sábado, 20 de junio de 2020

Pollo con dátiles. Receta judía


Un sabor sorprendente, distinto, dulzón y profundo en matices. No puedo hacer otra descripción. 

Es la primera vez que uso macis, que es la piel carnosa que envuelve las semillas de nuez moscada y que se consume seca, bien entera o bien en polvo y que creo que es lo que proporciona a este pollo su diferente sabor.

Y a propósito de la macis, os voy a contar lo que me pasó en una tienda de venta a granel de semillas, especias, legumbres, harinas y sales, unas de esas tiendas en las que me encanta entrar y remirarlo todo, porque a veces tienen cosas que no conoces y tal vez en ese momento no te apetece probar, pero sabes dónde las puedes comprar llegado el caso.

En la tienda en cuestión, he entrado varias veces y siempre nada más entrar, la señora pregunta qué quieres y siempre le he dicho a la dependienta que antes de comprar voy a mirar un poco para ver qué tiene y luego he comprado lo que iba a buscar y a veces alguna otra cosa más; de hecho nunca me he ido sin comprar nada, salvo cuando no había lo que buscaba. Pero la señora debe tener mala memoria y en cuanto entro por la puerta enseguida se me acerca para preguntarme qué quiero, cosa que me pone un “poquito” de los nervios. Total, que el día en cuestión la buena mujer repitió el ritual y yo ese día no estaba de corte para volver a decirle que iba a mirar primero y directamente le pedí macis, a lo que me contestó, primero, que no tenía y segundo, que qué era y cuando le dije lo que iba buscando, me volvió a decir que de eso no tenía. Y me fui.

Dos o tres semanas después, volví a buscar otra especia y ese día sí me dí una vueltecita por el local y cuál fue mi sorpresa cuando en uno de los recipientes leo “maca”, que es otro de los nombres que recibe la macis. Normalmente me hubiera ido sin más de la tienda, pero no pude evitar decirle a la dependienta “no sé si recordará que hace unas semanas vine por aquí y le pregunté si tenía macis y me dijo que no y veo que sí la tiene, pero con el nombre de maca que es como también se la conoce; ya no me hace falta porque la compré en otro sitio”. Y me fui sin hacer compra pues tampoco tenía lo que había ido a buscar, en este caso zumaque, que no encuentro por ningún lado.

Conclusiones: primera, no agobies al cliente cuando está en la tienda porque es la forma más fácil de ahuyentar a la mayoría de ellos y segundo, ENTÉRATE DE LO QUE VENDES.

La receta está adaptada de "El libro de la cocina judía" de Claudia Roen y se trata de una receta marroquí de origen sefardí. Se encuentran muchas versiones de esta receta en la red y en muchas de ellas se utiliza agua de azahar, que tiene que darle un sabor muy perfumado.

Ojo: el plato se endulza mucho con el paso de las horas, algo que hay que tener en cuenta si se va a elaborar con antelación. Y otra cosa, utilizad dátiles deshuesados, porque los míos tenía hueso, que quité antes de añadirlos y no sé si fue por eso pero se me deshicieron casi por completo.

¿Y las almendras dónde están? Pues se me olvidaron para la foto. Luego sí las puse cuando comimos el pollo y queda muy rico ese punto crujiente que le dan al plato.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.



INGREDIENTES:


2 cuartos traseros de pollo

200 gr. de cebolla

1/2 tsp. de canela en polvo

1/2 tsp. de macis en polvo

1/4 tsp, (escasa) de nuez moscada molida

1 tsp. de miel

1/4 tsp. de pimienta negra molida

85 gr. de dátiles deshuesados

35 ml. de zumo de limón

1 sobrecito (1 mgr.) de azafrán en hebra

30 gr. de almendras repeladas crudas

500 ml. de agua

aceite y sal



ELABORACIÓN:


Laminar las almendras y tostar a fuego medio-alto en una sartén sin nada de aceite. Reservar.

Lavar y secar el pollo. Eliminar el exceso de grasa y separar los muslos de los contramuslos. Salar y reservar.

Pelar y picar la cebolla en dados de unos dos centímetros de lado y reservar.

