Para hacer esta crema, he utilizado los tallos de un montón de espárragos de distintos grosores, mayormente finos, que recogí en la huerta y que debido a que las temperaturas, sobre todo las nocturnas, no han acompañado, han tardado más días de los deseables en crecer, en perjuicio de su ternura, pues el espárrago, para que sea fino y tierno, además de otras condiciones, necesita temperaturas cálidas de día y no demasiado frías de noche. Algo que este año no ha podido ser, con lo que apenas hemos podido disfrutar de los espléndidos espárragos que se cultivan por estos lares. En fin, habrá que esperar al año que viene para disfrutarlos hasta hartarse.
También utilicé para la crema el agua de cocer las puntas de los espárragos, pero se puede sustituir perfectamente por caldo de verduras o en su defecto, agua, aunque con caldo queda más sabrosa.
Al tratarse de una receta de aprovechamiento, es mi aportación del mes de junio al proyecto de Marisa, 1+/-100, desperdicio 0
Después de una ausencia obligada, espero volver a retomar el ritmo habitual de publicaciones. La verdad que he pasado unas semanas complicadas, con mucho estrés y sin tiempo para nada, tanto que no he podido cocinar nada para el blog y aunque lógicamente no hemos dejado de comer, también es cierto que he entrado en la cocina lo mínimo y no os voy a decir que nos hemos alimentado sólo de ensaladas y filetes, pero casi.
Lo peor del parón, es que ahora no estoy nada inspirada y reconozco que me ha costado muchísimo trabajo volver, pues de hecho hace ya una semana que podía haberlo hecho, pero he acabado tan super saturada de ordenador, que sólo me he acercado a él para trabajar y eso porque no me queda más remedio.
Bueno, ya vale de quejarse, que así no se llega a ningún sitio. A ponerse las pilas y a espabilar. Y como si fuera un grito de guerra...
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
* Todos los pesos en limpio
165 gr. de tallos pelados de espárragos verdes (reservar las puntas para otra preparación)
250 gr. de calabacín, preferiblemente verde claro
50 gr. de cebolleta, con un poco del tallo verde
50 gr. de puerro, sólo la parte blanca
320 ml. de caldo de verduras o agua
20 ml. de aceite
sal
queso Grana Padano DOP, rallado
almendras tostadas
flores de aciano comestibles (opcional)
ELABORACIÓN:
Lavar y escurrir todas las verduras.
Coger cada espárrago por ambos extremos y doblarlo, sin forzar, formando un arco y hasta que chasque: lo hará por la parte que ya empieza a ser tierna. Reservar la parte de las yemas para otra preparación. Cortar y deshechar un trocito del extremo inferior de los tallos por si tuvieran algún resto incrustado de tierra, pelarlos, si fueran duros, trocear con las manos y reservar.
Eliminar las raíces y hoja exterior, tanto de la cebolleta como del puerro. Picar groseramente ambos ingredientes y reservar.
Despuntar el calabacín, cortarlo a lo largo en cuatro trozos y laminar cada trozo. En caso de utilizar la variedad verde clara, no es necesario pelarlo. Reservar.
Introducir los espárragos en vaso del MC+, colocar la tapadera y con el orificio tapado, pulsar la tecla turbo durante tres segundos. Abrir el vaso, bajar los restos, incorporar la cebolleta y el puerro, tapar de nuevo y volver a pulsar la tecla turbo otros tres segundos.
Abrir nuevamente el vaso, bajar los restos con la espátula y añadir el aceite y un poco de sal. Colocar la tapadera y con el orificio tapado, programar 10 minutos, 120º C, tecla rehogar.
Cuando pare el MC+, incorporar al vaso el calabacín, colocar la tapadera y programar 10 minutos, 90º C, velocidad 1, marcha atrás.
Añadir 250 ml. del caldo o agua y programar otros 10 minutos, 90º C y velocidad 1.
Triturar 30 segundos, velocidad 10 y sin temperatura o hasta conseguir una crema fina y homogénea, añadiendo el resto del caldo o parte de él según la densidad deseada. Rectificar de sal, volcar la crema en un recipiente y dejar que se enfríe. Una vez fría, tapar y llevar al frigorífico hasta el momento de consumir.
Servir fresquita, espolvoreada con abundante queso Grana Padano y almendras tostadas picadas groseramente y unas flores de aciano (si se usan).
A comer.
Yo también he estado esta semana desaparecida, pues mi madre necesitaba mi visita, después de muchos meses sin verla y le he dedicado todo mi tiempo, algo que no puedo hacer si estoy conectada a la blogosfera, pero por lo que veo estamos de nuevo en el tajo ambas. Y con cremita rica, para algunas más que para otras, aunque haya espárragos todo el año, nunca los compro, en su época óptima de consumo algo más, no es una verdura que me encante, aunque estoy segura que si los recogiera de la huerta y los metiera en la cazuela, otro gallo cantaría. Tu cremita es una buena compilación de ingredientes sanos y buenos y eso me llama, si la pruebo me gusta, eso está claro.
ResponderEliminarUn beso.
Pues te diré que no sólo no he tocado el blog para nada, sino que tampoco me he pasado por vuestras cocinas, así que ni sabía que te habías ausentado. Has hecho muy bien dedicando todo tu tiempo a tu madre; a la mía no la había visto desde octubre hasta que se ha venido al pueblo este fin de semana y también le estoy dedicando mi tiempo libre.
EliminarYa sé que los espárragos no te apasionan, pero en esta crema su sabor es tan suave que seguramente si te gustaría. Y como bien dices, cuando son productos de nuestra huerta, pues como que parece que son más ricos que los de la frutería.
