viernes, 15 de octubre de 2021

Paté de hígado de pollo al brandy

Comentaba Marisa hace unos días en su Pisto del revés revisitado (por cierto, me encanta el nombre de la receta) que la berenjena no es nada fotogénica pero sí muy rica y eso mismo pensé yo cuando hice este paté, que bueno está un rato, pero la vista... Seguro que si hubiera pasado por las manos de un estilista de alimentos se vería mucho más bonito y apetecible, pero éste es un rincón modesto en el que se muestra la comida tal como es y con el mismo aspecto que tendrá en las manos de cualquiera que se anime a hacer alguna receta, porque es muy frustrante invertir esfuerzo e ilusión en preparar un plato y comprobar que el resultado final, a la vista, en nada se parece a aquél que mostraba la fuente de la receta. Y vale que ya partimos de la base que las recetas de revistas, libros y sitios de internet profesionales tienen mucho trabajo de estilismo y de edición fotográfica, pero de ahí a que se falseen las fotografías, por no hablar de las recetas que clarísimamente no están cocinadas como se explican, hay mucho trecho. Si ya antes miraba atentamente las fotografías, ahora las escudriño con lupa buscando las posibles “trampas”, más fáciles de ver en ediciones impresas que en formato digital y que van más allá de licencias artísticas, lo que viene a colación de que hace un par de días, destripando la fotografía de un guiso de carne, se veía claramente que las cebollitas y las zanahorias no se habían cocinado con el guiso, si no que se habían cocinado aparte y añadido al plato una vez montado, al igual que las ciruelas pasas, que ni siquiera estaban cocinadas. ¡Pero si la carne no estaba guisada, si no frita y salseada! Señores, eso no es serio, eso es engaño.

En cambio este paté no tiene nada de engañoso. Ese color tan oscuro es el suyo, porque el hígado cuando se cocina se pone muy oscuro y como este paté es casi todo hígado, su color predomina y no queda rosado como otros que se ven por ahí. Pero está bueno, muy bueno en realidad. Aunque está más rico a temperatura ambiente, frío también está muy rico y se unta bien. Su sabor es dulzón pero no demasiado, por lo que le van genial unos pepinillos en vinagre, si os gustan los contrastes.

No sobre cocinéis el hígado, porque se volverá más duro, por eso es importante picarlo en trozos pequeños, para que se haga antes sin correr el riesgo de que se ponga más rígido y así conseguir después un paté de textura fina y cremosa, con cuerpo pero muy untable, que apenas endurece una vez hecho.

Tal vez os llame la atención la leche enriquecida con nata (*). En casa tomamos leche desnatada y para esta receta necesitaba que tuviera algo de grasa para que el paté no resultara demasiado magro, con lo que aquélla no me servía y tampoco quería abrir un brick de nata para tan poca cantidad, así que he utilizado monodosis de nata para café (en realidad es leche con nata, según los ingredientes), esas tarrinitas pequeñas de leche que dan en los aviones cuando te sirven el café (o daban, que hace años que no subo a uno). Creo que tienen la cantidad de grasa perfecta para la textura final del paté. Pero llegado el caso ni no queréis comprarlas, funcionará igual de bien sustituir la leche enriquecida por 15 gr. de leche desnatada y 15 gr. de nata con un 18% de materia grasa.

Para evitar que el paté se oxide en exceso, aconsejo, una vez se enfríe completamente, cubrirlo con una fina capa de mantequilla derretida, aunque si os gustan los patés tanto como a nosotros, no le daréis tiempo a que se oxide.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

300 gr. de hígados de pollo, a temperatura ambiente

100 gr. de cebolla

15 gr. de mantequilla

15 ml. de AOVE

30 ml. de brandy

30 gr. de leche enriquecida con nata (10% de materia grasa) (*)

10 gr. de copos de puré de patata

3 gr. de sal rosa del Himalaya

2 gr. de mezcla de cinco pimientas recién molida

ELABORACIÓN:

Limpiar los hígados de grasas, telas e impurezas. Sumergir en agua fría durante quince minutos, escurrir, lavar, secar con papel de cocina, picar en trozos pequeños y reservar.

