lunes, 1 de agosto de 2022

Fritos de arroz integral y champiñones

Me gusta tener champiñones en el frigorífico, son muy versátiles, les van bien a casi todo y solos te apañan un primer plato en un momento, así que muchas veces los compro sin saber muy bien cómo los voy a utilizar. Normalmente cuando no estoy inspirada, los hago al ajillo-limón, que nos encantan y son fáciles de preparar, pero la última vez que los compré, quería hacer algo distinto. El caso es que iban pasando los días y los pobres champiñones languidecían en el cajón de las verduras sin que les llegara su momento. Estaban ya tan feúchos que de guisarlos solos el plato no hubiera resultado muy apetitoso a la vista, así que había que “camuflarlos” de alguna manera. También llevaba un tiempo con la idea de hacer una especie de arancini italianos y al mismo tiempo quería probar a cocinar algo con arroz integral. Así que junté todo, ingredientes e idea y cual bruja removiendo la marmita en la que prepara un filtro de amor, la olla de mi cabeza mezcló, quitó, puso y ajustó con el resultado que veis, unos fritos muy ricos hechos con el cariño que toda guisandera pone al cocinar, porque la cocina es un acto de amor, hacia los ingredientes y hacia los comensales. Hacia los primeros porque los tratamos con mimo para sacar lo mejor de ellos mismos y hacia los segundos porque siempre cocinamos pensando en los demás, en sus gustos, sus preferencias, sus manías, sus ascos, sus intolerancias, sus alergias y/o sus restricciones alimenticias, ya sean voluntarias o impuestas. Incluso cuando sólo cocinamos para nosotros mismos, también lo hacemos con amor, aunque sea un humilde filete a la plancha, siempre cuidaremos la materia prima y lo dejaremos en el punto que nos gusta, muy pasado o poco hecho, con o sin sal, con un poquito de pimienta o con todo el bote de Tabasco...

Cocinar también es compartir, en la mesa y por supuesto en este mundillo virtual y aunque la mayoría de los blogs ha colgado el cartel de “cerrado por vacaciones”, yo sé que Marisa no y como cada primero de mes nos abre su cocina para que participemos en su proyecto 1+/-100, desperdicio 0, una iniciativa cuyo objetivo es evitar el desperdicio de alimentos y fomentar el reciclaje en general

en la que siempre que puedo participo y a la que presento estos fritos, que si no llega a ser por ellos me temo que los champiñones habrían acabado en la basura, porque aunque estaban sanos, la verdad que su aspecto decía lo contrario.

Quedaron muy buenos, si no fuera así no os lo decía, que hay cosas que no me quedan muy allá y por supuesto no aparecen por aquí. Saben mucho a champiñón, el perejil y el eneldo les aportan sabor a “fresco” y el arroz integral todo el beneficio de la fibra. Aconsejo comerlos recién hechos para que mantengan el crujiente, pues pasado un tiempo la humedad del arroz ablanda el rebozado. No los hice todos de una vez y la mezcla sobrante la guardé filmada a piel y en un recipiente hermético en la parte más fría del frigorífico y aguantó perfectamente dos días. Después dejé que se atemperara a temperatura ambiente, formé las bolas, las rebocé y quedaron fenomenal. Os animo a hacerlas, os gustarán, seguro.

Una cosita, si no tenéis guantes de nitrilo, comprad una caja, con ellos no hace falta ni humedecerse las manos ni aceitarlas en la mayoría de las recetas que lo requieren. Si luego los laváis bien, los secáis mejor y os los quitáis con cuidado, podréis darles más de un uso. Yo los utilizo muchísimo.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:

* Para 18-20 unidades, según tamaño. Todos los pesos en limpio

100 gr. de arroz integral

1/2 pastilla (5 gr.) de caldo concentrado de verduras

250 gr. de champiñones

45 gr. de cebolla

20 gr. de puerro, de la parte blanca

1 diente de ajo pequeño

1/8 tsp de pimienta blanca molida

1 tbs de perejil fresco picado (sólo las hojas)

