domingo, 15 de mayo de 2022

Bocaditos de ensalada de pavo y manzana

”Estás estresada”, “no, no lo estoy”, “te digo que sí lo estás”, “pues te digo yo que no”... ¿Y al final quién tenía razón? Pues este hombre, que hay qué ver la paciencia que tiene a veces conmigo. Y lo que me conoce, que él lo había notado hacía tiempo y yo viviendo en la inopia, sin ser consciente del estrés que tenía encima. En mi defensa diré que ésta no fue una de esas ocasiones en las que tu tranquila y monótona vida se ve alterada de un momento a otro por la causa que sea, causa que es perfectamente identificable como culpable del estrés. No, fue más bien como la piedrecilla que se desliza ladera abajo por una montaña cubierta de nieve y que va cogiendo volumen y velocidad a medida que avanza: a veces te vas cargando de pequeñas obligaciones que consumen tu tiempo y energía, que separadamente son asumibles pero que todas juntas generan una tensión y angustia con la que no siempre podemos y que no identificamos como estrés, porque se ha ido desarrollando lenta y silenciosamente y nos parecen normales el aumento del insomnio, la aparición de dolores “fantasma”, los comportamientos compulsivos... hasta que algo lo hace estallar o alguien te abre los ojos cuando te dice, casi de un día para otro, “cógete un par de días de vacaciones que este fin de semana nos vamos por ahí”. Y así, sin tener nada preparado, haciendo las reservas hoteleras a las once de la noche del día antes de irnos (más estrés, pero éste con gusto) y la maleta aún más tarde, nos escapamos unos días fuera que me hicieron darme cuenta de que él tenía razón y que yo tenía que parar un poco.

Y paré. Paré de todo lo que pude, incluido este rinconcito. Procrastiné también todo lo que pude (un inciso, el corrector del portátil no entiende estresada ni piedrecilla, pero sí procrastiné, que manda narices lo difícil que es decir la palabrita, pero, o el corrector es muy snob o yo una inculta) y no voy a decir que me he quedado como nueva, pero sí bastante apañada, ahora a ver si aguanto hasta las vacaciones de verano, que yo creo que sí, que tres meses sí tiro. Lo malo es que a algunas cosas me está costando volver, como aquí. He pensado tomarme un descanso, para replantearme algunas cosas, pero me he visto a mí misma como el perro que se persigue la cola y me he dado cuenta de que no es el momento. También se me ha pasado por la cabeza echar el cierre, pero finalmente lo he descartado. Así que volveré a daros guerra y a traeros recetas que no sé si le gustan a alguien, pero a mi sí y por eso os las enseño. Como la de hoy, fácil, rica, crujiente y fresquita, que está muy buena servida en un plato, pero aún más dentro de un bollito y si es un poquito dulce, como un croissant o un brioche, mejor que mejor, a mí es un contraste que me chifla.

No la hagáis con demasiada antelación para que la lechuga no pierda el punto crujiente, aunque otra opción es añadirla poco antes de comer. Tampoco la sirváis muy fría pues su sabor es suave y se aprecia mejor si no está recién sacada del frigorífico.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

120 gr. de fiambre de jamón de pavo, en un trozo

85 gr. de manzana granny smith, pelada y descorazonada

2 huevos tamaño L, cocidos y sin cáscara

50 gr. lechuga iceberg

25 gr. de cebolleta

1 tbs de eneldo fresco picado, sólo las hojas

60 gr. de mayonesa

60 gr. de queso fresco batido (tipo quark) con 0% materia grasa

10 gr. de ketchup

mini bollitos, mini croissants, rebanadas de pan brioche...

ELABORACIÓN:

Cortar el fiambre de pavo en daditos pequeños, como de medio centímetro de lado y disponerlo en un bol. Añadir la manzana cortada en dados de tamaño similar, los huevos cocidos picaditos y la cebolleta cortada menuda.

Lavar la lechuga, escurrir y secar con papel absorbente. Cortar en tiras de 3x1'5 cm., aproximadamente y añadir al bol.

En un cuenco aparte, mezclar la mayonesa, el queso fresco y el ketchup hasta conseguir una salsa de textura homogénea. Agregar el eneldo y mezclar. Verter en el bol y remover el conjunto hasta que los ingredientes queden distribuidos de forma uniforme. Tapar y llevar al frigorífico durante 30 minutos para refrescar e integrar los sabores.

