viernes, 20 de mayo de 2022

Cerdo en salsa de naranja

Hace unas semanas nos quejábamos del mal tiempo, ¿no?, pues ale, toma ola de calor, por protestar, así que yo me he enclaustrado y voy a hacer como los búhos, salir sólo de noche, siempre que pueda, claro está. Luego me dice el médico que tengo la vitamina D por los suelos y no es de extrañar, siempre he huido del sol como de la peste, no sé de qué me moriré, de vieja espero, pero os garantizo que de cáncer de piel no, porque lo contrario sería una broma de mal gusto del destino. Nunca he entendido a esas personas que se tumban al sol y se pasan horas vuelta p'arriba, vuelta p'abajo, que tiene mérito aguantar el solazo, no creáis y vale que la piel un poquito tostada es muy favorecedora, pero la piel conguito sólo te añade un porrón de años, por mucho que se empeñen en vendernos el moreno, natural o de rayos UVA. Con lo bonito que tenía el cutis mi abuela paterna, blanco, casi transparente, liso y brillante, sin una arruga, que la mujer tendría sus achaques, pero sentada, bien peinada, con esa piel y aquellos ojos azul agua, casi transparentes, daba el pego, la verdad que era muy guapa, como su hermana, otro bellezón con los mismos ojos y la misma privilegiada piel, dos mujeres nacidas a principios del siglo pasado, muy de su época, educadas para ser las perfectas esposas y amas de casa, unas auténticas señoras, en el sentido que tenía esa palabra hace un siglo. Cómo me hubiera gustado conocerlas en sus años mozos, con su forma de ser y comportarse tan distinta a la actual, casi como de otro mundo, tanto han cambiado las cosas...

En fin, vale de lamentarse de no haber heredado el cutis de ninguna de mis abuelas, que la materna también lo tenía muy bonito pero no llegaba a ser de porcelana como el de mi otra abuela y vamos con la receta. Por otras que tengo en el blog ya sabréis que me encanta cocinar con fruta. Además las carnes de cerdo y pollo, al tener un sabor poco pronunciado, admiten muy bien multitud de ingredientes y entre ellos, por supuesto, la fruta, ya sea en trozos o en forma de zumo. Hoy toca con zumo de naranja (otro día os enseño una que hago con piña, queda buenísima) y bastante pimienta para equilibrar el dulzor de ésta y del licor y la zanahoria. Rallad la zanahoria gruesa o fina, como queráis o como menos os protesten en casa. Yo la he rallado con un grosor medio y se ha deshecho casi toda en el guiso.

Me gusta cocinar esta receta en una cazuela de acero inoxidable sin recubrimiento anti-adherente, pues me encanta el sabor que proporcionan esos trocitos de carne tostada que se quedan pegados al fondo al freírla, ¿a vosotros no?.

Procurad que la salsa no hierva una vez añadida la nata para que no quede con aspecto de cortada. Eso no afecta al sabor, pero sí a la apariencia y ya se sabe que la comida entra primero por los ojos.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

1 kgr. de magro de cerdo cortado en dados de 4 cm. de lado, aproximadamente

100 gr. de cebolleta, incluyendo parte verde, en brunoise

1 tbs de harina de trigo de todo uso

100 ml. de zumo natural de naranja

25 ml. de Cointreau u otro licor de naranja

40 gr. de zanahoria rallada

8-10 hojas de apio, picadas groseramente

100 ml. de agua

100 ml. de nata con un 18% de materia grasa

1/4 tsp de pimienta negra molida

AOVE

sal

ELABORACIÓN:

En una cazuela de fondo grueso, dorar la carne a fuego alto en aceite de oliva virgen extra. Hacerlo por tandas para que el aceite no pierda temperatura. Ir sacando la carne a un recipiente y reservar.

Añadir más aceite a la cazuela en caso necesario y pochar la cebolleta con una pizca de sal, tapada y a fuego suave hasta que esté blanda, raspando de vez en cuando el fondo de la cazuela para desprender los trocitos de carne que se hubieran quedado adheridos. Cuando ya esté cocinada, apartarla a un lado de la cazuela y tostar la harina en el lado contrario; debe dorarse ligeramente y oler a harina tostada. Agregar el zumo de naranja y remover hasta que no queden grumos de harina.

Devolver la carne a la cazuela junto con los jugos que haya soltado, añadir el Cointreau, la zanahoria, la pimienta negra, el agua y sal al gusto, tapar y llevar a ebullición. Cocer a fuego suave durante 15 minutos, agregar las hojas de apio y cocinar, destapado o no según la densidad de la salsa que se desee, otros 10 minutos o hasta que la carne esté tierna.

