Reconozco que me da mucho
dolor cuando el pescadero le pregunta a la clienta (hombres, no os
ofendáis, pero haciendo la compra y cocinando, las mujeres aún
somos legión) “¿le guardo cabeza y espina?” y la susodicha
contesta “no, tíralas”. Pero por favor, por favor, por favor,
que con eso que estás tirando y poquito más, das de comer a tu
familia, si casi me dan tentaciones de decirle a la señora “pero
llévelo, que si le añade tal o cual cosa, puede preparar unos
pimientos
de esta manera, unas
croquetas de aquélla otra, unas patatas así...” o estas bolitas
de bacalao, ricas y económicas a más no poder. Resultan un poco
entretenidas, pero también lo son las croquetas, por ejemplo y
seguro que casi todas las hacéis.
Como es una receta de
aprovechamiento y Marisa
no cierra por las fiestas
navideñas, estas bolitas son mi aportación de enero para su
proyecto 1+/-100, desperdicio 0
al que seguro que este
mes se aportan muchas recetas pues una característica de estos días
son las sobras de comida que se producen en casi todos los hogares.
Animaos a hacerlas. Son
ricas y baratas, algo que también hay que tener en cuenta después
del sobre gasto que, en la mayoría de las casas, suponen estas
fiestas.
Que no me entere yo que
tiráis las espinas y las cabezas del pescado, con la de cosas que se
pueden hacer con su carne (clarísima amenaza de que ésta no será
la última receta con restos de pescado que os traeré).
Venga, a lavarse las manos y a cocinar.
INGREDIENTES:
Salen unas 34 bolitas,
según tamaño
* Para el caldo:
la cabeza y la espina
central de un bacalao fresco
2 cascos de cebolla
1 diente de ajo mediano
1 rama de perejil
1 hoja de laurel
verduras al gusto
(optativo)
agua
* Para las bolitas:
la carne de la cabeza y
la espina del bacalao o 285 gr. de cualquier pescado blanco cocido
500 ml. del caldo de
cocción del bacalao o de caldo de pescado
125 gr. de copos de puré
de patata instantáneo
1 diente de ajo mediano
1 ramita de perejil
1/4
tsp. de sal
la punta (generosa) de un
cuchillo romo de pimienta blanca molida
* Para el rebozado y
fritura:
harina
huevos
pan rallado
aceite
* Para la salsa:
mayonesa
ajo
perejil
ELABORACIÓN:
* Del caldo:
Lavar la espina y la
cabeza del bacalao eliminando los restos de intestinos que pudieran
tener y disponerlas en una cazuela. Agregar la cebolla partida, el
perejil y laurel lavados y el diente de ajo partido sin piel ni
germen, así como las verduras elegidas al gusto (yo no le pongo),
cubrir con agua fría y llevar a ebullición. Cocer 10 minutos,
desespumando si fuera necesario, retirar del fuego, tapar y dejar que
se temple.
Una vez que la
temperatura permita la manipulación, desechar las verduras de
cocción, limpiar la cabeza y la espina del bacalao recuperando toda
la carne posible y con mucho cuidado de que no quede ninguna espina,
desechar espinas, huesos, pieles y gelatinas y colar el caldo.
Reservar el caldo y la carne del pescado por separado.
* De las bolitas:
Probar el caldo: si
tuviera poco sabor a pescado, poner unos 200 ml. a reducir en una
cazuela amplia para facilitar la evaporación y hasta que se quede a
la mitad. Completar hasta los 500 ml., reservando el sobrante para
otras preparaciones y llevar nuevamente a ebullición. Añadir los
copos de puré de patata instantáneo y siguiendo las instrucciones
del fabricante, hacer un puré semi espeso, teniendo en cuenta que
espesará al añadir el pescado.
Fuera ya del fuego,
agregar la sal y la pimienta blanca y remover para facilitar su
distribución.
Pelar el ajo, partirlo en
cuatro trozos, eliminando el germen y machacar en el mortero junto
con la ramita de perejil lavada y secada. Incorporar el majado al
puré, mezclar y añadir el bacalao desmenuzado. Remover para
homogeneizar la mezcla, lo justo si nos gusta con el pescado más
entero o alegremente si lo queremos muy desmenuzado. Tapar a piel con
papel film y dejar enfriar.
* Del rebozado y fritura:
Disponer tres platos
hondos, uno con harina, otro con huevo batido y un tercero con pan
rallado.
Con el puré a
temperatura ambiente, formar bolitas del tamaño deseado y con la
ayuda de dos cucharas. Rebozar, por este orden, primero en harina,
sacudiendo el exceso, luego por huevo, escurriendo igualmente el
sobrante y por último por pan rallado. Freír en abundante aceite
caliente, sacando las bolitas a un plato con papel de cocina para
absorber el exceso de aceite.
*De la salsa:
Pelar ajo en cantidad al
gusto, eliminar el germen, partir en trozos y junto con perejil
lavado y secado, prensar con el prensa-ajos. Colocar en un bol,
añadir salsa mayonesa al gusto y mezclar.
Servir las bolitas
calientes o frías con la salsa aparte.
A comer.
Feliz Año Nuevo en primer lugar, y sí, el mes de enero es el mes del reciclaje, por el excedente navideño principalmente, amén de otras sobras, ya que tampoco se lo podemos atribuir todo a las Pascuas, en mi caso este año no voy a tener mucho sobrante, se ve que he calculado mejor que en anteriores ocasiones. Lo de esas bolitas es un gran invento, a mi me encanta el bacalao, lo consumo bastante y con puré queda de maravilla, ya se ve lo cremoso del corte, y los bocaditos no te han podido quedar más ricos. A esto le llamo yo un buen comienzo.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lola, feliz año a ti también. A mi me ocurre lo mismo, tengo menos sobras que otros años pero alguna hay, así que, a darle al reciclaje, como estas bolitas de bacalao fresco, pues a mi, sinceramente, el bacalao en salazón me gusta poco y apenas lo consumo, lo que me da mucha rabia cuando veo las recetas tan apetitosas que publicáis.
EliminarUn beso y que disfrutes lo que resta de las fiestas.
Querida Isabel. Feliz año nuevo y mis mejores deseos para ti y tu familia.
ResponderEliminarMe alegra mucho que seas la primera en estar conmigo este primer día del año. Comparto lo que comentas y tu receta es una muestra de lo importante que es aprovechar cualquier resto o alimento.
Me encantan tus bolitas y con lo que me gusta el bacalao, no dejaría ni una.
Un beso grande y gracias.
Buenas noches Marisa. Feliz año también para ti y los tuyos.
EliminarA veces no nos damos cuenta de cuánto se puede ahorrar con una buena economía doméstica, casi siempre con pequeños gestos como aprovechar las espinas del pescado o los huesos y verduras del caldo. No sé si es falta de tiempo, de imaginación o de enseñanza previa (que lo hayas visto hacer en casa ayuda mucho), pero nunca entenderé el desperdicio de alimentos. Espero que iniciativas como la tuya contribuyan a cambiar la situación.
Un beso.
Qué ricas! Y yo te he hecho caso, eh! que era de esas señoras, jjj Prueba de ello es mi última entrada que he aprovechado la del salmón y a partir de ahora siempre guardaré la espina, jj BSS guapa y feliz año!
ResponderEliminar¡Cómo me alegro y cuánto te agradezco que me lo cuentes! Ahora voy de cabeza tu cocina a ver qué has hecho. Besos y feliz año también para ti.
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