Un beso.
Hola Isabel. Te echaba de menos. Yo, aunque publico, estoy cansada y me cuesta bastante. De todas formas, el blog requiere mucho trabajo que no siempre podemos gestionar.
ResponderEliminarMe gustan los espárragos y es una suerte tenerlos de cosecha aunque haya sido poco abundante.
Soy de cremas y las tomo frías también. La tuya parecida la he hecho alguna vez.
Me alegra tenerte en tu cita mensual con 1+/-100. Justo ayer revisé las aportaciones de mayo y volví a la tuya.
Gracias mil, descansa lo que puedas.
Besos.
Hola Marisa. Lo del cansancio debe ser por la astenia primaveral; llegando este tiempo yo también ando muy cansada y parece que nunca descanso lo suficiente, habrá que tomarse las cosas con más calma.
EliminarLos espárragos me encantan y en esta zona los hay realmente buenos. Los compramos en una cooperativa de un pueblo cercano y los comemos todas las semanas. Nosotros tenemos sembrados muy pocos y no nos dan para tanto como consumimos, pero cocinados de una una u otra, los aprovecho todos, hasta los más finitos, que me gustan crudos en la ensalada.
Ya sabes que me encanta participar en 1+/-100.
Un beso.
Buenos días Isabel, a pesar de no haber dejado el blog estás semanas, también he pasado quince días de infarto, pero lo único que me dejaba la mente en blanco o al menos para no pensar en los problemas era escribir en ambos blogs y visitar a todos los que sigo, por eso te he echado de menos, no sé cuál será el motivo de tu ausencia, pero evidentemente es justificado, no olvidemos que esto del blog es ocio, no obligación, pero espero que al menos andéis bien de salud, que es lo importante.
ResponderEliminarEn casa nos encantan los espárragos, y aunque los cocino con frecuencia todo el año, no tengo costumbre de hacer cremas con ellos, a pesar de saber de antemano que nos gustaría, me ha gustado la tuya, es muy completa y con un color muy apetecible. Nosotros ya estamos en plena recogida de calabacines y no veas qué cantidad tan enorme, además a mi padre le gusta verlos en la mata y comerlos recién cortados, así que imagina el tamaño tan brutal que alcanzan, el domingo sin ir más lejos corté 4 descomunales, pesa más de dos kg cada uno, sin exagerar. Pero es que ayer por la tarde les eché de nuevo una ojeada a las matas y están otra vez cargadas y crecen por horas, casi se podría apreciar a ojo, y no exagero. Así que imagina, estamos a tope con ellos, ayer tocó salmorejo de calabacín verde, al que dejo la piel y todo porque al triturar queda un color precioso y súper fino al paladar, ya lo tengo publicado, pero he probado esta nueva variante a laque añadí unas veinte hojas de hierbabuena (también tamaño XXL, es que el huerto de mi padre todo lo da enorme por la calidad de la tierra, el agua y el sol) y no veas qué cosa más rica.
Besos y no te agobies por la inspiración, te conocemos y sabemos que lo haces perfecto siempre.
Hola Concha. Mi ausencia se ha debido simplemente a cuestiones laborales, con jornadas maratonianas tanto en la oficina como en casa (¡ay, el teletrabajo!). Ha sido muy cansado y muy estresante, pero ya pasó y ahora hemos recuperado nuestro ritmo de trabajo normal. Afortunadamente, en casa estamos todos tan sanos como una manzana, así que todo va bien.
EliminarFuera de temporada casi no consumidos espárragos frescos, pues me pasa como con los tomates, que comparo los de invierno con los de verano y siempre me decepcionan. Pero en temporada los comemos mucho y como en la huerta los hay de todos los grosores, aprovecho los más finitos para revueltos, cremas o pasteles.
Madre mía, ya cogiendo calabacines. Mis matas apenas tiene seis o siete hojas y tardarán más de un mes en dar los primeros. Sé lo que crecen y ya sé el tamaño que pueden alcanzar, yo también digo que si me siento delante de las matas, los veo crecer. Yo no los dejo crecer mucho porque sino no damos abasto y me da mucha pena tirar el excedente, porque llega un momento que aunque los regales, ya nadie lo quiere porque también les salen por las orejas como a nosotros, jajaja...
Me sonrojas... Un beso.
Rica crema nos traes hoy, después de ese parón que a todos nos pasa de vez en cuando. Con esta cremita seguro que nos sentimos mejor. Besitos perla!
ResponderEliminarHola Marian. Después del obligado parón, reconozco que me ha costado un poquito volver. Espero coger enseguida el ritmo de publicaciones y de visitas a vuestras cocinas, pues tanto lo primero como lo segundo le hacen bien a mi mente. Y a mi estómago, esta crema suave, fresca, sana y llena de fibra.
EliminarUn beso.
Lo primero, decirte que me alegra verte por aquí de nuevo, espero que ya tengas más tiempo libre para administrarlo como prefieras y dedicárselo al blog. Para los que nos gustan los espárragos esta crema es una receta estupenda, además, qué suerte poderla hacer con los espárragos de tu propia huerta aunque este año no hayan sido tan abundantes y esplendorosos
ResponderEliminarAbrazos!
Hola Javier. Ahora sí, creo que ya vuelvo a disponer de tiempo libre para dedicárselo al blog. Sólo tengo que volver a coger el ritmo y a rogarle a las musas que sean clementes conmigo, pues me tienen un poquito abandonada.
EliminarAunque este año la cosecha ha sido menor, han sido suficientes para quedar satisfechos. Y aún siguen naciendo unos poquitos, con lo que los seguiremos disfrutando durante algunos días.
Un abrazo.