Como el mundo no se iba a acabar por este pequeño contratiempo, sigo a lo mío mientras escucho el programa de radio donde me había enterado de lo de la croqueta y al que la gente llamaba para comentar cuáles eran las mejores croquetas que habían comido en su vida, dónde las habían comido, qué llevaban... Os podéis imaginar, opiniones para todos los gustos, desde las clásicas de puchero o jamón y huevo, hasta las más moderas de morcilla, pimiento rojo y pistachos o acelgas y almendras, elaboraciones originales como tortilla de croquetas (me perdí la explicación) o tarta de croquetas (sí, una receta dulce con su nata y todo, no comment) y muchas menciones a bares y restaurantes. pero sobre todo a las caseras y por goleada “las de mi madre”. Curiosamente lo que más se repetía era que las mejores croquetas eran las hechas con cariño/amor. Y es que, en la cocina, tan importante o más que la pericia del cocinero, es el mimo que pone en lo que hace. ¿o no?. Aunque siempre hay a quien no le gustan, como a mi sobrina pequeña, que da igual que sean las del comedor del cole que las que le hace su abuela y aunque de las primeras no puedo opinar, sí de las segundas y no es porque las haga mi madre, pero las borda, de verdad.
Esta tarta salada no será una croqueta, pero está igualmente hecha con cariño. De sabor suave, la cebolla la hace jugosa y el maíz le aporta su toque ligeramente dulce que combina a la perfección con el salmón. La sencilla mezcla de sabores da como resultado una tarta muy rica que se come sin sentir, que aguanta perfectamente hasta tres días, eso sí, refrigerada y bien tapadita con film alimenticio y que gustará a todos, además de ser una forma diferente de comer pescado.
Antes de dejaros con la receta, un último apunte: cortad el salmón en trozos grandes, ya que, cuanto mayores sean, más jugoso quedará.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
*Para la masa:
75 gr. de harina de trigo de todo uso
75 gr. de harina de trigo integral
1/8 tsp de pimienta blanca molida
1 pizca de sal
20 ml. de AOVE
75-80 ml. de agua
*Para el relleno:
250 gr. de salmón fresco en un trozo, sin piel ni espinas
75 gr. de maíz dulce en conserva, escurrido
150 gr. de cebolla morada
3 huevos tamaño L
125 ml. de leche desnatada
20 ml. de nata con un 10% de materia grasa
1'5 tsp de eneldo fresco
AOVE
sal
*Y además:
1 molde de paredes bajas apto para horno, de 22 cm. de diámetro (medida de la base)
ELABORACIÓN:
*De la masa:
Poner las harinas, la sal y la pimienta blanca en un bol, mezclar con una cuchara de palo y añadir el aceite de oliva virgen extra. Mezclar nuevamente. Añadir la mitad del agua y volver a mezclar. Se formarán como unas migas. Dejar que la harina se hidrate un par de minutos y amasar brevemente la mezcla, incorporando el agua poco a poco hasta que no se pegue a las manos y no se vean trazas de harina seca. Lo más probable es que no haga falta todo el agua, pero eso dependerá del grado de absorción de la harina.
Formar una bola, tapar con un paño limpio y dejar reposar 30 minutos a temperatura ambiente.
*Del relleno:
Cortar la cebolla en plumas finas. Pochar tapada a fuego suave en una sartén con un fondo de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal hasta que esté blanda y transparente. Apartar del fuego, escurrir reservando el aceite y dejar templar.
Cortar el salmón en trozos grandes y reservar.
Lavar y secar el eneldo, picar las hojas y dejar a un lado.
Cascar los huevos en un cuenco, añadir sal al gusto y batir como para tortilla. Agregar la nata, la leche y el eneldo y mezclar sin batir para no introducir aire.
*Del montaje y horneado:
Precalentar el horno a 200º C con calor arriba y abajo.
Sobre una superficie de trabajo limpia y sin enharinar, estirar la masa con el rodillo lo suficiente para cubrir el molde y lo más fina posible. Si la masa tiende a encogerse al estirarla, ir dándole reposos de cinco minutos hasta que se relaje el gluten y resulte manejable. Acomodarla en el molde ligerísimamente aceitado procurando que no queden bolsas de aire y retirar el sobrante con el rodillo.
Colocar el salmón crudo encima de la masa, distribuir el maíz dulce entre los huecos y a continuación la cebolla por encima de ambos ingredientes. Añadir la mezcla de huevos y regar con el aceite reservado de rehogar la cebolla.