Disponer en una sartén la mantequilla y el aceite de oliva virgen extra y llevar al fuego. Añadir la cebolla previamente cortada en brunoise y rehogar a fuego medio-alto y removiendo hasta que se ponga blanda y empiece a dorarse. Agregar entonces los hígados reservados, subir un poco el fuego y rehogar, removiendo, hasta que cambien de color; si empezaran a soltar agua, subir el fuego al máximo para que se consuma, sin dejar de remover. Incorporar la sal, las pimientas molidas y el brandy. Evaporar el alcohol y continuar la cocción hasta que la salsa reduzca y espese.

Bajar un poco el fuego y agregar la leche enriquecida. Remover y cuando recupere el hervor, apagar el fuego, apartar los hígados a un lado de la sartén y espolvorear los copos de puré de patata en la zona que tiene sólo salsa. Tapar y dejar en reposo un minuto. Destapar, remover para terminar de hidratar el puré y pasar el contenido de la sartén al vaso de la batidora de brazo.

Triturar inmediatamente la mezcla con la batidora de brazo hasta conseguir una pasta fina y homogénea, densa y untuosa, rectificando de sal, si procede. Aún caliente, pasar el paté al recipiente elegido, procurando que no queden huecos de aire, alisar la superficie y filmar a piel.

Dejar que el paté se enfríe a temperatura ambiente y después llevar al frigorífico hasta el día siguiente para que se asienten los sabores.

Consumir a temperatura ambiente. A comer.

16 comentarios:

  1. Isabel, me alegra que te haya hecho gracia el nombre de mi pisto. Lo puse hace años cuando no sabía que hay que elegir las palabras adecuadas para que Google te incluya en los buscadores y la gente te encuentre, pero como me sigue gustando, en la reedición, que no es exactamente, la misma receta, ni la misma TMX, quise repetir.
    Si te digo que hice un curso de fotografía culinaria y nos dieron trucos para engañar directamente... Pues eso, mucho de lo que vemos no es real y por supuesto, como bien dices es un timo. Si además, la receta no sale, ya es el colmo.
    ¿Sabes que me has hecho viajar? A la infancia más remota. En mi pueblo, en la calle Mayor, justo cerca de la academia de mi padre, había una tienda. El recuerdo que tengo es el de las dos señoras de negro, con maguitos impolutos blancos. Todavía tengo el olor de su paté de hígado y de cómo lo ponían sobre un papel encerado y lo pesaban.
    No era tan oscuro como el tuyo, pero si lo probara, seguro que me volvía a transportar a ese tiempo tan perdido ya.
    No sé si el suyo era de pollo o de cerdo, creo recordar que de éste último, pero da igual, ponerlo sobre una rebanada de buen pan, es algo lujoso. Tú nos lo ha puesto fácil con truco final y todo.
    Pongo el pan y me llevo la receta para ver si algún día lo hago y le llevo a mi hijo.
    Besos y feliz fin de semana.

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    1. Buenos días Marisa. Me alegra que no le hayas cambiado el nombre a la receta, hace que ésta tenga personalidad aunque pueda no coincidir con los criterios de Google. Lo de maquillar las fotografías para hacerlas más atrayentes lo entiendo hasta cierto punto, unos pequeños retoques me parecen admisibles pero cosa distinta es engañar. Es que lo de la fotografía de la que hablo es el colmo.
      ¡Qué bien que te haya hecho volver a tu infancia! Me encanta cuando una receta o una entrada evoca recuerdos bonitos. Te imagino al lado del mostrador, levantando la cabeza para tratar de ver cómo las señoras envolvían el paté y se lo daban a tu madre.
      El hígado era de pollo. El de cerdo lo encuentro un poco fuerte para hacer un paté que es casi cien por cien hígado. No sé si podrá comerlo, pero si sí, anímate porque está muy bueno.
      Un beso.

