Curioseando por la escasa
y muy anticuada sección de cocina de la biblioteca municipal, me
topé con un libro que me llamó la atención, no sólo por el
título, sino también porque era nuevo y destacaba como una perla en
el barro entre el resto de libros, la mayoría de los cuales están a
punto de convertirse en incunables. De verdad que no exagero (bueno,
un poquito), pero abundan más los libros de cocina con los que mi
madre aprendió a cocinar que libros de reciente publicación.
Bueno, a lo que iba. Que
el libro lo cogí porque estaba nuevo, aunque nuevo no es, que está
publicado en el año 1999, le eché un vistazo, me gustó lo que ví
y me lo llevé. El libro se llama La Cocina Asiática Clásica, de
Sri Owen, publicado por Editorial Dorling Kindersley y según la
contraportada, era un libro promocional que se vendía con un
periódico, el cual desconozco.
A lo largo de sus más de
150 páginas, la autora, nacida en la isla de Sumatra, hace un
recorrido por la cocina tradicional de 14 países asiáticos,
presentando recetas por lo general muy sencillas en su elaboración,
no así en algunos de los ingredientes, muy difíciles de conseguir
fuera de tiendas de alimentación orientales o en ciudades pequeñas,
porque seguro que en Madrid o Barcelona se encontrarán con relativa
facilidad las hojas de curry secas o las hojas secas de lima kaffir,
por poner un ejemplo. Para algunos ingredientes se dan alternativas,
pero otros son imposibles de sustituir. Aún así, es un libro
interesante y creo que una buena manera de introducirse en la cocina
de esos países.
La receta de este cordero
es de las pocas que yo puedo hacer sin sustituir o eliminar
ingredientes, dado que en mi ciudad no existen tiendas especializadas
en productos asiáticos y comprarlos por internet no me sale a
cuenta. Sólo están modificadas las cantidades de especias y
bastante reducido el picante, pues nuestros paladares no están
acostumbrados a comidas tan especiadas ni, sobre todo, tan picantes.
El resultado es un plato muy aromático y con un sabor diferente, que
no me esperaba y que nos ha gustado mucho. Tanto que ya lo he
cocinado dos veces y no serán las únicas.
No os desaniméis por la
larga lista de ingredientes, porque en realidad es un plato
sencillísimo de cocinar.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
800 gr. de carne de
pierna de cordero lechal, sin hueso
1 pimienta de cayena seca
1/2 tsp. de sal, más la
necesaria para rectificar
40 ml. de aceite vegetal
de sabor suave
225 gr. de cebolla
cortada en plumas finas
3 vainas de cardamomo
verde
1 hoja de laurel
100 gr. de yogur natural
desnatado sin azúcar
500 ml. de agua caliente
1/2 tsp. de garam masala
* Para la mezcla de
especias:
2 dientes de ajo
pequeños, pelados, sin germen y picados
1/4 tsp. de jengibre en
polvo
1 pimienta de cayena
fresca o guindilla o chile
5 granos de pimienta
negra ligeramente triturados
1/3 tsp. de canela molida
1/2 tsp. de semillas de
cilantro ligeramente trituradas
1/4 tsp. de semillas de
comino ligeramente trituradas
1 tsp. de pimentón dulce
de La Vera (IGP)
2 clavos de olor
ligeramente triturados
1/2 tsp. de sal
60 ml. de agua
ELABORACIÓN:
Limpiar de grasas la
carne de cordero y cortar en tacos.
Machacar en el mortero la
pimienta de cayena seca partida en dos o tres trozos junto con la
media tsp. de sal. Impregnar la carne con esta preparación y
reservar.
Eliminar las semillas de
la pimienta de cayena fresca (si gusta el picante, dejarlas), picarla
fino y mezclar con todos los ingredientes de la mezcla de especias
hasta obtener una mezcla homogénea. Reservar.
Calentar el aceite en una
olla grande y cuando alcance temperatura, añadir la cebolla pelada y
cortada en pluma finas y freír a fuego medio hasta dorar. Añadir
las vainas de cardamomo y la hoja de laurel y mezclar. Subir un poco
el fuego, agregar el cordero y rehogar. Añadir los ingredientes de
la mezcla de especias, remover, tapar la olla y cocinar tres minutos.
