Este es un bizcocho poco dulce y ligeramente húmedo, con el suave aroma de los pistachos y la frescura del limón. El contraste con el glaseado dulce y ácido a la vez es delicioso. No tenéis que agradecerme a mí esta delicia, la receta no es mía, la adapté de una que vi en internet y contrariamente a mi costumbre, no anoté el sitio, así que pido disculpas a su autor/a por el lapsus.
No os limitéis a imaginar su sabor. Hacedlo y disfrutad.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
*Para el bizcocho:
170 gr. de harina de trigo
75 gr. de pistachos tostados sin sal (pesados sin cáscara), picados
150 gr. de azúcar blanquilla
1 tsp de impulsor químico
1/2 tsp de bicarbonato de sodio
1/4 tsp de sal rosa del Himalaya
3 huevos tamaño L a temperatura ambiente
100 ml. de aceite de girasol
200 ml. de nata con un 18% de materia grasa
15 gr. de azúcar vainillada
10 gr. de ralladura de limón
*Para el glaseado:
75 gr. de azúcar glas
15 ml. de zumo de limón, recién exprimido y filtrado
pistachos tostados sin sal ni cáscara y picados, para decorar
*Y además:
un molde de 21 cm. de largo por 11 cm. de ancho (medidas base) y 7 cm. de alto o 1,650 ml. de capacidad
margarina y harina o papel sulfurizado, para el molde
ELABORACIÓN:
Enmantequillar y enharinar el molde o bien forrar con papel sulfurizado. Dejar a un lado.
Precalentar el horno a 200º C, con calor arriba y abajo.
*Del bizcocho:
Mezclar los dos azúcares y la ralladura de limón. Frotar con los dedos para que los azúcares se impregnen de los aceites de la ralladura y reservar.
Tamizar juntos la harina, la sal, el impulsor y el bicarbonato. Añadir la mezcla de azúcar y ralladura, así como los pistachos picados y mezclar. Reservar.
Batir los huevos con un tenedor, añadir el aceite y la nata e integrar. Verter sobre la mezcla de ingredientes secos y mezclar justo hasta que éstos se vean completamente impregnados de los ingredientes húmedos, cuidando de no batir en exceso.
Volcar la mezcla en el molde preparado. Dar unos golpecitos sobre la encimera para eliminar las posibles burbujas de aire, nivelar la superficie e introducir en el horno, colocando la rejilla en la segunda posición (contada desde abajo).
Hornear a 180º C con calor sólo por abajo durante 40 minutos. Comprobar el punto de cocción pinchando el bizcocho con una brocheta, estará listo cuando salga seca.
Sacar el molde a una rejilla y desmoldar a los diez minutos. Dejar enfriar completamente sobre la rejilla antes de bañar con el glaseado.
*Del glaseado:
Mezclar en una taza el azúcar glas y el zumo de limón hasta que el glaseado quede liso. Rociar inmediatamente sobre el bizcocho y espolvorear enseguida con pistachos picados.
Dejar que el glaseado se seque y servir.
A comer.
Buenos días, Isabel.
ResponderEliminarA mí me pasa lo mismo, cuando hago un bizcocho, no tengo miramientos, siendo inevitable comer más de una porción, y es que para mi gusto, no hay nada comparable, al placer que me produce disfrutar de todo en su conjunto, aromas, vista, textura, esponjosidad, es un placer que me hace rozar el cielo, y si a esto le sumamos una buena taza de café, apaga y vámonos, ¡ja, ja, ja…!
Veces pongo nueces o piñones, pero nunca suelo poner pistachos, no porque no me gusten, pero ha sido ver tu bizcocho, con esa capa glaseada, y desear hacerlo, así que no voy a tardar mucho en ponerlo en práctica.
Gracias por compartirlo, yo si voy a dejar anotado, el origen de la fuente de información, porque a la vista está, que esta receta es de las que merecen la pena dejar constancia.
Besos y feliz semana.
Buenas noches Concha. Es que los bizcochos caseros están taaannn ricos... En casa es el dulce que menos dura, en realidad vuelan, así que no los hago con mucha frecuencia, que ya no tenemos 20 años y hay que cuidar un poco la alimentación.
EliminarSi te animas a prepararlo, compra un buen pistacho, ya que todos no tienen la misma intensidad de sabor y como en realidad lleva poca cantidad, eso marcará la diferencia.
