domingo, 15 de diciembre de 2019

Pollo con crema de champiñones, en olla WMF


Por fin he puesto el árbol. Normalmente lo hago durante el puente de la Constitución, pero como me pasé la mitad de los días fuera de casa, no pude hacerlo, así que llevo pringada todo este fin de semana. Cada año me da más pereza, la verdad. Si no fuera por la carita que me puso mi sobrina el otro día cuando le dije que no sabía si lo iba a poner, se queda en la caja. Ya el año pasado no lo saqué, ni el árbol ni ningún adorno. Tenía muy mal recuerdo de las navidades anteriores (aún lo tengo y creo que me va a durar varios años) y no tuve ánimo para ponerlo. Preparé la comida del día de Navidad porque tenía invitados, como todos los años, que si llegamos a estar mi pareja y yo solos, no creo que hubiera cocinado nada especial. Aún así, estuve tres meses planificando el menú y probando platos. El esfuerzo mereció la pena pues todos coincidieron en que era el mejor menú de Navidad que había hecho nunca. Este año no creo que lo digan, porque a estas alturas aún no lo tengo cerrado y ni las prisas ni la improvisación son buenos pinches de cocina.

Estoy un poco monotemática con las setas. No he caído en la cuenta hasta que me he puesto a preparar la entrada de hoy. Últimamente cocino mucho con ellas, aunque no traigo por aquí todas las recetas para no repetirme en exceso. Me suele pasar que me da por cocinar con un ingrediente y aparece en casi todos mis platos, Así hasta que paso a otro y vuelta a empezar. Rarita que es una.

Para variar, traigo una receta con una salsa espesa, tanto que tiene más la textura de una crema, de ahí el nombre. La razón es que mi pareja no es muy amiga de las guarniciones de los guisos y primero protesta cuando sirves los platos (“a mí no me pongas muchos tropezones”) y después se come las tajadas dejando casi todo de lo demás. Solución: pasarlo todo por la batidora, como con lo niños chicos. ¡Ay, estos hombres!.

El pollo, muy rico.

Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.


INGREDIENTES:

2 cuartos traseros de pollo

105 gr. de champiñón laminado en conserva (peso escurrido)

50 gr. de puerro (peso en limpio)

70 gr. de cebolla (peso en limpio)

100 gr. de leche de coco (a temperatura ambiente)

100 gr. de queso fresco batido 0% de materia grasa

1 pimienta de cayena verde fresca o roja seca

aceite y sal



ELABORACIÓN:

NOTA: Los tiempos de cocción que se indican lo son para una placa vitrocerámica de inducción. En el caso de utilizar otra fuente de calor (eléctrico, gas, halógeno), los tiempos variarán, debiendo ser adaptados. Lo mismo ocurre en caso de utilizar otra olla a presión o una cazuela convencional.

Lavar el pollo y secarlo con papel de cocina. Limpiar de grasas, separar los muslos de los contramuslos y sazonar. Reservar.

Eliminar la raíces y las hojas exteriores del puerro. Cortarlo en rodajas de medio centímetro de grosor y reservar.

Eliminar igualmente raíces y hojas exteriores de la cebolla, cortarla en plumas y reservar.

Escurrir y eliminar el agua de vegetación de los champiñones y reservar.
 
Remover la leche de coco para que se mezcle la parte sólida con la líquida, ponerla en un cuenco, añadir el queso fresco y remover hasta que se integren ambos ingredientes. Reservar.
 
Lavar la pimienta de cayena (fresca o seca), abrir al medio y eliminar las semillas. Reservar.
 
Poner a calentar la olla rápida con un fondo de aceite. Cuando esté bien caliente, freír los trozos de pollo, dorándolos ligeramente. Sacarlos a un plato y reservar.
 
Introducir la cebolla y el puerro en la olla, añadiendo un poco más de aceite si fuera necesario y freír hasta dorar. Agregar los champiñones y la pimienta de cayena y desglasar los jugos del fondo de la olla. Rehogar un par de minutos y añadir la mezcla de leche de coco y queso fresco, así como un poco más de sal, remover y colocar encima las tajadas de pollo. Cerrar la olla, llevar a ebullición y cocer 15 minutos desde que suba la válvula por completo.
 
Cumplido el tiempo, dejar que la olla pierda toda la presión antes de abrirla. Sacar el pollo, quitar la pimienta de cayena e introducir la salsa en el vaso de la batidora de brazo y triturar con ésta hasta conseguir una crema fina, Rectificar de sal si fuera necesario. Si se desea un poco más espesa, hervir durante cinco minutos. Si no, devolver el pollo a la olla, cubrir con la crema y calentar un par de minutos.
 
Servir, si se desea, con unas pimientas de cayena verdes frescas picadas y sin semillas.
 
A comer.

8 comentarios:

  1. Querida amiga, si estás en blanco estas Navidades con el menú, algo que a todas nos ha pasado alguna vez, échale un vistazo a la blogosfera porque hay cantidad de recetas sencillas y riquísimas que nos hacen la vida más fácil, aunque con este pollo te lucirías, ya que con esa salsita espesa y esa pinta tan rica no creo que haya quien se resista a su sabor.
    Un beso.

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    1. Si es que a la falta de inspiración se unen diversas alergias e intolerancias alimenticias de varios de mis comensales (y eso que somos poquitos), con lo que la cosa se complica. Aún así, ahí está la blogosfera, como bien dices, para venir al rescate.
      Muchas gracias por tu comentario, Lola.
      Un beso.

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  2. Uno de mis platos favoritos, por lo ligero y sabroso!!

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    1. Y también muy facilito y resultón.
      Gracias por pasarte por mi cocina y por comentar.
      Un saludo.

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  3. No te preocupes y sigue publicando rcetas cn setas, a mí me encantan y estoy segur de que este pollo tiene un sabor espectacualr, delcioso, jugoso y leno de ricos sabores. Un beso

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    1. A mí también me encantan. Lástima que la temporada de setas silvestres dure tan poco pues aunque las cultivadas también están ricas, no se pueden comparar.
      La verdad que la combinación de sabores del pollo me sorprendió gratamente. Repetiré la receta más veces pues lleva ingredientes que habitualmente tengo en la despensa.
      Un beso.

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  4. Con tropezones o triturado, igualmente delicioso! Con los ingredientes que lleva debe estar de lujo y no importa que repitas con las setas ¡me encantan! BSS guapa y Felices Fiestas!

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    1. Me gustan las salsas gorditas pero al tener que triturarlas casi siempre, los platos tienden a parecerse unos a otros, aunque luego no sepan igual, pero qué le vamos a hacer.
      ¡Y como me sigáis animando con las setas, os voy a aburrir!
      Un beso y Felices Fiestas también para ti.

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