Dice mi hermana que a
quien no le gustan los guisantes es porque nunca ha comido un buen
guisante fresco. Y tal vez tenga razón, porque el sabor de un
guisante fresco no se puede comparar con el que tienen los guisantes
en conserva. De hecho, el sabor y la textura de estos últimos tiene
bastante poco parecido con la de los primeros. Creo que los habré
comprado dos veces en mi vida porque no me gustan nada. El guisante
congelado ya es otra cosa. Pero no cualquier guisante: por mucho que
ponga “finos” en el paquete, las diferencias de calidad son
abismales de unas marcas a otras y pocas pueden competir con los
guisantes frescos. Alguien podrá tacharme de exagerada pero no es
así: hace años que no compro guisantes porque los cultivamos en
casa, se recolectan cuando el guisante no ha madurado del todo y se
desgranan y congelan en el mismo día y hay diferencia de unos a
otros. Mis guisantes congelados están muy-muy buenos pero cuando son
frescos, están para matar por ellos; mis sobrinas pequeñas sólo
comen los guisantes de su tía porque los otros no les gustan y mi
familia adulta, cuando viene a pasar el verano al pueblo, siempre me
pide que les dé “unos pocos” para comer. A mí, personalmente,
me encantan los guisantes de cualquier manera y cuando los desgrano,
me harto a comer aquéllos que están todavía poco hechos.
Así que esta crema, que
es guisante y casi nada más, me ha encantado. Se puede tomar fría o
del tiempo y tira un poco a dulce. Los guisantes se me pasaron un
poco de cocción con lo que quedaron de color verde oscuro. También
porque eran congelados y el guisante congelado se oscurece más al
cocer que el fresco. Pero está muy rica. Siempre que os gusten los
guisantes a rabiar...
Y por favor, compradlos
de muy buena calidad porque la diferencia se nota muchísimo y merece
la pena pagar un poco más.
Venga, a lavarse las
manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
Para 400 ml. de crema,
aproximadamente
300 gr. de guisantes
congelados (peso sin las vainas)
15 ml. de AOVE
150 ml. de agua
2 tbs.
de yogur natural desnatado sin azúcar
2-3 hojas tiernas de
hierbabuena
1/8 tsp. de cúrcuma en
polvo
6-8 granos de pimienta
rosa
sal
ELABORACIÓN:
NOTA: Los tiempos de
cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de
inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico,
gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo
mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela
convencional.
Poner a calentar el
aceite de oliva virgen extra en la olla rápida. Cuando esté muy
caliente, añadir los guisantes sin descongelar y rehogar un minuto
sin dejar de remover; agregar a continuación 50 ml. de agua y sal al
gusto, cerrar la olla y llevar a ebullición con el fuego al máximo.
Dejar que salgan los dos aros de la válvula de la olla, apagar la
vitrocerámica y dejar la olla en la placa hasta que pierda presión.
Lavar y cortar con unas
tijeras la hierbabuena y añadirla a una tbs. de yogur. Para un sabor
más intenso, machacar las hojas en el mortero. Reservar.
Añadir la cúrcuma en
polvo a la otra tbs. de yogur, remover para integrar y reservar.
Abrir la olla y volcar su
contenido en el vaso de la batidora de brazo. Incorporar los 100 ml.
de agua restantes y triturar con la batidora hasta conseguir un puré
fino de espesor medio. Rectificar de sal y añadir más agua si se
desea una crema más ligera. Dejar enfriar por completo.
Para servir, disponer la
crema en dos cuencos, añadir media tbs. de yogur con hierbabuena y
media tbs. de yogur con cúrcuma en cada cuenco, machacar los granos
de pimienta rosa en un mortero y distribuir entre ambos cuencos.
A comer.
La verdad es que por esta zona no se ven guisantes frescos, hay habas y me pasa como a ti, que mientras las desgrano voy comiendo las más pequeñas, jj y es verdad que no tienen comparación a las congeladas. Tu plato debe ser muy refrescante, con el yogurt y el toque de hierbabuena, si además son guisantes frescos, ¡un plato de lujo! BSS linda!
ResponderEliminarTú eres de las mías, que come más de los que desgrana. Aquí tampoco se ven mucho en las tiendas, supongo que porque es muy trabajoso recolectarlos y para que al agricultor le compense los tiene que cobrar caros y no puede competir en precio con los congelados.
EliminarBesos.
Completamente de acuerdo contigo, de hecho mis hijos comen los guisantes frescos directamente de la vaina, pero no les gustan los congelados, ni casi nada preparados con ellos. Esa cremita con el yogur y la menta pinta muy bien, tendría que probarla, estoy segura que me gustaría
ResponderEliminarUn beso.
¡Si es que directamente de la vaina es como más ricos están! Yo los utilizo mucho crudos en todo tipo de ensaladas, frescos en temporada y congelados fuera de ella, pero siempre de los de casa, que aunque el sabor difiera de unos a otros, los que yo congelo son realmente buenos, no sé si por la clase, el terrero, el punto de maduración o qué, pero en las tiendas no encuentro nada que se le compare.
EliminarAnímate y prepárala. Te gustará.
Un beso.
Me llevo tu receta Isabel y volveré.
ResponderEliminarBienvenida a mi cocina. Me alegro de que te haya gustado y espero que vuelvas muchas veces por aquí. Muchas gracias por comentar.
EliminarIsabel, yo tampoco me llevo muy bien con los guisantes, pero tengo un recuerdo de hace años en Helsinki. Nos dieron guisantes crudos paseando por la calle, los probamos y nos gustaron. Como bien dices, no se puede generalizar. Si los tuyos son de tu cosecha, ya puedo saber que esta crema tan sana, es de las mías.
ResponderEliminarMe encanta.
Besos y buen finde.
Para mí, los guisantes crudos pequeños, recién recolectados son un manjar. Tanto que, cuando los cogemos, no puedo evitar pararme de vez en cuando a comer alguno, soy incapaz de esperar a llegar a casa. Qué curioso de lo Helsinki.
EliminarA lo mejor si haces la crema, te reconcilias con los guisantes...
Un beso.
Pues yo me llevo fenomenal, qué ricos , así que esta sopa es para mí, tan ricamnete combinada y con tan buena pinta. Un beso
ResponderEliminarY además resulta muy refrescante, perfecta para las noches de verano. Volverá por mi cocina alguna noche más, que aunque ya esté cambiando el tiempo, a mí todavía me apetecen cosas fresquitas.
EliminarUn beso.