Hornear 45 minutos a 180º C con calor sólo por abajo, colocando la rejilla en la parte intermedia del horno.
Enfriar sobre una rejilla. Desmoldar, si se desea y servir a temperatura ambiente.
A comer.
Mira que me gustan las croquetas pero este pastel también debe estar rebueno y es una forma diferente de comer pescado. Bss guapa! Feliz semana!
ResponderEliminarNo sólo es una forma diferente, sino que con poco salmón preparas un plato para 4-6 personas por poco dinero, que según andan las cosas, es algo que también hay que tener en cuenta.
EliminarUn beso.
Lo de que haya un día para cada cosa yo tampoco lo llevo bien, la mayoría de las veces ni me entero y otras llego tarde. Soy bastante croquetera, le he cogido afición porque en casa me lo celebran mucho y si hay algo que sea aprovechable en ingredientes y además esté rico esa es la croqueta. Pero los pasteles salados también se me dan bien y son igual de prácticos. Maíz no le he puesto a ninguno porque más allá de la ensalada no me va mucho, pero otra cosa es integrarlo en una quiche, debe notarse menos y cumplir su función de participante. Apuntado queda para alguna ocasión en que me falten componentes.
ResponderEliminarTu tarta ha quedado divina.
Un beso.
Tampoco yo me entero casi nunca, que lo de ayer fue casualidad, que si no lo dicen en la radio ni me entero. Me encantan las croquetas aunque me de pereza hacerlas y desde luego son perfectas como receta de aprovechamiento. Le puse maíz porque buscaba un ingrediente que le aportara dulzor al salmón, pues es un pescado al que le va genial lo dulce y la verdad, me encantó el resultado. La tarta quedó estupenda.
EliminarUn beso.
Buenos días Isabel. Empezamos bien el año, eso del día de…, me pone atacada, yo voy a mi bola, y paso de imposiciones, tampoco suelo estar pendiente por lo que no supone ninguna tortura, que cada uno celebre lo que le venga en gana, y aquí todos contentos.
ResponderEliminarYo si tengo croquetas, es más, cuando las hago, las preparo en cantidades industriales, sin exagerar, precisamente para estas fiestas pasadas, cociné más de 400, y no es mentira, hice de 4 variedades, para poner un surtido, que solemos hacer noche de sopa y croquetas, para la cena del 25 de Diciembre y la del 1 de Enero, y además, hago reparto, porque todos quieren llevarse unas cuantas para freír en sus casas, otro día. Y aún así no me importa este año las he hecho yo solas, masa, empanado, congelado y empaquetado, que como imaginarás, para tal cantidad, lleva su tiempo y tiene un buen trabajo, pero cuando veo que desaparecen a la velocidad de la luz, mientras me piden que les prepare más, no puedo sino reírme y mandarlos a tomar cuento, pero con la boca chica, pues lo vuelvo a repetir año tras año, jajaja…
Podría sacar unas cuantas, freírlas, fotografiarlas y compartirlas, pero eso sí que me cansa, hacer lo que todo el mundo hace, me aburre, jajaja…
Tu quiche se ve riquísima, además con salmón a trozos grandes, para que sepa a lo que tiene que saber.
Besos
Me enteré de pura casualidad y aunque ese tipo de cosas me traen al fresco, me dio por buscar a ver si tenía alguna croqueta, pero vamos, que no me llevé mal rato, precisamente, jejeje...
EliminarTe creo lo de las croquetas pues mi madre, para cuatro gatos que somos también es de hacer a lo grande, más o menos unas cien de cada masa. Yo me apunto a comerlas y a llevarme para casa, lo digo por si te sobró alguna...
Lo de los trozos grandes sobre todo es porque así queda más jugoso, pues el pescado se seca menos.
Un beso.
Hola Isabel. Yo paso de los días de lo que sea porque o no me entero o me da igual. Si ya me cuesta publicar, solamente me faltaba tener que estar pendiente. Prefiero los días relacionados con la salud y tampoco, porque la verdad, todos los días, lo importante, debería ser difundido y celebrado.
ResponderEliminarMe gustan las croquetas, pero las tartas saladas son más de mi predilección. La tuya me llama la atención por el maíz que le dará el toque dulzón. El corte habla por sí solo.
Besos.
Si la verdad es que me da igual, nunca he sido de modas, pero como coincidió me dije ¿por que no? No creas que me llevé mal rato por no encontrar la receta, ya habrá ocasión, que ya dicen que hay más días que longanizas, jjj...