Disponer un fondo de aceite en una sartén y calentar al fuego. Cuando el aceite esté bien caliente, dorar los trozos de pollo por ambos lados. Sacarlos a una cazuela amplia donde quepan en una sola capa sin amontonarse.

Dejar que el aceite pierda un poco de temperatura y agregar la cebolla y un poco de sal. Rehogar a fuego medio hasta que esté blanda y transparente. Añadir entonces la canela, la macis y la nuez moscada. Remover y cocinar un minuto para que se tuesten ligeramente las especias. Agregar a la sartén un poco de los 500 ml. de agua para detener la cocción e incorporar la miel y la pimienta negra molida. Remover para disolver la miel y desglasar los jugos.

Verter el contenido de la sartén en la cazuela del pollo y añadir el resto del agua. Poner la cazuela al fuego, tapar y cocer a fuego suave durante 20 minutos.

Mientras, calentar en el microondas las hebras de azafrán, dentro del sobrecito de papel en el que vienen, durante 10 segundos a 800 watios de potencia. Reservar.

Pasados los 20 minutos de cocción, dar la vuelta a las tajadas de pollo, añadir a la cazuela el azafrán, el zumo de limón y los dátiles y cocinar destapado para que la salsa reduzca, otros 10 minutos o hasta que el pollo esté hecho.

Rectificar de sal, si procede, dejar reposar cinco minutos y servir espolvoreado por encima con las almendras tostadas.

A comer.




8 comentarios:

  1. No he oído hablar de los macis hasta ahora, se ve que estoy perdidilla con este ingrediente. Cualquier especia que se le añada al guiso te cambia los sabores y le da toques distintos y definidos. Me gustaría averiguar a qué sabe. Es cierto lo que dices con respecto a quienes están al frente de un negocio, pueden llegar a ser impertinentes, jajaja. Eso va en la persona, y mucho en la experiencia. Me ha gustado el pollo que has preparado hoy. Gracias. Besossssss.

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    1. Hola Alicia. Pues te diré que la macis tiene un sabor muy parecido a la nuez moscada, al fin y al cabo es la piel que la envuelve, pero es más suave y si la pruebas sola, deja en boca un matiz refrescante.
      Afortunadamente en la mayoría de los negocios encuentras gente competente, porque si no, no prosperaría ni uno y lo mismo que hay comerciantes que son para decirles que se dediquen a otra cosa, también hay auténticos profesionales con los que da gusto tratar.
      Me alegro de que te haya gustado el pollo.
      Un beso y feliz domingo.

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  2. No conozco la macis ni por el nombre, en realidad es que no soy mucho de especias de ningún tipo porque no gustan entre los míos. El guiso me gusta porque emana un sabor que a mi me suena a marroquí, canela, dátiles, almendra, con pollo, por si solo ya me cae bien.
    En cualquier negocio encuentras gente competente que sabe trabajarlo y gente que no, dependerá de las ganas que tengamos de comprar su producto o la necesidad de él, decidir si quedarnos a comprarlo. Yo prefiero pasar de las personas que no me interesan, pero no siempre lo hago y me ocurre como a ti, me voy.
    Bss

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    1. Es verdad que los sabores de esta receta se utilizan mucho en la comida marroquí o al menos en la que se puede probar por aquí, porque no sé yo si la comida local en Marruecos es como la que conocemos en Europa, que seguro que en algo difiere para adaptarla a nuestros paladares.
      Ya me ha pasado a mí que no he vuelto por alguna tienda por culpa del vendedor; luego se quejan que no venden pero es que algunos echan a la clientela. Por suerte son minoría y en la mayoría de los establecimientos te encuentras gente competente o al menos, educada y dispuesta, que no es poco.
      Un beso.

