El primer libro de cocina
que compré fue “1.069 recetas”, de Karlos Arguiñano. Ahora que
miro el año de edición veo que es de 1996. Sabía que habían
pasado muchos años, pero al ver la fecha escrita y hacer el cálculo
de los años, una es más consciente de los 23 años pasados. Toda
una vida, como se suele decir.
El libro tiene un formato
parecido al archiconocido “1.080 recetas de cocina” de Simone
Ortega, tanto en el tamaño como en la presentación de las recetas.
Son en su mayoría muy sencillas y con no muchos ingredientes, que
van desde explicaciones breves y concisas (como las cinco líneas de
las anchoas a la cazuela con cebolla) a otras más largas e
igualmente precisas (como la poco más larga de media página del
pollo escalfado a la sidra).
La verdad que no he hecho
muchas recetas de este libro, pero la que traigo hoy me acompaña
desde que lo compré. Cuando mi repertorio “cocineril” era más
pequeño, este pollo era una de mis elaboraciones estrella. Hoy ya
tiene que competir con otros muchos platos, pero sigue estando en lo
alto del ranking.
La receta está apenas
modificada de la que viene en el libro.
Preparad una hogaza de
pan...
Venga, manos limpias,
cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES
3 cuartos traseros de
pollo
250 gr. de cebolla
60 gr. de salsa de tomate
espesa
65 gr. de mostaza al
estragón (yo, Mostaza Diáfana al estragón de Louit)
30 gr. de harina
agua
sal y aceite
ELABORACIÓN
Lavar, escurrir y salar
por ambas caras los cuartos traseros de pollo. Freírlos en una sartén
amplia con un buen fondo de aceite. Sacar el pollo a una cazuela y
reservar.
Picar la cebolla menuda,
salar y pochar en la sartén donde se ha frito el pollo. Cuando esté
hecha, añadir la salsa de tomate, rehogar cinco minutos, agregar la
harina y rehogar el conjunto. Incorporar dos vasos de agua, desglasar
los jugos y llevar a ebullición. Cuando empiece a hervir, añadir la
mostaza cuidando de disolverla bien. Incorporar el contenido de la
sartén a la cazuela donde esté el pollo, agregar más agua hasta
cubrir por completo la carne, tapar la cazuela y cocer media hora o
hasta que el pollo esté tierno.
Si se desea, sacar el pollo de la cazuela, dejar que la salsa enfríe y desgrasar en todo o en parte. Si se quiere una salsa más espesa, ponerla a reducir a fuego fuerte. También se puede pasar con la batidora para deshacer la cebolla y espesarla.
Rectificar de sal y
servir.
Mejora de un día para
otro.
A comer.
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