Pero afortunadamente los hados intervinieron o hubo una conjunción de astros, a saber, hacía frío (mucho), tenía níscalos y ganas de lentejas, así que lo metí todo en la cazuela con un par de cosillas más y aquí está el resultado, un plato suave y ligero que quita el frío sin ser pesado y muy fácil de hacer, que es otro ingrediente a tener en cuenta.
A nosotros no nos gustan muy caldosas, así que apenas cubro las lentejas con agua. Utilizo sal gruesa para el remojo y el cocinado, por nada en especial, supongo que porque se lo vi hacer toda la vida a mi madre y he heredado su costumbre. Tanto es así que no sé calcular la sal si uso de la fina, quedándome muy sosas o muy saladas, así que hace ya tiempo que decidí que si me quedaban en su punto con sal gruesa, ¿para qué cambiar?.
Por aquí ya no quedan níscalos, las heladas nocturnas han acabado con ellos, pero repetiré las lentejas cuando vuelva a haberlos. Si por vuestra zona aún hay, no dudéis en hacerlas, os gustarán.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
*Todos los pesos en limpio
175 gr. de lentejas pardinas
55 gr. de cebolla
35 gr. de pimiento verde
50 gr. de tomate
200 gr. de níscalos
1 hoja de laurel
1/4 tsp de hierbas provenzales
sal gruesa
AOVE
ELABORACIÓN:
La noche antes, poner las lentejas en remojo con agua fría y un poco de sal gruesa.
Al día siguiente, escurrir las lentejas, enjuagar y reservar.
Cortar y desechar la parte terrosa del pie de los níscalos. Si están muy limpios, frotarlos delicadamente con un paño húmedo para eliminar tierra y restos vegetales y si no, lavarlos bajo el grifo con un hilo de agua y uno a uno, frotándolos con un cepillito para eliminar la suciedad e ir colocándolos en un escurridor. Una vez limpios y escurridos, cortar en trozos pequeños de tamaño similar y reservar.
Picar la cebolla muy menuda. Cortar el pimiento y el tomate en dados pequeños. Reservar.
Poner un fondo de aceite de oliva virgen extra en una cazuela y calentar a fuego medio. Agregar la cebolla y el pimiento verde y pochar. Cuando la cebolla empiece a estar blanda, agregar el tomate y cocinar el conjunto a fuego medio. En el momento que el tomate empiece a ablandarse, añadir las lentejas, la hoja de laurel y las hierbas provenzales, cubrir con agua máximo un centímetro por encima de las lentejas, añadir sal gruesa al gusto, tapar y llevar a ebullición.
Cocer ocho minutos a fuego suave e incorporar los níscalos. Remover, volver a tapar y una vez recupere el hervor, dejar que hierva unos 10-12 minutos o hasta que las lentejas estén cocinadas.
Rectificar de sal, si procede y servir. Mejoran de un día para otro.
A comer.
Buenos días Isabel. Es cierto, a mí también me pasa lo mismo, hay cosas que dejo de cocinar, sin motivo, y esos son los platos que llamo la cocina del olvido, y que en más de una ocasión he recuperado para el blog. Bueno con las lentejas no es que me pase, porque en casa son imprescindibles, hasta en verano, sobre todo porque a mi marido le encantan. Y a mi padre se las doy al menos una vez a la semana, por aquello de que aportan mucho hierro, y como le gustan tanto, pues nada, potaje al canto, jajaja…
ResponderEliminarPor aquí la temporada de setas ha sido casi inexistente, en un colmado eco que hay cerca de casa, las traen de la Sierra, pero no las he comprado, apenas ha durado el cartel en el escaparate un par de semanas, y cuando he ido a echar mano, ya no tenían, evidentemente no iban a durar eternamente.
Me encantan las lentejas con setas, tengo publicadas un plato con Shiitake y Langostinos que quita el sentío, por eso sé de más que tu plato, con Níscalos debe estar riquísimo, tal cual así sequitas es como me gustan, bueno en general no suelo hacer las lentejas muy caldosas, mi madre decía que estaban más ricas "concentraítas" y que quieren quisiera caldo, que para eso tenía el grifo en la cocina, jajaja…
Besos y feliz lunes, si es que te gustan los lunes, porque a “Bambi" no le gustaban, jajaja…
Hola Concha. Me gusta eso de la cocina del olvido y es que es cierto que algunas recetas se nos olvida por completo cocinarlas y no será porque no nos gusten, precisamente. Me ocurre mucho con las legumbres, nos gustan mucho (las alubias sólo a mí, en fin...) pero forman parte bastante poco del menú semanal, que encima la cosa tiene delito, con lo buenas que son en esta tierra. Si ya se sabe, en casa del herrero, cuchillo de palo.
EliminarTampoco aquí ha habido mucha seta y menos mal que ha llovido estas semanas anteriores y las temperaturas han sido cálidas, que si no, otro año sin ellas. Por suerte he podido disfrutar de algún boletus, níscalos y de cardo, no me puedo quejar.
Sabias palabras las de tu madre, que aclarar el caldo tiene rápida solución y es mejor añadir más líquido al final que cocer en exceso para consumirlo.
