Dejad que se enfríe completamente para probarlo, no hagáis como yo que la impaciencia me hizo cortarlo antes de tiempo y es que ahora los panes tardan una eternidad en enfriarse y si nunca me distinguí por mi paciencia, con los años menos. También está muy bueno ligeramente templado, pero si la miga aún no ha perdido toda la humedad, se nota. Queda con una corteza en los lados y en la base muy crujiente, que es una lástima que haya que sacrificar al meterlo en una bolsa para alargar su frescura, aunque si sois tres o cuatro en casa, yo no lo metería en la bolsa ya que os va a durar poquito, aviso.
Es un pan que gana mucho al asentarse. Está mucho más rico el segundo día que el primero y no digamos el tercero. Personalmente me tengo que prohibir acercarme al pan, porque estos panes con semillas me gustan tanto que me los como a palo seco, me saben más ricos que un pastel y mira que soy golosa.
Os dejo, que me voy a dar un paseíto aprovechando los suaves rayos de sol de esta otoñal tarde de sábado, antes de que, según dicen, cambie radicalmente el tiempo y no saque la naricilla a la calle más de lo estrictamente necesario.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
400 gr. de leche desnatada a temperatura ambiente
30 gr. de miel
6 gr. de sal
60 gr. de mantequilla troceada, a temperatura ambiente
600 gr. de harina panificable (10-11% de proteína)
40 gr. de leche en polvo, desnatada
5'5 gr. de levadura de panadería seca activa
50 gr. de semillas de lino dorado
20 gr. de semillas de amapola
harina para espolvorear, tamizada
ELABORACIÓN:
Disponer en un bol la harina y la leche en polvo, mezclar con una cuchara y dejar a un lado.
Poner en un cuenco las semillas de lino y las de amapola y mezclar uniformemente. Reservar.
Sacar la cubeta de la panificadora e introducir los ingredientes por este orden: leche, miel, sal, mantequilla, mezcla de harina y leche en polvo y levadura seca.
Colocar la cubeta en el interior de la panificadora. Cerrar la tapa y conectar el aparato. Seleccionar el programa 2 (esponjoso), peso 1'250 kgr. y tueste medio.
Cuando la máquina emita los tonos de aviso para incorporar ingredientes adicionales a la mitad del segundo amasado, sin sacar la cubeta incorporar la mezcla de semillas, cerrar la panificadora y dejar que continúe con el programa.
Cuando la panificadora emita los tonos de aviso en la segunda fermentación, pulsar la tecla de parada, sacar la cubeta y con las manos húmedas quitar las palas amasadoras e introducir éstas inmediatamente en un bol con agua que las cubra para facilitar su posterior limpieza. Acomodar la masa procurando eliminar las posibles bolsas de aire que se hayan podido formar al sacar las palas, alisar someramente la superficie y espolvorear con un poco de harina. Colocar nuevamente la cubeta en la panificadora, dejar que la máquina se conecte sola nuevamente y continúe con el programa.
Una vez finalizado el programa, desconectar la panificadora, abrir la tapadera, desanclar la cubeta, desmoldar el pan y dejar enfriar por completo sobre una rejilla lejos de corrientes de aire.
Una vez frío, introducirlo en una bolsa de plástico para que se conserve tierno por más tiempo.
A comer.
Ya la tengo desempolvada , lista y preparada para probar el pan tan delicioso. Me faltan las semillas pero me lo apunto para mi próxima compra. Si gana con los días , me viene estupendamente. Ya se ve que el resultado es estupendo. A ver si yo puedo resistirme a esperar. Un beso enorme
ResponderEliminarPues en cuanto tengas las semillas, al lío, que la panificadora da muy poquito trabajo, por no decir ninguno y ya que la tenemos, habrá que darle uso. Para mi gusto está más rico con el paso de los días, la miga queda más asentada y parece que gana más sabor a pan-pan, siempre teniendo en cuenta que es un pan de molde.
EliminarFeliz domingo. Un beso.
Isabel, ¡tremendo! Te ha quedado tremendo, y es que solo viendo la buena pinta que tiene esa miga invita a comer, con queso, jamón o chocolate, tú dame pan y dime tonto, jajaja...
ResponderEliminarDesempolvaré la maquinita, que no la tengo aquí, sino en casa de mi padre,aunque yo hace años que no hago uso de la panificadora, ahora es mi hermano quién hace el pan en casa, y no se le da mal, incluso se atreve con las masas de fermentación en frío y todo, quién me lo iba a decir, jajaja...
Le pasaré tu receta porque siempre anda buscando ideas nuevas, es el típico principiante que cuando domina una receta, pasa a la siguiente olvidando la anterior por completo, y así, suma y sigue, creo que el alma bloguera, entre mi hermana Pilar y yo, la estamos contagiando a toda la familia, para ellos aún sin tener blog, todo es receta bloguera, cocina bloguera, foto bloguera, jajaja...
Espero hayas disfrutado de esa preciosa tarde otoñal, yo lo he hecho tumbada en mi sofá porque por fin llueve copiosamente.
Besos, feliz noche de sábado.
Está muy bueno, de verdad, incluso sólo, que me corto una rebanada y ya tengo merienda, así sin nada. Bueno, es que soy muy panarra y si el pan es bueno, me lo tengo que quitar de delante porque no tengo medida...
EliminarCon la panificadora tengo rachas, o no para o ni me acuerdo de ella. Ahora llevaba bastante tiempo sin usarla, tanto que tenía todas las levaduras caducadas y tuve que esperar a comprar para hacer el pan. Con el pan a mano he hecho algún pinito, pero para manejar bien su técnica necesita más dedicación que la que yo le doy y no será por falta de ganas, más bien de tiempo, entre otra cosas.