Bajar el fuego e incorporar la nata. Remover y cocinar cinco más, sin que hierva. Rectificar de sal, si procede y servir.

A comer.

10 comentarios:

  1. Que rico plato de cerdo, con esa salsa para remojar, mmmm! Te llevo el pan?
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El pan casi tenerlo un poquito lejos, porque la salsa es muy tentadora, que sé de uno que antes de acabar la carne ya se queda sin salsa...
      Un beso.

      Eliminar
  2. Buenos días Isabel, cuánta razón tienes en todo, el sol es lo que nos da vida, pero si nos exponemos en exceso, también nos la quita, conozco más de un caso. Yo también soy de las que salen al sol bajo siete velos, soy un 'cuadro' de Monet, con sombrilla incluida, cuando voy a la playa o piscina, jajaja... Mis hermanas se ríen porque soy la más blanca del planeta, pero yo les digo que igual sería el caso, pero al contrario, si en lugar de Concha Cabello, fuera Venus Williams, jajaja...
    Esa salsita promete ser un puro gozo, mejor que nos pille con una buena talega de pan cerca, de lo contrario, me veo comiéndola a cucharadas, porque dejarla en el plato sería un pecado.
    Besos y usted se cubra bien, jajaja...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más que cubrirme, me escondo o voy por la sombra siempre que puedo y de salir en las horas de más calor, nada de nada, que el día es muy largo para organizarse y hacer las cosas cuando Lorenzo aprieta menos. De verdad que, llegado estos calores, no sé cómo los aguantáis ahí abajo, supongo que la costumbre ayuda porque el cuerpo se aclimata a todo, sólo hay que darle tiempo, pero no sé yo el mío.
      Te digo como a Diana, el pan mejor lejos o un trozo pequeño, que luego acabáis la salsa antes que la carne...
      Un beso.

      Eliminar
  3. Yo me apunto al grupo de los blancos, tengo la suerte de vivir junto al mar y veranear más cerca aún de él, así que nos verás caminando por la orilla a las 9 de la mañana, bañarnos a las 10 y volver a casa sobre las 11. Los paseos por la tarde después de las 19:30; pero también comprendo a las personas que no tienen esa suerte y tienen que disfrutar de la playa cuando pueden.
    Soy otra aficionada a cocinar con frutas, mi blog da buena cuenta de ello, en las guarniciones y salsas sobre todo, abundan. Así que doy la bienvenida a ese cerdo tan bueno con naranja, que es una fruta que le va muy bien, y a esa salsita espesa que me pone ojitos. ¡Quien la tuviera cerca!
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo sería de las tuyas, ese horario me iría perfecto para disfrutar del paseo, de la brisa y del agua. Entre aprovechar la playa por tenerla lejos y convertirse en una tostada viviente hay mucho trecho, que se puede llegar a un término medio sin que la piel lo sufra, que no nos damos cuenta de lo importante que es y muchas veces no la cuidamos como debiéramos.
      Como en casa no me quieren la fruta de guarnición normalmente la integro en el guiso y entonces ya no hay problema, salvo por el pan, que vuela. Así de contento está el panadero, jajaja...
      Un beso.

      Eliminar
  4. Hola Isabel. Es mi primera visita a tu cocina, y me he encontrado con una elaboración muy agradable. La carne de cerdo siendo magra, es tan saludable como la de pollo.😊😊
    Enhorabuena por esta receta que es muy fácil de hacer, y está riquísima.😋😋
    Veo que te proteges del sol, eso es muy bueno para la piel, pero tampoco hay que excederse, porque se producen otras carencias que también son importantes.
    Feliz finde. Bstes.😘

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Emma. Me alegra tenerte por aquí y que te haya gustado mi receta. Opino igual que tú, si la carne es magra, es tan saludable como otras. pero parece que el cerdo tiene mala fama.
      Qué mal me llevo con el sol, tanto que el médico me ha recetado vitamina D, con lo poco que me gusta tomar cosas. Así que ahora salgo algo más, pero cuando el sol ya está bajo, para ayudar a recuperar los niveles normales de vitamina D más deprisa.
      Bienvenida a mi cocina. Un beso.

      Eliminar
  5. Respuestas
    1. La verdad que el cerdo queda fenomenal cocinado con cualquier fruta.
      Muchas gracias.

      Eliminar