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  2. Las recetas de las revistas que me gustan, la mayoria por la atracción de la foto, cuando las he preparado difícilmente me han salido bien, lo que ocurre es que ya me conozco el tema y voy a lo seguro elaborándolas a mi manera. Tu paté me parece que tiene un color precioso que dice lo casero que es y lo rico que está, sobre todo sabiendo que es de confianza y te has tomado tu tiempo de comprobación para no dejar lo más mínimo a la duda y venir aquí a explicarlo al dedillo, y eso amiga mía no lo hace una revista. Y he dicho, que hay que ver lo en serio que me he tomado hoy la introducción.
    Bss

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    1. Buenos días Lola. Ya compro muy pocas revistas de cocina, pero de tarde en tarde cae alguna y es que me gustan especialmente por las fotografías, aunque también a veces traen alguna receta interesante que raro es que no modifique al cocinarla porque como tú, ya conozco el tema. En estas ocasiones siempre pienso que si un principiante cocina la receta en cuestión, tiene que sentirse muy frustrado cuando ve que su resultado se aleja mucho del que muestra la fotografía, pensando incluso que el fallo está en el él y no en ésta.
      El paté está riquísimo y su color es completamente natural. Creo que es algo que hay que indicar porque para alguien que nunca haya cocinado hígado, su color seguramente no le atraiga nada. Y hablando de indicaciones, a veces me gustaría extenderme más en ellas pues no sabes la experiencia en la cocina que tiene el que te lee y yo recuerdo que a mi madre la freía a preguntas cuando aprendía a cocinar (a veces lo sigo haciendo, jejeje). Las revistas muchas veces pasan demasiadas cosas por alto incluso aunque vayan dirigidas a lectores ya versados en la cocina.
      La cocina es cosa seria, aunque por lo cotidiana ya no nos demos cuenta.
      Un beso.

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  3. Buenos días Isabel, no hace mucho veía un programa en La2 de Julie Andrieu, una conocida cocinera francesa que recorre Francia con su pequeño mini rojo vintage, y a veces cocina con un chef de esos que tienen Estrella Michelin, Thierry Marx, se llama, y se aprende mucho, porque es un cocinero muy didáctico, continuamente explica y da consejos sobre qué no ha de hacerse en cocina, especialmente complicadnos cuando algo delicioso realmente no lo necesita, en el programa en cuestión, hicieron Foie mi-cuit varias personas, cada una con sus particularidades, a veces con exceso de ingredientes, y al final hizo su propia versión, y no solo lo hizo super sencillo, sino que era el que yo hubiera disfrutado al máximo. Tu paté me parece ideal, porque es auténtico y casero, no hay colorantes ni aditivos extraños, y el sabor seguro que es delicioso, lo imagino con un poco de pan y un buen vino, y no necesito nada más para sentirme en la gloria.
    Lo de las fotos en webs, libros y revistas, a veces tienen eso, más truco que otra cosa, el otro día, sin ir más lejos, buscaba información para editar un post de una tortilla para el Club, y como no me cuadraba el artículo que encontré en una página muy conocida entre los Bloggers, porque suele ser sitio de consulta muy interesante, le pregunté a mi marido, y me enseñó justo lo que necesitaba en uno de sus libros profesionales, que por cierto son libros sin fotografías, y es que dice que un buen profesional no recurre a eso, sino a fuentes de información fiables, teniendo en cuenta que el acabado final y la presentación también depende del talento que cada uno tenga. Pienso que una imagen vale más que mil palabras, pero cuando esa imagen cae en manos inexpertas, pasa lo que pasa, aunque nosotras no seamos profesionales de la cocina, al menos nos sirve la experiencia de llevar en esto tantos años.
    En fin, hija mía, que aquí hay tema para escribir páginas y páginas, siempre habrá discrepancias y mala intencionalidad cuando nos meten imágenes con trampa.
    Besos, feliz fin de semana.

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    1. Hola Concha. Sé el programa del que hablas, aunque nunca lo he visto. Siempre resulta muy interesante ver a los profesionales en la cocina y escuchar sus explicaciones, algo se aprende, porque por muy bien que se cocine, no dejamos de ser cocineras aficionadas a las que nos suele faltar técnica, al menos en mi caso, por eso, si yo tuviera a tu marido cerca, seguro que lo mareaba a preguntas al pobre. Y sintiéndolo mucho, de talento para presentar platos ando muy justita, por eso me ayudan tanto las fotografías y por eso las disecciono y me parece tan mal cuando son engañosas.
      Feliz fin de semana. Un beso.

