domingo, 20 de enero de 2019

Asadura de lechazo o tostón guisada, en olla WMF



Cuando yo era cría (y de eso ya hace), había muchas casquerías. Ahora no sé porqué motivo, están desapareciendo en la mayoría de los sitios y no lo acabo de entender. Porque si mi generación se crió comiendo productos de casquería (a tenor de los establecimientos que había) ¿porqué no los consumimos ahora de adultos? ¿y porqué no hemos enseñado a nuestros hijos a comerlos y no digo ya a cocinarlos? Y el caso es que uno de los productos de casquería por antonomasia como son los callos sigue figurando en la barra de muchísimos bares, pero cada vez encuentras menos sitios donde comprarlos. Lo mismo pasa con otras casquerías. No hace mucho me recorrí el mercado de abastos (no es muy grande, la verdad) buscando una sesada de ternera y no la encontré. Y no es la primera vez que me ocurre. Con lo ricos que son los sesos huecos. Recuerdo que cuando la crisis de las vacas locas, se prohibió la venta de los sesos de ternera y yo pasé unas ganas de ellos que cuando se volvieron a vender daba botes de alegría. La verdad es que la casquería en general me encanta, salvo la de textura gelatinosa (morro, pata, manillas), gomosa (crestas) y “ternillosa” (oreja). No puedo con esas texturas, es superior a mi. En cambio dame una cabeza de lechazo asada y te garantizo que me como hasta los ojos. Y no es una forma de hablar.

La asadura de lechazo (o asadurilla), así como la de tostón son muy tiernas para guisar y se hacen rápido. No consumo la tráquea (o gorja) porque no me gusta y al hígado le doy sólo un hervor al final porque es una carne que, al igual que los riñones, endurece al cocer. Es un plato lleno de texturas: la dura y musculosa del corazón, la esponjosa de los pulmones (o bofes) y la pastosilla del hígado. Si alguien no la ha comido nunca, yo le animo a que al menos la cocine una vez: descubrirá un plato diferente y sabroso.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.





INGREDIENTES


1 asadura de lechazo o tostón (corazón, pulmones e hígado)

200 gr. de cebolla

1 tbs. de pimentón agridulce de La Vera

1 diente de ajo grande

1 rama de perejil

1 hoja de laurel

1/4 tbs. de comino en grano

300 ml. de agua

aceite y sal



ELABORACIÓN


Lavar cuidadosamente la asadura y escurrir.

Cortar el corazón en tiras a lo largo y los pulmones en trozos regulares de tamaño bocado. Salar y reservar.

Cortar el hígado en trozos regulares de tamaño bocado y salar. Reservar en otro plato por separado.

Machacar en el mortero junto con una pizca de sal gruesa (esto es para evitar que el ajo salte por los aires cuando lo machaquemos con la mano del mortero) el ajo chafado, el perejil lavado y los cominos. Reservar.

Picar menuda la cebolla y pochar en la olla rápida Perfect WMF con un fondo de aceite. Cuando esté hecha, añadir el corazón y los pulmones y rehogar. Agregar el pimentón y rehogar ligeramente cuidando de no quemarlo para que no amargue. Incorporar a continuación el machado reservado en el mortero y la hoja de laurel. Cubrir con el agua, tapar la olla y cocer 10 minutos desde que suba la válvula. Dejar que la olla pierda toda la presión antes de abrir.

Abrir la olla. Si tuviera demasiado líquido o preferimos una salsa más espesa, cocer a fuego fuerte y destapada durante cuatro minutos. Agregar el hígado reservado, poner la tapa a la olla y cocer un minuto sin cerrar la válvula. Apagar el fuego, dejar reposar cinco minutos sin destapar para que el hígado termine de hacerse con el calor residual y servir.

A comer.

Y si te sobra... Prepara un arroz rehogando un poco de cebolla y el arroz, agrega la asadura junto con toda su salsa completada con el agua que corresponda a la cantidad de arroz y una pastilla de caldo de carne y cuece 18-20 minutos en cazuela o 10-11 minutos en olla exprés. Riquísimo.






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