Hablando de gustos, me encanta el pisto. Es de esos platos que hago principalmente en verano, cuando la huerta está a pleno rendimiento, abrumando con su acostumbrada superproducción. Aunque en casa sólo lo como yo, preparo grandes cantidades y lo congelo por raciones para poder así disfrutar de él todo el invierno. Casi me ha costado preparar la receta de hoy, veía las hortalizas cortadas y me parecía poquísimo, acostumbrada como estoy a preparar un cangilón. Aún así, para acompañarlo con cous cous, han salido cinco raciones, que no está mal.
¡Ay, el cous cous! Con lo que me gusta y el tiempo que hacía que no lo comía, pero lo “redescubrí” este verano y ahora casi se lo pongo hasta al café, como decimos en mi casa cuando un alimento o un condimento se lo añadimos a casi todos los guisos. Y eso que tenía un paquete en la despensa desde hace ni sé, pero ahí estaba, cogiendo solera.
Recuerdo perfectamente la primera vez que comí cous cous. Estábamos mi hermana y yo pasando unos días en Fuerteventura, en casa de una amiga suya y un día nos juntamos en su casa a comer un grupo de jóvenes (han pasado veinticinco años, en aquél entonces toooodooos éramos jóvenes), entre los que se encontraba una chica oriunda de un país africano que no recuerdo, la cual volvía a su tierra y para despedirse hizo ella la comida. Preparó una fuente enorme de cous cous con verduras, pollo y pasas que, como es costumbre, colocó en el centro de la mesa, a la vez que nos decía que en su país ese plato se comía con los dedos, aunque a nosotros, europeos remilgados, no nos iba a hacerlo comer de esa manera. Tampoco teníamos el pan plano con el que se suele comer, pero armados de nuestras cucharas dimos buena cuenta de la fuente, que duró un milisegundo, todo hay que decirlo y no porque estuviéramos especialmente hambrientos, sino porque el plato estaba riquísimo. Al ver la velocidad con la que habíamos dado buena cuenta del cous cous, la pobre chica se sintió mal pensando que la comida había sido escasa, pero creo que si hubiera hecho el doble, nos habría durado lo mismo. Estaba realmente delicioso y guardo un grato recuerdo de aquella comida.
No sé si mi subconsciente condicionó con este recuerdo la elaboración de este plato. Había estado cogiendo los casi últimos pimientos y tomates de la huerta y andaba pensando qué hacer con ellos. Recordé que tenía abierto un paquete de cous cous y la receta salió sola: pisto, especias y cous cous. ¿Pero qué especias? Pues hice lo que hago siempre, ir a la despensa, mirar todos los botes de especias y dejar que me inspiren. Cogí los que me pareció que le irían bien a la receta y como de costumbre, fui mezclando, oliendo (ésto es importantísimo) y probando. Casi no tuve que hacer ajustes, porque quería una mezcla suave de especias, que se fundieran con las hortalizas sin abrumarlas. Para mi gusto el pisto quedó perfecto, con una presencia evidente de las especias pero sin que éstas se adueñen del plato y que siguen apreciándose una vez mezcladas con el cous cous, el cual suaviza mucho su sabor.
Aconsejo no pelar el calabacín ni la berenjena, para que así se mantengan más enteros. El tomate no suelo pelarlo pues la variedad que cultivamos tiene una piel finísima que a mí no me estorba. Del mismo modo no le quito las semillas, pues apenas tienen y no me molesta su presencia en el plato. Pero como todo, a gusto del cocinero.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
*Para el pisto (rinde cinco raciones, aprox.):
180 gr. de cebolla
200 gr. de pimiento verde
120 gr. de pimiento rojo
260 gr. de calabacín
225 gr. de berejena
325 gr. de tomate
1/4 tsp de semillas de cilantro
1/2 tsp de ras el hanout
1/8 tsp de jengibre molido
1/8 tsp de macis
AOVE
sal
*Para el cous cous, por ración:
50 gr. de cous cous precocido de grano medio
50 gr. de agua
AOVE
sal
ELABORACIÓN:
*Del pisto especiado:
Machacar en el mortero las semillas de cilantro. Mezclar con el resto de especias y reservar.
Lavar la berenjena y cortarla en rodajas de 1'5 cm. de grosor. Espolvorear con sal para que pierdan parte del amargor y dejar a un lado mientras se preparan el resto de hortalizas. Si la berenjena es muy tierna, este paso no es necesario.
Eliminar las hojas exteriores y las raíces de la cebolla. Cortar en dados de un centímetro de lado, aproximadamente y reservar.
Lavar los pimientos y el calabacín. Eliminar tallos, semillas y nervaduras interiores de los primeros y despuntar el segundo, dejándolo con piel. Cortar pimientos y calabacín en dados de 1'5 cm. de lado, aproximadamente y reservar por separado.
Lavar y pelar el tomate. Eliminar las semillas y cortar en dados 1'5 cm. de lado, aproximadamente. Reservar.
Lavar las rodajas de berenjena para quitar la sal, secar con papel de cocina, presionando con suavidad para eliminar el máximo de humedad y cortar en dados de 1'5 cm. de lado, aproximadamente. Reservar.