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  4. Pues a mi tu paté me llama la atención y me apetece un montón... Cuidar un poco las fotos, la presentación me parece importante pero lo que realmente cuenta es el sabor de las recetas y no sé pero me da que muchos blogs de cocina ahora lo son de fotografía más que de fotos con recetas que fallan a menudo. Prefiero una foto más oscura pero con la total confianza que me salga rica si la prefiero que una foto exquisita con un resultado desastroso.
    Bueno resumiendo, cuando dé con hígados de pollo (que aquí son por encargo) en casa cae. Ya te diré!
    Besos y feliz domingo,
    Palmira

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    1. Hola Palmira. Vivimos actualmente un momento en que lo visual está por encima de todo, tal vez por la inmediatez de la información que ofrece una fotografía y se entiende que haya blogs con imágenes tan cuidadas, no lo que justifica en ningún caso que la receta no salga como debiera. A esos sitios yo les doy un par de oportunidades, pero no me arriesgo a que me fallen una tercera vez y no vuelvo.
      Si os gustan los hígados de pollo, os gustará la receta, pues sabe a eso, a hígado. Y si a tu familia no le resulta atrayente el color, siempre se lo puedes poner en la mesa sin triturar y sin los copos de puré de patata, como un segundo plato. A punto estuve de presentar así la receta, pero me apetecía preparar paté.
      Feliz domingo. Un beso.

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  5. Hola cariño, vaya paté rico, para untar en un buen pan y no parar. Yo rebañaría el cuenco para no dejar rastro. Un beso enorme

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    1. Hola Elisa. ¿Sabes que en principio tenía pensado hacer tu paté de hígado de pollo al microondas? Después cambié de opinión porque ya lo he hecho varias veces (muy bueno y rápido, por cierto) y tenía tiempo, así que pensando, pensando, se me ocurrió esta receta, que la verdad, está muy buena.
      Un beso.

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  6. Isabel, pues me queda más que claro que en tu paté no hay ni trampa ni cartón, como suele decirse. Y también me queda claro que estará de miedo, sobre todo porque viene de tu mano y lo has cocinado con mucho mimo. Soy muy fan de los patés, pero no los hago porque soy el único al que le gustan en casa.

    Recuerdo que cuando estudiaba fotografía nos pusieron algunos vídeos de técnica para que los platos luciesen de maravilla, pero creo que ahora todo ha cambiado mucho, con la fotografía digital y Photoshop hacen cosas increíbles. Yo personalmente trato siempre de poner el mismo empeño cuando cocino que cuando fotografío, me parece la mejor opción.

    Abrazos!

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    1. Hola Javier. Qué rabia que a nadie en tu casa le guste el paté porque la verdad, para uno sólo no merece la pena hacerlo. Lo mismo me ocurre a mí, que hay muchas cosas que sólo como yo y que casi nunca cocino por no tener que hacer dos comidas, aunque alguna vez me doy un capricho para no privarme siempre de esos platos.
      No creas que no estoy a favor de los retoques, pero una cosa es intentar que las fotografías queden más bonitas y otras que se manipulen tantísimo como se ve en algunos sitios. Tus fotografías personalmente me encantan, pues aunque tengan trabajo de edición, son honestas, sé que si yo hago el plato en mi casa, quedará igual, salvando las distancias lógicamente. Lo que nunca me quedaría ni parecida sería la foto, pues mis conocimientos en el tema están en pañales, alguien incluso diría que es otro plato, jajaja...
      Un abrazo.

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  7. A mi me parece de lo más apetecible. Lo importante es divertirse haciendo lo que hacemos que las complicaciones vienen solas, jjj. Sobre todo cuando lo pruebas y ves que te ha salido delicioso. Está de diez!! Bss preciosa! y feliz finde.

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    1. Buenos días Marian. Si al final las complicaciones dan buenos resultados, pues bienvenidas sean, porque a veces también suponen un reto para nosotras y superarlo suele ser un auténtico gustazo, a pesar de los posibles quebraderos de cabeza que hayan podido mediar. Y como bien dices, una vez pruebas el plato y ves que está para chuparse los dedos, todo se olvida.
      Un beso guapa. Buen fin de semana.

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  8. Que bueno se ve tu pate, mmm para correr por una rebanada de pan!
    Besos

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    1. Gracias Diana. Está muy rico, es fácil y lo mejor, sabemos qué lleva, que algunos patés comerciales empiezas a leer ingredientes y casi mejor no comprarlos.
      Un beso.

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