Estas alcachofas las
tenían de tapa en un bar en el que tomaba café por las mañanas y
que ya cerró. Nunca las pedí, pero siempre que las veía me decía
que tenían que estar ricas y que aquello tenía las letras muy
gordas y tenía que prepararlas en casa. Desde entonces las hago
bastante y sobre todo en verano, porque es fresquita y muy socorrida,
ya que siempre tengo conservas de alcachofas y de pepinillos y
habitualmente pimientos rojos y verdes y por supuesto, cebolletas,
porque solemos sembrar cebollas en la huerta, ya que gasto mucha y
siempre se terminan naciendo, con lo que suelo estar bien surtida de
cebolletas. Por cierto, que la cebolleta no es esa cebolla tierna con
rama y en manada que nos venden en la tienda, sino que es el tallo
que le sale a la cebolla cuando no está tratada para que no germine.
Ni el sabor es el mismo ni por supuesto la textura al cocinarla. La
cebolleta auténtica queda muy melosa al pocharla e incluir un trozo
de la parte verde al cocinarla le proporciona otro sabor.
Por supuesto que las
alcachofas se pueden consumir recién aliñadas, pero están más
ricas si se deja macerar unas horas toda la preparación. De hecho,
yo las hago de un día para otro.
De verdad que están muy
ricas. Son resultonas, fáciles y rápidas y muy ligeras y
refrescantes. Por descontado que también se pueden hacer con
alcachofas naturales.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
230 gr. de corazones de
alcachofas baby en conserva (peso escurrido)
95 gr. de pimiento rojo
(peso en limpio)
95 gr. de pimiento verde
(peso en limpio)
40 gr. de cebolleta (peso
en limpio)
40 gr. de pepinillos en
vinagre
aceite de oliva virgen
extra
vinagre de Jerez (IGP)
ELABORACIÓN:
Picar en cuadraditos el
pimiento rojo y el verde. Reservar.
Picar la cebolleta y los
pepinillos en trozos menudos. Reservar.
Lavar y escurrir el
perejil. Secar y picar con un cuchillo. Reservar.
Sacar las alcachofas del
líquido de conservación y reservar éste.
Poner las alcachofas en
una ensaladera. Disponer por encima los pimientos, la cebolleta y los
pepinillos. Añadir aceite de oliva virgen extra y vinagre de Jerez
al gusto y remover delicadamente. Si se desea, se puede rebajar la
vinagreta añadiendo parte del líquido de conservación de las
alcachofas o agua.
Espolvorear con el
perejil picado, tapar e introducir en la nevera para que se enfríe.
Dejar reposar al menos
cuatro horas antes de consumir.
A comer.
Hola Isabel. Has hecho muy bien en recordar una receta de un sitio que ya no está abierto. Color y sabor. Me gusta mucho la combinación. Ya es primavera en tu blog.
ResponderEliminarBesos.
Perdón por la tardanza en contestar pero he estado unos días fuera completamente desconectada.
EliminarEstán muy ricas estas alcachofas. Anímate a prepararlas con tus amadas alcachofas naturales, que se que te gustan mucho. No creo que te decepcionen.
Un beso.