Ahora, en la distancia, pienso que si llegamos a saber que el “encierro” iba a durar tantos meses, habríamos hecho una escapada, aunque si he de ser sincera conmigo misma, en Castilla y León se ha podido viajar entre provincias desde mediados de febrero y no hemos salido hasta finales de abril, cuando nos ha parecido que ya era seguro viajar, aunque incómodo, pues el interior de la hostelería seguía cerrado en muchas localidades y ésta no es tierra de temperaturas que permitan comer cómodamente en terraza hasta bien entrado mayo (o junio, según años). A eso hay que sumarle que debido a las restricciones y a la caída del turismo, muchos establecimientos hosteleros y muchísimos monumentos continúan cerrados. Aunque no todo iban a ser desventajas, ya que a cuenta de ésto mismo y habiendo tan poca gente, es una gozada visitar lugares y monumentos y si hablamos de las visitas guiadas, ganan muchos puntos con grupos tan reducidos como ahora se hacen.
En lo que sigo dándole vueltas a dónde vamos, os dejo aquí unas ricas y levemente especiadas albóndigas de lechazo. Al ser la carne de lechazo muy magra, sobre todo si se utiliza pierna como hice yo, como no llevan ni leche ni huevos, para que resulten jugosas hay mezclarla con carne de cerdo o tocino o bien, acompañarlas con gran cantidad de berenjena, que al absorber mucha salsa, compensa la textura de las albóndigas. La berenjena queda muy blandita, así que si os gusta con un poco más de cuerpo, añadidla a mitad de cocción.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
* Para 17 albóndigas (según tamaño)
700 gr. de carne de lechazo picada
250 gr. de berenjena
100 gr. de cebolleta
1 tbs de mezcla de especias Ras El Hanout
2 ramas grandes de perejil fresco
harina
sal fina
AOVE
200 ml. de agua
ELABORACIÓN:
Lavar y secar las ramas de perejil. Reservar una y picar menudas las hojas de la otra.
Si no lo han hecho en la carnicería, picar con una picadora la carne de lechazo (pierna o paletilla), libre de huesos, grasas e impurezas. Para picar la carne, utilizar la placa de la picadora con los agujeros más grandes.
Disponer la carne picada en una fuente amplia. Añadir el perejil picado, el Ras El Hanout y cinco gramos de sal fina. Remover a conciencia para que los ingredientes queden bien distribuidos, aplastar para eliminar bolsas de aire, tapar a piel con papel film y llevar al frigorífico al menos treinta minutos para que la carne coja cuerpo y sabor. El proceso de remover los ingredientes obtiene mejores resultados si se hace con las manos.
Lavar y despuntar la berenjena. Cortar en rodajas de un centímetro de grosor, espolvorear con sal fina y dejar que sude durante 20 minutos.
Eliminar las raíces y capa exterior de la cebolleta. Cortar en rodajas de un centímetro y reservar.
Disponer un buen fondo de aceite de oliva virgen extra en una sartén honda de tamaño medio y llevar al fuego.
Eliminar el film de la fuente de la carne y formar las albóndigas con las manos o con la ayuda de dos cucharas. Pasarlas por harina, sacudirlas para eliminar el exceso y freírlas por tandas hasta que se doren. Pasarlas a una cazuela grande de paredes bajas a medida que estén fritas.
Lavar las rodajas de berenjena para eliminar la sal y distribuirlas entre las albóndigas. Añadir la cebolleta, el agua, un chorreón del aceite de freír las albóndigas y sal al gusto. Tapar y llevar a ebullición. Cocer a fuego muy suave durante 20 minutos, añadiendo más agua si fuera necesario.
Rectificar de sal si procede y dejar reposar cinco minutos.
Disponer una cama de berenjena y cebolleta en los platos. Colocar encima las albóndigas, salsear, espolvorear con las hojas groseramente picadas de la rama de perejil reservada y servir.
A comer.
Buenos días Isabel. Lo de no poder viajar lo llevo bastante bien porque estos últimos años me he dedicado en cuerpo y alma a los cuidados de mi madre. Ahora tengo que cuidar a mi padre, y en lo que menos pienso es en viajar, paso las horas con él, intentando que esté lo más entretenido posible, y aunque podría tomarme unos días, porque no estaría solo, no me apetece. Tiempo habrá de salir cuando tenga cabeza para organizar un viaje, ahora solo de pensarlo me estresa. En casa es donde mejor estoy, sé que no debería decir esto, porque precisamente nosotros hemos vivido de la hostelería toda la vida, pero a la vista está que la gente desea volver a salir y entrar, comer en la calle, viajar y eso me alegra porque poquito a poco nuestras ciudades van recuperando vida, al menos Sevilla, que durante los meses de restricciones parecía una ciudad fantasma.
