lunes, 22 de agosto de 2022

Bizcocho de mantequilla y coco

Este verano, con el calor que ha hecho, me ha dado bastante pereza encender el horno, así que cada vez que mi pareja me decía que a ver si hacía un bizcocho, yo escurría el bulto cambiando de tema y cuando ya insistía reconocía que sólo pensar en el calor al hornear me echaba para atrás. Evidentemente se quedó con la copla y en cuando bajó la temperatura a un nivel más normal volvió a la carga y es que en casa somos muy de bizcocho; el de yogur, que es el que más horneo, ya casi se hace sólo de tanto que lo repito. Pero de bizcocho casero, que los industriales, con ese saborcillo a esencia de limón, vainilla o lo que sea, no son mucho de nuestro agrado. Al resto de bollería, galletas y otras dulzangas no le hacemos remilgos, pero a los bizcochos sí y de hecho no recuerdo la última vez que compré uno.

El caso es que a mí también me apetecía y por no repetirme, busqué en la red un bizcocho en el que pudiera utilizar algún ingrediente de los que ya tuviera en la despensa porque entre ésta y el arcón congelador, tengo comida para parar un tren y me he propuesto comprar lo menos posible e ir utilizando lo que ya tengo. Y encontré este bizcocho. Si os gusta el sabor a mantequilla, os encantará, porque es el predominante. El coco se percibe más en la textura que en el sabor, pensé que llevando leche y ralladura se notaría más, pero no, tal vez con una leche de coco con menor contenido en agua (he usado una mitad leche mitad agua y sin espesantes, que me dan un poco de asquete) sepa más a coco. Eso sí, no busquéis por ningún lado el de la leche condensada, no sabe en absoluto a ella, cosa que no esperaba porque lleva bastante pero que tampoco me ha importado porque prefiero que su sabor se note poco a que predomine por encima de los demás, que es la pega que le encuentro muchas veces a los postres que la llevan.

Bizcocho de aspecto contundente pero muy tierno que alegrará vuestros desayunos y meriendas y que no os puedo decir cuánto tiempo mantiene la ternura porque casi casi está recién sacado del horno. Pero está tan bueno que no le va a dar tiempo a ponerse duro...

Venga, a lavarse las manos y a cocinar.

INGREDIENTES:

* Todos los ingredientes a temperatura ambiente

300 gr. de harina de trigo de todo uso

10 gr. de impulsor químico

350 gr. de leche condensada desnatada casera o industrial

240 ml. de leche de coco

3 huevos talla L

150 gr. de mantequilla a punto de pomada

60 gr. de coco rallado

mantequilla y harina para el molde

azúcar glas para espolvorear

* Y además:

un molde de corona de 2.250 ml. de capacidad (mínimo)

unas varillas eléctricas (optativo)

ELABORACIÓN:

Enmantequillar y enharinar (retirando el exceso de harina poniéndolo boca abajo y dándole unos golpecitos en la base y costados) el molde elegido y dejar a un lado.

Tamizar juntos la harina y el impulsor y reservar.

Batir la leche de coco para que se mezclen uniformemente las partes sólida y líquida y mezclar en un bol, hasta homogeneizar, con la leche condensada. Reservar.

Precalentar el horno a 200º C, con calor arriba y abajo.

Disponer la mantequilla en un bol profundo y batir unos segundos con las varillas eléctricas, si se usan. Añadir los huevos de uno en uno e integrar. La mezcla parecerá cortada, es así.

Añadir a la mezcla de huevos y mantequilla la mitad de la mezcla de leches condensada y coco e integrar. Agregar la mitad de la mezcla de harina e impulsor e integrar. Incorporar el coco rallado y mezclar. Proceder de igual modo con el resto de las mezclas líquidas y sólidas.

Verter la mezcla en el molde, dar unos golpecitos para asentar la masa e introducir en el horno colocando la rejilla a media altura. Bajar la temperatura a 180º C y poner el calor sólo por abajo. Hornear 45 minutos.

Comprobar el punto de cocción pinchando con una brocheta el centro del bizcocho: debe salir seca. Si no fuera así, prolongar el horneado otros tres minutos o hasta que la brocheta salga seca.

Sacar del horno y colocar el molde sobre una rejilla. Desmoldar a los 10 minutos, colocando el bizcocho nuevamente en la rejilla hasta que se enfríe por completo.

Una vez frío, espolvorear con azúcar glas y servir.

A comer.

6 comentarios:

  1. Ummm ¡qué pintaza! aunque el coco no se note mucho seguro que tenía un aroma delicioso. Donde se ponga un bizcocho casero...¡qué rico! Besitos guapa!

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    1. Esperaba mayor sabor a coco pero tampoco se puede decir que no se perciba. El coco me gusta tanto que nunca su sabor me parece suficiente, que a lo mejor es lo que pasa con este bizcocho... Los industriales, por muy buenos que sean, no se pueden comparar con los caseros, supongo que la adición de ingredientes que alargan su vida útil es lo que los hace menos buenos.
      Un beso guapa.

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  2. No soy amante al dulce, pero esta receta debe encantarle a mi padre.

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    1. No es muy dulce pero claro, no a todos nos gustan los mismos sabores, es normal. Incluso, coincidiendo en gustos, no por eso tenemos que coincidir en su intensidad, yo lo dulce lo prefiero poco dulce y mi pareja todo lo contrario, por ejemplo. La diversidad es buena.

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  3. Que bonito corte tiene tu bizcocho, se ve delicioso!
    Besos

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    1. Hola Diana. Sí está rico y además es muy tierno. Tiene una textura que me encanta.
      Un beso.

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