EliminarAl salmón le van genial los sabores dulces e imaginé que el del maíz le iría muy bien. Y así ha sido; además la mayoría de las semillas conservan parte de su líquido natural después del horneado y resulta muy agradable cuando al morderlas, lo liberan en la boca. Al menos ese efecto a mí me ha encantado.
Un beso.
Me encantan las tartas saladas, sin proponértelo me has abierto el apetito, mil gracias por compartir la receta.
ResponderEliminarCariños.
Kasioles
Pues si tienes ocasión, prepárala. Es muy fácil, da poco trabajo pues en lo que reposa la masa se rehoga la cebolla y el resultado es francamente muy rico.
EliminarUn beso.
¡Hola Isabel! ¿Qué tal se han portado los Magos de Oriente? Seguro que han estado fantásticos.
EliminarVaya batallita que has tenido antes de decidirte por esta maravillosa quiche. Yo soy una apasionada croquetera, pero esta propuesta de salmón es riquísima, así que a disfrutarla.😋😋
Feliz martes. 😘
Si te digo la verdad, han estado un poco "sosos", en realidad igual que yo, pues este año mi espíritu navideño ha brillado por su ausencia, menudo desastre, jajaja...
EliminarMe encantan las croquetas aunque las haga poco, no así las tartas saladas que también me vuelven loca, os aburriría si publicara todas las que hago, bueno, todas no que repito receta, tanta imaginación no tengo. Esta en cambio sí es nueva y nos ha gustado muchísimo, la repetiré más de una vez.
Feliz martes. Un beso.
Che buona! Il ripieno mi piace proprio tantissimo!
ResponderEliminarÈ stato davvero molto ricco. Ci vuole anche poco lavoro perché il ripieno è molto semplice.
EliminarIsabel, el mundo "croquetil" es tan amplio, que me podría tirar mucho tiempo escribiendo sobre ellas, y tampoco se trata de aburrirte. Efectivamente, hoy en día hay croquetas de todo, así que es complicado elegir un sarbor como preferido. Yo recuerdo especialmente las que hacía mi tía con huevo, jamón y bechamel, eran una delicia. Por cierto, me has dejado pasmado con eso de que a tu sobrina no le gusten las croquetas ¿la habéis llevado al médico? jajaja porque será la única jajaja
ResponderEliminarEl mimo es fundamental a la hora de hacer una receta, al final siempre se nota, como es que tú le has puesto a tu tarta. Me ha sorprendido la combinación, me llama mucho la atención, pues imagino ese sabor dulzón del maíz con el contraste del salmón y me atrae mucho
Abrazos y buen fin de semana!
Es que, todo cabe en una croqueta, combinan tan bien con todo que las posibilidades son infinitas. También las de jamón y huevo son mis favoritas pero en una ocasión probé en un restaurante unas de kimchi que me hicieron plantearme seriamente el primer puesto en el pódium de mis croquetas preferidas. Menos mal que las de jamón y huevo no son celosas, jajaja...
EliminarSi mi sobrina fuera mi hija, ya la había llevado al médico. Eso de que no le gusten las croquetas no puede ser bueno. El único consuelo que me queda es que ahora está en la etapa de "ésto no me gusta", así que, cuando se le pase, confío en que su paladar se vuelva "normal", jjj...
Llevaba un tiempo dándole vueltas a esta receta, quería combinar el salmón con un ingrediente moderadamente dulce, pues éste combina a la perfección con el del pescado. La elección del maíz ha sido todo un acierto, al menos en casa nos ha encantado.
Que pases un buen fin de semana. Un abrazo.
Hola, de nuevo por aquí !! En casa somos muy dados a comer pescado, sobre todo salmón, pero siempre lo reservamos para momentos especiales para hacerlos diferentes. La combinación con el maíz me ha gustado bastante, nunca lo había probado !! Así que esta receta me la guardo para hacerla próximamente, que como se acerca el cumpleaños de mi hija pequeña, ¿Qué mejor receta? jajajaja Un beso preciosa.
ResponderEliminarHola Elisa. También nosotros comemos mucho salmón y aunque la mayoría de las veces lo preparo nada más que al microondas con un poco de sal, de vez en cuando apetece cambiar. Y esta tarta es una buena opción, es diferente, fácil y muy rica. Además sale bastante bien de precio pues si la preparas para cenar con una buena ensalada, cunde seis raciones, lo que no está nada mal.
EliminarUn beso.