Añadir el yogur previamente batido y el agua caliente, tapar, subir
el fuego y llevar a ebullición. Cocer durante 45 minutos, destapar y
manteniendo el punto de ebullición, cocer otros 15 minutos para
reducir la salsa.
Rectificar de sal, añadir
el garam masala y servir.
A comer.
Las bibliotecas municipales en cuestión de libros se van a quedar, si no lo han hecho ya, como anticuarios, por eso se pueden encontrar algunos tesoros como el tuyo, interesantes, que nos ayudan a entender otras culturas a través de su gastronomía, que no es poco. En casa consumimos bastante el cordero, así que esta receta me gusta y la encuentro bastante práctica, a pesar de sus múltiples ingredientes, aunque sencillos como bien apuntas. En tu búsqueda literaria culinaria has tenido mucha suerte, ojalá que siga para que nos la puedas contar así de bien.
ResponderEliminarUn beso.
Qué razón tienes Lola sobre las bibliotecas, por lo menos en lo que a determinados libros de consulta se refiere, ya que los de lectura, ya sea en formato papel o digital, suelen estar más actualizados. En cualquier caso se pueden seguir encontrando cosas muy interesantes, como este libro, la lástima es que la mía tiene muy poquito fondo bibliográfico. Aún así pienso seguir buceando en su dos armarios (no es una errata, sólo hay dos estanterías dedicadas a la cocina) en busca de algún otro libro interesante, de cuyo resultado os iré contando.
EliminarUn beso.
Qué bueno! Una de mis cocinas favoritas es la india y la destreza con la que combinan las especias. Estas albóndigas son una delicia, me imagino el olorcito tan exótico que desprenden. Menuda joya de libro, yo tengo alguno y también me resulta difícil encontrarlo todo. BSS guapa y feliz semana!
ResponderEliminarEs verdad lo que dices de las especias, condimentan muy bien los platos con ellas y es algo que me encanta. El único inconveniente que le veo a esa cocina es el sabor excesivamente picante de sus platos, pero por lo demás me atrae mucho.
EliminarUn beso.
Ummm, da gusto conocer recetas de otros países , conocer así su gastronomía , sobre todo si se prepara commo tú lo haces. Un beso
ResponderEliminarA mi me encanta indagar en la cocina de otros países, para lo que es de gran ayuda la red. El problema es el idioma, porque el traductor, salvo para dos o tres idiomas, te hace unas traducciones a veces ilegibles en los ingredientes e incongruentes en la elaboración, haciendo imposible una reproducción fidedigna de la receta en cuestión. Lástima.
EliminarUn beso.
Isabel, me había perdido tu receta. No soy de cordero, de hecho, como muy poca carne, pero no dudo de que a pesar de no tener a mano tiendas especializadas, has sabido darle tu toque a la receta del libro.
ResponderEliminarAquí en el pueblo en el que estoy, la biblioteca sólo es un edificio antiguo multidisciplinar en el que se habrán gastado una pasta para rehabilitarlo y en lo que menos, en libros.
Es lo que hay. No voy a la de la ciudad, de hecho, hay bastantes en cada barrio, pero son las que nutren con su préstamo interbibliotecario a las pequeñas.
Besos y feliz resto del día.
Hola Marisa. Veo que el desabastecimiento de las bibliotecas no es algo puntual, por desgracia; tal vez se haya perdido la costumbre de utilizarlas y al bajar la demanda, baja también la calidad y modernización de sus fondos.
EliminarEn el pueblo en el que vivo no hay biblioteca, aquí viene, no sé cuándo. el bibliobús, así que imagínate la "variedad" que pueden traer. Aunque si les pides un libro te lo traen de la biblioteca de la ciudad, pero para eso prefiero ir yo a ella y curiosear a mis anchas, cosa que por otra parte disfruto, todo hay que decirlo, aunque me frustre a veces ante la escasez de material.
Ya sé que eres casi nada de carne, pero agradezco igualmente o más, tu comentario.
Un beso.