Disponer un buen fondo de aceite de oliva virgen extra en una cazuela amplia y calentar a fuego medio-alto. Introducir la cebolla, agregar un poco de sal y rehogar hasta que empiece a ablandarse. Añadir entonces los pimientos, remover, tapar y cocinar hasta que empiecen a ablandarse ligeramente. Incorporar a la olla el calabacín y en cuanto empiece a cambiar de color introducir la berenjena, remover, tapar y cocinar dos minutos.
Echar a un lado las hortalizas e inclinar la olla en sentido contrario para que escurra el aceite. Añadir a ese aceite la mezcla de especias y rehogar diez segundos. Mezclar las hortalizas con las especias rehogadas, agregar el tomate, remover, tapar la cazuela y continuar cocinando diez minutos. Quitar la tapadera, comprobar el punto de cocción de las hortalizas y cocinar, destapado para que se consuma ligeramente la salsa, de cinco a diez minutos o hasta que las hortalizas estén a nuestro gusto. Rectificar de sal y reservar caliente.
* Del cous cous:
Disponer el cous cous en un cuenco. Llevar el agua a ebullición y en cuando arranque el hervor, verter sobre el cous cous, tapar y dejar reposar cinco minutos. Destapar, añadir sal al gusto y un chorrito de aceite de oliva virgen extra cruda y remover con un tenedor hasta que los granos de cous cous estén completamente sueltos.
*Del emplatado:
Poner el cous-cous en el plato. Practicar una ligera hondonada en el centro y colocar en éste unos 200 gr. de pisto. Servir inmediatamente.
A comer.
Buenos días a Isabel, no te imaginas cuantas veces hago este plato para comer cuando voy con prisas, hago igual que tú, cocino grandes cantidades de pisto con las verduras del huerto de mi padre, lo hsgo jugoso precisamente para platos como el tuyo, y congelo en tápers de una o dos raciones, luego solo es cuestión de decidir, si lo queremos en caliente o fresquito tipo taboulé, también le pongo especias, de manera generosa, tengo un montón de las que mi hermana, la callejera viajera me trae de sus viajes y juego con ellas, para hacer de un mismo plato, versiones diferentes. A mi marido le encanta especialmente cuando le añado, si es para comer en frío, atún, bonito, melva o similar, lo mezclo todo y cuando está frío, es una gozada, ahora, en este tiempo lo hago calentito, lo bueno que tiene el couscous es que lo encontramos de preparación rápida, no como el que utilizaba mi madre antiguamente que había que cocinarlo al vapor, en la couscousera durante mucho tiempo para que quedara tierno.
ResponderEliminarTu plato me encanta, hace tiempo deseando compartirlo igualmente, a ver si saco tiempo para fotografiar al menos la presentación, tú plato lo dice todo, me encanta.
Besos
Buenos días Concha. Ya ves, el pisto me vuelve loca pero frío como que no mucho, lo prefiero templado o caliente, tal vez por eso nunca se me ha ocurrido ponerle atún, lo tengo que probar, a ver si cambio de opinión. Es la primera vez que le pongo especias y la próxima vez que lo cocine pienso ser más arriesgada con ellas, porque ha quedado muy bueno.
EliminarEl cous cous es un producto relativamente nuevo en las tiendas de esta zona, tal vez no se popularizó hasta la época del boom inmobiliario, con la llegada masiva de inmigrantes que demandaban los productos de su tierra antes de que la globalización los trajera, como otros muchos productos que hoy enriquecen nuestras cocinas.
Feliz fin de semana. Un beso.
El cuscús yo lo descubrí cuando vine a vivir aquí, hace ya la friolera de treinta y cuatro años, dada la cercanía que tenemos con África era lo normal, incluso he tenido y tengo vecinas marroquíes que lo bordan. Lo preparo de varias formas, algunas las tengo publicadas, con pisto me parece una idea excelente y de plato único, también excelente en algunas ocasiones donde el tiempo apremia y da gusto tener un par de raciones congeladas, o embotadas, pues acabo de venir del blog de Marisa y ella lo ha preparado así. Ya sabes que no soy aficionada a las especias, pero según que casos el Ras el Hanout que no falte. Buenísimo.
ResponderEliminarUn beso.
Buenos días Lola. Aquí el cous cous es muy moderno, estamos demasiado al norte para que la influencia de las cocinas de los países del Magreb, ni siquiera de Andalucía, lleguen de forma natural hasta nosotros. Y eso que cuando mi abuela materna era joven venían muchos jornaleros andaluces y extremeños en la época de la siega, principalmente, pero no dejaron su gastronomía. Algo que siempre me ha extrañado es que siendo Castilla y León tierra de trashumancia no se cocinen migas en ninguna provincia, salvo tal vez en determinadas comarcas y de forma muy doméstica. Así que, claro, ya de más lejos ni hablamos.
