martes, 15 de enero de 2019

Tarta salada de coliflor con medio pisto

 
 
Me encantan las tartas saladas. Son versátiles, no se tarda mucho en prepararlas y se pueden degustar tanto calientes como frías o templadas, el mismo día o al siguiente, con lo que son ideales para cuando tienes que dejar la comida hecha con antelación.
 
Las hago bastante a menudo y casi siempre con la misma masa, con pequeñas variaciones. La ventaja que tiene esta masa es que no hay que cocerla previamente y queda durita y por lo tanto, aguanta muy bien el paso de las horas, porque aunque se reblandece debido a la humedad que le proporcionan los rellenos, no se queda blandurria como otras masas. También me gusta porque no hace falta enharinar ni la superficie de trabajo ni el rodillo, con lo que resulta limpia de trabajar y además es manejable y resistente.
 
Esta tarta queda muy jugosita, con tanta verdura y muy suave de sabor. Contrariamente a lo habitual, no lleva nata, sino queso blanco bajo en grasa, aunque se puede utilizar entero sin ningún problema. La he hecho pequeñita, de dos raciones, porque no quería que me sobrara. Doblando las cantidades de la masa da para un molde redondo de 23 cm. de diámetro, aunque el relleno habría que triplicarlo para que no quede muy bajita.
 
¿Y porqué lo de “medio pisto”? Pues porque no lleva tomate.
 

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
 
 
 
INGREDIENTES
 
* Para la masa:
 
100 gr. de harina
12 ml. de aceite de oliva virgen extra
40-50 ml. de agua
sal y pimienta blanca molida

* Para el relleno:
 
170 gr. de coliflor
60 gr. de calabacín verde claro
20 gr. de pimiento verde
20 gr. de pimiento rojo
25 gr. de cebolleta
1 huevo pequeño
50 gr. de queso blanco de untar (tipo Philadelphia) bajo en grasa
1 tsp. de leche
nuez moscada molida
sal
aceite
queso rallado (al gusto)
 

ELABORACIÓN

Preparar primero la masa: en un bol, poner la harina, el aceite de oliva virgen extra y un poco de sal y de pimienta blanca molida y mezclar con una cuchara de palo. Añadir la mitad del agua y volver a mezclar. Se formarán como unas migas. Dejar que la harina se hidrate un par de minutos y amasar la mezcla, incorporando el agua poco a poco hasta que apenas se pegue a las manos. Lo más probable es que no haga falta todo el agua, pero eso dependerá del grado de absorción de la harina. Como es poca cantidad, resulta difícil de manejar, pero con un poco de paciencia se consigue. Tapar la masa, que aún se notará un poco húmeda, con un paño limpio y dejar reposar 30 minutos. Pasado ese tiempo la harina habrá terminado de hidratarse y la masa resultará más seca.
 
Mientras reposa la masa, preparar el relleno. Para ello, lavar la coliflor, partirla en cuatro o cinco trozos y cocerla dos minutos en la olla rápida Perfect WMF, desde que suba la válvula, con el cestillo del vapor y un fondo de agua ligeramente salada. El tiempo de cocción dependerá de la olla utilizada.
 
Dejar que la olla pierda la presión antes de abrirla. La coliflor tiene que quedar ligeramente al dente.
 
Pelar y cortar la cebolleta en dados pequeños, incluyendo parte de la parte verde del tallo. Reservar.
 
Lavar y despepitar los pimientos y cortar en dados de tamaño similar a los de la cebolleta. Reservar.
 
Lavar el calabacín y sin pelar, cortar igual que las verduras anteriores. Reservar.
 
Poner un fondo de aceite en una sartén pequeña y honda y rehogar la cebolla, los pimientos y el calabacín, agregando un poco de sal. Abrir la olla, sacar la coliflor, escurrir y cortar en ramitos pequeños. Incorporarla a la sartén cuando los vegetales estén casi hechos. Añadir más sal y rehogar un par de minutos para mezclar sabores. Dejar templar la preparación.
 
Precalentar el horno a 200º centígrados con calor arriba y abajo.
 
Enmantequillar un molde redondo de 16 cm. de base.
 
Sobre una superficie de trabajo limpia y sin enharinar, estirar la masa con el rodillo lo suficiente para cubrir el molde y lo más fina posible. Si la masa tiende a encogerse al estirarla, ir dándole reposos de cinco minutos hasta que se relaje el gluten y resulte manejable. Acomodarla en el molde procurando que no queden bolsas de aire en la base y retirar el sobrante con el rodillo.
 
Rellenar el molde con la mezcla de verduras.
 
En un plato hondo, poner el huevo, añadir sal y nuez moscada molida al gusto y batir con un tenedor. Añadir el queso y la leche y mezclar hasta homogeneizar. Verter esta mezcla sobre la verduras y espolvorear con queso rallado al gusto.
 
Introducir el molde en el horno colocando la rejilla en la segunda posición empezando por abajo. Bajar la temperatura a 180º C y poner calor sólo por abajo. Cocer 22 minutos y pasado ese tiempo, subir una posición la rejilla y cocer otros 22 minutos.
 
A comer.
 
 


 


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