El nombrecito de la
receta se las trae un poco, ya me he dado cuenta, pero si la llamo
“lomo de cerdo a la crema” que es como viene en el libro de la
que la he sacado, pasáis de mí seguro. La receta está adaptada de
esa que os digo y que se incluye en el libro “1.069 recetas” de
Karlos Arguiñano del que
ya os he hablado y me llamó la atención
porque primero asa la carne y luego la cuece. ¿El objetivo? No lo
sé. La carne ha quedado rica, pero ni más tierna ni más jugosa que
cocinada al horno y acompañada de una buena salsa. He buscado por
internet el porqué de esa forma de cocinarlo (no me atrevo a
llamarlo técnica porque no sé si en verdad lo es) y no he
encontrado nada. Si alguien sabe qué ventajas tiene o cómo influye
en la carne, que me lo diga, porque siento curiosidad por saber si se
trata de una forma de cocinado que desconocía o es un mero
capricho del cocinero.
En cualquier caso nos ha
gustado y si otro día encuentro una pieza que tenga más parte de
cabecero que de lomo, ya que es muchísimo más jugosa, la compraré
para repetirla. Y por supuesto acompañada de su puré de manzana
reineta asada, que por ley debiera ser obligatorio que siempre
acompañase a cualquier plato de cerdo, porque no sólo lo redondea,
si no que lo eleva a la categoría de sublime (y esto lo suelto sin
despeinarme... no se nota ni nada que me encanta).
Una última cosa: al
llevar leche, tiende a agarrarse al fondo de la cazuela, con el
peligro de que también se agarre la carne, así que hay que vigilar
la temperatura de cocción.
Por lo demás, es una
receta muy sencilla, como casi todas las de Arguiñano.
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
1 kgr. de cabecero de
lomo de cerdo, un trozo
2 tsp. de salsa de mostaza fuerte de Dijon
1/2 tsp. de AOVE
330 ml. de leche
evaporada
2 tbs. de salsa de tomate,
preferiblemente casera
100 gr. de pimiento rojo
asado
sal
1 manzana reineta
(optativo)
ELABORACIÓN:
Sacar la carne del
frigorífico y dejar que se atempere, tapada, al menos 20 minutos.
Precalentar el horno a
170º C, con calor arriba y abajo.
Lavar y secar la carne
con papel de cocina.
Mezclar en un bol la
mostaza de Dijon con el aceite de oliva virgen extra y con la ayuda
de una brocha de silicona, embadurnar el trozo de cabecero de lomo
por todos lados. Disponerlo en una fuente apta para horno y hornear
durante 30 minutos, colocando la rejilla del horno en la segunda
posición empezando por abajo. Dar la vuelta a la carne a los quince
minutos de horneado.
Sacar la fuente del horno
e introducir la carne en una cazuela de aproximadamente el mismo
diámetro de la pieza de cabecero. Si hubiera algún jugo del asado
en la fuente, añadirlo a la cazuela.
Disponer en el vaso de la
batidora de brazo la leche evaporada, la salsa de tomate, el pimiento
asado y sal al gusto y triturar hasta conseguir una mezcla fina y
homogénea. Añadir esta salsa a la cazuela, tapar y cocer a fuego
bajo 30 minutos, dando vuelta a la carne a los quince minutos de
cocción. Al llevar leche, es muy fácil que la salsa se agarre;
vigilar que ésto no ocurra y si fuera así, evitar en la medida de
lo posible raspar el fondo de la cazuela.
Apagar el fuego y dejar
que la carne se siga cocinando con el calor residual.
Sacar la carne de la
cazuela y cortarla con un cuchillo muy afilado en lonchas del grosor
deseado, colocándolas en un recipiente que quepa en el microondas.
Humedecer ligeramente dos o tres hojas de papel de cocina, tapar la
carne con éste y calentar a potencia media en el microondas. El
tiempo dependerá de la potencia del electrodoméstico.
Mientras, introducir la
salsa nuevamente en vaso de la batidora y volver a triturar. Volcarla
en un cazo y calentar a fuego medio, cuidando que no se queme.
Servir la carne con la
salsa aparte y si se desea, acompañada de una manzana reineta asada
(con piel y descorazonada) en el microondas a potencia máxima
durante 5-8 minutos, según tamaño y posteriormente machacada con un
tenedor, previa eliminación de la piel.
A comer.
Más de una vez he visto a Arguiñano cocinar las costillas de cerdo en agua primero y al horno después, aquí el proceso es al contrario, debe ser alguna técnica de cocción, no sé si inventada por él, yo creo que es para conseguir una carne más tierna, pero si dices que no se nota en el resultado final, ya me pierdo. El lomo que has utilizado, aquí se llama de dos colores por contener la veta, es más jugoso que el de la parte baja, si bien tienes razón que no tan tierno como el trozo de cabeza. A mi me parece una receta ideal para lucirse y tomar tanto en frío, como en caliente, y desde luego lo acompañaría con manzana, le va al cerdo de escándalo.
ResponderEliminarUn beso.
Cocer primero un alimento y asarlo o freírlo después, suele tener por objeto conseguir una carne más tierna en el caso del asado (las costillas por ejemplo y como bien dices) o bien el ahorro en tiempo y/o aceite en el caso de la fritura (las típicas patatas bravas de los bares, las jetas fritas), ahora bien, hacerlo al revés no le pillo el sentido. Tal vez quede la carne algo más jugosa, que no lo tengo tan claro o tal vez el objeto sea una cocción más uniforme entre el exterior y el interior de la pieza. La verdad es que ni idea. Lo que sé es que quedó rico y que fue ganando con el paso de los días. Y la manzana reineta que no falte, por supuesto.
EliminarUn beso y buen fin de semana.
Hola, pues tampoco sabría decirte porqué lo hace así pero si el resultado es bueno, bienvenido sea el método, al menos para probar y variar. La salsa que cae encima es un lujo, un beso!!
ResponderEliminarLa verdad que sí merece la pena hacerlo, porque quedó realmente bueno y además ganó con el paso de las horas y la salsa estaba de pecado.
EliminarUn beso.