La masa de estas crêpes
es la que ha hecho mi madre toda la vida. Quedan ricas, ligeras y
sobre todo, flexibles, lo que es importante a la hora de rellenarlas.
El relleno se lo he cogido prestado a Lidia de Atrapada en mi cocina,
aunque he hecho ligeras variaciones en cuanto a los ingredientes y la
forma de prepararlos.
He hecho unas crêpes
pequeñas porque aunque es un relleno muy rico, “cansa”, ya que
la morcilla de Burgos (IGP) es muy contundente y además lo preparé como
entrante.
La masa de las crêpes se
seca con facilidad porque además son muy finas, así que las que
sobren, han de conservarse convenientemente tapadas. Por ese motivo
no conviene hacerlas con antelación, no así el relleno, que se
puede preparar dos o tres días antes.
Por cierto, que la morcilla de Burgos tiene reconocida la Indicación Geográfica Protegida desde el 05/09/18.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
Para las crêpes:
* Salen 16-17 crêpes
finas de un diámetro aproximado de 11 cm.
1 huevo tamaño L
65 ml. de leche
desnatada
60 ml. de agua
15 ml. de aceite de
girasol
58 gr. de harina de trigo
sal
margarina para la sartén
Para el relleno:
370 gr. de morcilla de
Burgos IGP (peso sin tripa) a temperatura ambiente
110 gr. de queso azul (el
30% del peso de la morcilla) temperatura ambiente
73 gr. de nueces sin
cáscara del país (el 20% del peso de la morcilla)
70-80 ml. de leche
desnatada temperatura ambiente
ELABORACIÓN:
De las crêpes:
Disponer en el vaso de la
batidora de brazo el huevo, la harina, el agua, la leche, el aceite y
la sal y batir hasta homogeneizar. Dejar reposar media hora en el
frigorífico para que se hidrate la harina.
Del relleno:
Picar groseramente las
nueces (sin cáscara) y reservar.
Desmenuzar en trozos
menudos el queso azul. Reservar.
Disponer en un plato
hondo la morcilla de Burgos sin la tripa y desmenuzar groseramente
con un tenedor. Añadir el queso y las nueces y mezclar
homogéneamente. Añadir la leche necesaria para que resulte una
pasta compacta de textura maleable pero con cuerpo, teniendo en
cuenta que la cantidad de leche dependerá de la densidad de la
morcilla empleada. Reservar.
De
la fritura de las crêpes y rellenado:
Sacar del frigorífico la
masa de las crêpes y remover con una cuchara, ya que la harina se
habrá precipitado al fondo de la preparación. Untar de margarina
con una brocha de silicona la sartén elegida y calentarla a fuego
fuerte. Cuando esté bien caliente, verter en la sartén
aproximadamente 12 ml. de masa y mover la sartén para distribuir la
masa uniformemente por todo el fondo. Cuando al mover la sartén la
crêpe se despegue, ya estará lista para darle la vuelta. Freír por
el otro lado sin agregar margarina y sacar a un plato cuando las
burbujas de aire caliente que se forman debajo de la masa la
levanten. Repetir la operación hasta acabar con la masa, engrasando
cada vez con margarina la sartén y removiendo igualmente cada vez la
masa de las crêpes antes de coger la cucharada que se vaya a freír.
En lo que se hace un
crêpe en la sartén, distribuir en la que se acaba de hacer el
relleno al gusto, enrollar e ir colocando en una fuente o si se
prefiere, hacer primero todas las crêpes y luego rellenarlas.
Tapar las crêpes con una
hoja de papel de cocina y humedecer bien éste con un pulverizador de
agua o bien mojar el papel, estrujarlo para eliminar el exceso de
agua y colocarlo sobre las crêpes. Introducir en el microondas unos
minutos (dependiendo de la potencia) y calentar en la temperatura de
descongelación, así se calentarán de forma uniforme cocinándose
el relleno sin recalentarse ni resecarse.
A comer.
Y con el relleno que
sobre:
Calentar un poco de
aceite en una sartén y sofreir ligeramente un diente de ajo cortado
en láminas, pelado y sin germen. Retirar y desechar el ajo y agregar
la masa de morcilla. Rehogar hasta que esté casi hecha y añadir uno
o dos huevos, un poco de sal y revolver el conjunto hasta que cuajen
los huevos. No cuajar los huevos en exceso: queda el revuelto más
rico si está ligeramente meloso.
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