Qué difícil es a veces
bautizar una receta. La primera vez que cociné estos champiñones,
nada más montar el plato me recordaron a la Gorgona Medusa y así
estuvieron a punto de llamarse (champiñones Gorgona), pero tal
nombre no diría nada a las personas que no fueran aficionadas a la
mitología clásica. Para poner en antecedentes, según el
Diccionario de la Mitología Clásica (de
C. Falcón Martínez, E. Fernández-Galiano y R. López Melero, Ed.
Alianza Editorial), las Gorgonas, unos monstruos marinos antiguos,
eran tres hermanas, dos de ellas inmortales, llamadas Esteno y
Euríale y la tercera, mortal, llamada Medusa y a la que se
representa, entre otros atributos, con la cabeza con serpientes en
lugar de cabellos y cuya mirada convertía a los hombres en piedra,
incluso después de que Perseo se la cortara. Volved a mirar la foto,
a ver si os sugiere lo mismo que a mí.
Después
pensé en “champiñones leonados”, en un símil entre la melena
de un león y la apariencia de los champiñones, pero me parecía un
nombre un poco ridículo (Gorgona no, pero leonados sí, ¡ja! a ver
quién me entiende) y además no sé porqué, me recordaba a aquél
famoso plato de un programa de televisión que fue tan denostado en
todos los medios, que el programa no lo habré visto jamás, pero el
platito en cuestión hasta en la sopa. Así que, después de mucho
pensar y comprobar que la inspiración se la había comido el león
después de la gamba, se quedaron con el insulso nombre de “champinón
y gulas con su salsa de manzana y champiñones”, lo cual no hace
honor a lo ricos que están, corroborado por aquéllos que los
comieron.
Lo
ideal para esta receta es utilizar champiñones de tamaño grande y
poner sólo uno por persona, dado que entre el tamaño de aquél y el
montón de gulas que se le pueden poner encima, queda un entrante
bastante cumplido. Pero yo los preparé como entrante caliente,
después de los fríos, para el día de navidad y preferí utilizar
unos champiñones más pequeños, como de dos bocados, para no llenar
al personal. Y también porque en noche buena y navidad, los
champiñones rellenos debieron formar parte de los menús de todos
los zamoranos, pues me recorrí varios supermercados buscándolos y
al final, me tuve que arreglar con lo que encontré, que después de
todo resultaron con un tamaño muy apropiado para mis intenciones.
La
cantidad de gulas es aproximada, pues dependerá del tamaño de los
champiñones y de lo que se carguen. Seguramente sobrarán unas
poquitas. La salsa tiene que quedar muy espesa, casi como puré, pues
tiene que aguantar el peso del champiñón sin desparramarse.
Están
muy ricos, de verdad, no salen muy caros y resultan vistosos. ¿Os
animáis a prepararlos?.
Venga, a lavarse las
manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
Para nueve champiñones medianos
(cantidades aproximadas en función del tamaño)
* Para los champiñones y gulas:
9 champiñones de tamaño medio (unos
320 gr., aproximadamente, peso en limpio)
200 gr. de gulas
2 dientes de ajo grandes
1 pimienta de cayena seca
aceite y sal
* Para la salsa de manzana y
champiñones:
70 gr. de cebolla (peso en limpio)
145 gr. de manzana granny smith (peso
en limpio)
115 gr. de champiñones (peso en
limpio)
pimienta blanca molida
aceite y sal
50-75 ml. de agua
caliente
ELABORACIÓN:
* De los champiñones y
gulas:
Lavar bajo el grifo con
un hilo de agua y uno a uno los champiñones, frotándolos con un
cepillito para eliminar restos de tierra, intentando mojarlos lo
menos posible. Ir colocándolos de pie en un escurridor.
Pelar los dientes de ajo,
eliminar el germen y picar finos. Reservar.
Cortar y desechar la
parte inferior terrosa del pie de los champiñones. Con cuidado para
evitar que se rompa el sombrero, separar el tallo de éste. Reservar
los sombreros tapados para que se oxiden lo menos posible y dejar
aparte los tallos que se aprovecharán para hacer la salsa.
Como la salsa tarda más
en hacerse que el resto del plato, pasamos a elaborarla.
* De la salsa de manzana
y champiñones:
Preparar la salsa de la
forma que se indica en la receta de la salsa de manzana y champiñones, utilizando para ello
los pies que hemos quitado anteriormente y los champiñones
necesarios hasta hacer el peso de los 115 gr. que se necesitan.
La textura ha de ser muy
espesa, casi de puré, por lo que añadiremos primero 50 ml. de agua,
corrigiendo el espesor con un poco más de ésta y agregándola poco
a poco.
