domingo, 10 de marzo de 2019

Frite extremeño, en olla WMF


Cuando empecé a cocinar, seguía todas las recetas al pie de la letra. Cuando no tienes experiencia, no sueles introducir cambios porque no sabes cómo van a salir las cosas. Luego, con los años, te sueltas y empiezas a quitar o a poner algún ingrediente o a cambiar la técnica de cocinado, a veces haces tantos cambios que el autor de la receta sería incapaz de reconocerla. En la mayoría de las ocasiones el resultado es bueno, aunque también hay algún estrepitoso fracaso. Con la práctica, cuando vas leyendo la receta, en tu paladar ya te vas haciendo una idea del sabor que va a tener el plato.
Pero, en alguna ocasión, no te haces idea del resultado de una preparación. Esto es lo que me pasó cuando leí esta receta de Miriam, de El Invitado de Invierno me pareció que tenía que estar buena, pero no lograba imaginar su sabor. Así que la hice al pie de la letra, con la salvedad de que utilicé la olla rápida para guisarlo y le añadí unas patatitas y ¡oh, cielos!, fue amor al primer mordisco. Decir que está rico es quedarse corta. Es un plato que pese a su sencillez y parquedad de ingredientes, está extremadamente rico. Y esa salsa... para mojar una hogaza de pan y quedarse con ganas de más. El frite extremeño vino a mi cocina para quedarse. Ya lo he cocinado más de una vez y lo repetiré. Receta altamente recomendable, patatas incluidas. Y como casi todos los guisos, mejora de un día para otro, concentrándose el sabor, así que cuidado con la sal.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.

INGREDIENTES:


1 kgr. de lechazo cortado en trozos (falda, pierna, pescuezo...)

150 gr. de cebolla

35 gr. de dientes de ajo

tbs. de pimentón de La Vera (DOP) agridulce

250 ml. de vino blanco seco

2 hojas de laurel

8 patatas pequeñitas

aceite y sal



ELABORACIÓN:


Picar la cebolla menuda y reservar.

Lavar los dientes de ajo con su piel y reservar.

Lavar el lechazo, secar con papel de cocina y salar. Reservar.

Lavar las patatas, pelarlas, volverlas a lavar para eliminar cualquier residuo de tierra y reservar.

Poner a calentar un fondo de aceite en una sartén honda y amplia. Cuando coja temperatura, dorar el lechazo por tandas. Ir sacando los trozos de carne de la sartén y ponerlos dentro de la olla rápida. Reservar.

Pochar en el aceite sobrante y a fuego lento la cebolla reservada con un poquito de sal, hasta que transparente. Si fuera necesario, añadir más aceite. Cuando esté a medio hacer, añadir los dientes de ajo enteros y sin pelar y seguir rehogando el conjunto. Según se vayan haciendo los ajos se desprenderá la piel; retirarla cuando ocurra.

Una vez hecha la cebolla, incorporar a la sartén el pimentón y sofreír un minuto cuidando que no se queme porque amargará. Añadir el vino blanco y las hojas de laurel previamente lavadas. Desglasar el fondo de la sartén con una cuchara de madera y agregar su contenido a la olla donde está el lechazo. Remover delicadamente el conjunto y colocar encima las patatas enteras.

Poner la olla al fuego, taparla y cocer 15 minutos desde que suban los anillos de la válvula. Dejar que pierda toda la presión antes de abrir.

Rectificar de sal si fuera necesario y servir.

Mejora de un día para otro.

A comer.


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