domingo, 25 de agosto de 2019

Frittata de calabacín y quesos aromatizada con romero


La frittata es un mezcla de huevos con otros ingredientes que se cuajan como si fuera una tortilla. Es una especialidad italiana que no conocía hasta el año pasado y recuerdo que la primera vez que leí una receta de frittata, consulté la red para conocer un poco más de su forma de elaboración. Después de leer varias webs tanto italianas como españolas, llegué a la conclusión de que cada uno la hace como le da la gana: mezclando los ingredientes con los huevos batidos o bien, colocando primero una capa de huevo batido a modo de base y encima el resto de ingredientes, cocinándola en la sartén al igual que se hace aquí con la tortilla de patata o cocinándola casi del todo en la sartén y acabando de cuajarla en el horno o directamente haciéndola en el horno desde el principio. O sea, para todos los gustos. No había vuelto a cocinar una frittata desde el verano pasado, que la hice de calabacín, berenjena y cebolla (muy rica, ya la traeré por aquí) y este año, cuando me acordé de la receta pensando en cómo cocinaba parte de la superproducción de calabacines que tengo, volví a consultar cómo la hacía y llegué a la misma conclusión: como me diera la gana, que todas las formas son válidas. Así que volví a optar por no hacerla como nuestra tortilla de patata ni como una quiche sin base y la hice primero en la vitrocerámica y la acabé en el horno, ya que me pareció una forma diferente de cocinar.
 
Queda muy rica y aunque se deje cuajar el huevo por completo, al llevar tanto calabacín queda muy jugosa. Sale una frittata grande, que se conserva estupendamente hasta tres días, eso sí, bien tapada y en el frigorífico.

Se puede comer caliente, fría, templada o del tiempo, que es como más me gusta y en cuando a ingredientes, admite cualquier cosa que le pongas. Versátil a más no poder.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.



INGREDIENTES:

920 gr. de calabacín preferiblemente verde claro (peso en limpio)

un tallo de apio de unos 30 cm. (sin las hojas)

2 ramas de 6-7 cm. cada una, de romero fresco

160 gr. de queso cheddar naranja en lonchas

5 huevos talla M

85 gr. de queso de cabra en rulo sin corteza (si ya está precortado, cinco medallones)

25 ml. de leche desnatada

aceite, sal y pimienta blanca molida
 

Y además:

una sartén apta para horno de 24 cm. de diámetro
 

ELABORACIÓN:

Lavar y secar el apio y el romero. Rallar el primero con un rallador de orificio medio hasta obtener 30 gr., eliminando las hebras que pudiera tener. Deshojar el segundo y picar finas las hojas hasta obtener 1 tsp.

Poner un fondo de aceite en una sartén pequeñita y pochar a fuego bajo los treinta gramos de apio rallado y la cucharadita de hojas de romero picadas y hasta que el apio haya consumido todo el agua de vegetación y quede muy reducido. Poner a escurrir el apio y el romero en un colador, recuperando el aceite que suelte. Utilizando una brocha de silicona, embadurnar con este aceite la sartén elegida.

Mientras se pocha el apio, lavar y secar el calabacín. Despuntar y cortar en láminas finas de 3-5 milímetros de grosor.

Pincelar muy ligeramente con aceite cada lámina de calabacín por un lado y colocar con el lado aceitado hacia abajo en una plancha de asar caliente. Asar un minuto o minuto y medio según la potencia de la plancha y el grosor de las rodajas. Mientras se asan, pincelar el lado de las láminas de calabacín que está hacia arriba y pasado el tiempo, dar la vuelta y asar otro minuto o minuto y medio. Sacar el calabacín a un plato y proceder del mismo modo con el resto de las láminas hasta asarlas todas. Utilizar para pincelar el aceite sobrante que pudiera quedar después de embadurnar la sartén.

Distribuir la mitad del calabacín en la sartén, procurando que la capa de calabacín quede de la misma altura por todos los lados, colocar por encima el queso cheddar y seguidamente el resto del calabacín.

Batir los huevos con la leche desnatada y sal y pimienta blanca molida, al gusto. Añadir el apio y romero reservados, remover e incorporar a la sartén. Dejar que el huevo se cuele por los huecos, meciendo suavemente la sartén para favorecer que llegue al fondo.

Conectar el grill del horno a máxima potencia.

Llevar la sartén al fuego y cocinar a fuego medio hasta que la frittata empiece a cuajarse. Tardará unos 10-12 minutos para una frittata completamente cuajada. Dejar menos tiempo si no queremos el huevo tan cuajado. Pasado el tiempo, poner por encima el queso de cabra e introducir la sartén en el horno, colocando la rejilla en la segunda posición empezando por arriba y gratinar 5 minutos o hasta que el queso se dore ligeramente y se vea cuajada la superficie de la frittata.

Degustar caliente o templada.

A comer.


2 comentarios:

  1. Eso de que cada uno la hace como le da la gana, me ha hecho reír y mira que a estas horas, ya no estoy yo para risas. Nunca he hecho una, ni la he probado, pero con lo que me gusta el calabacín y las mezclas de cualquier cosa con huevo (tortilla, pastel...) me apunto ya a comerme un trozo.
    Envidia sana saber que tienes tantos calabacines. Sé, porque tuvimos en casa hace mucho que las matas son muy generosas.
    Disfruta y aprovecha la temporada.
    Besos y feliz semana.

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    Respuestas
    1. Pues es que es verdad. Cuando leía la receta en blogs españoles pensaba que aquí la interpretábamos a nuestra manera (en plan paella con chorizo de Jamie Oliver), pero mi asombro fue cuando vi, en bastantes blogs italianos, que no había una única manera de hacerla, así que llegué a la conclusión de que llaman frittata a cualquier mezcla de huevos con "cosas".
      Anímate a cocinar una, quedan muy ricas y las puedes hacer con lo que tengas por el frigorífico, que si hablamos del mío, principalmente lo que hay son calabacines. Y eso que regalo bastantes.
      Un beso.

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