EliminarArriésgate un día a especiar el pisto. La mezcla que he usado es muy suave y con el cous cous aún más. Siempre puedes apartar un poquito de pisto cuando ya lo tengas cocinado, añadir las especias y dejar que de un hervor. No cogerá tanto su sabor pero te servirá para experimentar.
Feliz fin de semana. Un beso.
Isabel, hace un siglo que no como cous cous. Curiosamente también recuerdo la primera vez que lo probé, fue en Marruecos, ni recuerdo cuántos años hace ya de eso. Así con pisto me parece un plato completo y sano, bastante equilibrado, de esos que nada más verlo encima de la mesa ya estás deseando meter el tenedor
ResponderEliminarAbrazos y buen fin de semana!
Buenos días Javier. El cous cous sigue siendo una rara avis en los restaurantes de por aquí, lo he comido pero en contadas ocasiones. En cambio, en Andalucía, es fácil de encontrar en las cartas de muchos restaurantes y es donde lo suelo comer, pero como voy poco, pocas son las ocasiones. Así que este verano, cuando volvimos de vacaciones, decidí ponerle remedio y ahora lo hago bastante, de momento con recetas fáciles como ésta, que está muy buena. Alguna vez le he picado por encima huevo cocido y también queda muy rico.
EliminarFeliz fin de semana. Un abrazo.
Creo que en casa comemos couscous casi cada semana, porque se prepara en un momento y es saciante pero sin ser pesado lo que siempre viene bien. Y el pisto especiado pues tiene que ver con el couscous marroquí que si me apuras te diría que es la versión suya del pisto nuestro :o) Una delicia, más con verduras de casa que ya es un lujo!
ResponderEliminarBesos y feliz fin de semana,
Palmira
Buenos días Palmira. Ahora estoy haciendo bastante cous cous, pero no tanto como tú porque aún no he conseguido aficionar a mi pareja, pero espero lograrlo, porque aparte de estar bueno, es como dices tú, saciante sin ser pesado. Pues con esto del pisto no sé si fue la gallina antes que el huevo, pero está buenísimo, especiado o no, con más o menos acompañamientos, es un plato delicioso. Y con verduras de temporada, sean caseras o no, más aún.
EliminarFeliz fin de semana. Un beso.
Hola Isabel. Ya veo que Lola te ha comentado que hoy también he publicado pisto. Si tenéis vuestras propias hortalizas, menuda diferencia. En verano me regalan, pero ya se me acabó el chollo.
ResponderEliminarLo que nos cuentas de aquel día en el que cocinó la chica es un recuerdo de esos que se quedan grabados y es normal que lo recuerdes con cariño y te inspire para volver a cocinar el couscous.
En casa es mi hijo el que lo hace, pero desde que ya no vive conmigo, no lo he vuelto a preparar. Mi suegro hacía pisto y lo congelaba en botecitos porque vivía solo y se apañaba muy bien. Me lo has recordado.
Besos y buen fin de semana.
Buenos días Marisa. Cuando no tenía el arcón congelador, también hacía conserva de pisto, pero para raciones pequeñas prefiero congelarlo, me resulta más práctico. A mí también se me acabó el chollo con el huerto, hoy cogeré los últimos tomates y luego a arrancarlo todo, pues ya no da nada y además ha empezado a helar. Débilmente, eso sí, por eso este año la temporada de huerta se ha alargado tanto, afortunadamente. Es verdad que tengo ese recuerdo grabado y para mí es muy bonito, sobre todo porque mi memoria es pésima y recuerdos de ese tipo son escasos.
EliminarFeliz fin de semana. Un beso.
Vengo solo para felicitarte al ser la ganadora del sorteo de Palmira.
ResponderEliminarPero ya que estoy en tu espacio, no he podido pasar por alto este rico plato que hoy compartes, me ha abierto el apetito y me doy cuenta de que todavía no he desayunado. Calentaré el café y lo acompañaré con algo dulce que encuentre en la cocina.
Cariños.
Kasioles
Buenos días Kasioles. Muchas gracias, es todo un detalle. La verdad que me ha hecho muchísima ilusión, además de la sorpresa, que veía mi nombre en la foto y no me lo creía.
EliminarMe alegro de que te guste este pisto. No es más que el pisto de siempre pero la adición de unas poquitas especias y el acompañamiento del cous cous, lo convierten en un plato completamente distinto, saciante y muy rico.
Disfruta de tu desayuno. Un beso.
Hola Isabel, bonitos recuerdos de aquella época. Los mejores recuerdos siempre son en torno a una mesa, desde luego si te han influído es ¡en la elaboración de tu plato de hoy pues bienvenido sea porque el resultado d¡es de sobresaliente. Un beso!!
ResponderEliminarBuenos días Elisa. Recuerdos bonitos y tal vez un poco nostálgicos, pues evocan un tiempo ya lejano. Es cierto que muchos recuerdos están asociados a una mesa, seguramente porque a su alrededor siempre están los familiares o amigos con los que compartimos buenos momentos. Pues no sé si el recuerdo ha tenido algo que ver con la receta, me gusta pensar que sí; desde luego, a partir de ahora siempre relacionaré este pisto con aquella comida.
EliminarUn beso.