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  3. Isabel, me ha encantado tu receta que me recuerda a una receta que hice de Ottolenghi el chef afincado en Londres, judio y de origen italiano, era si no recuerdo mal un pollo con una receta de Siria y seguro que este tuyo de hoy me encantaría.
    Igualmente me gusto mucho la anécdota de la tienda, a mi personalmente me molesta mucho que me agobien y que me persigan, muchas veces en El Corte Inglés te lo hacen, a veces les digo, si por fin elijo algo se lo digo, pero de momento estoy buscando algo par un detalle de un cumpleaños (por ejemplo), me falta decir: déjeme en paz recorrer los mostradores sin perseguirme, mamma mia qué pesadez o las que te ofrecen otra crema por el 20% de la misma marca... y ya no sabes qué decir, hasta que digo: NO. Siempre mi madre me dice que es la palabra más difícil de decir, debemos aprender a decirla. Pesadas.
    Bueno, preciosa, una receta que haré sin duda, en general me gusta la comida sefardíta o la judía directamente, con sus panes y masas, sus guisos... es una cocina tradicional y auténtica. Nunca había oído hablar del macis o maca. Investigaré.
    Muchos besos y a seguir cuidándonos en este verano un montón de distinto a todos los anteriores.

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    1. Hola Patty. Saqué de la biblioteca el libro "Jerusalén" de Ottolenghi y la verdad que me encantó. No recuerdo que tuviera una receta parecida en ese libro, pero tal vez la recoja en otro. De ese libro tengo en el blog una receta, supremas de salmón con salsa chraimeh, un plato sorprendente que está para chuparse los dedos. Si te gusta Ottolenghi, yo te aconsejaría que la prepares porque te va a gustar seguro.
      A mí también me agobia mucho que te persigan en las tiendas. Creo sinceramente que eso desanima a muchos clientes a la hora de comprar. Tiene razón tu madre, tendríamos que decir más veces no a ese acoso en los comercios. Menos mal que no es lo general.
      Comparto tu gusto por la comida judía, ya sea sefardita o asquenazí, con esos platos a veces sencillos, a veces complejos y en los que muchas veces veo reflejos de nuestra cocina tradicional.
      Un verano distinto, sí, al menos desde mi punto de vista, aunque mucha gente a mi alrededor no lo ve así. Supongo que será porque el ser humano necesita, en su mayoría, la rutina para tener sensación de estabilidad y normalidad, porque si no, no entiendo determinadas actitudes.
      Cuídate tú también. Un beso.

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  4. Holaaa Isabel,mira me acabas de hacer reir con la historia de la tienda, a veces no vas a los sitios porque con esa desgana que te atienden ....yo me pongo muy nerviosa ,llevo toda la vida detras de un mostrador y trato a mis clientes entre algodones,que creo que es lo que hay que hacer, se crea un vínculo de amistad que hace que el trabajo sea mucho mas agradable.
    y que decirte de ese pollo tan especial, me a encantado que uses maca, yo creia que sólo se tomaba como energizante, veo que tambien se usa en la cocina, ves siempre se aprenden cosas,pues voy a probar tu nreceta pero ya !!!!!
    Me preguntaste que diametro de molde de rosca usé en mi receta , es de 26 cm, pero si no tienes un truquillo es un molde redondo y en el centro pones un bol envuelto en papel de aluminio, va genial.
    Un besazo, felíz semana!!!!

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    1. Hola Mamilu. Entiendo que un mal día lo tiene cualquiera y no por eso vas a dejar de ir a una tienda si una vez no te atendieron demasiado bien, que atendiendo al público hay que tragar mucho, pero si veo que esa actitud se repite, desde luego que no vuelvo, que tiendas hay de sobra. Y tampoco es que pretenda que lleven a rajatabla que "el cliente siempre tiene la razón", porque eso tampoco es verdad y a veces hay quien se aprovecha de eso y las cosas no son así. Pero como ya digo, es algo que afortunadamente no pasa muy a menudo. Y desde luego es un gustazo ir a una tienda y sentirte como en casa, eso hace que no te lo pienses cuando tengas que volver.
      Pues mira, yo también acabo de aprender algo: no sabía que la maca se tomaba como energizante, es la primeva vez que lo oigo.
      Te pregunté lo del molde porque tengo de tres tamaños y quería saber a cual se me adaptaba mejor. Te agradezco el truco, pero no me hará falta pues de moldes voy bien servida. Ya los compro a escondidas...
      Cuídate guapa. Un beso.

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