ResponderEliminarTú Guido de albóndigas debe estar riquísimo, no compro nunca este tipo de carnes porque en casa solo la comíamos mi madre y yo, y la verdad, me da pereza hacerlo solo para mí, aunque bien podría adaptar tu receta con carne de pollo, a la que también le va genial esta combinación de sabores, porque lo hago con frecuencia, aunque de distinto modo, no en albóndigas, y me gusta, lo haré.
Besod, espero que disfrutes tu escapada, seguro será como si fuera la primera vez. Feliz domingo.
Buenas tardes Concha. A nosotros nos gusta hacer una escapada de vez en cuando, tampoco es que nos vaya la vida en ello, pero bien es cierto que estos últimos meses, con la ausencia de relaciones sociales fuera de las laborales y familiares y siempre dentro de nuestros pequeños entornos-burbuja, ya empezaba a hacernos falta un cambio en la rutina trabajo-casa. Sólo hemos salido un fin de semana y ya mentalmente la cosa ha cambiado mucho. Ya veremos cómo se nos da la próxima escapada, pues ciertas restricciones pueden ser incómodas a la hora de hacer turismo.
EliminarNosotros consumimos bastante lechazo. Nos encanta y como ya he dicho por aquí, casi todo proviene de la granja de unos amigos de aquí del pueblo. Como más nos gusta es asado pero por hacerlo diferente, preparé estas albóndigas con muy poquitos ingredientes para no desvirtuar demasiado el sabor de la carne. Están muy ricas, tal vez demasiado magras para lo que estamos acostumbrados, pero se compensa perfectamente con tanta berenjena.
Un beso.
Últimamente me estoy aficionando a hacer albóndigas de carne, es como mejor la como, mi próxima receta también será de albóndigas, pero aunque les he puesto cantidad de ingredientes a la hora de mezclarlas, nunca ha sido Ras el Hanout y mira que me gusta, de hecho al cordero se las pongo en pinchitos, así que tomo nota.
ResponderEliminarEn cuanto a viajar, desde Navidad no hacíamos una escapada al pueblo para ver a mi madre, hasta que no ha tenido las dos vacunas no me he atrevido, y es que a mí hasta hace tres día no me la han puesto. El próximo finde viajaremos a Madrid, que aunque sea por otras razones, nos lo tomaremos como finde turístico. Hay que aprovechar lo que se pueda.
Un beso.
Buenas tardes Lola. A mí me pasa lo contrario, que casi nunca las hago y nos gustan mucho, pero es de esos platos que nunca te acuerdas de cocinar. Lo de ponerle Ras El Hanout se me ocurrió cuando un compañero me regaló del que compra en un mercado de Ceuta, suave pero aromático a la vez y me gustó muchísimo el sabor que le dio a la carne.
EliminarA mi madre yo no la veía desde el pasado octubre y aunque yo aún no estoy vacunada, cuando le pusieron a ella la segunda dosis me fui a pasar el fin de semana a su casa, no sea que le diera reacción y conociéndola sé que no iba a decir nada y la verdad, vive sola y no me quedaba tranquila. Eso sí, lo de estar en casa todo el día con la mascarilla puesta fue una tortura, pero qué remedio.
Aprovecha el fin de semana en Madrid, que algún ratito libre tendréis para disfrutar de la ciudad.
Un beso.
Gracias.
ResponderEliminarIsabel, nosotros también tenemos unas ganas tremendas de viajar, yo particularmente, sobre todo, tengo muchas ganas de ir a mi ciudad a ver a mi familia, ahora pronto hará un año que no los veo. A ver cómo se presentan finalmente las cosas...
ResponderEliminarEn cuanto a tus albóndigas, vaya cosa rica, me dejas sin palabras, se salen del plato. Y solo de pensar en mojar pan en la salsita comienzo a salivar... me voy de tu blog que me voy a ahogar jajaja
Abrazos!
Hola Javier. Espero que puedas ir pronto a ver a los tuyos. Yo sólo he visto a mi madre, pues hemos decidido todos, que hasta que no esté vacunada toda la familia, vamos a evitar el peligro, no vaya a ser que después de más de un año sin vernos la vayamos a fastidiar de último, aunque es cierto que estos últimos meses se está haciendo un poquito largo.
EliminarLas albóndigas quedaron bien ricas y facilonas que son. Tal vez lo más complicado sea encontrar la carne de cordero picada o que te la quieran picar en la carnicería, por aquello de no mezclar distintos tipos de carne en la picadora, criterio que por otra parte no rige en todos los establecimientos, cuestión de buscar dónde sí lo hagan.
Un abrazo.
Hola paso hacerte una visita que buenas recetas tienes tienen muy buena pinta seguro que están riquísimas. Saludos
ResponderEliminarGracias.
EliminarPero que ricas estan tus albondigas! no las he probado asi con berenjenas, asi que aqui hay una receta mas que se va a mis pendientes, mmmm!
ResponderEliminarBesos
El acompañamiento de berenjena hace que las albóndigas resulten mucho más jugosas. Pruébalo con tu receta favorita, te gustará.
EliminarUn beso.