Sacar de la nevera diez minutos antes de servir para que pierda un poco de frío.

Abrir los bollitos al medio, rellenar con ensalada y servir inmediatamente.

A comer.

16 comentarios:

  1. De vez en cuando hay que escuchar al cuerpo y hacerle caso, un descanso no viene mal a nadie cuando "no se puede con la vida", otra expresión novedosa. Pero eso de que se te ha pasado por la cabeza dejar el blog, ni mijita, como dicen por aquí, anda que no se desfoga en este espacio! Primero haces la receta, buenísima la de hoy por cierto, después las fotos, para finalizar con el post, para mí relajante como lo que más, y eso que a veces no tengo tiempo de ná y las fotos salen de aquella manera, todo se me pasa cuando las veis y echamos el ratito comentando.
    El bocata es muy veraniego y rico riquísimo, adaptable a gustos e ingredientes, aunque yo me quedo con todos y la salsa también.
    Te deseo un buen domingo y la semana por supuesto que también.
    Bss

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    1. Tengo la mala costumbre de no escuchar al mío, creo que por eso esta vez se vengó y decidió no avisar, jajaja... La verdad que no era para nada consciente de lo agobiada que estaba hasta que cogimos el coche y salimos por la puerta, fue como si me encendiera una luz. Lo de dejar el blog... sinceramente, una se me va y otra se me viene, cuando lo siento como una obligación me digo que no publico más pero luego pienso en lo que me animan estos ratos y cambio de opinión. En fin, a ver si se pasa la primavera y se lleva con ella esas ideas.
      Feliz semana. Besos.

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  2. Querida Isabel, me solidarizo contigo pues me veo reflejada en ti, al cien por cien, esto es un no parar, y no me refiero solo a bloguear, sino la vida en general, yo me levanto a diario con el ¡Ay! en la boca, cuando tenemos ciertas responsabilidades, acaban siendo obligaciones que nos agobian, por momentos, pero como dice Lola, el Blog me sirve para desfogar, y soltar eso que llevo dentro, que cada uno lo hace como quiere, o como puede, por supuesto, pero en el fondo que lo que tenemos en común, la mayoría de los Blogger es que en su momento, aunque fuera inconscientemente, comenzamos a escribir para eso precisamente, para desconectar, aunque suene a paradoja.
    Me gusta esta ensalada, mi hermano tiene pasión por ella, especialmente si en lugar de pavo, le añade salchichas alemanas, porque es él que la hace. Nunca la he comido en bocadillo, pero viendo los tuyos, se me hace la boca agua, imagino ese contraste dulcesito que recomiendas, con unos bollitos medias noches, y me entra la tembladera, jajaja...
    Al hilo del corrector, te diré que sí, es bastante curioso, por ejemplo en las palabras que citas, es normal ya que los diminutivos no están recogidos en el diccionario, sin embargo la palabra 'procrastiné' sí la admite como parte de la conjugación del verbo procrastinar, en su pretérito perfecto simple de indicativo, yo es que para los tiempos verbales soy muy exigente y le di mucha vara cuando estudiaban mis niñas, así que algo se me quedó grabado a 'jierro', aunque de vez en cuando meta la pata hasta el fondo, jajajaja...
    Me alegra que esa desconexión te haya servido para ver las cosas de otro modo, y lo del Blog que no te estrese, aquí publica cuando te salga del alma, de todos modos no nos pagan por ello y hay que tomarselo como válvula de escape.
    Besos y buena tarde.

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    1. La paradoja en mi caso es que yo no tengo muchas obligaciones, pero es que cada día puedo con menos, qué lata, no sé si será el tiempo o qué, pues la primavera siempre me trastoca, pero el caso es que, como dice Lola, no puedo con la vida, bueno, no es para tanto, pero me ha salido la vena dramática, jajaja...
      Es cierto eso que dices del blog y la desconexión. Eso era al principio, un rato para mí, que me absorbía y aislaba de la vida cotidiana, sobre todo de la laboral. Lo malo es que desde que teletrabajo, identifico mi portátil con el curro y no con el ocio y es como si estuviera todo el tiempo conectada a la oficina, al no cambiar de entorno y no relacionarme con nadie durante tantas horas, parece que el cerebro no desconecta nunca y muchas veces miro el teclado y me tira para atrás. Uf...
      El puntito dulce de un croissant, por ejemplo, contrasta a la perfección con la ensalada, puro vicio. Luego me quejo cuando voy a la tienda y tengo que pedir una talla más de pantalón, pero es que está tan rico, jjj...
      Feliz semana. Besos.