Calla, calla, que menuda rabia me ha dado el despiste, me he vuelto loca revisando mis archivos y no he sido capaz de encontrarla. Seguiré buscando y si encuentro la fuente, reeditaré la entrada, pues de justicia es reconocer a cada uno el mérito de su trabajo.
Un beso.
Buenos días. Los bizcochos en general, con frutas o frutos secos en particular, son los reyes de mi cocina, o uno de ellos, porque siempre hay alguno rondando por ahí. No hace falta que me convenzas de que tu bizcocho de pistacho está de rechupete, solo hay que verlo, se le nota la buena miga que tiene y ese glaseado promete quedar muy bien puesto acompañando al resto. Jolín, si es que dan ganas de coger un trozo y disfrutarlo. Desde luego que lo haré más pronto que tarde.
ResponderEliminarBss
Buenas noches Lola. A nosotros también nos gustan los bizcochos con "tropezones", personalmente pienso que son los más ricos.
EliminarTe digo lo mismo que a Concha, si lo haces, compra un pistacho de calidad pues tienen más sabor y se notará mucho en el sabor del bizcocho.
Es que ese toque de humedad que aportan los frutos secos, hacen un miga irresistible, para repetir y no parar, ay!
Un beso.
Querida Isabel. Aquí en mi zona es tradicional poner almendra a todo, dulce y salado y aunque ahora, la gente joven no siempre cocina recetas familiares, en mi casa continuo manteniendo esa costumbre.
ResponderEliminarAunque no recuerdes quién publicó la receta, no pasa nada porque viniendo de ti y leyendo los ingredientes, tengo clarísimo que está muy rico.
Me gusta que compartas recetas dulces.
Besos.
Buenas tardes Marisa. Aquí también hay muchas recetas tradicionales con almendras, tanto dulces como saladas, pues se solían poner almendros en las lindes de las tierras para marcarlas. Además, crecen con mucha facilidad en cualquier cuneta, aunque las heladas tardías arruinen a veces la cosecha de almendras.
EliminarCada día hago menos cositas dulces, pero alguna sí cae aunque no la comparta, pues no suelo complicarme y repito recetas ya probadas.
Un beso.
ResponderEliminar¡Hola, Isabel! Parece que ya estás normalizando tu actividad bloguera, lo celebro.
El bizcocho te ha quedado fantástico, se observa esponjoso y jugoso.
Yo soy una entusiasta del chocolate, sobre todo del potente, pero los frutos secos son intocables, también me gustan a rabiar.
Feliz martes. Bstes.
Buenas tardes Emma. No creas, me cuesta coger el ritmo, pero me estoy proponiendo publicar todas las semanas aunque haga entradas más cortas. De otra manera, no sé qué futuro tendrá el blog...
EliminarCoincidimos en gustos. Si me preguntaran qué me gusta más añadir a los postres, si chocolate o frutos secos, no sabría qué contestar.
Un beso.
Adoro i pistacchi, ottimo dolce!!!
ResponderEliminarQuesta torta è deliziosa con pistacchi e limone. Vale la pena farlo.
EliminarIsabel, me pierden los bizcochos y los pistachos, así que imagina. Los pistachos precisamente forman parte de mi dieta prácticamente cada día, en cambio los bizcochos no, aunque ya me gustaría... Como tú bien dices "Un día es un día", de vez en cuando hay que darse un capricho, nada mejor que con un buen bizcocho casero como este que tú nos traes, por cierto, rara vez hago un bizcocho y no le pongo ralladura de limón, el toque que le da en aroma y sabor es maravilloso. En fin, que me encanta la combinación de ingredientes que has escogido para tu receta
ResponderEliminarAbrazos
Hola Javier. Te diré que tardé mucho en cogerle cariño a los pistachos, los comía y ni fu ni fa, pero con el tiempo me terminé aficionando y aunque no soy de comer frutos secos a menudo, ahora me encantan. Con el limón es todo lo contrario, me vuelve loca y si hiciera comida para mi sola, toda llevaría limón, empiezo a echarle y no sé parar... Así que imagina lo poco que duró el bizcocho, jjj.
EliminarUn abrazo.
Se me van los ojos con tu bizcocho, me encanta el limon y con el pistacho tiene que ser una combinacion de a 10!
ResponderEliminarBesos
Hola Diana. Pues la verdad que los pistachos y el limón combinan muy bien, no los había usado juntos nunca y el resultado me encantó, quedó un bizcocho riquísimo.
EliminarUn beso.