han sacado a la puerta de la iglesia la VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS y me imagino que le cantarían la salve como todos los años, lo he sabido por las noticias.
    En fin, confiemos en que el próximo año todo vuelva a la normalidad, las esperanzas están puestas en la vacuna.
    Te dejo cariños en un abrazo.
    Kasioles

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    1. A mí me enamoraron nada más verlas y al leer cómo se hacían, no pude resistirme. Están realmente ricas, con mucho sabor a limón. Al final yo comí más guarnición que principal, no te digo más.
      Yo tampoco he salido por la ciudad a dar un paseo, así que no sé cómo se habrá vivido la Semana Santa por aquí. Eso sí, no llovió, cosa rara, pues muchos años o llueve el Jueves Santo o lo hace el Viernes Santo y casi siempre mucho frío. Hasta en el tiempo ha sido atípica la Semana Santa.
      Ojalá el año que viene todo vuelva a ser normal.
      Un beso.

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  3. Hola Isabel, seguro que quedan muy ricas con este aderezo que nunca he probado, dicho sea de paso. Me gusta el resultado y ahora me toca a mí guardarlas en mis pendientes. Una guarnición fácil y rica que puede acompañar prefectamente a carnes y pescados. Mil besos y seguimos disfrutando!!!

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    1. Tienes mucha razón Elisa, son unas patatas que combinan a la perfección con carne y con pescado, yo creo que es por el limón, que tan buena pareja hace con el segundo y que anima las primeras si son suaves o las suaviza si son fuertes. No dejes de probarlas, están muy buenas.
      Un beso.

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  4. ¡Qué buenas! Con lo que me gusta el limón! Una guarnición o tapa perfecta. Besitos preciosa!

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    1. Pues si te gusta el limón te encantarán. Aunque yo creo que se prestan más como guarnición, como aperitivo también son apetecibles, recién hechas y acompañadas de una cervecita.
      Un beso guapa.

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  5. Por supuesto que son unas patatas de lo más apetecibles, ese saborazo a limón que deben tener es para no perdonarlo. En cuanto se me presente ocasión las pruebo. Llevo un buen rato apuntando todo lo que habéis preparado hoy, así que ya tengo para unos cuantos días el menú resuelto. Gracias Isabel. Un beso.

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    1. Y si eres una forofa del limón como yo, ni te cuento, están para chuparse los dedos. Además, al menos para mí, es una forma novedosa y diferente de hacerlas, que también apetece de vez en cuando variar la guarnición.
      Estos paseos por las cocinas virtuales son muy prácticos para buscar inspiración para el menú diario, lo único malo es que hay tantas cosas ricas que nos faltan días para probarlas todas.
      Un beso guapa.

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  6. Isabel, está claro que lo tuyo con esta receta fue un flechazo, nada de pasar a "pendientes", la hiciste y veo que has disfrutadno mucho con ellas. Desde luego suena bien eso de combinar limón y orégano, y el aspecto en las fotos es de lo más apetecible

    Abrazos y buen fin de semana!

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    1. ¡Cómo me has "calado", Javier! Pues sí. flechazo total, estoy esperando una excusa para volver a hacerlas y ponerle más orégano, pues es un ingrediente que me gusta mucho y para mi gusto su
      sabor es excesivamente sutil.
      Disfruta del fin de semana.

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