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  3. Hola preciosa, pues s´´i, hay que parar de vez en cuando por nosotras mismas y escuchar a nuestro cuerpo, también a los que tenemos a nuestro alrededor. Me alegro de que lo hicieras, deberíamos tomar tu consejo. De momento me paro a tomar este bocado tan exquisito que me has puesto delante, deliciosa cena, o almuerzo que sin prisas y saboreando lo deberíamos tomar. Un beso enorme!!

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    1. Intento hacerle caso, pero en esta ocasión no me dio señal ninguna. Aunque no tengo disculpa en cuanto no hacer caso a mi santo, así que he decido ser buena y hacerle más caso, pero no se lo pienso confesar, que luego se viene arriba, jajaja...
      Me sentaron tan bien esos días, que ya estoy pensando en otra mini escapada no tardando, tengo que aprovechar las pocas ocasiones que el trabajo se lo permite a mi pareja. Además prepararla también me sirve para desconectar, lo que me va muy bien ahora mismo.
      Esta ensalada, si va dentro del bollito, me gusta más como entrante para comer. Sin él, me encanta como plato único para la cena pues es muy completa y el queso fresco hace que la salsa, que por otra parte lleva la justita, no resulte nada pesada.
      Feliz semana. Besos.

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  4. Hola Isabel. Yo llevo desde después de Navidad con ese medio gas que no es normal en mí. Motivos tengo muchos, desde hace unos años, pero saco fuerzas y sigo al ser consciente de lo que me acontece, sé cuándo debo ralentizar y es lo que en esos momentos estoy haciendo con el blog.
    Lo de cerrar es la primera vez que se me ha pasado por la cabeza en 11 años y es porque veo que todo lo que me cuesta cocinar, fotos, escribir, son horas y horas para que después, cada vez venga menos gente a comentar y leer. Eso decepciona, pero hay que ser realistas y pensar en una. Al fin y al cabo, las que no ganamos dinero, tampoco nos debería angustiar.
    Yo no tengo ganas de estar en IG, ni en YouTube hablando, ni de perder más tiempo en ello, así que por ese lado, seguiré con el blog a medio gas y si reducen las visitas, me dará igual porque lo hago porque me apetece. Lo que también he hecho ha sido, hacer fotos con el móvil y descansar de cámara. La vida no me da para más y por eso, te entiendo perfectamente.
    Lo único que me falta es que me digan, vámonos a desconectar aunque sea un finde. Me alegra que tu pareja te haya regalado no sólo esa desconexión, sino el "aviso" para que fueras consciente.
    Me enrollo y no te digo nada sobre tus bocaditos. Imagino que ya sabes que son de los míos. Sanos, sencillos y ricos. No se puede pedir más.
    Ánimo y espero que te sirva comprobar que estamos más de una en la misma línea.
    Besos y buena semana.

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    1. Hay temporadas que cuesta hacer cualquier cosa. Si conocemos el motivo de ese estado de ánimo podemos tratar de gestionarlo, lo malo es cuando no vemos la razón y sólo nos queda esperar a que nos cambie el ánimo, lo cual puede ser muy frustrante. Es en estas ocasiones cuando sentimos como un lastre cosas que siempre nos han gustado, de algunas no se puede prescindir pero de otras sí y ahí es cuando nos planteamos dejar el blog, por ejemplo, porque todo el trabajo que lleva detrás una entrada compensa cuando alguien nos deja un comentario o se asoma sin decir nada pero nos visita. Y es que, cuando empezamos y nadie nos conoce, no nos damos cuenta de lo importantísimo que es saber que a alguien, al otro lado, le gusta lo que haces.
      Seguramente Carlos sí te dice alguna vez "mamá, para" o algo parecido o te lo diría más si aún viviera contigo, aunque seguro que si te quedas en silencio oirás la voz de tu cabecita avisándote, esa a la que muchas veces no le hacemos caso, al menos yo, que soy muy desobediente, jajaja...
      Ánimo también al tí, Marisa. Tal vez hoy no nos demos cuenta de lo hermoso que es el día, pero seguramente sólo tengamos que recordar como fue un día de hace un año o tres o siete años para volver a ser conscientes de lo afortunadas que somos.
      Feliz semana. Besos.