Lunes, martes... ¡qué más da! Lo importante es saber disfrutar cada día, ¿verdad?.
Un beso.
Nos gustan mucho las lentejas, una vez a la semana procuro hacerlas, de hecho es el plato estrella del día de Nochevieja, mi madre siempre ha dicho que presagian abundancia para el nuevo año. Con verduras las he preparado mil veces, con níscalos ni una, no hay costumbre, las setas se han reservado para otras recetas, pero ahora que lo dices, tampoco quedan mal, serían buenas integrantes con esta legumbre con mala prensa a veces, bien acogida en mi casa siempre. Buen aspecto tiene ese plato, aunque yo lo cocino con más caldo, cuestión de hábito nada más.
ResponderEliminarBss
Hola Lola. Lo de las lentejas en nochevieja creo que también es una costumbre muy extendida en Italia. A nosotros también nos gustan mucho pero creo que si las pongo esa noche, la cara de los comensales sería para recordar toda la vida, jajaja...
EliminarSuelo hacer los níscalos con patatas pero por variar un poco los preparé con lentejas y he de decir que nos han gustado mucho, así que las repetiré cuando tenga ocasión, pues la receta lo merece.
Lo del caldo de las lentejas es cuestión de gustos, tan buenas están caldosas o como sequillas. Además, es algo que se puede adaptar muy fácilmente al gusto de cada comensal.
Un beso.
Las lentejas las comemos de día, no de noche.
EliminarTe entendí mal. Me confundí con la costumbre italiana de cenarlas ese día.
EliminarHola Isabel. Vengo de comentar el plato de lentejas de Juan y ahora a disfrutar del tuyo porque ya sabes cuánto me gustan los níscalos. Esta semana los utilicé en un arroz tipo paella caldosa y que es un clásico en casa.
ResponderEliminarTambién como a vosotros las lentejas nos gustan poco caldosas.
Muy ricas las tuyas.
Besos.
Hola Marisa. Seguro que ese arroz caldoso que hiciste con los níscalos estaba muy rico, con gusto lo hubiera probado. Pero estas lentejas tampoco están mancas, precisamente. Veo que hasta ahora somos más los adeptos a las lentejas espesitas, lo que me sorprende un poco pues me había hecho la idea de que en general se preferían más bien caldosas...
EliminarUn beso.
A nosotros tampoco nos gustan muy caldosas, así que ideales cómo las has preparado y con níscalos no te cuento... ya lo sabes... Unas lentejas de lujo. Un abrazo guapa!
ResponderEliminarHola Mariam. Caldoso o no es un plato muy sencillo que merece la pena cocinar. Además, no sé, parece que con los níscalos las humildes lentejas se visten de fiesta...
EliminarUn beso.
Ciao Isabella, non ho mai unito questi ingredienti, grazie a te scoprirò nuovi sapori!
ResponderEliminarCiao Lea. Legumi e funghi si combinano molto bene, vi consiglio di provarlo, sono sicuro che vi piacerà.
EliminarIsabel, sí que apetecen ya platos de cuchareo, hoy en casa caerá uno. También me he propuesto comer más legumbres, pero luego, por una cosa u otra, no encuentro el momento y se me pasan los días volando.
ResponderEliminarNunca he cocinado lentejas con níscalos, realmente casi siempre las cocino con alguna verdura y con chorizo, como las he visto hacer toda la vida en casa.
Cuando cocino prefiero también la sal gorda, no sé qué me pasa con la otra que me cuesta cogerle el punto.
La cuestión es que probaría encantado tu plato, estoy seguro de que disfrutaría mucho con estas lentejas
Abrazos!
Hola Javier. Ya había ganas de cuchara. al menos en mi casa que hasta que no hace mucho frio apenas los cocino y con lo tarde que ha llegado este año, sólo había cocinado legumbre un día.
EliminarEn casa de mi madre las lentejas se hacían solas o con chorizo, soy yo la que hace recetas más variadas con casi todo lo que se me ocurre.
Utilizo sal fina o gruesa según el plato y si las intercambio, nunca me queda bien sazonado, así que hace tiempo que dejé de hacer experimentos y decidí que a cada plato, su sal. Una de tantas manías.
Un abrazo.
En casa suelo cocinar legumbres todo el año y de mil maneras, con setas tengo pendiente hacerlo porque como dices, nunca combinan todos los elementos jajaja Fíjate que yo también uso sal gorda para las lentejas pero no me preguntes el porque, nunca lo vi hacer en casa y solo lo hago con las lentejas... Manias mías pero oye si somos dos esto significa que algo químico tiene que ser y no lo sabemos.
ResponderEliminarYa apetecen estos platos de cuchareo y hay que disfrutarlos que el verano se ha estirado mucho este año!
Besos y feliz fin de semana,
Palmira
Hola Palmira. Pues en mi casa la legumbre en verano sólo se come en ensalada y poco, nos gustan pero no tengo mucha costumbre. En cuanto a la sal gorda pienso que sí, que tiene su razón de ser que seguro alguien nos dijo en su día y hemos olvidado, aunque no el utilizarla.
EliminarCon lo que os gustan las setas a vosotros, prueba algún día a cocinarlas con legumbres, quedan riquísimas.
Feliz fin de semana. Un beso.