Después de mucho tiempo
dudando en si comprar o no la tan alabada panificadora del Lidl, ya
que aunque le tenía ganas pensaba que era otro trasto que no iba a
utilizar, cuando salió este invierno me decidí por fin a comprarla
y hete aquí y para mi sorpresa, que la estoy utilizando más de lo
que pensaba. De hecho no he vuelto a comprar pan de molde. De momento
estoy haciendo pruebas con panes más bien densos, que lo mismo te
sirven para las tostadas del desayuno que te aguantan el peso de unos
cuantos ingredientes salados.
La receta de este pan
está adaptada de aquí
y aunque ya lo he hecho
bastantes veces (con y sin harina integral), no consigo que me quede
con copete. Todo lo más me queda plano por arriba o se me hunde un
poquito, como confieso me pasó con éste, aunque el pan está
estupendo. Que alguien me lo explique porque no lo entiendo.
A la receta original le
quité todo el azúcar porque para mi gusto el pan sabía demasiado
dulce. Con la cantidad de miel que le pongo, no sabe dulce, sino a
pan pan, ni siquiera se nota que la lleve, pero que nadie caiga en la
tentación de quitarla porque ayuda a que el pan se conserve tierno
algo más de tiempo.
Personalmente me gusta
más esta versión semiintegral que la que lleva sólo harina
refinada. Lo encuentro con más sabor a pan y si por mi fuera, le
ponía mayor porcentaje pero si lo hago me lo protestan. ¿Porqué a
la mayoría de los hombres no les gusta ni lo verde ni lo integral?.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
220 ml de agua
130 ml. de leche
desnatada fría
10 gr. de sal fina
20 gr. de miel a
temperatura ambiente
55 gr. de mantequilla
troceada a temperatura ambiente
500 gr. de harina de
trigo de fuerza
60 gr. de harina integral
de trigo
10 gr. de levadura fresca
a temperatura ambiente
ELABORACIÓN:
Sacar la cubeta de la
panificadora.
Calentar el agua en el
microondas a máxima potencia durante 50 segundos.
Introducir el agua
caliente en la cubeta y a continuación la leche fría, mezclar y
añadir la sal. A continuación incorporar la miel y la mantequilla,
distribuyendo ambos ingredientes por toda la cubeta.
Mezclar someramente las
harinas y distribuir uniformemente por la cubeta. Por último,
desmenuzar la levadura fresca y agregarla a la cubeta en forma de
lluvia.
Colocar la cubeta en el
interior de la panificadora. Cerrar la tapa y conectar el aparato.
Seleccionar el programa 1 (normal), peso 1'250 kgr. y tueste medio.
Cuando la máquina emita
los tonos de aviso en la segunda fermentación, sacar la cubeta y con
las manos húmedas quitar las palas amasadoras e introducir éstas
inmediatamente en un bol con agua que las cubra para facilitar su
posterior limpieza.
Con las manos húmedas,
acomodar la masa para evitar las burbujas de aire que se puedan haber
introducido en la misma al quitar las palas. Colocar nuevamente la
cubeta en la panificadora y continuar con el programa.
Una vez finalice el
programa, dejar el pan dentro de la máquina con la función de
mantenimiento en caliente para que pierda humedad, 30 minutos en
verano y hasta 60 minutos en invierno.
Utilizando unas manoplas
de cocina, sacar la cubeta de la panificadora y desmoldar
inmediatamente el pan en una rejilla. Darle la vuelta y colocarlo
nuevamente en la rejilla hasta que se enfríe.
Si se prefiere una
corteza más blandita, meter el pan en una bolsa de plástico cuando
al tocarlo, se note algo más caliente que la temperatura corporal.
Conservar en una bolsa de
plástico.
A comer.
Pues bienvenida al club. Yo la tengo desde hace tiempo, creo que 7 años ya. No hay semana que no la use una vez, mínimo.
ResponderEliminarTu receta es buena y estoy contigo, mejor que no esté dulce.
Hazte pan con otras harinas integrales y congelas en tu super arcón. La de espelta bio de Lidl me gusta mucho.
Me comería una rebanada con aceite ya.
Besos.
PD. En casa, se han acostumbrado a mis panes integrales y aunque son hombres, si está tierno y esponjoso, ni mu.
Hola Marisa. La verdad que no me arrepiento de haber comprado la panificadora, lo único que lamento es no haberla comprado antes.
ResponderEliminarA mí me chifla el sabor de las harinas integrales y cuando maneje algo más la maquinita, me haré panes sólo para mí y sí, los tendré que congelar en rebanadas porque soy capaz de comerme medio pan en un día.
Hoy tocó limpiar el arcón-chistera, como lo llamaste el otro día (me hizo mucha gracia) y es el único día que maldigo haberlo comprado tan grande, pero la verdad que teniendo huerta, ayuda a evitar que se desperdicie el excedente que siempre produce la tierra.
A mi pareja también le cuelo el pan con algo de harina integral. Mientras no lo vea oscuro, le sabe tan rico, así que ni que decir tiene que no le confieso el ingrediente "secreto". También suelo utilizar un poco en las masas de las tartas saladas y allí donde el resto de ingredientes camufle su color. Menos mal que este hombre no me lee, porque si no, no volvería a fiarse de mí.
Gracias por pasarte por aquí. Debes ser de las poquitas que quedan por la blogosfera este mes de agosto.
Un beso.
Hola, qué buen pan nos has regalado hoy , se ve esponjoso y delicioso. En verano no hago mucho pan pero en invierno no me falte un buen pan casero. mi familia lo echa de menos, jejejej!!Al ver el tuyo me ha picado las ganas de hornearlo. Un beso!!!
ResponderEliminarSi horneas el pan en el horno, no me extraña que no lo hagas en verano, con el calor que hace, aunque tiene que ser una gozada ver como fermenta la masa con estas temperaturas. Lo bueno de la panificadora es que no da calor ninguno y así, claro, no da pereza hacer pan.
EliminarUn beso.