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  5. Isabel, en primer lugar, decirte que espero que te encuentres bien y que este descanso te haya servido para tomar fuerzas, al menos las suficientes para aclarar ideas y poner cosas en orden. Echaba de menos tus recetas y me alegra verte por aquí de nuevo. Hay ocasiones en las que uno no ve lo que le ocurre, pero que afortunadamente hay quien está pendiente de ti y te ayudó a echar el freno de mano... Lo importate también es que es que lo hayas pasado bien en tu destino.

    Estos bocaditos me parecen ideales para una cena, pavo y manzana ligan de maravilla, entre dos panecillos de este tipo tienen que volar de la mesa

    Lo dicho, que me alegra verte por aquí! Abrazos!

    PD: Creo que en mi vida había escuchado ni leído la palabra "Procrastiné", no solo de recetas aprende uno en tu cocina... 😉

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    1. Gracias Javier. Sí, lo estoy, la sangre no llegó al río, como suele decirse y prueba de ello es que ya estoy liada programando una escapada para dentro de dos semanas, aprovechado que mi pareja puede, que no siempre se lo permite el trabajo, así que, todo bien.
      Estos bollitos son de esas recetas típicas que pones en una mesa de picoteo y desaparecen enseguida. No sé que tendrán las presentaciones dentro o sobre pan/bollito que nadie puede resistirse a ellas, son siempre apuesta segura.
      Es raro que no hayas oído el verbo "procrastinar". Se puso de moda hará tres o cuatro años y aparecía constantemente en todos los medios de comunicación. Tal vez ahora se diga menos, a lo mejor pasó la moda o porque es bastante difícil de pronunciar, a mí las erres se me hacen un lío...
      Un abrazo.

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  6. Tienes mucha suerte al poder contar con una persona que te quiere y está pendiente de ti, de vez en cuando necesitamos evadirnos y cambiar de hábitos.
    Agradezco tus bocaditos, la combinación de ingredientes me parece de lo más deliciosa.
    Cariños.
    Kasioles

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    1. Es verdad Kasioles, a veces no nos damos cuenta de que esa persona que está a tu lado, está a TU lado y son detalles como éste los que nos lo recuerdan.
      Son muy ricos y con estos calores apetecen mucho platos más frescos, aunque para que sean más sanos tengamos que prescindir del bollito, pero bueno, un pecadillo de vez en cuando...
      Un beso.

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  7. Querida Isabel te entiendo perfectamente, el estrés no siempre viene con un cuadro de nervios y disgustos. Llevo unos meses con los síntomas que describes y pensando en unas largas vacaciones blogueras, después pienso que esta temporada esto es mi única vía de escape y seguro que si lo dejo me arrepiento, pero desde luego que tampoco hay que tomarlo como un trabajo que si no es para enloquecer.
    Tus bocatas me gustan muchísimo, recurro muchas cenas a alguno parecido, así que tomo nota de estos que se que nos gustarán.
    Un besote corazón y feliz semana.

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    1. Ese tipo de estrés es peor que el otro, pues se instala de forma tan lenta y sutil que no se percibe muchas veces hasta que nos rompemos o tenemos la fortuna de que alguien nos avise. Lo de dejar el blog ha sido porque en muchas ocasiones lo he sentido como una obligación y ha dejado de hacerme feliz. Luego tomo un poco de distancia y veo que, como dices, es una vía de escape para contar mis cuitas o evadirme; por eso sigue abierto. No sé cuál es tu caso concreto, pero creo que aunque a veces se nos haga un mundo cocinar, fotografiar y editar, estos ratos en los que hablamos compensan.
      En este tiempo van apeteciendo cenas más informales y desenfadadas, como unos bollitos de este tipo. Son recetas que preparo todo el año pero con el calor más, no sé, saben a verano.
      Ánimo Manoli. Si te apetece cerrar, cierra, tal vez sea mejor para mí que babear con tus recetas, casi todas fuera del alcance de mi destreza culinaria (las masas, ay, mi asignatura pendiente), jejeje...
      Feliz semana. Besos.

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  8. Hola Isabel, estos bocaditos me parecen la mar de ricos!!
    Un beso

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    1. Sí, no sé qué tienen pero no duran nada en la mesa, es algo que tengo más que comprobado. Si les sirves la ensalada en el plato se la comen, claro, pero tal vez no repitan. Eso sí, ponla dentro de un bollito y te dirán que porqué no preparaste más, jajaja...
      Un beso.

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