1 tsp de eneldo fresco picado (sólo las hojas)

AOVE

sal

agua

harina, huevo y pan rallado, para rebozar

*Y además:

unos guantes de nitrilo aptos para alimentos (optativo)

ELABORACIÓN:

Medir el volumen de arroz en una taza medidora y poner en una cazuela el triple del volumen del arroz, de agua. Añadir a la cazuela la media pastilla de caldo de verduras desmenuzada y llevar a ebullición. Cuando rompa a hervir, agregar el arroz y cocer semi tapado y a fuego suave durante 25 minutos o lo que indique el fabricante, el arroz tiene que quedar hecho pero con cuerpo.

Retirar la cazuela del fuego, volcar el arroz en un escurridor, voltear unas cuantas veces para eliminar el exceso de caldo y evitar que el arroz se apelmace y extenderlo en una fuente amplia para que se enfríe, esponjándolo de vez en cuando con dos tenedores para acelerar el proceso de enfriamiento y para que no se pegue. Hacerlo con delicadeza para no romper los granos de arroz. Una vez frío, reservar tapado para que no se seque.

Picar los champiñones (pies y sombreros) en trozos pequeños, la cebolla en tamaño similar y el puerro más pequeño. Prensar el ajo. Reservar todos los ingredientes por separado.

Disponer en una sartén un fondo de aceite de oliva virgen extra, llevar al fuego y añadir la cebolla, el puerro y un poco de sal. Cocinar a fuego medio alto y cuando las verduras empiecen a dorarse, agregar los champiñones, el ajo y otro poco de sal. Cocinar el conjunto a fuego medio hasta que esté hecho y haya consumido casi todo el líquido sin que quede seco. Apartar a un lado hasta que se enfríe.

Preparar un plato con harina, otro con huevo batido y otro más con pan rallado.

Mezclar en un recipiente hondo el arroz, la mezcla de champiñones, la pimienta blanca molida, el perejil y el eneldo. Rectificar de sal, si procede, tapar y dejar reposar 10 minutos a temperatura ambiente para unificar sabores.

Si no se utilizan los guantes de nitrilo, humedecerse ligeramente las manos y formar bolas del tamaño deseado. Pasarlas primero por harina, después por huevo batido y por último por pan rallado. Freírlas en abundante aceite caliente, escurrir en papel de cocina y consumir calientes.

A comer.

4 comentarios:

  1. ¡Qué ricos Isabel! Un aprovechamiento de lujo, me gusta todo lo que lleva y lo de los guantes me lo apunto, ¡un buen truco! Besitos preciosa!

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    1. Y fáciles de hacer además. Tengo que probar más combinaciones tomando como base el arroz intregral porque me resultaron menos engorrosos de hacer que las croquetas, que me dan una pereza terrible.
      Yo uso mucho ese tipo de guantes porque evitas humedecer la comida o agregar aceite innecesario. También los uso mucho cuando pelo pimientos asados, así no se me tiñen las uñas y evito tener que blanquearlas con lejía, pues tengo la piel de las manos bastante delicada.
      Un beso guapa.

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  2. Querida Isabel. Perdona la tardanza, pero es que sigo mal y me desconecto por obligación. Agradezco muchísimo que a pesar de los calores y de que sea agosto, sigas siendo fiel a tu cita mensual.
    Me parece una receta ideal para el aprovechamiento de arroz al que le añadas lo que tengas por la nevera. Creatividad al poder que de eso se trata. Si tuviera esta noche un plato delante no veas lo que disfrutaríamos.
    Mil gracias por estar y por regalarnos estos fritos tan buenos.
    Muchos besos.

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    1. Hola Marisa. Me apena saber que aún no estás recuperada y espero que tu recuperación llegue pronto y sea completa.
      Aunque la idea de estos fritos surgió para aprovechar los champiñones, es perfecta para una pequeña sobra de arroz porque a poquito que le añadas cunde mucho. Es una receta fácil y resultona que admite mil y una combinaciones.
      Cuídate mucho. Besos.

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