La primera vez que comí
esta ensaladilla en casa de mi tía, pensé “ummm, ese brécol a
medio cocer no sé yo...” porque aunque a mi me encanta el brécol
y como más me gusta es cocido al vapor y comido un poco templado,
sin sal y sin ningún aderezo ni acompañamiento, tengo tendencia a
cocerlo un pelín de más y eso del dente, no me convencía mucho, la
verdad. Craso error, porque la gracia de este plato está en la
mezcla de la textura crujiente del brécol, de la cebolla y del
pepinillo con el resto de ingredientes. Y esa cebolla encurtida, otro
acierto. Total, que pasé de desconfiar del plato a pedirle la
receta.
¿Brécol o brócoli?
Según el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE, la palabra
brócoli “es adaptación gráfica de la voz italiana broccoli
(pl. de broccolo ‘pella de algunas berzas’). Aunque es
etimológicamente un plural, en español se usa como singular. Su
plural es brócolis. Esta es hoy la forma preferida por los
hispanohablantes, aunque también se usa con frecuencia la forma más
propiamente española brécol. Existe asimismo la variante bróculi,
hoy minoritaria”. Osea, que ambas son correctas y aunque tal
vez la que más se oiga sea brócoli, yo seguiré usando brécol
porque me gusta más y porque es más española, aunque tengo que
confesar que de eso me acabo de enterar...
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES
300 gr. de patatas
pequeñas
100 gr. de brécol
50 gr. de cebolla
vinagre de vino blanco
120 gr. de jamón york en
un trozo
150 gr. de surimi
80 gr. de pepinillos
65 gr. de maíz en
conserva
2 huevos medianos
100 gr. de mayonesa
(casera o industrial)
15 gr. de mostaza fuerte
de Dijon
20 gr. de leche
(opcional)
ELABORACIÓN
Lavar las patatas y sin
pelar, ponerlas a cocer en abundante agua con sal durante 25-30
minutos. El tiempo de cocción dependerá del tamaño y de la clase
de patata. Pinchar con una aguja para comprobar se están cocidas.
Retirar del fuego y dejar enfriar. Una vez frías, quitar la piel y
cortar en dados pequeños.
Poner a hervir un cazo
con agua. Cuando rompa el hervor, añadir un buen puñado de sal y
los huevos previamente lavados. Cocer 15 minutos desde que vuelva a
hervir. Pasado el tiempo, refrescar los huevos en un bol con agua
fría y hielo para facilitar su posterior pelado. Una vez fríos,
pelar y cortar en dados pequeños.
Cortar la cebolla en
brunoise, ponerla en un cuenco y cubrir con vinagre de vino. Dejar
que se curta durante 15 minutos, escurrir (el vinagre se deshecha) y
reservar.
Cubrir el fondo de la
olla rápida con agua, colocar el accesorio de vapor y poner el
brécol lavado y cortado en ramos. Cerrar la olla, ponerla a cocer y
contar un minuto desde que suba la válvula. Apartar del fuego, dejar
que pierda el vapor, abrir y dejar enfriar el brécol. Este ha de
quedar al dente, ligeramente crujiente. Cortar en ramitos más
pequeños y reservar.
Cortar el surimi no muy
menudo, el trozo de jamón de york en cuadraditos pequeños y los
pepinillos en brunoise.
Mezclar en un bol la
mayonesa y la mostaza. Si la mezcla resultara muy espesa, aligerar
con la leche.
En una fuente de servir,
poner las patatas cocidas, la cebolla escurrida, el jamón york, el
surimi, los pepinillos, el maíz en conserva escurrido y los huevos
cocidos. Agregar la mezcla de mayonesa y mostaza y remover para
distribuir los ingredientes. Por último, incorporar el brécol,
reservando si se desea unos ramitos para decorar y mezclar
delicadamente para no romperlo. Servir frío.
A comer.
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