Si tu hermano ya está metido en el pan a mano, seguramente esta receta no le resulte interesante, pero le puede dar alguna idea. No sé si habéis contagiado el alma bloguera a vuestros familiares, a lo mejor es cosa de genética o capilaridad, según sea la familia carnal o política, jajaja y es que, al final, todo se pega y no sólo la comida, jajaja....
Una tarde y una noche de sábado estupendas, con una temperatura que para aquí, siendo finales de noviembre, fue suave. Y hoy de momento tenemos un sol esplendoroso, con apenas unos jirones de nubes en el cielo y una temperatura fresca muy agradable.
Feliz domingo. Un beso.
Que pena no tener panificadora, ni levadura seca, ni semillas,(ni siquiera apolilladas) porque si así fuera, seguro que me lanzaba sin paracaídas a preparar este apetecible pan, por si me quedaba parecido. A primera vista parece un bizcocho y así dan ganas de probarlo, aunque si me lo das relleno de algo salado o dulce, tampoco le hago ascos. Si sabe como aparenta es una delicia.
ResponderEliminarUn beso.
Seguro que te quedaba igual, pues el mérito lo tiene la panificadora. El único mimo que hay que tener es dejarle al pan una superficie bonita al sacar las palas, cosa que yo esta vez no hice porque andaba haciendo otras cosas y por eso ha quedado que parece que se ha hundido o sobre fermentado, que no es el caso, pero reconozco que he hecho otros que me han quedado con una superficie más bonita. Eso no afecta al pan, que está muy rico y sí, a la vista puede parecer un bizcocho pero al paladar no miente.
EliminarFeliz domingo. Un beso.
Pues no tengo panificadora pero nunca ha sido un obstáculo para preparar pan casero. Este en particular con sus semillas tiene una miga de lo más tentadora para mi que soy fan de semillas y panes caseros. Receta apuntada porque seguro caerá algún día de repaso de la despensa y sus debidas semillas jajaja
ResponderEliminarBesos y feliz semana,
Palmira
Pero es que para ti el pan a mano no tiene secretos y la panificadora es un juguete que no te hace falta, no como a mí, que las masas aún me dan mucho respeto y ahí está la maquinita, acudiendo a mi rescate, jajaja...
EliminarSeguro que te queda estupendo. Un beso.
Hola Isabel. Tengo la panificadora sobre la encimera ya una semana y es porque no estoy con ganas de sacar la masa madre, ni de encender el horno. Antes de ayer hice un pan de espelta que no sé si publicaré.
ResponderEliminarEl tuyo lleva todo lo que necesita un buen pan para estar rico y esponjoso. Probaré el modo "esponjoso" un día que tenga tiempo para estar pendiente de los pitidos. Últimamente, estoy hecha un desastre y se me olvida hasta que lo tengo fermentando.
Pongo mermelada.
Besos.
Pues si estás despistada o en modo pereza, la panificadora es tu mejor aliada. Vale que los panes no son ni parecidos a lo hechos a mano, pero también quedan muy ricos. Así que, ya sabes, anímate.
EliminarUtilicé el programa "esponjoso" porque hace unos levados un poquito más largos y por eso mismo no reinicié la máquina cuando saqué las palas. Y es que me parecía que con las semillas iba a necesitar un poco más de fermentación, a pesar de toda la levadura que lleva y no me equivoqué. No es un pan pesado ni tampoco muy ligero, no está sobre fermentado aunque por arriba me quedó feo y puede parecerlo, así que al final el programa y la levadura fueron los correctos.
Espero que tu despiste se deba a que estés metida en muchos "líos" y no por preocupaciones.
Cuídate mucho. Un beso.
Isabel, cuánto me he reído leyendo tu receta, tengo la panificadora muerta de risa por la cocina, tengo semillas desde no sé cuándo y levadura caducada que compré hace un siglo jajaja Desde luego que para hacer un par así merecería la pena desempolvarlo todo y ponerse manos a la masa, nunca mejor dicho.
ResponderEliminarPor cierto, lo de la levadura caducada lo digo en serio y alguna vez la he usado, el pan me ha salido estupendo, pero ahora me has hecho pensar si será buena idea seguir haciéndolo.
Qué bien me vendría una buena rebanada de este que tú has hecho, con lo panero que soy
Abrazos!!
Es que no es la primera vez que me pasa y como no soy "única" en el universo, pues le tiene que pasar a más personas e imagino que no eres el único que se ha sentido identificado, jajaja...
EliminarHacía tiempo que tenía ganas de hacer un pan de semillas, pero un día por otro, sin hacer que estaba. Y cuando por fin me decidí, saqué la levadura seca y la puse en agua con azúcar para ver cómo andaba de fuerza, porque yo también la uso pasada de fecha, pero en esta ocasión estaba re-muerta y la fresca llevaba congelada casi un año, así que tampoco era viable, por lo que no me quedó otra que comprar un paquete al día siguiente y ya no lo dejé caducar, por si acaso... Pero vamos, que caducada también la uso, aunque a veces me pregunto si, por lo que vale, merece la pena arriesgarse a que el pan salga mal.
Un abrazo.
Siempre he admirado a todas las que hacéis pan, me parece algo que yo nunca lograré hornear y lograr que sea comestible.
ResponderEliminarTe dejo mis sinceras felicitaciones por tan apetitoso manjar, yo sin pan no sabría comer, me encanta.
Cariños.
Kasioles
Yo también admiro a las que hacen pan, porque para mí hacer pan es hacerlo a mano, con la panificadora no tiene mucho mérito, sobre todo cuando se utiliza el programa completo, ya que con éste sólo te limitas a experimentar con ingredientes y cantidades. En el mundo del pan me queda todo por aprender.
EliminarDisfruta del domingo.
Un beso.