Mantener la salsa
caliente hasta el montaje del plato.
Continuamos cocinando el
plato.
* De los champiñones y
gulas (continuación):
En una sartén pequeña
poner un fondo de aceite y añadir los ajos picados y la pimienta de
cayena, en frío. Llevar la sartén a fuego bajo y confitar los ajos
lentamente sin que se doren. Cuando ya estén hechos, volcar el
contenido de la sartén pequeña en otra más grande y honda donde
quepan holgadamente las gulas, agregar éstas y cocinar tapadas a
fuego medio para que tomen sabor durante unos ocho minutos,
aproximadamente, removiendo delicadamente de vez en cuando para
evitar que se peguen.
Mientras, calentar una
plancha eléctrica o carmela al máximo, pincelar la superficie con
aceite y asar los sombreros de los champiñones, primero con el hueco
del tallo hacia abajo y luego con éste hacia arriba, colocando un
poco de sal en su interior al darles la vuelta. El tiempo de cocinado
dependerá mucho de lo tiernos que sean los champiñones y sobre
todo, de la potencia de la plancha.
Del emplatado:
* Disponer en los platos
que se vayan a llevar a la mesa, tantas cucharadas de salsa caliente
como champiñones correspondan por comensal. Colocar encima de cada
cucharada un champiñón caliente con el hueco hacia arriba y
disponer en éstos un montoncito de gulas calientes.
Servir de inmediato.
A comer.
Isabel, me has enseñado mitología y me has hecho reír. No veo ese programa, pero supe del hecho porque el pobre chico es hijo y nieto de unos dentistas de mi pueblo y aunque no vivo allí, me enteré porque debió ser horrible. MI consejo, no busques nombres raros porque en las búsquedas de Google, que es quien manda, la gente no lo encuentra. A mí no me lo agradezcas porque ya pasé por ahí y alguien me lo dijo. Es cierto y lógico, pero las que le damos al coco o queremos ser originales...
ResponderEliminarMe gusta tu receta y queda elegante.
Buen finde y besos.
¡Qué mundo más pequeño! Aunque seguramente te hubieras enterado de todos modos porque los medios dieron mucha lata con el tema, demasiada para el pobre chico.
EliminarEn cuanto a lo del nombre tienes razón, pero no es que anduviera buscando uno raro, es que fueron los que me sugirieron cuando los monté.
Tampoco se muy bien cómo funcionan los motores de búsqueda, pero creo que para blogs desconocidos como el mío, da igual que pongas nombre normalitos porque para ellos no existes.
Un beso y buen fin de semana.
Yo quizás me quedara con el nombre de "leonados" por lo que me recuerdan a la melena de un león, pero "medusa" tampoco le iría mal por esas piernas tan sueltas que tiene. Pero creo que has hecho bien en ponerles un nombre más sencillo y reconocible. He vuelto a mirar esa salsa de manzana riquísima que llevan y que no recordaba, y que las complementa divinamente, a mi es que estas salsas me encantan y me parece que van bien con todo, con champis por supuesto. El conjunto me parece muy bueno y la idea de hacerlos pequeños, para un par de bocados, más que acertada. Son para lucirse y saborear.
ResponderEliminarUn beso.
Veo que Marisa y tú coincidís con el tema del nombre. En el fondo yo pienso lo mismo, pues se puede correr el riesgo de pretender ser original y caer en lo ridículo.
EliminarSí que es cierto que la salsa redondea perfectamente el plato, aportando jugosidad y el toque ligeramente ácido de la manzana, haciéndolos muy suaves y ligeros de comer.
Un beso Lola y buen fin de semana.
Soy fan del champi y de las gulas... Así w habrá Q probarlo
ResponderEliminarHola Susana. Si te animas, haz también la salsa, pues están mucho más ricos con ella.
EliminarBienvenida a mi cocina.
Hola, pues da igual el nombre pero me gusta el que has elegido, la verdad es que atrae e invita a probar , a saber d qué se trata. Unos bocadito exquisitos y deliciosamente presentados. Un beso!!
ResponderEliminarHola Elisa. De eso se trata, que al leer el nombre de la receta se pique la curiosidad del lector. Además quedan muy monos en la mesa y hasta parece que te has roto la cabeza con la presentación.
EliminarUn beso.
Hola , acabo de llegar a tu cocina y me maravillas con esta receta,,,tengo que probarla yaaa..un saludo y nos vemosss.
ResponderEliminarHola Mamilú. Me alegro de que te haya gustado la receta. Si te animas a probarla seguro que no te defrauda.
EliminarMuchas gracias por comentar y bienvenida a mi cocina.