La rillette (femenino y
singular, en francés), es, según la Wikipedia, una especie de paté
blando y hebroso típico de las ciudades de Le Mans y Tours.
Tradicionalmente de cerdo, hoy en día se encuentra elaborada con
distintos tipos de carne, incluida la de caza, así como de pescado.
Esta de sardinas es
probablemente de las más sencillas que se pueden elaborar, además
de económica. Para hacerla he leído bastantes recetas, tanto en
francés como en español y prácticamente todas son iguales, así
que después de varias pruebas, me quedo con ésta que os enseño. La
consistencia de la mezcla es untuosa y suave y las sardinas no tienen
que convertirse en una pasta, pues una de las características de la
rillete es que el ingrediente base (carne o pescado) se encuentra
desmenuzado formando hebras que se distinguen perfectamente a la
vista y al paladar. Para conseguir esa textura, es importante que el
queso sea muy cremoso y ligero pero con consistencia, por lo que no
todos los que se comercializan son idóneos.
Se hace en un momento y
resulta un entrante diferente y muy rico.
Por cierto, que
“rillette” es singular, pero habitualmente se utiliza la palabra
en plural, es decir, “rillettes”.
Venga, manos limpias, cuchillo afilado y a cocinar.
INGREDIENTES:
1 lata de sardinas en
aceite, 90 gr. peso escurrido
30 gr. de queso de untar
(tipo Philadelphia) bajo en grasa
10 gr. de cebolleta,
incluyendo parte verde
1/2 tsp.
de zumo de limón
pimienta blanca molida
sal
ELABORACIÓN:
Escurrir el aceite de las
sardinas, reservándolo para posibles modificaciones de textura.
Desmenuzar las sardinas groseramente con las manos y disponerlas en
un bol. Si se desea, eliminar previamente la espina central (yo no lo
hago).
Picar muy menuda la
cebolleta, incluyendo un poco de la parte verde y añadirla a las
sardinas. Agregar pimienta blanca molida y sal al gusto, el zumo de
limón y el queso de untar. Mezclar con un tenedor procurando no
deshacer mucho el pescado.
Si la mezcla resultara
demasiado espesa, corregir la textura añadiendo cantidades pequeñas
del aceite de las sardinas hasta conseguir una mezcla cremosa y
suave.
Introducir en el
frigorífico al menos treinta minutos antes de consumir.
Servir acompañado de
panecillos tostados, regañás, picos o similar.
A comer.
Me gusta la textura, así como deshilachada, le dará un toque buenísimo. Muy fácil para tener un gran aperitivo en un momento. Además podemos ir probando con otros pescados. Me la llevo! BSS guapa!
ResponderEliminarEs precisamente la textura lo que distingue las rillettes. Yo, como me pongo a revolver y no sé parar, deshice demasiado las sardinas, aunque de sabor estaba muy rico. Tengo vista una rillette de salmón que no tardando traeré por aquí porque ha de estar también muy buena.
EliminarUn beso.
Sin saberlo alguna rillette he preparado yo, bueno casi, ha sido de mejillones y he triturado con batidora, pero los ingredientes son muy parecidos, lo que me lleva a pensar que ésta de sardinas me va a gustar mucho también y como nos encanta un dipeo findesemanero voy a guardarla ahora mismo para que no se me olvide.
ResponderEliminarUn beso.
Pues no dudes en probarla porque se hace en un momentín y es perfecta para una comida informal. Además el toque de limón y cebolleta le da un sabor muy refrescante. Merece la pena probarla.
EliminarUn beso.
Me gusta mucho más con sardinas. Me recuerda a un paté que servían gratis en Portugal en los restaurantes hace años. Ahora ya no.
ResponderEliminarDeliciosa tu rillette de sardinas. Pongo el pan.
Besos y feliz semana.
Las rillettes son tan fáciles de preparar, en general, que abren un amplio abanico de posibilidades. Y con eso de ser untables, se comen muy bien y son perfectas para comidas de picoteo.
EliminarMe alegro de que te haya gustado.
Un beso.