
Septiembre para mí es mes de asar pimientos y hacer mermeladas. Este año ha sido malo para los pimientos y he asado muy poquitos. Tampoco fue bueno para todos los frutales, pero aún así he podido hacer alguna mermelada, es más, según escribo ésto se está enfriando un lote de frascos de la mermelada de melocotón que hice esta mañana y que he metido en conserva esta tarde. Siempre hago conserva de todas las mermeladas ya que al no ponerles mucho azúcar no me fío del clásico método de rellenar los frascos en caliente y darles la vuelta para que hagan el vacío, prefiero hervirlos y así evito posibles disgustos.
En esas estaba, haciendo mermelada de melocotón y miel con las frutas que me había tirado el aire y que en su mayoría estaban un poco verdes, motivo por el cual aumenté un poco la cantidad de azúcar que normalmente utilizo. Al probarla la encontré dulcísima, demasiado para mi gusto y más teniendo en cuenta que lo dulce me gusta cada vez menos dulce. Así que decidí pedirle opinión al catador oficial, que al final es quien se come todas las mermeladas que hago y que me protestó la última que hice de ciruelas claudias porque según él “estaba insípida”. Se la dí a probar y me dice tan ufano “qué buena, sabe igual que la comprada”. No supe ni cómo reaccionar, porque siempre pensamos que lo casero no sólo es mejor (y ojo, que hay mermeladas en el mercado de calidad realmente extraordinaria), sino también más rico. Confieso que pasados unos minutos empezó a molestarme el comentario, aunque no le dije nada, pues sé que fue bienintencionado, pero no sé si mi espalda y las quemaduras en la muñeca opinaban lo mismo, así que decidí correr un tupido velo...
Con lo que no pudo hacer comparaciones fue con esta crema untable de manzana especiada. Sí, el nombre es muy largo, pero llamarla “mantequilla de manzana” como así lo hacen en los sitios de recetas estadounidenses, me parece que induce a error y requiere muchas aclaraciones. Curiosamente en los muchos sitios en los que he consultado esta receta, siempre hacen la aclaración de que en puridad no es una mantequilla, pero la denominan así por lo untuosa que es, en un símil con la mantequilla pomada, aunque a juzgar por sus fotos no tiene esa consistencia y si siendo esta receta muy popular en ese país necesitan hacer aclaraciones, como para traducirlo literalmente al español, por eso el nombre que le he dado.
Hacía tiempo que tenía ganas de hacer esta crema. La descubrí hace ya mucho en muchos sitios de recetas de EEUU, donde llegando finales de verano es un auténtico desfile de recetas con calabaza o con manzanas, siendo esta apple butter muy popular. Es también una magnífica receta de aprovechamiento y como ésta es época de recogida de melocotones, peras y manzanas, parte de las cuales hay que cocinar porque es imposible consumirlas todas, resulta una alternativa diferente y deliciosa a las tradicionales mermeladas.
Como ya os comentaba, andaba liada haciendo mermelada de melocotón y miel y hacer la crema en la olla lenta me pareció una magnífica idea, porque se ahorra uno el tener que remover para evitar que se agarre a la cazuela. He adaptado esta receta, reduciendo la cantidad de fruta pues mi slow cooker es pequeña (tengo la de Lidl) y he cambiando las especias, utilizando en lugar de las indicadas, la mezcla de especias para pan de especias cuya receta ya os mostré en esta entrada y cuyo aroma y sabor me vuelve loca y que, dicho sea de paso, ya tenía que gastar. Creo, de verdad, que me ha quedado una crema deliciosa, adictiva, aromática y dulce,
He utilizado las manzanas rojas que se ven en las fotos. No sé de qué clase son, tienen carne amarilla y firme cuando están aún un poco verdes, pero que se vuelve harinosa al madurar, una textura que no me gusta nada. Como sólo las como yo y no me iba a dar tiempo a consumirlas todas antes de que cambiaran de textura, fueron las elegidas para esta receta. Supongo que se podrá utilizar cualquier manzana, con que esté sana es suficiente. El punto de maduración es indiferente, aunque una manzana más madura tendrá más líquido y tal vez haya que prolongar la cocción con la cazuela semi abierta para evaporarlo.
Aunque la receta no es mía, es perfecta como aprovechamiento de fruta que no va a dar tiempo a comer, que se quiere conservar o que está muy madura. Además utilicé las especias para pan de especias que ya había que consumir, aunque conservaba todo su aroma. Por ese motivo y con permiso de Marisa, es mi propuesta de este mes para su proyecto 1+/-100, desperdicio 0

que desde su blog Thermofan, promueve para evitar el desperdicio de alimentos y fomentar el reciclaje en general.
Sin más ya os dejo con la receta. Otros días no tendré nada que contaros, pero hoy os he hecho leer un rato largo...
Por cierto, al costillo le encantó. Y a mí, ni os cuento.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:
1 kgr. de manzanas, peladas y descorazonadas (1'500 kgr. de manzanas pequeñas, aproximadamente)
150 gr. de azúcar moreno de caña integral
1 tsp de mezcla de especias para pan de especias
1 pizca de sal
ELABORACIÓN:
Lavar y escurrir las manzanas. Pelar, eliminar partes dañadas y corazón. Picar en trozos del tamaño de una nuez del país, aproximadamente. Introducir en la olla lenta (la mía es la de Lidl).
Mezclar en un cuenco el azúcar moreno, las especias y la sal. Agregar a la fruta y remover hasta que todos los trozos se impregnen de forma homogénea.
Encender la olla lenta. Colocar el selector de temperatura en posición MEDIUM y cocinar cuatro horas. Pasado ese tiempo, remover las manzanas y cocinar otras cuatro horas a la misma temperatura.
Comprobar el punto de cocción de la fruta, si aún estuviera firme, prolongar la cocción comprobando cada 30 minutos. A mí no me hizo falta.
Desconectar la olla lenta y triturar las manzanas con una batidora de brazo hasta conseguir una crema fina y homogénea. Dejar que la crema se enfríe dentro de la olla lenta, destapada. De esta forma el calor residual espesará un poco más la crema.
Aunque la crema se puede consumir en cuanto se enfría, los sabores se suavizan pasadas 24 horas, mejorando considerablemente.
Si no se va a consumir toda en pocos días, es aconsejable meterla en conserva, dado que lleva poco azúcar. Por esa misma razón y si no se hace conserva, debe mantenerse refrigerada.
Obtuve 860 gr. de crema de manzana, cantidad que variará según la clase y punto de maduración de la fruta.
A comer.