Herniada me he quedado
hoy con la receta. Qué trabajazo, por favor... El de encender el
ordenador, editar las fotos y escribir la entrada, porque lo que es
la receta, se puede calificar de “esfuerzo: -2”. Pero como
pretender encontrar crema agria en algún supermercado de aquí es
una utopía, toca hacerla en casa, aunque el trabajo sea equiparable
a abrir un frasco de conserva. Bueno, ni eso, que hay tarros que me
ha costado abrir mucho más que hacer la crema agria.
Supongo que sabréis lo
que es la crema agria (o sour cream): no es más que nata fermentada
con bacterias lácticas. La versión casera y facilona es la que os
enseño aquí y que he tomado de esta receta
de Directo al Paladar.
Según he leído por ahí,
a mayor porcentaje de grasa en la nata, antes y más espesará la
crema agria. El método para hacerla es el mismo, evidentemente. En
cualquier caso, supongo que según qué nata se utilice, habrá una
gran diferencia en el resultado y no sólo como consecuencia el
porcentaje de grasa que contenga: parece ser que es infinitamente
mejor la obtenida a partir de nata fresca, pero volvemos a la misma,
hay que arreglarse con lo que se encuentra por aquí en formato
doméstico y ésta suele ser pasteurizada. Digo formato doméstico
porque sí he visto nata fresca, pero en envases para hostelería de
un litro ¿y dónde voy yo con tanta nata, a la que, por otra parte,
no soy excesivamente aficionada?. Así que nos apañamos con esos
bricks pequeños y asunto arreglado. Total, tampoco he probado nunca
la nata agria auténtica con lo que no sé a qué sabe y me vale
perfectamente este sucedáneo hecho en casa.
Os preguntaréis a qué
sabe. Pues recién hecha tiene un sabor más suave que el de la nata
y ligeramente ácido, pero al día siguiente, la acidez es más sutil
y su sabor recuerda al de el queso de untar aún teniendo un deje a
nata.
La nata agria o sour
cream, se utiliza en muchísimas recetas europeas y americanas, sobre
todo en repostería. Ahora bien, para ese uso, es aconsejable
prepararla con nata con un 35% de materia grasa (la de montar) porque
el resultado es bastante diferente. Yo la quería para elaboraciones
saladas y necesitaba una textura más ligera.
Un consejito: no batáis
mucho la nata, es suficiente con removerla con una cuchara para
integrar el zumo de limón y la sal. Si estáis utilizando nata con
un 35% de materia grasa y os emocionáis batiendo como hice yo, se os
cortará la mezcla, se separará el suero y obtendréis algo que se
supone que es mascarpone pero que sabe a mantequilla y tiene una
textura (a temperatura ambiente) deliciosamente sedosa
(foto-testimonio más abajo). Si sentís curiosidad, haced la prueba:
batid la mezcla con unas varillas manuales hasta que adopte una
apariencia granulosa (ojo, que tarda poco), eso indicará que ya
empieza a separarse el suero (el famoso y fantasmal buttermilk) de la
materia grasa. Seguid batiendo: al principio la parte sólida se
quedará hecha un pegote dentro de las varillas y en el fondo del
recipiente quedará la parte líquida. Escurrir ésta a otro cuenco,
colándola al propio tiempo para que no caiga nada de materia sólida.
Poner toda la materia sólida en el colador y presionar con una
cuchara para que siga soltando suero. Cuando ya no escurra nada de
líquido, devolver el contenido del colador al bol donde estabais
batiendo y continuad dándole con las varillas, se volverá a pegar a
ellas. Poco a poco, la mezcla irá desprendiéndose de las varillas y
pegándose a las pareces del bol, a la vez que se vuelve muy sedosa,
con una textura parecida a la de la mantequilla a punto pomada. Batid
un poco más hasta que esté homogénea, volcar en un recipiente y
distribuirla intentando que no queden bolsas de aire. Cerrar y
conservar en el frigorífico. Yo la he utilizado después en
sustitución de la mantequilla. El suero no lo pude usar porque al
recoger los trastos de la sesión de fotos, le dí un golpe al frasco
y se fue todo el contenido a paseo.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
100 ml. de nata con un
18% de materia grasa (de la de cocinar), a temperatura ambiente
7 ml. de zumo natural de
limón filtrado, a temperatura ambiente
una pizca de sal
ELABORACIÓN:
Disponer en un bol la
nata y agregar el zumo de limón. Remover con una cuchara, tapar y
dejar reposar 30 minutos en un lugar cálido para que espese. Lo hará
ligeramente.
Añadir una pizca de sal,
volver a remover con la cuchara para integrarla y verter en un frasco
que cierre bien. Colocar la tapadera y llevar al frigorífico;
seguirá espesando.
Esperar al menos cuatro
horas antes de consumir, o mejor aún, toda la noche. Eso hará que
la crema coja cuerpo, aumente de volumen y afine el sabor.
Sacar del frigorífico y
utilizar en la forma que requiera la receta.
A comer.
Yo no conozco esta crema tampoco, creía que era el famoso buttermilk, pero ya veo que no. Desde luego cremosa es y si encima es fácil de hacer, es de las mías. A ver si haces una recetita con ella y ya le encontramos una buena aplicación, aunque yo creo que así mismo ya me gustaría.
ResponderEliminarUn beso.
Además de ser un ingrediente en recetas dulces y saladas, la crema agria también se utiliza como acompañamiento de algunos dulces, en los que en vez de acompañar una tarta con nata semi montada, se hace con crema agria, supongo que para contrarrestar el dulce de la tarta, por aquello de que es ligeramente ácida y no lleva azúcar. Como acompañamiento en postres es ideal si como a mí, la nata no gusta mucho que digamos.
EliminarUn beso.
Isabel solemos caer, por lo menos a mí me pasa constantemente, en el defecto de creernos sabelotodo, jajaja, y nos aventuramos a hacer cosas que por sencillas, nosotros mismos las complicamos queriendo rizar el rizo, cuando es liso como la seda, jajaja,... Por eso estas cosas es bueno tenerlas publicadas, porque nunca se sabe quién puede necesitar saber cómo se hace, y también para qué sirven, que supongo nos enseñarás próximamente, el buen uso que le habrás dado.
ResponderEliminarBesos
En mi caso fue impaciencia porque me parecía que aquello tardaba mucho en espesar y como había leído que batiendo la mezcla espesaba antes, pues hala, a darle a la varilla con gran sorpresa por mi parte al ver cómo se empezaba a separar el suero al poco de batir, pues que conste que a veces bato más los huevos de una tortilla que lo que batí la nata.
EliminarUn beso.
Hola, una receta estuepnda para tener a mano pues a veces es ñas fácil hacerlo en casa que sali a buscar a la calle, Un beso!!
ResponderEliminarY ya con este calor ni te cuento, yo al menos salgo a la calle lo imprescindible, así que sí, viene muy bien. En cualquier caso yo no la encuentro aquí en ninguna tienda, así que no me queda otra que hacerla en casa. Menos mal que es facilita.
EliminarUn beso.