miércoles, 25 de septiembre de 2019

Tarta salada de calabacín y chorizo criollo


Pero cómo me gustan las tartas saladas. Ya sé que me repito, pero son cómodas, versátiles, normalmente muy sencillas y se pueden hacer con antelación, es que lo tienen todo. Y si encima compras la masa hecha y el relleno es en crudo como la que traigo hoy, se hacen en un momento y sin esfuerzo, que eso es algo que también hay que valorar. Yo las hago de muchas cosas. Algunas son adaptadas, como ésta, que está adaptada del libro “Quiches y tartas saladas” de Émile Perrin, editado por RBA y otras completamente de cosecha propia. Así que, como podéis imaginar, seguirán desfilando por aquí tartas saladas para aburrir.
 
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.


INGREDIENTES:


* Para la masa:

140 gr. de harina de todo uso

20 ml. de AOVE

70 ml. de agua

una pizca de sal

la punta de un cuchillo romo de pimienta blanca molida
 

* Para el relleno:

265 gr. de calabacín (peso en limpio), preferiblemente de la variedad verde claro

120 gr. de chorizo criollo

3 quesitos tipo El Caserío

1 ramita de perejil

200 ml. de leche evaporada

3 huevos clase M

sal

queso mozzarella rallado para gratinar
 

* Y además:

un molde apto para horno de 23 cm. de diámetro



ELABORACIÓN:

NOTA: Los tiempos, temperaturas, fuentes de calor y posición de la bandeja en el horno que se indican, son los que funcionan en mi horno. Como no hay dos hornos iguales (ni siquiera siendo de la misma marca y modelo), cada cual deberá adaptar la forma de cocción a su horno, aunque probablemente las correcciones habrán de ser mínimas.

* De la masa:

En un bol, poner la harina, el aceite de oliva virgen extra, la pimienta blanca y un poco de sal y mezclar con una cuchara de palo. Añadir la mitad del agua y volver a mezclar. Se formarán como unas migas. Dejar que la harina se hidrate un par de minutos y amasar la mezcla, incorporando el agua poco a poco hasta que apenas se pegue a las manos. Lo más probable es que no haga falta todo el agua, pero eso dependerá del grado de absorción de la harina.

Como es poca cantidad, no resulta fácil de manejar, pero con un poco de paciencia se consigue.

Tapar la masa, que no ha de notarse húmeda, con un paño limpio y dejar reposar 40 minutos como mínimo. Pasado ese tiempo la harina habrá terminado de hidratarse y la masa resultará más seca.

Sobre una superficie de trabajo limpia y sin enharinar, estirar la masa con el rodillo lo suficiente para cubrir el molde y lo más fina posible. Si la masa tiende a encogerse al estirarla, ir dándole reposos de cinco minutos hasta que se relaje el gluten y resulte manejable. Acomodarla en el molde procurando que no queden bolsas de aire en la base y retirar el sobrante con el rodillo. Reservar tapando el molde con un paño limpio.

Si la masa ha quedado bien hecha, no hará falta enharinar ni la superficie de trabajo ni el rodillo, pues no se pegará. Tampoco será necesario encamisar el molde.

Precalentar el horno a 200º C con calor arriba y abajo.

* Del relleno:

Lavar, secar y despuntar el calabacín. Si es muy tierno o de la variedad verde claro, no será necesario pelarlo. Con un cuchillo afilado o una mandolina, cortarlo en rodajas finitas de unos tres milímetros de grosor.

Disponer la mitad del calabacín en el molde ya forrado con la masa y cubriendo toda la base. Retirar la piel del chorizo criollo y cortar en rodajas un poco gruesas. Aplanarlas ligeramente con los dedos y distribuir encima del calabacín. Quitar el envoltorio de los quesitos y cortar cada uno en cuatro porciones triangulares. Colocar entre los huecos del chorizo y por toda la superficie de la tarta. Cubrir con el resto del calabacín.

Batir los huevos con sal como para tortilla. Añadir el perejil previamente lavado y picado finamente y la leche evaporada. Mezclar y agregar a la tarta. Dejar que la mezcla se distribuya por los huecos del relleno.

Distribuir por encima el queso mozzarella rallado e introducir en el horno precalentado, colocando la rejilla en la segunda posición empezando por abajo. Bajar la temperatura del horno a 180º C y poner el calor sólo por abajo. Hornear 45 minutos. Pinchar con una brocheta en el centro para comprobar el punto de cocción: si sale seca, ya estará lista.

Degustar fría o templada.

A comer.



12 comentarios:

  1. Pues ya tenemos más cosas en común. Fan total de los pasteles salados y del calabacín blanco. Aquí, tras la gota fría, no se ve ni uno y los echo de menos una barbaridad.
    Me gusta mucho tu masa con aceite de oliva, otra cosa más en común y el relleno, para mí sin chorizo.
    Me llevó mi trocito.
    Mil gracias por tu consejo lo seguiré con la próxima albahaca.
    Besets.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues se pondrán a un precio prohibitivo. Mis matas ya casi no dan, pero todavía tengo alguno, que en cuanto se acaben, me despediré de ellos hasta el año que viene, porque por esta zona sondifícil de ver. No hay mucha costumbre de sembrar esa variedad y tiene poca venta. Lástima.
      Esta masa de aceite la hago mucho, con distintas variantes. Es una masa dura que aguanta muy bien la humedad. Si el relleno es muy húmedo, no utilizo levadura y al contrario, si es seco, le pongo un poco de levadura a la masa para que quede un poco más tierna. Si queda bien hecha, se puede estirar muy fina sin romperse.
      Me alegro de que te guste la tarta y espero que mi consejo te sea de utilidad.
      Un beso.

      Eliminar
  2. Me encantan los pasteles salados y ahora tenemos muchos calabacines del huerto así que este, que además lleva chorizo, me parece toda una delicia ¡apuntado queda! ¡Besos mil!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si tienes huerto, te pasará lo que a mi, que tienes calabacines para aburrir y una buena forma de emplearlos es en pasteles salados.
      Me alegro de que te guste el que os propongo.
      Un beso.

      Eliminar
  3. Aquí tienes otra entusiasta de los pasteles salados, pienso como tú, son muy apañados para cualquier comida y están buenísimos. Me llevo el tuyo, con masa y todo, un lujo.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para comidas, para cenas, en versión pequeña para un picoteo informal... Y además le gustan a casi todo el mundo.
      Te gustará.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Hola, esto sí que es disfrutar este pastel salado dbe estar de muerte, sólo verlo apetece probarlo. Un beso!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además es muy jugoso, con lo que aguanta muy bien el paso de las horas. A mi me duró tres días y bien tapado, el final estaba casi como el primer día.
      Anímate y pruébalo.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Qué rica Isabel! A mí también me pierden estas tartas si además es tan fácil, para copiar y repetir. BSitos linda!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esta es facilísima. La mayor complicación es cortar todas las rodajas de calabacín del mismo grosor. Y si usas una mandolina, ni eso.
      Seguro que si la pruebas, te gusta.
      Un beso.

      Eliminar
  6. Me encantan todo tipo de pasteles salados y me encanta el calabacín. Yo en verano tengo un mini mini huerto y planto calabacines, este año he puesto los blancos pero no me han dado muy buen resultado y además me han dado muy poco fruto. Me quedo con tu receta. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues es raro porque es una planta que, salvo los primeros calabacines y los últimos que no suelen ser buenos porque los mejores los da cuando las noches son cálidas, da para aburrir a vecinos y familiares. No te desanimes y prueba el año que viene.
      Muchas gracias por tu comentario y bien venida a mi rincón.
      Un beso.

      Eliminar